Dice sobre ella D. Teodomiro Ramírez de Arellano:
“Hemos terminado toda la izquierda del barrio de la Catedral, y al pasar a la derecha debemos hacerlo tomando el mismo punto de partida, o sea desde la bajada de Santa Ana a la calle de Céspedes. En la plazuela de Benavente -hoy Agrupación de Cofradías- encontramos la calle de los Ángeles -hoy Conde y Luque-; ella nos servirá de principio a nuestro paseo. Ya hemos dicho al hablar del convento del Espíritu Santo, haber tenido su principio en la casa núm. 1 de ésta calle: en ella conocimos un arco tapiado, como de haber sido entrada a la iglesia o portería; el título de los Ángeles lo llevaba antes la calleja sin salida que hay frente a dicha casa y que debió comunicarse antiguamente con la que hay al lado de la portería del ex-convento de Jesús Crucificado:
la calle principal se llamó hasta hace pocos años del Horno del Jabón, por una fábrica que de éste hubo en una de sus casas: en la núm. 7 falleció en 22 de mayo de 1863 el canónigo de la Catedral D. José Luis de los Heros; era un excelente músico y profesaba ideas bastante liberales, que en 1823 le proporcionaron muchos y graves disgustos; su amistad con el Duque de Rivas y otros prohombres del liberalismo le alcanzó después la canóniga que gozó hasta su muerte; escribió varios folletos y artículos muy notables, que le abrieron las puertas de varias academias y entre ellas la de Ciencias y Bellas Letras de esta Capital.”
En los distintos planos de la ciudad, consultados desde el de 1811, 1851, 1884 hasta el de 1915, se llamó de los Ángeles y posteriormente Conde y Luque, en honor a Rafael Conde y Luque, político cordobés, hermano de Tomás Conde y Luque, que fue Alcalde de Córdoba. Se emparentaron después con los Fustegueras y de esa unión salieron los Cruz Conde, otra saga familiar de Córdoba, también emparentados con los Valenzuela. La burguesía de la ciudad estaba emparentada entre sí. Ya vemos que la crónica de mediados del siglo XIX que hace D. Teodomiro la pinta con pocas cuestiones dignas de mención. Un convento, un Canónigo fallecido en 1863, una fábrica de jabón, que le dio nombre durante un tiempo y poco más.
En el plano catastral de esa calle, podemos ver que los números 2 y 4 están dentro la calleja llamada ahora con el nombre antiguo de la calle, el 2, es puerta falsa de la casa número 19 de la calle Buen Pastor, antes San Roque. Las ventanas superiores de esa entrada eran de una congregación religiosa, con la que tuve una relación profesional hace treinta años. Les arregle un par de veces la televisión, y la tercera que me llamaron no fui por tener una responsabilidad pública, no obstante al decirle cual era la Superiora me pidió el favor de si se podrían desalojar unos grupos de chavales que molestaban en la misma, en plan reunión con botellón, hasta altas horas de la noche, no hubo problema y atendió el grupo a razones y ya no molestaron más. Esto jocosamente, porque lo fue, lo reflejo en una entrada que se llama La TV del Convento.
No sé si el cuatro era la casa de un compañero de mi padre en la panadería, Morales, que tenía una hija guapísima, que se casó con Paco Aragonés, de la Colonia de la Paz. Tenía otro hermano platero y otro cura, que colgó la sotana para casarse, como otros muchos sacerdotes. Aquello llamaba mucho la atención en los años cincuenta y sesenta, pero es lo más natural del mundo.
La fachada norte de la calle tiene las puertas de acceso al teatro del Conservatorio de Danza. En la entrada de la calleja ponía un jóven que se llamaba Castro su kiosco de chucherías e intercambio de noveles y tebeos, Marcial Lafuente Estefanía y Corín Tellado eran los autores preferidos y permitidos por la censura. Castro padecía ataques epilépticos y rara era la vez que no estaba herido por las caídas, cuando le apretaba el mal.
Calle Conde y Luque (Foto Google)
Piedra incrustada en el número 10
La fachada norte de la calle tiene las puertas de acceso al teatro del Conservatorio de Danza. En la entrada de la calleja ponía un jóven que se llamaba Castro su kiosco de chucherías e intercambio de noveles y tebeos, Marcial Lafuente Estefanía y Corín Tellado eran los autores preferidos y permitidos por la censura. Castro padecía ataques epilépticos y rara era la vez que no estaba herido por las caídas, cuando le apretaba el mal.
La casa número seis es la del Restaurante Patio de la Judería tiene fachada por la calleja y la entrada por la Calle Conde y Luque. El propietario de este restaurante Ricardo, ha sido el que con su interés por conocer detalles de la calle, pero históricos no mis relatos mundanos, me ha permitido recordar cosas alrededor de la misma. La número uno y tal lo cita D. Teodomiro fue convento que se llamó del Espíritu Santo, ahora creo que es casa de vecinos. La número 3, no recuerdo nada de ella, aquí mi buen amigo Rafalin Moyano (a) “Martorell” podría darnos una lección del vecindario, o cualquiera de los hermanos Suárez, Antonio o Pepe, vecinos de su calleja, en la que vivían, la llamada de Villaseca en Blanco Belmonte.
La número 8 es la de la Sede de la Federación de Peñas, está casa fue propiedad de mi primo Cándido y la vendió. Estoy hablando hace muchos años cuando no era sede de la Federación. La siguiente por esa acera la 10, es una pequeña en la que vivía un amigo al que le perdí la pista hace tiempo. Nos queda la 5, que es una casa de vecinos, con salida también por la Calle de la Hoguera, que es donde vive mi primo Paco Gallego, quizás el habitante más longevo que hay en el barrio 86 años. Paco fue vocal de la Federación e impulsor de una serie de eventos ciudadanos que, por aquello de la suerte estimo, en este caso mala, no le ha reconocido aún la Federación su labor con uno de los llamados Potros: Serenatas por las calles de Córdoba, Paseo de la Virgen del Carmen por el río Guadalquivir, y puesta en marcha de la Verbena de la Virgen de los Faroles, son algunas de sus obras y recuperación de tradiciones.
La número 7 fue de la familia Alcántara, uno de cuyos miembros era amigo mío, Paco. Fuimos compañeros en el servicio militar y nos licenciamos en 1969, y por poco nos cuesta un disgusto un accidente en su coche ese día de la licencia, por la alegría de haber acabado aquello. Esta casa fue la que se expropió parte, para hacer el paso de la Calle de la Hoguera, antes Quero, la plazuela pertenecía a su casa y la galería de dos columnas. Cuando entré en esa casa de niño me llamó la atención, primero la cantidad de juguetes que tenían, y luego la despensa, una habitación entera, y su olor, jamones colgados y todo tipo de chacinas, sacos de legumbres, etc. era como la tienda de Juan de Dios de la Judería, le dije a mi madre. Eran las diferencias que existían en el barrio, pero no era lo mismo en la relación personal.
En ella murió el Canónigo amigo del Duque de Rivas, D. José Luis de los Heros, que cita D. Teodomiro. Esta casa fue luego Hostal Séneca y su propietaria fue Janine, una señora francesa, que es tía política de Pepe, el marido de mi hermana Loli, mi cuñado. Luego la vendió a la viuda de Juan Pérez, hijo del Barbero de la calle Deanes, que la vendió también, pero no sé el genealógico actual. No sé si sigue siendo hostal. Y la siguiente, la número 9, no recuerdo sus moradores. Creo que haciendo un esfuerzo de memoria, soliviantada por la pregunta que me hizo Ricardo el propietario del citado restaurante Patio de la Judería, ha dado un buen producto, otra cosa es que no son cosas históricas como él deseaba, pero que son esa pequeña historia de las casas y las calles que forman parte de nuestros recuerdos. Yo nací en Cardenal Herrero, 32 en la Mezquita, y dejamos nuestra casa en el 1968, por lo que hace más de medio siglo que no vivimos allí, luego habrán cambiado sus vecinos y muchos desaparecido, etc. etc. y mi memoria es de muy atrás en el tiempo.
Fotos de autores citados
Bibliografía Paseos por Córdoba, T. Ramirez de Arellano
Fotos de autores citados
Bibliografía Paseos por Córdoba, T. Ramirez de Arellano
Agradezco tu interés y tu esfuerzo. Espero engrandecer esa calle y además de ser Ricardo Vélez el propietario del Patio de la Judería ahora soy también el propietario de la casa número 10 de esa calle que era de la nieta por parte de madre del Rafael Conde y Luque que da nombre a la calle y que ahora será dónde yo viva con mis mellizos y mi eposa Isabel.
ResponderEliminarRicardo muchas gracias por el comentario, en el fondo tu fuiste el causante del mismo, por lo menos la chispa. Te deseo todo el éxito del mundo a pesar de lo que tenemos encima que seguro no durará siempre, tus mellizos serán mayores y seguirán la estirpe y la idea. Aguantar es ganar. Un fuerte abrazo Ricardo ya habrá tiempo de ir a tu casa como cliente.
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