Puerta de acceso
Cádiz calle Sacramento, nº16, antiguo teatro Andalucía, 1995, se derriba el edificio para hacer un bloque de viviendas y se descubre la Factoría romana de Salazones. Hay que reconocer que no te dan muchos datos para llegar al lugar, pero gracias a la intuición femenina no nos mareamos. Este bloque junto con el de correos y el Mercado Central parece fueron antaño un antiguo convento franciscano.
Con la conquista cristiana de Califato, o lo que quedaba de él, el reparto para la Iglesia fue inmenso, y aún a pesar del Sr. Mendizábal, sus propiedades, gracias al Sr. Aznar lo son actualmente más, por lo que hoy harían falta muchos Mendizábal. O a lo mejor en esta ciudad, que se resistió a los franceses, si en lugar de restituir al felón, llamado también El Deseado y su estirpe de delincuentes familiares, hubieran dejado a los galos ilustrados otro gallo hubiera cantado. Pero la historia es la que es y la pasada es inamovible, aunque nunca aprendemos de ella, siempre en la misma piedra.
Aún estaba el canal que dividía las dos islas gaditanas, pero ya se estaba colmatando por la zona de la Caleta, y ahora estaban unidas por un istmo. Lo que fue el canal Bahía-Caleta, ahora era un tipo de ría desde la bahía. Por esa razón estaba ahí la factoría de salazones, en su orilla norte. Al igual que los restos fenicios orillaban con el canal citado, Ya que no era normal separar mucho las factorías de salazones de la orilla del proveedor principal, entonces el océano oscuro.
La entrada al yacimiento es una escalera, en el primer rellano se sitúa la persona encargada del lugar y de darte algunas instrucciones, y el segundo tramo te lleva directamente a la pasarela transparente que te permite ver el suelo bajo tus pies, con el natural reparo al pensar que el material es frágil, pero es tan duro como el acero.
En la pared una vitrina con objetos encontrados en el lugar y paneles explicativos, en la pared de enfrente una proyección del yacimiento. El estado de las piletas, a pesar de los dos mil años de edad, es muy bueno, lo que demuestra que la impermeabilización con opus signinum era excelente.
Estas factorías de salazones eran instalaciones industriales, donde se procesaban el pescado para distintos productos de alimentación, salazones y salsas –murex, liquamen y garum- siendo el garum la más preciada por las clases elevadas romanas, pues es de suponer que el pueblo llano tenía otras formas de alimentación menos sofisticadas. Piletas de procesamiento de las salsas y un patio para la limpieza del pescado, despiece y troceado que, entre los siglos I y V de nuestra Era fueron una actividad económica muy importante.
Fotografías del autor, Google e Intenet
Bibliografía de los paneles explicativos
Qué bueno que hayan decidido conservar esos restos y abrirlos al público para conocer un aspecto más del pasado.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. muchas gracias. Sí además está muy bien presentado y accesible. Bueno las personas de movilidad reducida no pueden por ser todo escaleras. Pero está muy bien. Un saludo.
ResponderEliminar