Corría el 25 de mayo en pleno confinamiento, ya podía desplazarse uno para hacer deporte fuera del término municipal, cuando decidí esa mañana buscar una fuente de la serie que Serafín Parra tiene catalogadas en su documentación. Como todo no son éxitos he de decir lo primero que no la encontré. A pesar de haber hablado con personas de la parcelación El Puerto, uno solo me dio referencia de la higuera que cita en su texto Serafín, pero ninguno conocía la fuente. Qué pude ser, pues que haya desaparecido o que algún vivo, a las pruebas me remito, somos un país, yo muchas veces digo de pícaros, desde el Lazarillo de Tormes, pero no, seguro que desde los Tartessos, o antes, la haya afanado para sí. El texto de Serafín Parra dice lo siguiente:
Perfil del recorrido
Catastral de 1950
Llegando a la curva
“Manantial, en Cabecita de Clavo 1.
Así es como llaman, los lugareños al enclave, es una de las parcelaciones que surgieron a raíz de la fragmentación de Puerto Artafi y es un venero que surge en el mismo cauce del arroyo de un barranco, para destacar, el entorno que lo envuelve, la vegetación la quietud y la fauna que se adivina y oye. Este como otros tantos, le roban el agua, parcelaciones clandestinas diversas, que afean sus alrededores con las tuberías que hasta allí hacen llegar, el caudal es nimio, por lo que alguien se ha visto obligado hacer una zanja, que le sirve de alcubilla y de donde bombea agua hasta su parcela.
La curva
Primera bifurcación
Cancela
Acceso: no es muy fácil, pero el paseo merece la pena, cuando pasas la “urbanización” El Puerto, has de tomar el primer camino a la derecha, el mismo que nos llevaría a la fuente del Oso, si no fuera porque antes volvemos a tomar el de la derecha, poco más adelante el camino se bifurca a cada lado del Arroyo Lagarillo, nosotros optaremos por el lado de la izquierda, que hace un poco de cuesta arriba, hasta que coronamos en otra horrible parcelación, tomamos el camino de la izquierda que cierra a pocos metros una cancela, sólo hay que rodearla y ahora sí que se puede comenzar a disfrutar de paseo, hace cuesta arriba, pero la umbría de la vegetación, hace muy placentero el trayecto, que finaliza si lo que queremos es visitar el manantial, al llegar a un cruce de caminos, si miramos hacia la derecha veremos una higuera, símbolo inequívoco de agua, en este caso de nuestro manantial.”
El sendero merece la pena
La bifurcación
Y seguimos subiendo
Pues con estos datos a buscarla. Coche hasta el Km. 15 de la carretera de Trassierra, a la derecha está el carril, unos metros más arriba de la parcelación El Puerto, y hay en la carretera un pequeño espacio donde dejar el vehículo. Lo dejo y me dispongo a bajar hasta el Arroyo Lagarillo. He de decir que la planimetría que siempre consulto es el catastral de 1950, que es la que ofrece alguna garantía, luego están los vuelos, desde el de la USAF 1956, que ya se puede ver bien, hasta los ministeriales y autonómicos actuales, sin olvidar los de Google y Bing, por citar los más importantes. Pero no siempre está reflejado en ellos lo que se busca.
El sendero se empina
Más subida
Y más
Como he manifestado al principio, a mi pesar desde luego, no encontré lo que buscaba, pero como el que no se consuela es porque no quiere, diré que por contrapartida conocí un territorio desconocido para mí y porque iba solo (que siempre es mejor que mal acompañado) y cada vez me atrevo a menos aventuras, por las limitaciones físicas y la prudencia aderezada de un poco de miedo, pero podía haber vuelto por arriba o haber bajado hasta el río para completar la “inspección territorial”.
Comienzo del sendero
Sendero menos usado
Dejé en una cerrada curva de casi 360º, hormigonada, el camino de la Vereda de Trassierra que por la izquierda lleva a Puerto Atarfi, pasando por la fuente del Oso que repararon y recuperaron los compañeros del Grupo de Voluntarios de las Siete Fincas y luego visité a la vuelta. En la misma curva citada el camino va por el margen derecho del Arroyo Lagarillo, estacional como la mayoría de los cauces que no tengan una fuente que los alimente, luego el camino lo cruza y discurre por su margen izquierdo un rato. Se cruza una cancela y el arroyo busca el Guadiato por la derecha y el camino se empina descaradamente.
Talla del camino y es algo más llano
Más sendero
Una bifurcación y sigo subiendo hasta encontrarme con las casas de la parcelación, las más al oeste de la misma y posiblemente más altas. Bajé un poco y pregunté a unas personas sobre la fuente y la higuera de referencia, que la conocían pero no la fuente. Volví sobre mis pasos hasta una finca con una portada sin terminar, solamente los dos pilares, y desde allí empieza otro camino, una pista forestal que parece un nuevo planteamiento de parcelación. No te coge en la cabeza la cantidad de parcelaciones que existen donde menos te imaginas.
Sigue el sendero
La pista está más limpia
Este camino no es un camino que esté transitado y la exuberante primavera que hemos tenido lo ha ocupado en gran parte. He de manifestar que aun teniendo en cuenta el desnivel que tienes que subir, te queda la alegría que luego será para abajo a la vuelta. El camino es precioso y la tranquilidad absoluta, algún horizonte de perros como diría Lorca, y algún gallo de reloj retrasado en la lejanía, eran los sonidos más habituales, pero cuando callaban, un trino de cortejo era solo la sinfonía que te acompañaba.
Ladrillos sueltos
Tabiques ruinosos
Casi arriba sitio de ladrillos sueltos en un solitario lugar y derruidas paredes de lo que fue o pretendió ser un proyecto de vivienda campestre, ilegal como es natural para no salirnos de la tradición patria. Si el ex Jefe del Estado es un “tunantillo”, por ser benévolo con su “campechanía”, cómo puede ser con ese ejemplo el más simple de los ciudadanos. Pero este es un predicar en el desierto, mientras a la mayoría de los ciudadanos les guste el oropel, aunque con los brillos los engañen, y sigan viendo televisiones y leyendo periódicos falsarios, tendremos sistema toda la vida.
Otra ruina
Otro lugar manipulado
Pero lo mío es buscar la fuente del Cabecita Clavo, que no llegaba y tenía que optar por dar por terminado el recorrido, pues luego había que volver, o seguir y bajar por otro camino. Opté por lo más sensato que era volver sobre mis pasos, con el track del recorrido en el ordenador de a bordo, en el programa Wikiloc que me impedirá equivocarme y acabar el los cerros de Úbeda. Vuelta con la tranquilidad que no había más subidas, ahora eran todo bajadas y como la vuelta es, aparentemente, más corta, en nada estuve de nuevo en el arroyo Lagarillo.
Fuente del Oso
Fisura que puede ir a más
Ahora es cuando visité la fuente del Oso y les pasé el parte de daños a los compañeros de las Siete Fincas, porque había observado una fisura entre pilones que de ir a más lo podría dañar del todo. Alegría porque seguía corriendo el agua y por lo menos era un alivio para la fauna cercana de todos tamaños, en un próximo verano seco como se presentía. El recorrido me permitió conocer unos lugares no andados, fracasé en la búsqueda de la Fuente Cabecita Clavo de Serafín Parra, pero lo comido por lo servido.
Fotografías de Wikiloc, Catastro y el autor
Bibliografía de los textos de Serafín Parra
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