Recorrido de Wikiloc
Frente de las Salesas, ese altar que han puesto en la puerta, está la bajada del camino de Carros a Santo Domingo. El ancho sendero es un estrecha senda entre una vegetación exuberante. El confinamiento ha dado un descanso a la naturaleza y ha campado por sus respetos, como debe ser. Muchas “bañas” de jabalíes. Pero la llamada desescalada hace que muchas más bicicletas, bastantes senderistas y algunas motos dejando su olor a energía fósil quemada, y contaminando además acústicamente, aunque para el usuario sea el ruido la Novena Sinfonía. Vuelta a lo mismo y no aprendemos. La obligatoriedad de las mascarillas... una mierda para mí. Campos de alcanciles, jara en flor, y toda la variedad vegetal posible
El perfil
Comienzo del camino
La primera curva
De donde se llevaron la noria
Te pasan corredores por tu lado resoplando como búfalos, esparciendo su interior pulmonar por el entorno, más allá de la distancia de seguridad (¿?) de dos metros… sin mascarilla. ¡Virus a mí! Supongo dirán. Tú que alivias la soledad dejando solo la nariz fuera, rápidamente tratas de separarte y subes la mascarilla, para protegerte de las supuestas miasmas contrarias. Por eso cambié la ruta y cogí a la derecha una trocha solitaria que me llevaría al sendero superior de la Mesa de la Palomera, que hoy era la N-IV en vísperas de vacaciones. Un tráfico fuera de lo normal, pero todo solidarios… por los cojones, sin mascarillas.
Campo de alcanciles
Desvío a la mesa
Incorporación al camino principal
Ya en lo más alto de la mesa y una vez acabó la cerca que nos avisa que protejamos las alambradas, corté por la explanada, acordándome que el mayor experto del territorio, Luis Moreno, me dijo ayer que en la mesa, cerca de los algarrobos había restos que él estimaba prehistóricos. No he visto nada. También me habló de atanores en el arroyo de Pedroches, pero no quería bajar tanto, porque tenía que volver a las Salesas donde estaba el coche. También me envió unas preciosas fotografías del interior del Sombrero del Rey de Pedroches. Cuánto material valioso obra guardado en diversos archivos. Que categoría la de Luis que comparte sus tesoros.
El sendero principal
Ligera depresión superior
Estragos del agua
Bajé a la fuente y me acordé cuando me asustó de niño la Guardia Civil lorquiana -“Los caballos negros son. / Las herraduras son negras. / Sobre las capas relucen manchas de tinta y de cera. / Tienen, por eso no lloran, de plomo las calaveras. / Con el alma de charol vienen por la carretera. / Jorobados y nocturnos, por donde animan ordenan / silencios de goma oscura / y miedos de fina arena/”-, con caballos y capotes oscuros, interrogándome que hacia allí, de noche, llenado un botijo de agua en el caño. -De perol que estamos arriba. -Pues allí no hay nadie. -Claro si se han escondido con la pretensión de darme un susto. Yo he subido y ya he visto que no están pero aquí está la MV de uno y seguro tendrá que volver, por lo menos para darle el botijo, y aquí me espero. Sonaron las voces llamándome que estaba tardando mucho que, que pasaba. -Lo ven ustedes es la clásica broma. No hubo detención. -Buenas noches.
Más daño del agua
La definida mesa geológica de la Palomera
Bajando al valle del arroyo de la Palomera
Una pareja madura, él pasado de rosca por el confinamiento, seguro que con el colesterol alto como yo, por lo mismo. Llevaba a su mujer como el clásico marroquí, pero sin borrico, y no era la distancia de seguridad, sólo iba a su bola y su mujer detrás a mal traer. Sin mascarilla. Iban camino del cortijo que no existe salida, ya volverían. Ya me lo dijo la oncóloga que estaba observando un aumento de colesterol en las analíticas. Menos mal que me había dicho también que habíamos doblegado de momento, la “curva” del cáncer, al haber bajado a cero el PSA. Esperemos que en los sucesivos controles siga doblegándose.
La escaleras del final del perol
No pudieron ponerle puertas al campo
Calle Villanueva de Córdoba
Google le pone al camino Villanueva de Córdoba, pero es el camino de la Palomera, centro vital de la zona. Esta vía era un susto ya de tráfico, bicicletas, motocicletas senderistas… y aún no eran las nueve de la mañana. Me adelantó el “marroquí” anterior con su esposa cinco metros detrás corriendo, porque si se descuidaba lo perdería. Toda Villanueva de Córdoba, ahora si era vía urbana, Betania y la explanada del Calasancio, Avda. San José de Calasanz, hasta el fin de lo urbano y el fin del retorno de los taxis, para ser más exactos. Las Salesas, el virginal altar y el coche. Fin del paseo.
Fotografías del autor
MV? esa abreviatura de me escapa Paco, si que me acuerdo de una preciosa y dura canción de Agua Viva basada en poema de Lorca, La Canción del Gitano Apaleado, https://www.poetasandaluces.com/poema/2107/
ResponderEliminarMe alegro mucho de que ya estés con ganas y fuerzas para ampliar el radio de acción de tus paseos y que vuelvas a contarnos los detalles que te vas encontrando, igual cualquier día de estos nos cruzamos temprano por el campo porque yo ahora con la limitación de horarios de deporte estoy saliendo a correr o en bicicleta en torno a las 6 de la mañana, para que me dé tiempo de hacer algo digno antes de las 10.
Una apreciación sobre lo que dices de las distancias de seguridad en el campo, en mi caso ya he comprobado que es prácticamente imposible correr o subir zonas complicadas en bicicleta mientras portas la máscara, no se trata de incomodidad, se trata de imposibilidad de hacer el deporte porque no recibir suficiente aporte de aire.
Yo lo he solucionado con una solución de compromiso, que es salir de casa con la máscara puesta, quitármela y guardarla en la mochila cuando estoy solo y empiezo a subir a la Sierra y volver a ponermela cuando regreso a la civilización y hay gente. Si en el intervalo me cruzo con alguien, cambio de ritmo y/o me separo lo máximo que permita el terreno, por respeto, por su seguridad y la mía, y solo suelto el "buenos días" desde esa distancia, incluso si hay charla a distancia que imposibilite riesgo. De esta manera entiendo que en aire libre el riesgo se aproxima infinitesimalmente a cero ��
Cierto que como siempre hay cafres que pasan de todo, pero es cuestión de indicarles que se separen. Pero lo de la máscara mientras prácticas deporte intenso, no es sobrellevable. Yo ayer bajé carretera de Castillo de la Albaida porque era tarde como para bajar por campo, y me "mascaré" en Corte Inglés Ronda.
Otra cosa es dar un paseo por el carril bici, ahí sí que la llevo siempre.
Un abrazo!
Paco te entiendo perfectamente yo me dejó la nariz fuera y cuando viene alguien arriba, es un coñazo pero a ver. MV era una marca de motocicleta. Un abrazo.
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