Vista de Google de Arroyo de San Lorenzo
Como su nombre indica procede del arroyo que era lo que después fue calle. Antes el arroyo era el de San Rafael. Parece que dicen que cuando se empezaba a llamar el Arroyo de San Lorenzo tenía un pequeño puente, que llamaban Puentezuela, para poder pasar la gente cuando traía mucha agua. Sucedió una inundación en 1698 y el agua llegó a cubrir la mesa del altar mayor de San Lorenzo. Hubo que sacar a muchos vecinos de sus casas en barco y cuentan que algunas barcas estaban amarradas a rejas. Se obstruyó el arroyo y se hizo una represa en la Puentezuela de San Lorenzo, por ello la inundación.
Plano de 1811
Ahí comienza la calle Arroyo de San Lorenzo, dirección Magdalena y Puerta Nueva. A la izquierda, a mediados, hay una calle sin salida que se llama del Manzano, por el apellido de una familia que allí vivió según los padrones de la época. El final de la calle, o sea ya en el campo, está en el punto que se une a las calles Abejar y Escañuela. En este lugar estaba la Rejuela de San Lorenzo que pretendía evitar que la broza y ramas pasaran, por lo que normalmente se atoraba y producía inundaciones. En la casa señalada con el número 21 se ahogaron en cierta ocasión doce o catorce cerdos, por haber subido el nivel del arroyo mucho más que el nivel del cauce.
Plano de 1851
La acera de los impares de la calle de Abejar corresponde a la parroquia de San Lorenzo y los pares a la de la Magdalena. Tuvo esta calle un hospital, el de Ntra. Sra. de la Asunción en el huerto de los Zuñigas, que también se llamó Santa María de Agosto, al que se le agregó el de los Peregrinos en 1616. Frente y formando unos rincones está la calle de Escañuela, que se llama así porque dicen que en tiempos de la conquista entraron por allí vecinos que eran de esa villa. Esta calle sale después a Mayor de San Lorenzo y existe el Huerto del Escudo, de los Pinedas del Valle de Carranza.
Plano de 1884
En otros de los rincones hubo, hasta 1841 una imagen de una virgen alumbrada con un farol, el único de la calle, que tachaban en aquél tiempo de muy abandonada y sucia. Por ella pasaba la muralla de la ciudad que configura una de sus aceras. Se daba la casualidad del que tenía muy poco tránsito la calle, y mucho menos de noche porque comentaban que había una alma en pena, con forma de ternero descabezado, que salía de la Rejuela de San Lorenzo y estimaban era una mala hija a la que su madre había maldecido.
Otra vista de Google de Arroyo de San Lorenzo
Fotografías de Internet, planos de Córdoba
Bibliografía de Paseos por Córdoba de Teodomiro Ramírez de Arellano.
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