Garganta del Arroyo de Juan Rayo
Siempre que paso por la N-432, punto kilométrico 237, dirección norte, no puedo evitar mirar -con las debidas precauciones-, a la derecha y disfrutar unos segundos, no se puede parar ni hay mirador para ello, el escarpado territorio que abajo, a la derecha de la Solana de Juan Rayo -y la no visitada aún Fuente-, configura el arroyo del mismo nombre. Este curso estacional desagua en el arroyo de Pedrique, que camina paralelo a la Vereda de los Pañeros, recibiendo antes las aguas, cuando las lleva, el de Pedriquejo. Fue zona de litigios de cortes de caminos, el de Pedriquejo, que por la cinegética se llenó de alambradas.
Tiene la Solana de Juan Rayo 717 m.s.n.m. en Alicante, y la cota de lo más profundo del arroyo, cuando se une al de Pedrique, algo menos de 400, luego desde la fuente hay aproximadamente, metro arriba metro abajo, 200 metros de desnivel, que configuran una garganta y caída de aguas preciosos que, no entiendo, como en tiempos de veda, no se puede poder visitar. El arroyo tiene su teórico nacimiento en los llanos del Cantarero. En los planos del siglo XIX, que son los que habitualmente consultamos, hay por el territorio cercano tres manantiales; el de Juan Rayo, el del Humbroso y el de los Pedernales, sin olvidarnos del Pozo de Inés. Pocos toponímicos más da la zona.
En esos tiempos el kilómetro 237 actual era el 31,500 del antiguo trazado. Junto a la vereda del Pozo de Inés, estaba ubicada la casilla de Peones Camineros, esas centrales de mantenimiento de la ruta que, cada cinco kilómetros existían. En la casilla vivía el Peón Caminero y su familia, todos colaboraban en el mantenimiento de la carretera, si bien el titular era el padre, yo he visto a la mujer y los hijos colaborar con él. Quien no recuerda al titular con un cubo de alquitrán y una escobilla, para fijar la piedra que llevaba en una pequeña espuerta y cubrir el bache. Y el bidón principal en la casilla.
Esto me recuerda a un amigo de Ojuelos, no se si altos o bajos, Laureano, lamentablemente fallecido y joven, que de niño sufría el “bulling” de otros niños porque no tenía pelos en los genitales, y como es lógico quería tenerlo. Ni corto ni perezoso cogió alquitrán del bidón del peón caminero y se embadurno todo lo que pudo para demostrarles a sus abusadores amigos mayores que tenía los “huevos negros”. El problema fue para la madre, para quitar, con gas-oil el alquitrán de esa zona. Mucho dolor le costó tener un minuto de equiparación con los otros chavales.
Volviendo a la deseada fuente de Juan Rayo para realizarle una visita, o simplemente datarla actualmente, porque no sabemos si aún está viva, decir que esta zona se repobló en la época de las famosas repoblaciones de pinos en los años cincuenta, y no sabemos si se eliminó. Luego está la dificultad de acceder por ser una finca de caza, a pesar de que en el interior de la finca hay otras propiedades que deben tener servidumbre de paso, por ejemplo el litigio citado del Camino de Pedriquejo precioso camino que accede al territorio por su parte baja. Hay que decir que esto es Obejo.
Hubo una reivindicación de la Plataforma A Desalambrar de ese camino con una ruta, con dificultades. El 6 de Marzo de 2011, hace diez años se hizo por última vez esta ruta y los condicionantes jurídicos han cambiado incluso por razones biológicas la titularidad de la finca. Algunas de las fotografías son de esa ruta (ignoro la titularidad del fotógrafo/a) pero se puede comprobar por ellas la extraordinaria belleza del lugar y la pena que no se consigan acuerdos con las distintas propiedades para poder visitar esos lugares e estudiar los accidentes geográficos históricos para sucesivas generaciones.
Fotografías de Google Earth y la Plataforma A Desalambrar
Bibliografía Plataforma a Desalambrar