Ayer el plan de festejar la Constitución del 78, fuimos a visitar el mural homenaje a Julio Romero de Torres, y Córdoba que uno de nuestros más brillantes pintores y grabadores, José Luis Muñoz (y no tienen nada que ver con los elogios el apellido, pero es para presumir), ha realizado a la entrada de la Sala Capitular en el hermoso Jardín de Orive. Ese pulmón en el centro de la ciudad, en los terrenos del antiguo circo romano, cuyas piedras se usaron a posteriori para construcciones almohades.
Fue el Huerto de San Pablo, y propiedad del Convento del mismo nombre y del Palacio de Orive, las dos grandes instituciones de esta España de siempre, la “nobleza” y el "clero", que eran y son los dueños de todo. Afortunadamente se han podido recuperar esos bienes del jardín y Sala Capitular, con las daños visibles del terremoto de Lisboa, para el “interés general”, ese que está muy bien señalado en la Constitución del 1978 pero que muy poco se ha usado.
Actualmente el constitucional interés general fue en Madrid la venta de pisos a fondos buitre a 68000 euros; dejar morir sin asistencia a 7291 mayores, mientras la justicia mira hacia otro lado distraída, y otras barbaridades, como qué determinados medios de comunicación contabilizan la publicidad institucional, en lugar de los actos criminales.
El mural en blanco y negro a rotulador, empieza por la izquierda con un Cristo de los Faroles, una cordobesa de mantilla (su compañera de vida que a la vez es su musa y colaboradora necesaria), a la que el artista ayer daba los últimos toques con rotulador. Un asexuado arcángel San Rafael, (que yo diría Santa Rafaela) delante del Puente Romano y la Calahorra, desde la perspectiva del Altillo. Arriba 150JRT. Debajo el lema “Amor Sagrado, Amor Profano” tapizando la palabra Córdoba. Una pareja de amantes besándose, que puede rememorar lejanamente la obra Cante Hondo.
Nuevamente su musa en una pose muy de Romero de Torres -así de memoria me recuerda a la obra Fuensanta-, custodiando la firma del autor “J.L.MUÑOZ MMXXIV”. Y nombres de personas por todos sitios, Violeta, Adriana, Candela, Maria del Carmen, Fátima, Teresa, Sara, Azahara, Lola, Dolores, Angustias, etc.. Difuminada una silueta de señora rezando en el cementerio.
Ojalá ningún malvado mancille con su envidia esta obra callejera y la podamos disfrutar mucho tiempo. Decir como siempre que las fotografías con medios no adecuados no le hacen el honor que merece el trabajo y pido disculpas por ello. Unas enormes gracias al pintor y su musa.
Excelente iniciativa para visibilizar un problema que claramente a ningún "político" le interesa solucionar.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Muchas gracias José A. estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminar