Leandro Jimena en el colegio
Me decía Leandro, lo malo de cumplir años por encima de lo normal, es que te vas quedando sin amigos. Me lo dijo a raíz del fallecimiento de un íntimo amigo suyo Rogelio Luque, al que conocí por él. Es verdad lo de los amigos, mi amigo Leandro Jimena había cumplido 95, con una lucidez mental fuera de lo normal. Ayer por la mañana se despertó como inquieto para un cuarto de hora después fallecer con su hija al lado, aparentemente sin darse cuenta. No hubo tiempo de nada, sólo de certificar la evidencia. A las once más o menos recibí una llamada suya: -Qué pasa Leandro cómo estás? Le dije. La respuesta fue el llanto de su hija. Se hizo el silencio. No había que decir nada más. Le manifesté mi pesar. No pregunté nada. Después fui a por el coche y lo use con prudencia pues no veo bien con lo de las cataratas. Conchi no pudo venir por la dichosa espalda. Y fui a verlo. Estuve con su hija y su hermana Luisa en el Tanatorio de las Quemadas, sala Séneca. Hablamos de él, de sus cosas de familiaridades. Luego llegó Germán, un hijo. Nos conocimos hace casi treinta años, en Granada. Se acordaba de mí, pero su hermana le dijo: -Es Paco Muñoz el “amigo de papá”. Fue una expresión regalo. Luego Germán me dijo: -Paco, cuando entraba al despacho de mi padre te veía en una foto con él en otro despacho. Le expliqué lo que significaba esa foto. Nos reímos.
Mi hijo Paco, Leandro y yo. 21 de febrero de 1992
Leandro desde siempre había mostrado un interés especial por Conchi. Una vez vino a casa en una de sus crisis de espalda a inyectarle un preparado. Siempre me preguntaba por ella, por sus problemas de salud, sin olvidarse tampoco de los míos. Era reciproco. Conchi siempre me decía –¿Has llamado a Leandro? Unas veces lo había llamado, o le había puesto un mensaje, otras me servía de recordatorio. Se sintió muy satisfecho cuando le construí una pieza para un reloj antiguo y me comentó orgulloso que el relojero le había dicho qué cómo había conseguido la pieza, él le dijo: -Me la ha hecho un amigo. El “amigo de papá” como me tituló su hija.
Con esta pieza pudo seguir viviendo el reloj
Fue siempre una buena persona, por lo menos con nosotros, y muchos de sus pacientes, lo saben de sobra. No le vi nunca un mal modo. Hace treinta años fue su homenaje de jubilación, se celebró en el Parador, treinta años, son muchos años. Los últimos años habían sido de problemas de salud: covid, fractura de cadera, y alguno más. Pero superados todos. Estaba empezando a dar el paseo matinal, saliendo de nuevo a la calle. Hemos tenido muchas conversaciones sobre cómo cambiar el mundo, pero no hemos cambiado nada, o acaso no nos hayamos dado cuenta.
14 de abril 2021, reunión familiar.
Un día nos invitó a su cita semanal con su hermana Luisa, estuvimos en un bar de la calle Córdoba de Veracruz, tomando una copa de vino. Era una reunión familiar. Era un 14 de Abril una fecha importante. Siempre conocía a la mayoría de personajes de esta ciudad y otras cercanas, que yo había publicado en el blog y siempre también me facilitaba alguna anécdota de ellos. Una vez estuvimos en Málaga en un museo muy interesante de pintura, Revello del Toro. Me dijo -Con el pintor estuve en el colegio, es un par de años mayor que yo. O como me habló de la finca que alquiló su padre en Espiel, la Gamonosa, citada en otro artículo del Blog. Le dije varias veces que dejara constancia de muchas cosas que sabía, creo que no lo hizo. Ya no puede hacerlo es lo normal. A pesar de que es lógico, edad no te haces a la idea. En un intervalo de unos meses se han ido algunos amigos, mayores que yo, Gabriel Gómez y Pedro Toro. El “cielo” al que van las personas, para los no creyentes, es acordarnos de ellas con cariño.
Hasta siempre querido amigo Leandro.
Fotografías del autor y de Leandro
Bibliografía de recuerdos cariñosos.
Y tu, Paco, le acabas de dar un empujoncito hacia ese "cielo" a tu amigo con tu entrada llena de cariño, yo no conocí a Leandro pero por tus palabras parecía muy buena persona y gracias a ellas también he sabido de él...
ResponderEliminarUn abrazo y a tirar p'alante!
Amigo Paco una buena persona y comprometido, con sus pacientes como con la gente. Son más de treinta años de amistad sincera, desinteresada. Muchas gracias Paco, un abrazo.
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