domingo, 28 de febrero de 2021

PASEO POR EL CAMINO DE LOS PICAPEDREROS

Hoy ha tocado subir por el Camino de los Picapedreros, uno de los dos que suben al tajo, con acompañamiento musical del cantarino arroyo, sin nombre en los planos, pero que se llamará lo mismo que el camino, porque el paralelo se llama de Los Arenales. La primera vez que andamos por allí nos impresionó el trazado, el enorme afloramiento de granito rosa con vetas de cuarzo, los caminos y sobre todo pensar que ese era el lugar de trabajo de muchas personas que, de sol a sol, sobre todo si era en verano, trataban de tallar los adoquines, marmolillos o cualesquiera materiales de encargo que tuviesen pendientes. Otra vez salimos por arriba del barranco. Si miras al oeste, ves en la lejanía gris, con su silueta inconfundible Castripicón.


Paisaje y salto del arroyo

Siempre que hemos subido la quietud, tranquilidad y silencio eran la tónica dominante, aspectos que te hacían incluso hablar bajito para no molestar al ambiente. Hoy sin embargo y de un tiempo a esta parte, el campo es una feria, familias enteras, fuerte escandalera y lo normal y más peligroso, la suciedad posterior, además de mucha bicicleta que si bien la mayoría son tolerantes muchos son agresivos. Parece que la pandemia y la dificultad de las personas en expansionarse, los ha obligado a salirse de sus hábitos y han invadido otros nuevos. Paciencia ya vendrán las desescaladas y vuelta a bares y similares.


Arroyo

Cuando hace mucho tiempo estuvimos en la Ciudad Encantada de Cuenca, comprobamos la utilización comercial exhaustiva de un territorio muy similar a esta zona, con grandes pinares y moles de granito caprichosas. A ambos lados del barranco de los Picapedreros, está, más al norte el de los Arenales y su arroyo correspondiente, y por el sur el cerro de la Miniya, con su torre de vigía forestal, cuya subida solo y por el cortafuegos me asustó. Fincas: Arenales y Villares Altos, cercadas cinegéticamente. Cuando llevas un tiempo sin andar por un sector lo encuentras muy cambiado, la naturaleza lo pinta de otra manera.


Antigua calzada y paisaje hacia el norte

Recuerdo el recorrido con el profesor Recio, y Tamajón, y como nos explicó el resurgir del cuarzo en las grietas entre el granito magmático, y como se maravillaba viendo cuestiones geológicas que mi cortedad en la materia me impedía disfrutar, yo sólo veía formaciones más o menos caprichosas en un equilibrio a veces casi inestable. Ese día subimos hasta el fresnedal siempre verde por el embalsamiento hídrico del valle en el que se encuentra, que también lo llamo Jose Manuel Recio con un término geológico. Lo que no recuerdo es si subimos por el camino del Productor, hasta el cortijo, creo que no.


Fractura y oquedad (Fotos Conchi)

Nublado, con una temperatura primaveral, gran cantidad de humedad y el color de la esperanza tapizándolo todo exultante. Arranque casi de la primavera en algunas especies. Abandono al principio del camino, de los “ecológicos” apicultores los de las colmenas, de material abandonado en el lugar que las tenían instaladas. Vamos un asco, con el poco trabajo que les hubiera supuesto llevarse los trozos de las maderas y plásticos, a la misma vez que trasladaban las colmenas. Llegamos hasta el atajo circular que corta hasta el camino que baja del cortijo y nos volvimos.


Paisajes (fotos Conchi)

Ahora era cuesta abajo, cuando el sendero se estrechaba había que pararse bien por las bicicletas o las familias, con y sin perros porque los animales también han estado confinados. Que volumen de trabajo esclavizado habría en su momento por esa zona, seguro que cada trabajador debía aportar al dueño el material que hubiera conseguido tallar en el día con sus herramientas y hasta, es posible, transportarlo con sus animales de carga. Como el sastre Campillo los trabajadores, seguro ponían el trabajo el dedal y el hilo.


Más paisajes llamativos y hermosos (foto Conchi)

Al haber carencias de fuentes en la zona, salvo la alcubilla de al lado de la carreta, que yo llamo de los Arenales, al final del camino de la vertiente citada de los Arenales y el cauce del arroyo del mismo nombre -según A Desalambrar y el mantenedor de su Web Manuel Trujillo, con criterio bien documentado llama Del Cabrero, otros la llaman del Proveedor pero él,  al igual que yo estimamos que la del Proveedor está arriba y pudiera ser la que riega el citado fresnedal al lado del Campo de Golf-, tenían que bajar los trabajadores a llenar su cantaras en esta.

Equilibrio pétreo (foto Conchi)

Un enorme pino que no resistió

Si es hermoso el camino, gracias a las laberínticas formaciones graníticas con sus líneas blancas de cuarzo, se puede perfectamente subir también por las vertientes aledañas, sin camino, ya que sus escalonadas piedras permiten el paso, la mayoría de las veces entre ellas. Lo cierto es que el camino, esos caminos y montes son un paisaje maravilloso, diverso, y ahora que las aguas han permitido que sus arroyos fluyan, más todavía. Una vez subimos Pozuelo, Ramírez y yo con paraguas pues no paraba de llover y fue el paseo un espectáculo inolvidable. Ya en plena canícula la cosa no es tan maravillosa, sobre todo en horas prohibitivas, pero los amaneceres y atardeceres más soportables. es lo mismo.


Otros paseos por la zona de los Picapedreros:


Fotografías del autor y de C. Carnago, vídeo de Javier "El Lince Ibérico"
Bibliografía del Blog Notas Cordobesas

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