La mayoría de las veces las mayores simplezas son las que tienen más respuestas. Estos días con motivos de mi colaboración, modesta desde luego, en el trabajo de un amigo, me estoy encontrando con el axioma del primer párrafo en muchos trabajos de investigación leídos. Estas pequeñas cosas requieren una respuesta simple comprensible para todo el mundo, que no complique mucho la comprensión.
Me han hecho preguntas que requerían una simple respuesta pero he sido incapaz de darla, es verdad que quien pregunta tiene una visión especial para ver cosas que normalmente nosotros no vemos, porque nuestra percepción de ellas por acomodación es cero, las tenemos invisibilizadas. Siempre cuando visitas alguna ciudad lo que te queda, por ejemplo en Salamanca es buscar la ranita o el astronauta de la pared, y en la Catedral de Colonia el culo y genitales de la gargola, o el selfie de un albañil en Santiago.
Nosotros en la Mezquita-Catedral, tenemos también leyendas urbanas, algunas imposibles pero la gente las asume y le dan carta de verosimilitud sin dudar nada en ningún momento. Hace mucho tiempo me escribió un amigo para preguntarme sobre la “estrella de los deseos” –así la llaman- a un fósil en un sillar de calcarenita del andén de la esquina sur oeste de la Mezquita debajo de la puerta del Sabat, le tuve que decir que hay muchos fósiles en los muros de la Mezquita o en el murallón de la ribera, por ampliar el asunto.
Que los cordobeses no tienen esas cosas en mucha consideración. Pero que en el fondo tienen más respuestas o “likes,” que detallados trabajos críticos de investigación periodística que no tienen ningunos. Cuando le da a los enamorados por manifestar su amor imitando la literatura, llenan la Ribera, los barandales, de candados con nombres y el lecho del río de llaves que nadie recogerá nunca. Así somos.
Lo que pasa es que al hilo de eso que llamo simplezas populares, sin saber a ciencia cierta si lo son o no, se fuerza la curiosidad por saber algo más y entonces se abren puertas muy interesantes donde mirar. Claro lo no explicable se puede dejar al albedrio de un cantero o tallista, según sea piedra o madera el soporte. Y esa no explicación del motivo es lo que queda, porque ha quedado escrito eso.
Yo lo primero que he hecho ha sido preguntar a quienes sé que me pueden aclarar algo, no sin antes haber consultado las fuentes escritas normales, a saber, Teodomiro Ramírez; Salcedo Hierro; Nieto Cumplido; Pedro Márfil, y otros. Y a su vez las referencias que ellos citan. Al final no ha aparecido nada de la aguililla misteriosa y su desayuno, almuerzo o cena, que lleva en su garra derecha –para mí es una pequeña serpiente-, en ninguno de sus textos.
Eso sí he descubierto que la mitad de la Portada de Palacio, ha estado durante mucho tiempo cubierta por una construcción escatológica, unos retretes para canónicos y personal de calle, que tapaban medio Postigo de Palacio y entera la de San Idelfonso, con un cuerpo resaltado feísimo que si hubiere merecido una manifestación de cordobitas similar a la realizada en contra del arquitecto de la reforma del puente romano (que tiene de romano mucho menos que casi nada, a lo mejor las farolas quitadas).
Lo que más me he aproximado ha sido con la Tesis Doctoral de Pedro Márfil, magnifica en dos tomos, que tiene publicado el alzado numerado del Postigo de Palacio y la Aguililla en cuestión marcada con el número 43, pero no está, o yo no he encontrado el detalle explicando el alzado. Tiene una publicación que posiblemente la tenga: “Denominador investigación arqueológica en el Postigo de Palacio en la fachada occidental de la Mezquita”, que dirigió en 1999, pero no la he podido consultar.
Luego está que desde 1236 en el que la Iglesia de Roma empezó a controlar el edificio, se han hecho a capricho de obispos y canónigos muchas reformas, algunas apropiadas y otras menos, y viendo los caprichos también de canteros, tallistas y restauradores, la realidad histórica de las cosas está muy adulterada. Esta puerta aunque los expertos digan que es muy califal, los profanos –yo- la ven más gótica que otra cosa.
POSTIGO DE PALACIO TESIS DOCTORAL DE PEDRO MARFIL
POSTIGO DE PALACIO DE AMEDINA CORDOBA
TRES PORTADAS Y UNA PORTADILLA DE SALCEDO HIERRO
Gracias por las imágenes y la explicación. Resulta muy interesante encontrarse con esos detalles dejados por artistas que no sabían si en el futuro seríamos capaces de entender sus motivaciones.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Muchas gracias José A. hay tantas cosas simples pero interesantes y a la vez tantas barbaridades arquitectónicas, que no lo serían en su día porque los conceptos de proteccionismo eran distintos. Estoy pensando en el adosado de los retretes. Lo importante es ver como al paso de los tiempos mejoran las cosas. Un abrazo.
ResponderEliminarGran entrada Paco, como siempre. Lo del adosado sobre los retretes es demencial, y no sólo porque lo hicieran llegar hasta el mismo Postigo de Palacio, cuando podrían haberse contentado con finalizarlo en el contrafuerte inmediatamente anterior, sino porque hubo varias generaciones de cordobeses a las que se les privó de parte del monumento, nunca llegaron a ver la Puerta de San Ildefonso. Espero que la respuesta sobre el aguilucho llegue más pronto que tarde a tu correo electrónico. Un abrazo.
ResponderEliminarEs tremendo Rafahell, eso ha sido así cuando los niveles de protección del Estado han sido laxos. Si no llega a ser por Trevilla el obispo, el Mirhab sigue como sacristía de una capilla. Y lo de la aguililla ya veremos, si viene bienvenida. Lo que pasa es que lo más problable es que no se sepa. Un abrazo.
ResponderEliminarSabes que jamás me había fijado que en esa puerta había un pájaro! No dudes que iré a verlo y expectante para saber más sobre la rapaz.
ResponderEliminarUn abrazo
Leyendo los enlaces que has dejado en tu entrada, Salcedo (Que por cierto uno de sus sobrinos ha sido compañero de trabajo durante muchos años) habla de ella como la puerta de la paloma, entre otros dos nombres, ¿Será paloma?
ResponderEliminarMari Ángeles muchas gracias, pero está claro que es una rapaz, a ver si se acaban las vacaciones y consigo las referencias al plano de alzado, que dudo conseguirlas. Lo de la paloma lo sopesé pero parece más aguililla, salvo que la considerara alguien así y ya está, como los toponímicos. Saludos.
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