Cuando eramos "plantilla" en una página cordobesa que se llamaba Calleja de las Flores, siempre salían muchos temas de la ciudad que eran muy productivos. Se debatía sobre esta o aquella fuente desconocida, actuaciones municipales, arqueología, y muchos temas importantes para la ciudad, y aunque creyéramos que no tenían incidencia en la resolución de determinadas cuestiones, la tenían. Pero el tiempo inexorablemente es el juez de todas las cosas, y sentencia algunas. Se cerró, e intentó un mantenimiento con una segunda parte que se llamó La Colleja pero ya se sabe lo de las segundas partes, además de la falta de colectividad. Pelillos a la mar, aunque no puedo dejar de sentir nostalgia por una página y personas de las que aprendí mucho.
Hoy vamos a dar un paseo por la Puerta de Gallegos. Mis recuerdos más lejanos pueden ser: el Bar Barril, un poco más adelante hacia Aladreros el puesto de pan del Horno de Enrique Fernández de la calle Tejón y Marín, que regentaba mi tía política Maruja, la mujer de mi tío Fernando Carreras el barbero. El puesto de flores de la madre de Cagalejos y la bulla de la gente los domingos por la tarde mirando los resultados del fútbol que permitieran a alguno, salir de la miseria en la que estábamos muchos, con el acierto de una quiniela. En la pared del Barril ponían los resultados y cada vez que había alguna alteración salía el camarero o el responsable y lo cambiaba en la pizarra.
Luego con mi padre había estado muchas veces viendo los charlatanes, que vendían cualquier cosa, y que la gente, los incautos, compraban. Había, decía mi padre que los conocía unos “ganchos”, personajes a los que le había ido muy bien el crecepelo, el elixir, o el peine carey y volvía para llevarse unos cuantos más, y así calentar a los indecisos. También me decía mi padre -que entonces era el que más sabía de todo-, que me fijara, porque en esas bullas actuaban los carteristas, delicados amigos de lo ajeno que podían abrir el bolso de la señora o sustraer la cartera de un curioso sin que estos se enteraran. En alguna ocasión me señaló como trabajaban estos profesionales y vi alguno en plena faena, siempre con la advertencia de la “ley del silencio”.
Frente, ya en el jardín de la Victoria, el clásico fotógrafo de al minuto, militares sin graduación rondando criadas con cofia, el puesto de flores de la madre de Cagalejos, una cafetería en el acerado de la Victoria y en Aladreros una plaza de mercado. Luego estaban los que decían daban nombre a la calle, gallegos que se dedicaban a dar portes con sus manos, una gruesa soga y sus espaldas. Eran los mozos de cuerda que podías verlos con un baúl a cuestas, detrás de quien lo contrataba llevándole el bulto a su casa. También hubo una parada de carrillos bateas, que más adelante fue también de triciclos.
Sin embargo D. Teodomiro Ramírez de Arellano dice respecto al nombre de la puerta que viene de más antiguo de esa contratación de transportistas venidos de la esquina noroeste de España. Y como es lógico la puerta está desde la ciudad republicana primero y luego augusta, visigoda y árabe después, para terminar en cristiana. Dice también que pudiera ser por alguien que se llamara Gallegos, por ser “Puerta de” en lugar “de los”, pero como todo son elucubraciones. En 1755 se reedifico después del terremoto famoso y definitivamente en el año 1865, se compró la casa número 1 de la Plaza de Aladreros de 64 m2, piso bajo y principal, por el justiprecio de 12.450,90 reales que equivalía a 3.112,73 pesetas o a los actuales 18,63 euros.
En 28 de marzo de 1865 se formaliza la escritura. Los materiales reciclados se subastan y se consigue un precio de 1.511.50 reales. Se trasladó el fielato a la Trinidad mientras se derribaba la puerta. El 24 de mayo vuelve el fielato a la derribada puerta, pero le salen unas grietas al lienzo de la muralla y se prevé repararlo después de la feria. El 13 de julio se aprueba el presupuesto y su reparación cuesta 3.586,40 reales. Hay protestas de algunos cordobitas de aquel tiempo, unos por una cosa y otros por la contraria, pero se repara. A la vista de cómo está ahora hay que suponer la de vicisitudes que sufriría después, para llegar a nuestros días. Hay un trabajo en 3D del malogrado José Carlos Gómez Magán, en la web Entrete-nido, sobre la puerta que merece la pena ver y del que he extraído algunas imágenes. Y a continuación lo que D. Teodomiro escribe de la Puerta en su Paseo por San Nicolás de la Villa.
“Desemboca la calle de la Concepción en la plazuela de la puerta de Gallegos, llamada así por estar la que dá paso al campo; nada de particular ofrece al curioso, aparte de una decoración de piedra negra que ha quedado entre las casas números 2 y 4, y es el respaldo de una fuente que habia en aquel sitio: su construcción data de 1604, cercana á la puerta, donde estuvo hasta 1755 que la mudaron á la parte interior; en 1813 la trajeron á la esquina de la calle de la Concepción, y por último, en 1871 la han llevado á la plazuela de los Aladreros; de modo que esta fuente parece condenada á andar siempre de paseo. Junto á la puerta hubo una calleja que se cerró al público en 1801.
La Puerta de Gallegos: hé aquí un nombre que ha dado lugar á diferentes opiniones, todas fundadas en congeturas; mientras varios autores y nosotros, le damos el mismo é idéntico origen que á las de Martos, Baeza y Plasencia, creyendo que por este sitio entró en Córdoba la legión gallega que acompañaba á Fernando III, otros lo achacan á ser el punto donde se situaban los gallegos que se venían á Córdoba á dedicarse al traslado de bultos de un punto á otro, sin ver que aquel título viene de mucho mas antiguo, y por último, hay quien defiende que es el apellido del que la abrió, siendo esta la causa de decirse de Gallegos y no de los Gallegos; mas esto es un absurdo porque la puerta, según Roa, existia en tiempo de los Romanos, aun cuando no anota el nombre.
Los Árabes la construyeron de nuevo con sillares de piedra franca almohadillados, y dos colosales columnas á los lados, dándole una forma muy gallarda; los capiteles de estas eran romanos, lo cual hace sospechar fueron restos de otra portada anterior: después de la conquista le hicieron nueva la parte superior, colocándole en el centro las armas de Castilla, y á los lados, en los frentes de unas acroteras que tenia la decoración, le pusieron los escudos de Córdoba: en el terremoto de l.° de Noviembre de 1755 quedó notablemente quebrantada, y entonces la reedificaron cambiando su antigua y bonita arquitectura por la raquítica forma que le hemos conocido hasta 1864, que la derribaron por completo para dar ensanche á una salida de la población donde tanta gente afluye, particularmente por feria.
A la derecha, saliendo, hubo hasta 1821, que lo derribaron, un magnífico torreón cuyos cimientos aun existen; se asemejaba algo al de la Malmuerta, aunque de menos espesor y mas esbelto, estando, como él, unido á la muralla por un arco que le servia de paso á la parte alta; es uno de los muchos monumentos que se han derribado en Córdoba en daño de las artes y la historia. A la izquierda existe aun un humilladero ó capillita, donde se venera una imagen de Jesús preso, costeada en el siglo XVIII por los hortelanos del pago de la Victoria, quienes pidieron su conservación cuando derribaron la puerta. Nosotros le hemos conocido una gran ventana con puertas que abrían para fuera cuando en Semana Santa y feria lo adornaban con flores y luces: hoy sigue siempre alumbrado por la devoción de dichos hortelanos y muchos vecinos de las casas cercanas á la puerta de Gallegos.”
NOTA: A los textos se les ha respetado la gramática original.
Fotografías de Internet y Blog Entrete-nido
Bibliografía de Teodomiro Ramírez de Arellano Paseos por Córdoba (Biblioteca Central)
2 comentarios :
Curiosa entrada Paco. Me han encantado las recreaciones 3D, voy a curiosear la página que nombras. Como siempre, muchas gracias por toda la información que compartes y de la que tanto se puede aprender. Espero que todo vaya mejor en lo que a salud se refiere. Mucha fuerza y un saludo!
Te llamará la atención, es una lástima que falleciera el artista y mucho más joven. No se le ha hecho justicia en Córdoba ninguna, Córdoba es así. Y esa página se perderá irremediablemente en cualquier momento, por eso sería bueno que la gente se descargara cosas de ella para tratar de salvar el contenido. Tienes para entretenerte Raqueru. Un saludo.
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