Vicent (Kirk Douglas)
El objetivo principal de nuestro viaje a Sevilla de la semana pasada, era principalmente visitar la exposición virtual de Van Gogh Grandes Éxitos. Nada más bajar del tren, bus 32 hasta la Campana, San Eloy, consigna del alojamiento en calle San Roque -aquella de los repuestos de ciclismo de primeros de los sesenta- y, como estábamos cerca, ir a ver la exposición. Eso hicimos, consigna a pesar de ir bastante ligeros de equipaje, como iba Machado en su último viaje: “Y cuando llegue el día del último viaje,/ y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,/ me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,/casi desnudo, como los hijos de la mar.”, calles Bailén, San Pedro Mártir, cruzar Gravina, estación -ex estación-, de Córdoba. Plaza de Armas, Periplo por la estación de autobuses, buscando unos servicios para después del alivio vesical cruzar la calle Torneo y después el Puente de la Expiración. Se agradecían los toldos del puente, a pesar de la leve brisa que corría.
Decidimos una vez cruzado el puente, cortamos por el Parque Fernando Magallanes, ya asomaban términos marineros, pues la exposición de Van Gogh (que bien estuvo la elección y caracterización de Kirk Douglas en "El loco del pelo rojo") estaba (ya finalizó el 14 aniversario de la II República española) situada en los bajos del Pabellón de la Navegación en la Isla de la Cartuja. Escuela de Hostelería a la derecha que, por la hora, dejaba un olor agradable a puchero en el ambiente. Bajamos hasta la ribera de la dársena para acceder a la exposición, no sin antes admirarnos de la torre doble de la Navegación en la orilla. Adquisición de las entradas, reducidas mayores de 65 -de sobra-, y acceso.
La magia del cine nos cambia siempre la visión de las cosas, además del problema que probablemente causará en el más allá la dualidad de los personajes, la fama. Cuando lleguen los contemporáneos, el portero tendrá problemas con el original y la copia famosa, lo mismo que los tenemos nosotros. El cine nos marca la existencia, y dibuja a voluntad una realidad distinta. Por ejemplo, parece que la II Guerra Mundial la ganaron los americanos, cuando fueron los rusos, además de ser quienes más daño sufrieron en vidas y haciendas. Sin embargo parece que Normandía con Eisenhower e Italia con Patton fueron los salvadores, y no fue así, en Berlín entraron los rusos primero.
Dos mil y pico obras del holandés y en vida sólo vendió una, el “Viñedo rojo” eso sí su hermano se encargó de todo y fue le que vendió. “Descripción (de la Web) La muestra Van Gogh Grandes Éxitos viene con importantes novedades creadas por Inteligencia Artificial. Proyectores de alta potencia y un sistema multipuntillo hacen que el visitante sienta que se introduce dentro de la obra de Van Gogh. De hecho, la muestra presenta una sala con tecnología avanzada en 3D que recrea “Noche estrellada” donde los visitantes pueden pasear por dentro de la obra. Por su parte, en la sala de UV, dedicada a “Almendros en flor”, el cuadro se convierte en un espacio en neón en el que se sumerge el espectador. Completa la muestra otro espacio dedicado a la vida de Van Gogh, con reproducciones de sus cuadros más famosos y varios de sus retratos realizados con tecnología lenticular o de “Morphing”.
Una exposición educativa, atractiva e interesante, perfecta para toda la familia, que ayuda a los neófitos en el mundo del arte a conocer a uno de los maestros del expresionismo, así́ como a expertos en Historia del Arte a descubrir una nueva visión de la obra. VAN GOGH GRANDES ÉXITOS ofrece además contenidos didácticos, datos y curiosidades sobre la vida del autor, un artista apreciado solo después de su muerte cuyas obras se sitúan entre las más caras del mundo. -Más de 1.000 referencias de obras de Van Gogh. -Curiosos detalles de la biografía del pintor y de su patrimonio. -Los hábitos, secretos, rarezas, miedos y deseos del autor. -Como su arte plasma una vida llena de sufrimiento, locura, misticismo y melancolía. -Giros creativos, percepciones y sentidos del artista. -Una visión más moderna sus obras más conocidas y caras. -Un innovador mundo de imágenes, sonidos, emociones y colores.
La obra del pintor neerlandés llega a Sevilla gracias a la muestra VAN GOGH GRANDES ÉXITOS. Se trata de una exposición inmersiva en la que el espectador logra introducirse en los lienzos del genial artista. VAN GOGH GRANDES ÉXITOS ofrece un viaje a través del arte, la vida, la imaginación y la impresión del gran pintor holandés gracias a un sistema multipantalla de grandes dimensiones y proyectores de alta potencia, unos de 12.000 lúmenes, que logran que el espectador conozca de una forma totalmente diferente y mucho más completa la obra del genial artista. La tecnología Digital Art 360 logra que el espectador sienta el efecto de encontrarse dentro del cuadro.
Conjugando arte, color, iluminación, música y nuevas tecnologías, VAN GOGH GRANDES ÉXITOS consigue crear un nuevo concepto de museo, mucho más interactivo y emocional, logrando que artista y espectador converjan y convivan a través de la obra. Para ello, la muestra transforma en lienzos virtuales todas las superficies de las salas. Los cuadros cobran vida a través de proyecciones de hasta seis metros de altura, acompañados de una cuidada banda sonora, guían al visitante a través de una experiencia cultural inolvidable.”
Todo es cierto, sin tiempo para leer todas las referencias escritas, que son muchas y muy interesantes, te ves como Alicia en el País de las Maravillas, una vez pasado el espejo, dentro de un mundo virtual, impresionista como sus obras, de colorido, empastados y con una música envolvente. Pasaban por cualquier lado sus obras, muchas conocidísimas y otras totalmente desconocidas. Cuatro óleos, una acuarela y cuatro dibujos fue la serie que el pintor hizo del Puente de Arlés. Cuadro que copié para un buen amigo, cuando pintaba algo (llevó muchos años, mucho más que dos tercios de mi vida, que tengo la sensación de pintar poco).
Al igual que me ocurrió con Las Señoritas de Aviñón que desapareció de la pared de la casa de Paca Rodriguez (no duró ni un día), y la ocupó una lámina de una Santa Cena estándar. Sin ánimo de presumir yo estaba muy satisfecho de esas dos copias. Paca me dijo haber tirado el cuadro de Picasso al carrero porque no le gustaba, y Juan no me pudo dar norte del “Van Gogh”. La esperanza de que al carrero le gustara y estén “las putas raras” en alguna casa, y puestos a pedir que el Puente de Arlés lo tenga alguien también. En fin.
La experiencia fue muy positiva y sales satisfecho de la muestra, que es fuera de lo común. Como teníamos tiempo subimos al Pabellón de la Navegación con el ánimo de visitarlo pero lamentablemente estaba ocupado, alquilado parece ser, con una convención del de las alarmas, ese que dejó caer, con la colaboración de diversos medios, que si salías de tu casa a comprar el pan te ocupaban el hogar y tenías que quedarte en la calle, pero contratando una alarma, si te ocurría eso, la policía estaba allí en cinco minutos y no habría ocupación. Vamos que no te haría falta contratar a los nazis para el desalojo. Eso hasta la saciedad, se han encargado algunos medios de decir que no es una ocupación sino un allanamiento de morada, pero daba igual todo el mundo a comprar alarmas. Y se han forrado materialmente. Quedamos para el día siguiente pues había descuento especial con la entrada de la de Van Gogh.
Pasamos por el Centro comercial, inmenso, de Torre-Sevilla, e incluso entramos en el hall de la Torre, con el ánimo de subir a su Terraza-Mirador Atalaya Torre Sevilla. Ante las dudas físicas decidimos planificarlo para el siguiente día. Volvimos sobre nuestros pasos para el alojamiento, nuevamente el puente para detenernos a almorzar en La Gallega esquina San Laureano con Marqués de Paradas. No estuvo mal y la relación calidad precio cantidad fue aceptable.
Esta vez la vuelta fue Alfonso XII, Plaza del Museo de Bellas Artes, antiguo Convento de la Merced con sus centenarios ficus, vigilados por Bartolomé Esteban Murillo, para después, por Rafael Calvo, acceder a la calle dedicada al santo de los perros sin rabo, que le cortó Ramón Ramírez, San Roque. En la tarde noche nos encaminamos al Malvaloca en la Plaza de la Encarnación para cenar “buñuelos de gamba cristal y alga wakame con alioli de pera” vamos un delicatesen.
Fotos del autor y web de la exposición
Bibliografia de textos de la exposición
Creo que la misma muestra, o una similar, estuvo en Argentina hace uno o dos años, pero el precio de entrada era tan alto que resultaba privativo, como si no quisieran que más gente llegara a conocer la obra del pintor.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Jose A. no sé eso que comentas de Argentina, pero aquí queda tu opinión. De todas formas a mí que soy mayor, me parece caro todo, sobre todo la cultura. Recuerdo a mis mayores cuando hablaban de lo que se podía hacer con céntimos de peseta y los comprendo. Un abrazo
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