Y llegamos en el siglo XIX a soluciones como las que me ha recordado un trabajo en una página de Facebook, que se llama “Córdoba Antigua (España)”, copiado de otro de la página “Cordobapedia”. Yo fui colaborador en tiempos y me siento muy orgulloso de lo poco aportado a ella. La consulto a ella, porque ha surgido del trabajo anónimo de muchas personas, así como la Web del Ateneo de Córdoba, cuando tengo algunas dudas de nuestra ciudad. A ambas las equiparo al "Paseos por Córdoba" de D. Teodomiro. Como iba diciendo, la presencia de una fotografía en una aportación a la página de la red social Facebook, por parte de un colaborador habitual Fernando Cazalla, me encendió la bombilla, mejor dicho me aclaró las ideas sobre la fotografía que conocía, pero que al no llevar el oportuno pie no dejaba de ser una fotografía más de los patios de los Naranjos de la Mezquita, que siempre me intrigó.
Ya soy algo, o bastante, mayor pero a pesar de que mi jardín de infancia fue ese recinto califal, no había visto la construcción in situ. Me hizo la fotografía buscar el trabajo original del amigo Romeo, y los diferentes artículos de las gacetillas de principio de siglo publicadas en la prensa cordobesa, para documentarme mejor y valorar los medios de consulta de que disponemos. Antes de jóvenes teníamos el Monitor, que había que comerse un buen bocadillo o un hoyo de pan con aceite y azúcar para manipularlo, y el Espasa, el que pudiera tenerlo. Hoy, con un terminal telefónico, resuelves una consulta antes de que el concursante de Pasapalabra o Saber y Ganar pueda contestarla. Pero como la cosa iba de evacuación de aguas menores en el espacio público, traslado integro el texto que en ella se publica:
“Las cubetas urinarias, columnas mingitorias o urinarios fueron unos espacios reservados para orinar por parte de los viandantes y que los Ayuntamientos gestionaban. También llamadas columnas mingitorias, eran normalmente construidas en piedra y se encontraban repartidas por la ciudad de Córdoba durante al menos la segunda mitad del siglo XIX conociéndose su existencia al menos hasta el año 1908. Gracias a la prensa de la época, podemos conocer cómo era nombrados de manera frecuente el malfuncionamiento de las mismas, ya que eran recogidos en las gacetillas de los periódicos, corroborando la tendencia surgida en la Europa del siglo XIX con el liberalismo sobre la Higiene Pública que cualquier ciudad moderna habría de aspirar.”
También pública la web Cordobapedia una lista de lugares de Córdoba que contaban con esas quizás poco higiénicas columnas mingitorias, que son bastantes para las que quedaron en mi infancia y juventud. Ahora hay menos y son de pago, si la memoria no me falla hay instaladas varias columnas circulares, claro que en los eventos festivos la empresa de saneamientos instala retretes químicos que, si estuvieran pintados de rojo y fuesen transparente, cosa imposible, me recordarían, a las cabinas telefónicas londinenses. Luego tuvimos la oportunidad de disfrutar, algunos padecer, los urinarios públicos en Córdoba. (Pulsar enlace)
También presumíamos algunos de que Córdoba tenía bocas de metro cuando nos preguntaba un foráneo que eran esas escaleras. Había otros dos de similar factura en el Campo de la Merced por la esquina suroeste; otro en los jardines de los patios de hechura más normal y en superficie, y otros similares en los jardines de la Cruz Roja, en ese lugar estuvo el kiosco de Manolin “el Boca”. Pero en plan columna mingitoria (ahora entiendo lo de la jota de la minga del Sr. Echenique de Podemos, y la degustación de su aparato de miccionar) no había visto nada más que el de los Patios de los Naranjos (yo digo siempre patios). Como una imagen vale más que mil palabras, las fotografías que publíco dicen de la historia de los urinarios públicos en nuestra ciudad. No quiero dejar pasar esta entrada sin citar los abusos de indeseables, que utilizan algunos portales de viviendas como "columnas mingitorias" y que tienen que soportar algunos vecinos en zonas de movida nocturna.
Relación de cubetas urinarias o columnas mingitorias: “Calle San Pablo. Calle Munda, esquina con calle del Reloj. Calle Marqués del Villar. Calle Huerto de San Andrés. Calle Siete Rincones. Calle Fernán Pérez de Oliva. Calle Arco del Portillo. Plaza del Potro. Ronda de los Tejares. Calle Alcántara. Calle Juan de Mena. Calle Santa Marta. Calle de Almonas. Calle Jesús María. Calle Arroyo de San Lorenzo. Plaza de San Rafael. Arco Bajo de la Plaza de la Corredera. Calle Huerto de San Pablo. Calle Doña Engracia. Calle Saravia. Calle Valladares. Calle de Argote. Plaza de la Fuenseca. Calle Azonaicas. Plaza de San Pedro. Calle de la Palma. Calle del Yeso. Calle de la Pierna. Calle Alfonso XII. Cuesta del Bailío. Avenida del Gran Capitán.” Prácticamente toda la ciudad.
NOTA: Me dice mi hermana Loli: Que en los retretes de Colón, de señoras, trabajaba la hermana de la lechera de la Calle Deanes, frente al Metro y al lado de la tienda de comestibles de Pepe. Era muy significativa la cojera de esta señora que se ayudaba con la mano al andar cogiéndose la rodilla. Tiempos de un barrio normal de la Judería. Me contó una anécdota de estas señoras que le preguntaban a nuestra madre –Lola, que le juntas brillantina al gato en el pelo?. Referido a un gato negro que ella tenía, siempre le decía: -Sí, claro todas las mañanas. No era cierto, el brillo del pelaje de los gatos y otros animales, es proporcional a su buena alimentación. Es fiel reflejo de estar bien comido.
Por la Higiene. LOS URINARIOS
No vamos a continuar nuestras quejas en asunto que tan poca enmienda tiene como la suciedad de nuestras calles. Pedir una providencia en contra de ella sería lo mismo que solicitar de ciertos vecinos poco escrupulosos que no arrojasen cortezas y verduras a la acera para evitar caídas y sustos.
La cuestión de los urinarios tan descuidada en nuestra capital merece toda nuestra atención, pues no tenemos tantas columnas mingitorias como son necesarias en una población de la importancia de Córdoba y las que tenemos dejan bastante que desear.
No son modelo por su limpieza y un higienista hallaría bastante que censurar al descuido que en ellas se observa.
Díganlo sino el urinario de reciente colocación en la calle Torre de San Hipólito, que convierte en fétido lugar las inmediaciones de su instalación, el antiestético de la Plaza de San Felipe y el muladar constante en que se halla convertido el de la Calle Siete Rincones.
Y no continuamos con las citas porque en todas partes se notan idénticas deficiencias, tanto más lamentables cuanto que por el calor reinante hacen insalubres las calles en las que radican.
Es necesario, indispensable, proceder a su desinfección, tomar medidas conducentes a que la higiene salga triunfante.
Pero, por Dios, Sr. Alcalde, no acuda S.S. al único medio hasta ahora empleado empleado y que a más de producir resultados eficaces resulta bufo para su autoridad. Los guardias municipales haciendo centinela junto a una columna mingitoria es algo que en modo alguno puede recomendarse.
Con esa medida no se satisfacen los vecinos y la higiene queda en este punto al nivel de los urinarios."
Bibliografía de Cordobapedia
Magnífico artículo Paco, que voy a compartir ahora mismo, me siento identificado con lo de las urgencias mingitorias (el síndrome de la llave, le llaman algunos).
ResponderEliminarLo he disfrutado mucho, y preciosa la referencia a Conchi!
Muchas Gracias amigo Paco. Es obligada porque no se me olvida nunca ese momento. Una persona que has visto una vez y luego pasan unos días y te la cruzas y te ve y vuelve la cabeza para volver a mirarte, eso significa que te conoció. Pues a raíz de eso moví los hilos para coincidir en una nochevieja y de ahí y empezar a salir juntos. Pero nunca lo ha reconocido, es normal. Cuando llegues a cierta edad, verás la evidencia de la urgencia. Pero hablamos de 1902 hace ciento veinte años, ya eran urinarios en la ciudad.Se de amigos que cuando salen tienen una serie de lugares de emergencia en bares, ya que no hay servicios en las calles. Paco un fuerte abrazo.
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