sábado, 19 de febrero de 2022

POR EL ENTORNO DE SANTO DOMINGO DE SCALA CELI

Aérea de la zona

Ayer andamos por Santo Domingo y sus alrededores, bajamos al arroyo con su balsa seca del todo, intentamos subir por el camino habitual cauce arriba, pero una cancela donde antes había una cadena nos hizo volver. Entonces subimos al morabito renacentista de San Álvaro porque así lo canta su arquitectura, y desde allí vimos las espaldas del santuario de Fray Luis y Álvaro de Córdoba, que sus compañeros tacharon en su momento de insalubre, para bajarse a los Mártires en la Ribera. Nunca entendí ese nombrar insalubre el terreno del santuario que le apellidaban “escalera al cielo”, sin darse cuenta que esa entrada al cielo la tachaban de enfermiza.

Hacia la sierra

La peña del Cambrón

Valle del Barrionuevo

El santuario "insalubre"

El valle del cortijo y arroyo Barrionuevo está exultante en esta avanzada primavera seca. La jara en flor, así como los cantuesos, con sus flores que a mí me parecen pequeños conejitos (la alhucema que mi madre echaba en el brasero), y otras especies, incluidos crecidos acebuches cargados de preciadas acebuchinas que aquí se pierden pendiente abajo. Nos paramos en la bajada al arroyo desde la explanada, brutal bajada que la subimos con veinte años menos y algo más de salud. Si es tremendo subir por ese sendero, peor lo es bajar y algunos ciclistas lo hacen. 

Al fondo vigilante Torreárboles

Interior del morabito de San Álvaro

Exterior del morabito

La vegetación nos impidió visualizar los restos del cortijo Barrionuevo en su loma en el centro del valle, cuando al arroyo se le ha unido el de Porras,  luego más abajo el de la Ventilla y Los Villares, para tributar después de rodear la meseta blanca en el hermano mayor y aprendiz de río Pedroches. A lo lejos, al otro lado del arroyo, dirección de los terrenos de Los Porras, después de pasar por el caserío de los Jesús, que ahora es Jesús José y María. Majestuoso a lo lejos, lo que los ciclistas creo llaman el Gran Khan cuando en habitual meditada soledad lo subí un día, y me asombré de un “roal” (rodal) de girasol en la altura.

Brutal bajada, o subida, al y del arroyo

Jara y cantuesos en flor

Jara en flor

Que lugares más hermosos, desde el roquedal del nacimiento del Barrionuevo, maravilla en tiempo de lluvia -tiempos que parece no van a volver-, hasta pinares o encinares que dibujan un paisaje casi alpino. Pero todo es territorio descarnado por los tacos de ruedas de motocicletas y en menor medida de bicicletas. Todo lleno de surcos que se han llevado la capa fértil, y los poderes públicos que deben ejercer la coercitividad necesaria, primero pedagógica, mirando para otro sitio. Pero eso sí, enjuician a activistas por simbolizar el corte de un alambre ilegal de espino, como el sangrante caso del Bañuelo y el corte caciquil del Camino 27, que merece por lo kafkiano una entrada exclusiva.

Acebuchinas

Más jara

Margaritas

Vuelta al seco cauce del Arroyo de Santo Domingo, donde teníamos el coche, para evitarnos la subida de la brutal cuesta hasta el Santuario. Cedo el paso a uno que bajaba que ni siquiera se dignó a hacer un gesto amable por mi cortesía. Seguro no leyó el librito de la Urbanidad, en este caso rusticidad, sin embargo ganaron por goleada de educación, tres parejas de jóvenes, y un trío de ciclistas con los que nos cruzamos, y un jeep que dio la vuelta en el cruce de bajada a Barrionuevo, subida al morabito de San Álvaro y continuidad para la cantera. Fin del paseo.

Fotografías del autor y C. Carnago
Bibliografia del recuerdo

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