El lunes pasado subí nuevamente por la Cuesta de la Traición, y a la vista de cómo me encontara, pensé, doy la vuelta por los Morales o bajo nuevamente por el mismo lugar de la subida. Encontré más vegetación que la última vez que subí a ver la Fuente de la Raja, que sigue seca. Me fijé en detalles de desprendimientos que han dejado ver oquedades peligrosas, que antes no había observado, siempre hay cosas nuevas en el recorrido, porque la naturaleza modifica a su antojo.
Catastro del 1950 Pol. 63, zona del arroyo S. Cristóbal
Cantera de la Traición
Lo primero que llama la atención es la potencia de las defensas del Arroyo del Moro, sus muros de contención ciclópeos, en apariencia demasiados gruesos para un arroyo que nace un kilómetro más arriba en los llanos del Lagar de la Cruz, por lo que su aparente caudal no debería ser tan grande, máxime teniendo en cuenta que es estacional su cauce, si llueve hay agua y si no, no la hay. Los muros y el cruce del camino con canal de grandes losas, además de la profundidad del cauce determinan otros tiempos, otros caudales.
Las oquedades
Zona de plegamientos
Este arroyo siempre ha sido molesto para la ciudad, para su expansión hacia el oeste, fue foso de protección de la muralla romana desde la época de fundación de la Córdoba republicana, luego molestó y se desplazó al oeste. Ahora le molestaba a los cuarteles proyectados al oeste del campo de la Victoria y nuevamente otro desplazamiento. Ahora desde las Margaritas lo llevaron a la Avd. que hoy lleva su nombre. Por la Huerta de la Marquesa también le hicieron dar vueltas. Un día se cabreo e inundo las casitas de las Margaritas.
Troncos en el cauce, siguen.
Colonia de acantos
Otra vez en la década de los noventa del siglo pasado, derribó los muros del Cementerio de la Salud, a la vez que se construía el edificio del Área de Seguridad, el cual también sufrió un asentamiento por sus aguas seguramente, que pareció un terremoto particular, con abertura de las juntas de dilatación. Los arquitectos dijeron que eso era normal. Cada párrafo tengo que cerrar el texto porque se va la electricidad y me borra todo lo escrito, lo he rehecho de memoria cuatro veces porque no da para más la copia de seguridad y me borra mucho.
Ciclópeo paso del camino del arroyo
Estado del sendero
Actualmente lo han modificado con las promociones de ladrillo por las huertas cercanas al Cerrillo. Entubado por la zona del Duende y Tablero. Hasta que se cabree otra vez. Una cosa, a pesar de haberlo comunicado dos o tres veces a Google, tiene su nombre equivocado y le llama ese programa de Google Map, Arroyo del Moro, al arroyo de San Cristóbal. Pero sigamos subiendo. La Fuente de la Raja sigue seca e igual de feo el “entorno arreglado”. Parece que el sendero tiene más vegetación que hace un par de semanas o tres. Los acantos, en las zonas que se agrupan están que se salen, en flor.
Muro de protección del arroyo
Las rodajas de pino movidas
También es antigua su silueta, la de los acantos usada en arquitectura. Las ondulitas que llevan millones de años son duras, esas no se ven afectadas, por la mano de los bípedos destructores. Los pavimentos están en las últimas, el empedrado medieval, casi perdido y el enlosado romano debajo (según yo), salvo que sea una de las capas de protección a la vista. El “cemento romano” portland, que comentó un profesor a su clase, y fue fruto de un desalmado que derramo el del camión hormigonera desde la carretera, está casi perdido.
Desde un puente el cauce del arroyo
Ya en el camino de los Morales el valle al fondo
Las rodajas de pino han modificado su lugar o las han modificado y ya están camino del cauce. Pero preocuparme de cuatro o cinco rodajas cuando hay troncos enteros haciendo presa en otro lugar, es de iluso. No me harto de denunciar las actuaciones imprudentes que se han hecho en el arroyo. Es verdad que es complicado actuar en el entorno, lo sé, pero se pueden hacer las cosas de muchas maneras sin poner en peligro todo el sendero. Siempre vigilo la colonia de Zumaques. Algún puente ya tiene algún tablero suelto, acabará de romperse. Lo pongo lo mejor que puedo en su sitio. Hoy no llevo los clavos Fernandez, aquellos del chiste de Jesucristo, por eso no lo puedo clavetear. Vuelta a cargar el texto por los apagones.
El abrevadero de San Cristóbal
El abrevadero bajo
Y así entre dimes y diretes estoy arriba, en el descansadero con dos bancos previo al Lagar de la Cruz. Siempre la cultura judeo cristiana, cruces, santos, curas, de los que se surten los toponímicos. Ya estoy –hoy he cruzado por un atajo que me agobió- en la finca de los Morales, dejamos la Aduana y por los terrenos de la Favorita, que no dejare hasta volver a la calle Almunia donde está mi coche, pasada la finca que fue propiedad del obeso cacique y Ministro Barroso Castillo, cuyo monumento pasó a mejor vida de la corta que tuvo.
Escalón en el arroyo
Subida al collado de los Morales
En algunos lugares podemos ver el valle del Guadalquivir entre cerros. La senda de los Morales, nos baja hasta el valle donde podemos decir que nace el Arroyo de San Cristóbal, el manantial que surte a su abrevadero no se corta nunca, más arriba el cauce está seco, a partir de ahí lleva agua, la que da este manantial. Hay una senda desaparecida casi del todo, que baja hasta enlazar con el camino de la Fuente, que parte de la Vereda de los Morales. San Cristóbal y todo su complejo hídrico y distintas canalizaciones merecen la pena estudiar. Ningún erudito/ta habla de ello.
A la derecha Camino de la Fuente
Una Fuente/abrevadero en el camino
Fotografío varias veces el abrevadero y subo al collado. En el se bifurca a la izquierda el sendero que, una vez en él, primero te encuentras con otro collado y camino que baja a San Pablo. Ya llevas tiempo en sus lares, en esa bajada está la captación de agua que surte al Caserío, unos importantes pozos. A la derecha volviendo al collado de los Morales, hay un complicado sendero que no recomiendo, es para ciclistas locos. Aunque escurridizo es mejor bajar por la Vereda de los Morales. En una curva más abajo hay un atajo con notable pendiente y otro sendero que acorta el recorrido pues desemboca casi en el puentecillo de Antas.
La misma fuente
Pero lo dejó a la derecha, y continúo por la vereda, por lo aparentemente seguro. Unas voces a la izquierda me hacen ver a lo lejos, a unos senderistas ruidosos que han subido por una senda que desde el este del antiguo Sanatorio sube hasta el collado de San Pablo, en la que existen los restos de una construcción. Ya se ve el Sanatorio de Los Morales. Ahora me encuentro el cruce del atajo que mencioné más arriba. La verdad es que el último tramo está bastante pendiente. Sube un "abusador" deportista corriendo. Sigo bajando ya en el casi llano ángulo recto y lo primero que te encuentras es el sendero de ciclistas locos a la derecha.
Atanor protegido por obra de fábrica
Ahora ya estás en el Camino de la Fuente que margen izquierdo del Arroyo de San Cristóbal te lleva a ella y a todo el complejo de atanores y canales que aprovechaban su agua. Lo primero que te encuentras a la derecha es un abrevadero seco con otro inferior debajo. Su recia construcción parece que le está haciendo aguantar. Ya oyes el agua que cae al arroyo y te acuerdas de lo bonito que es el bosque debajo del puente en dirección a la Favorita (Los Morales) y su huerta, sin olvidar su enorme y romántica pero abandonada alberca.
Tubería que cruza el camino
Más arriba, cruza en el camino la tubería que alguien rompió para ver, supongo, si llevaba agua o no. A la izquierda está la misma pero protegida por una construcción. Ya la podemos ir viendo en ocasiones haciendo camino su traza, arroyo San Cristóbal arriba por el margen izquierdo, por el camino que señala el catastro de 1950 como Camino de la Fuente que es el que traemos desde que dejamos la Vereda de los Morales. Reitero que es de estudiar todo el complejo de esta porción del arroyo.
Puentecillo sobre el arroyo San Cristóbal
Tenemos las conducciones que he citado, que alimentaban la fuente, la Alcubilla de los Morales y la propia Huerta. Mas arriba del arroyo en el mismo cauce otro tipo de captación muy llamativa y más tuberías. Por el margen derecho la captación de Antas, hasta el distribuidor antes del puentecillo que a su vez soporta las tuberías que desde Ballesteros bajan de la Cañada de la Monja, desde Santa Clara. La mencionada cultura judeo cristiana. Y lo de Antas es una deformación posiblemente, pues a la Huerta en algunos sitios la llaman Santa. Debajo en el margen derecho la gran alberca entre la vegetación que alimentaría el rebosadero que ahora cae directamente al arroyo.
Por el cinturón verde
Ahora tienes que subir a la derecha buscando el camino que llevaba al Depósito superior de Emacsa junto a la casilla de Bella Vista, pero ya no tiene acceso para vehículos, lo han cortado en la calle desde donde se accedía. Eso forma parte del cinturón verde de la ciudad, otro proyecto abandonado nada más nacer. A la izquierda el amontonamiento vegetal denunciado hace tiempo, realizado supongo por el pelota servil de turno para quedar bien con su “señorito”, pero que amontonó yesca a modo de parapeto para que no pasaran las personas cerca de la finca de su amo. Todos estos individuos tienen suerte pues era un material combustible que sigue siéndolo aún, y que afortunadamente no ha dado ningún disgusto.
Cerca rota de la propiedad para bajar a la calle Almunia
Y llegas a la esquina de una propiedad que permite bajar por ella a la calle Almunia, puedes seguir ya que estas en el cinturón verde y te llevara a la Cuesta de la Traición antes de la Fuente de la Raja por donde sigue en un tramo impracticable que sube para rodear la Aduana y buscar la subida a Torre Bermeja. Yo ya he llegado a mi destino guardo el palo, cierro el Wikiloc, y apago la ubicación en tiempo real que tenía puesta a mis hijos, para que sepan en todo momento por donde ando o donde me he caído si se queda parado el sistema. Por lo menos saben dónde buscar o dónde deben de mandar a la Guardia Civil. Es broma.
Fotografías el Catastro Wikiloc y autor
Bibliografia del propio Blog y la memoria.
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