lunes, 30 de marzo de 2020

LOS UNTORI

Los untori y apestados

Como tiempo es lo que te sobra después de ver un capítulo de Caronte, otro de Vota a Juan, para salir del mundo violento, y la película Hogar “thriller psicológico dirigido por los hermanos Pastor” con Javier Gutiérrez y Mario Casas, en la que vemos la ambición humana sin límites, de fregar el piso otra vez más, de lavarte las manos entremedias dos veces, de poner una lavadora y tenderla… leí un artículo que hablaba de unos personajes muy curiosos del siglo XVI, que desconocía. Todos los días aprendes cosas leyendo y, mientras lees, evitas cabrearte por los comentarios de indocumentados en las redes sociales, y especímenes intoxicadores de la ultramontana estirpe conservadora, es posible que haya alguno en la izquierda, pero hay más dosis de solidaridad y nobleza en ella que en los primeros, por lo menos para mí. A lo que voy, los personajes curiosos son los “untori” o “untore”, que eran los que consideraban sospechosos en el Milán de 1630 -no es nuevo lo que está ocurriendo estos días en la misma zona- de propagar la peste por otros lugares donde no había presuntamente llegado aún.

Libro de Manzoni

Parece que espolvoreaban lugares de frecuente contacto de las personas con un polvo amarillento, según lo cita Manzoni en su libro, con la finalidad de infectar a otros ciudadanos sanos. Como es lógico contra ellos se creó un sentimiento de ira pensando que eso es lo que hacían. Ya no importaban los problemas de insalubridad, o las miles de inmundicias que corrían por las calles, o las ratas, o los miles de muertos anteriores, toda la culpa era de los “untori”, ahora es de Pablo Iglesias. A los “untori” se les colgó el sambenito de ser los culpables de extender la peste. Su busca, cacería y captura fue similar a las de las brujas en otras épocas. La que no sabemos si en realidad eran culpables de algo, pues en esa oscura época de la historia cualquier cosa era adecuada, poco más o menos como ahora, para establecer una cortina de humo que derivara la agresividad sobre alguien determinado. Hay una serie de novelas que habrá que leer como:

Alejandro Manzoni

“I promessi sposi” -donde Renzo Tramaglino es acusado de ser uno de ellos-, así como en la “Storia della colonna infame”, de nuevo por Manzoni, que describe el proceso en contra de Gian Giacomo Mora y Guglielmo Piazza.” De Wikipedia. En la misma referencia de la citada enciclopedia habla también de una vacuna contra la peste, que decían tenían los untori, que por lo visto le sacaron a uno con un “tercer grado”, y después ahorcado, tipo Inquisición. La fórmula era la siguiente: "cera nuova once tre, olio d'oliva once due; olio di Hellera, olio di sasso, foglie di aneto, orbaghe di lauro peste, salvia, rosmarino, once mezza per ciascuno; un poco d'aceto", se debía llevar a ebullición reduciéndola a una pasta con la que ungir las fosas nasales, las sienes, las muñecas y las plantas de los pies, después de haber comido cebollas, ajo, y haber bebido vinagre.” Un pastiche que el pobre hombre se inventaría sobre la marcha por si colaba y no lo mataban.

Sentencia a los untori, Milán 1630

Traje de protección del siglo XVI

Hoy los “untori” son los ciudadanos inconscientes, como los domingueros que se fueron a su segunda residencia, aunque sea a Marbella al chalet, con guardaespaldas incluidos chófer etc. o a Navacerrada, o a la costa levantina, o a darle un paseo al perro de cinco km., o teniendo síntomas no guardar las normas de seguridad, mientras otros estamos cumpliendo con el confinamiento establecido para evitar que más tarde que pronto no nos contaminemos de este virus, pero se conseguirá retardar el colapso de los hospitales y con un poco de suerte saldrá un fármaco milagroso que hará supermillonarios a los de siempre que son los que controlan todo.

Fotografías y grabados de Internet sin conocer su autor
Bibliografía de Wikipedia.

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