PUENTE ANTIGUO ARROYO NAVAS DE MOLERO CARRETERA DE VILLAHARTA

Un barandal entre la vegetación

Hoy -ya tenía ganas-, hemos estado en el antiguo puente de la carretera desde el cruce de la N-432 a Villaharta, antes de la puesta en valor de la nueva variante de la Cuesta de la Matanza, que se inauguró en 1996. Ya habían pasado años desde que en 1866, al ingeniero Elías Cervelló e Iniesta lo destinaron a esta zona para construir el antiguo trazado de la carreta, además del puente hoy tapado por las aguas del Pantano de Puente Nuevo. D. Elías vio negocio en la utilización de las aguas del entorno, e incluso diseñó la carretera para que pasara por el Balneario que se llamó de Fuente Agria, tal y como está actualmente a su paso por las antiguas edificaciones lo que ahora es la N-432a.

Vuelo de la USAF de 1956

Vuelo interministerial de 1977

Vuelo de PNOA de 2010

Hoy es la citada vía una carretera semimuerta, solo de servicio para las instalaciones del antiguo balneario, que hoy son casas rurales, y dos urbanizaciones -ambas responsabilidad del Ayuntamiento de Espiel, pero por el trato como si no lo fuesen-, la de Fuente Agria, y la que yo llamó de La Lastrilla, por estar en las cercanías de ese venero. A pesar de que es una carretera con tráfico nulo, tiene un trazado con muchas curvas, y por lógica una línea continua durante todo la bajada o subida según destino, y ni siquiera, en la zona terraza del antiguo balneario, que tiene una semirrecta con un visibilidad de doscientos metros, ponen un trozo de discontinua -se lo pida a los responsables San Pedro o San Cristóbal, y sobre todo los que desean ser cumplidores de las normas-, para hacer las maniobras.

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Catastral, el puente y el arroyo son límite Espiel-Villaharta

La barandilla y el puente actual de la carretera

Pero hoy vamos del puente de la antigua carretera a Villaharta, que está al lado del de la A-3176, y ambos cruzan el arroyo más importante del territorio, el Navas de Molero, que tributa en el Guadiato cerca de la antigua estación de la Alhondiguilla, hoy también -cuando la temporada de lluvias es buena-, bajo las aguas del Puente Nuevo. Nunca son los arroyos y ríos más fieles a su cauce que cuando desembocan en sus hermanos mayores y luego en el mar. Cuando construyeron la actual A-3176 lo dejaron a su suerte y así lleva aproximadamente 26 años, por lo que no es una antigualla. Yo lo he pasado en bicicleta cuando hacíamos esa ruta desde Córdoba. 

Al fondo de ve el barandal

Detalle del mismo

La baranda

La última vez que subimos al pueblo lo hice con mi malogrado y querido amigo Joaquín Ruiz “El Pegos”. Antes habíamos estado en Villaviciosa según nos señala la foto. Otra vez subimos el grupo de aficionados, Germán Ramírez, Juani de Cañero, José del Olmo (Chico) y yo, y comimos lo que había en el bar-economato del Balneario. Lo malo era la vuelta con la Matanza de subida, pero entonces te podías agarrar a un camión. En varias, lo hicimos cuando la familia de José del Olmo estaba “tomando las aguas”, que es como se llamaban las estancias en el Balneario. Aquello a mí me parecía un tipo de hospital, que en el fondo lo era. Personas, la mayoría mayores, en pijama sentados en hamacas en la puerta de las casas, aliviándose el calor.

Foto de Google Maps en el que se ve entero

Adornos primaverales del puente 

Pero hemos venido a hablar del puente, como otrora el otro de su libro, el puente que había sido amortizado sobradamente, duerme el sueño de los justos al lado del nuevo que no lo parece, no notas que pasas por él. La vegetación abraza tanto al antiguo que impide verlo desde la carretera. Hay que bajar un senderillo que antes fue carretera y pasar por su tabla abriéndose paso, para luego acabar en el enorme aparcamiento del Restaurante el Cruce, pasando entre el seto. El barandal o pretil de hierro es muy de puentes de poca monta pero llamativo. En Google Maps, posiblemente rodadas las imágenes cuando dejó de usarse, se ve completo.  

Con mi querido amigo Joaquin Villaviciosa 1965

La pobre culebra en el asfalto

Al final de vuelta a Fuente Agria, en la carretera que pasa un coche de higos a brevas, la fatal casualidad hizo que coincidiera una culebra pasando y un automóvil a la misma vez, y no se salvó la primera. Nunca se sabe dónde te va a tocar el bajío, la malasombra, y a la pobre le tocó. En todo el tiempo que llevamos por estos lugares, que va para dos años largos, nunca hemos visto una serpiente y mira por dónde la que vemos es fruto de un casi seguro accidente de coche, ya que estaba en medio de la carretera. Luego el antiguo puente del Arroyo Navas de Molero, me ha permitido recordar a un buen amigo que ya no está, y hechos que no volverán.

Fotos del autor y los medios señalados

Bibliografía diario Córdoba y Blog Notas Cordobesas