Fuente de Cabecita Clavo en Valdegrajas
Leo en la página de A Desalambrar que han sacado a la luz, algunos de sus miembros una fuente que llevaba bastante tiempo en la noche del olvido. Tenemos un patrimonio que no nos lo merecemos, sólo es necesario mirar hacia atrás, en documentos de otros investigadores anónimos, que no pedían nada a cambio, y echarle ganas como le han echado estos compañeros. Para mí estos redescubrimientos son similares a aquellos de las cataratas Victoria o las fuentes del Orinoco, respetando las distancias y tamaño de las cosas. La misma satisfacción se debe sentir en descubrir lo que fue una fuente en su día y dio de beber al caminante, que entrar en la tumba de Tutankamón. Bueno a lo mejor todo lo anterior es una exageración.
Catastro 1950
Vuelo USAF 1956
Vuelo Interministerial 1977
Lo importante son los objetivos marcados y los objetivos cumplidos, este es uno de ellos. Yo lo he seguido de cerca, he tenido esa satisfacción, la gestación de las cosas es buena y simplemente por ello te sientes un poco participe de ello. Una persona anónima, como muchos de nosotros, que sólo son conocidos en su núcleo cercano, y ahora con el confinamiento menos, deja escritos una serie de pequeños pasajes relativos a las fuentes de nuestro entorno, sin más pretensiones, y unos años después eso es el punto de partida de unos paseos que dan como resultado sacar a la luz eso que tanto sirvió y dio juego en su momento. La persona es Serafín Parra y los documentos su catálogo de andar por casa de fuentes cordobesas.
Vuelo 2010
Lo que queda de la pileta de la fuente
Conjunto de la fuente
La que nos ocupa es la que él llama: “Fuente de Cabecita de Clavo II: Este es el nombre que le dan los lugareños, puede muy fácil ser una de las cuatro que D. José Amo, enumera en su lista en la Albaida, por deducción: “la del Agua”. No figura en los “Catastrones”, a pesar de que al día de hoy aun, de un buen chorrito de agua y de ser y estar en un paraje maravilloso. Consta de una buena pileta, antiquísima y de un frontal, construido de la forma más natural, una piletita, de piedras, del que reboza el agua, hace de caño. Una espesa pero limpia umbría de árboles hace del lugar un sitio acogedor en el estío. Una vez en Santa Ana de la Albaida, hay que tomar el cauce de Valdegrajas, no confundirlo con el barranco, que nos llevaría a la fuente de Santa Ana, o de la Casilla como se la conoce hoy, subiremos por el cauce unos doscientos metros, topándonos con unas de las fuentes más rústicas y bonitas del Término.”
Limpiando el entorno de la Fuente de Valdegrajas
Bajando al valle de la fuente Cabecita Clavo
Por el hermoso entorno
Pues la encontraron, después de una primera aproximación documental y cartográfica. Yo hice una física sin éxito. Digo la encontraron (no sé si fueron más personas) Manolo Trujillo y Rafa “Recesvinto”. Cuando el cielo pinta de rojos y amarillos en el atardecer, que llega pronto porque el lugar donde riega la fuente, o regaba, está en un valle del Valdegrajas protegido por Loma Larga, saliente natural prolongado con el cortafuegos, que va desde la casilla antigua de Peones Camineros de Victoriano de la Carretera de las Ermitas, hasta el valle de la Huerta de Santa Ana de la Albaida, que lo arropa hacia el poniente. Este territorio se repobló por los años cincuenta, como puede verse su aterrazamiento en el vuelo ministerial de 1977 y nada en el de los americanos de 1956. Era terreno de piconeros, de jarales, acebuchales y escaso encinar.
El corta fuegos al fondo Loma Larga
La fuente de Valdegrajas arriba de la carretera
La fuente o lo que queda de ella, está prácticamente destruida como puede verse en las fotografías de los redescubridores. El Sr. Parra dice “Consta de una buena pileta, antiquísima y de un frontal, construido de la forma más natural, una piletita, de piedras, del que reboza el agua, hace de caño.” Nada queda, te lo tienes que imaginar, sólo el hilillo de agua, y te llaman la atención las pretensiones de los delineantes del Catastro de 1950, pues ponen 'alberca'. Claro a lo mejor los diminutivos no pegan en los topónimos y seguro que el delineante no estuvo en el trabajo de campo. Luego tuvieron el valor de subir –los expedicionarios- a la fuente que yo llamé de Valdegrajas y que sigue dando servicio, que lo dio a la Casilla de Peones Camineros, y aún alivia la sed de muchos animales del entorno, cuyos caminos la señalan directamente. Una buena labor.
Fotografías de A Desalambrar, e Internet
Bibliografía de Fuentes de Serafín Parra.
Si, quizá el primer párrafo le ha salido exagerado. Pero desde luego la satisfacción debe ser menuda.
ResponderEliminarEs exagerado Bubo, pero es que es mayor la satisfacción de los compañeros. Son fuentes que llevan perdida muchos años y muchas no han dejado de dar servicio, por lo menos a la fauna del entorno. Un saludo
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