El puente sobre el arroyo de Santo Domingo
El lunes dimos un paseo por el
entorno de la Palomera, quería ver si habían arreglado el puentecillo del
arroyo de Santo Domingo cuando tributa en el de Pedroches, se conoce que lo
hizo seguramente el vecino de la casilla que te encontrabas al iniciar la
subida por la margen derecha del Pedroches. Lo de casilla es un eufemismo quedaban
solo restos de la alberca. La verdad es que el puente o pequeña pasarela era
una lámina de hormigón armado que ha aguantado lo suyo, pero que colapsó hace
unos meses y todo lo demás ha hecho que se destruya del todo. Solo los hierros del
forjado mantienen el hormigón, lo que queda,sujeto para que no llegue al cauce.
Nuevo paso arroyo de Santo Domingo
Restos de la presa del arroyo de la Palomera
Unos metros más arriba, por aquello de
que se hace camino al andar, han solucionado el paso con un vado, pero que cuando el
caudal del arroyo que nace en la y griega de arriba, embalsa en el valle de
Santo Domingo de Scala Celi, y se deja caer, venga amenazante, nada puede salvar el
cauce como no sea con algo parecido a un puente. Pero de momento la sangre no llega al río el caudal y anchura del cauce se soslaya con un salto o mojándose un poco las
botas. Hay que mencionar que el confinamiento ha cambiado las costumbres, muchísima
gente y mucho tráfico rodado te encuentras por los caminos, eso sí predominan
los respetuosos con las mascarillas.
Esquema del entorno
Restos del acueducto
Antes habíamos visto la fuente de
la Palomera que gracias a los vecinos funciona, y a la constancia de Luis Moreno.
Su caño de aliviadero realimenta un arroyo de la Palomera, nacido en San
Cristóbal, al que se suman otros, incluido el que desde Cabriñana servía a Fray
Luis para sus meditaciones. Va cantarino el antiguo arroyo. El entorno ahora rico
en agua, de olivar dejado, está con el adelanto de la primavera exultante de
vegetación, hasta el extremo de que no pudimos ver la entrada de la fuente que en su margen
izquierdo encontramos hace tiempo, y que la referencia es un enorme fresno. Sí,
por el contrario la base del acueducto que llevaba las aguas al que venía de la
fuente de los Mártires.
Fuente no podida visitar (Foto E. Fernández)
Dio tiempo a pensar en la
importancia hidráulica de todo el entorno, y lo bien aprovechado que estaba el
oro líquido de sus fuentes. Antes de llegar al puente de hierro abandonado, los
restos de la presa que derivaba para el canal hoy fosilizado del molino de D. Lucas, obra que
modificó todo el entorno paisajístico e hidráulico en su momento, con el levantamiento
de la colosal estructura. Hasta el entorno se llenó de canteras, cuyo producto
fue utilizado en su construcción. Le enseñé a Conchi, que recordó, donde estaba el
puentecillo rústico que Juan, el de la huerta por debajo del puente, con otro
vecino habían construido, y como unos facinerosos, lo destruyeron, lo mismo que
la escalera que en el vado del Pedroches le permitía subir con comodidad a "su" huerta.
El amigo Juan citado
El puente que construyeron
Luego al llegar nuevamente a la
alcubilla, cuando iniciamos la subida al camino recuperado por los mismos
vecinos, que también querían anexionarse los de siempre, tuvimos la alegría de
ver a un individuo, enmascarado como nosotros, que al acercarnos descubrimos era nuestro hijo
menor. La tecnología hace que pongamos en nuestro chat particular familiar -en
el que no pedimos el fusilamiento de nadie-, la ubicación para que sepan nuestros hijos por
donde andamos, y él al comprobar que estábamos por las cercanías de su barrio, el del Naranjo, había bajado para encontrarse con nosotros. Juntos fuimos hasta
el barrio por el camino citado de la Palomera, que tantas veces nos llevó de jóvenes
de perol a ese entorno.
Fotos del autor y autores citados.
Bibliografía del Blog Notas Cordobesas.
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