Hoy hace 85 años que unos militares traidores a sus juramentos -y eso que patrimonializan el honor-, junto con la complicidad de la jerarquía católica, y la oligarquía terrateniente, la bota, la sotana y los caciques, iniciaron el genocidio sistemático de cientos de miles de españoles porque pensaban distinto, a la vez que acabaron con la democracia en este país y el progreso.
Luego, cuando los criminales ganaron la guerra, implantaron una paga para que la gente citase esta fecha de la ignominia como la fecha de esta paga, y no se olvidase. Pero sin embargo sus herederos ideológicos están preocupados por la democracia en Cuba, cuando a la vez están blanqueando el régimen de terror que implantaron y nunca han denunciado.
Encontré una fotografía de la familia de una persona José Sánchez Castillo, que había sido vecino del pueblo de mi padre, Pinos Puente en Granada, que la publico a modo de ejemplo. Fue contable de la fábrica de orujo que Carbonell tenía allí. Se lo llevaron tal día como hoy y aún no ha aparecido su cuerpo, así cientos de miles. Por lógica ya no vivirá nadie de sus hijos, quizás el pequeñín, pero esos hijos tendrían familia hijos y nietos.
Y repito a los herederos ideológicos, que se hacen llamar ahora "derecha democrática", "liberales" o simplemente ultras, les preocupa la democracia en Cuba y Venezuela y no les preocupan los asesinatos en masa de sus blanqueados defendidos y las miles de personas que no han vuelto a ver a sus seres queridos, y están tirados como perros en lugares desconocidos. Muchos seguro son católicos.
Es importante que estas cuestiones no se olviden, porque la gente tiende a olvidar lo que se debe de recordar siempre para que no vuelva a suceder.
Fotografía de Internet
Bibliografía de la memoria que no se debe perder nunca
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