viernes, 6 de diciembre de 2019

IMPRESCINDIBLES DE BRAULIO VALDERAS

Cartel

Por fin he coincidido con el nieto de Emilio, aquel que si no estaba es porque no habíamos coincidido. “Abro cuando llego, cierro cuando me voy. Si vienes y no estoy, es que no hemos coincidido”, es la máxima que está junto con la foto de Emilio por la puerta de Conde de Arenales. Yo he sufrido varias visitas en las que no existió esa coincidencia, la primera porque aún no estaba inaugurada la exposición, pero nunca es tarde cuando la dicha es buena. Además esta vez estaba el autor y nos ha comentado interesantes cosas. Bien es verdad de la crudeza de las imágenes, apabulla. En un riguroso blanco y negro, con su gama de grises fundamentales. Están expuestas en la sala coqueta 'Emilio Álvarez' de la Taberna de la Fuenseca, peña Merengue.

El autor visto por Antonio Jesús González

El autor visto por Alex Gallegos

Mis fotografías son malas de por sí, añadidos los reflejos del cristal que las cubren enmascaran más aún los detalles y las llenan de reflejos. Motivo de más para pasarse por allí y ver los originales. De camino visitar obligatoriamente el amplio museo en el que está convertida la Taberna de la Fuenseca, en Juan Rufo 20, en el cruce de Imágenes y Conde de Arenales. La sala Emilio Álvarez me trae siempre tristes recuerdos de la despedida de soltero de mi amigo Antonio Blanco, que en realidad fue la despedida de verdad de todos nosotros, al poco tiempo falleció. No puedo olvidarlo delgado con una peluca que no le sentaba bien, pero muy animado, con esa mejoría extraña que precede a lo peor, desde donde yo estaba veía por la ventana el rótulo de Conde de Arenales. Pero así de cruda es la vida.


Dos vistas de la muestra

Como las instantáneas de Braulio, muy duras, de personajes que no pensamos estén en la calle, en un rincón, en el suelo o en la sucursal de un banco, cada uno con lo poco que poseen, decir poco es decir algo por lo menos. En una entrevista que le hizo Pilar Montero, para Cordópolis, le dijo referido al lugar: “He querido exponer aquí porque no creo en el mercado del arte ni en las galerías. No estoy en contra de que existan, claro, pero no es un mundo que me llame la atención. Expongo aquí porque esta es como una segunda casa para mí. Vengo mucho, aquí vienen mis amigos, la gente del arte y la cultura que verdaderamente me interesa. Nos relacionamos aquí, hablamos de arte, de futbol, de todo”.


Dos obras

Sigue comentando sus viajes por diversos países de Europa: “He visto imágenes muy duras, que ni siquiera me he atrevido a fotografiar. En París vi a una pareja de treinta años escasos con dos niños pequeños en la calle. Era como ver el hogar de una casa, pero sin paredes. Estaban tirados en la puerta de un supermercado. Era terrible”, continuó declarando a la reportera: “Pretendo mostrar una realidad de la que muchas veces no somos conscientes, o no queremos ser conscientes, de que está ahí. Cuando se habla de racismos, digo que el verdadero racismo es la miseria. Cualquier personaje de moda de la política española, si le hablan del rey de Arabia Saudí, no habla de un moro, sino que se le abren las carnes. Lo que realmente existe es un rechazo a la miseria, el miedo a que esa miseria esté cerca de nosotros”.


Otras dos

En un texto colgado de la pared dice el autor: “Aunque parece que estás en tierra firme, entre el filo del precipicio y el abismo solo hay un paso. Impulsarte al vacío no está en tus manos, no es una decisión tuya. Cuando caes, cuando tocas fondo, volver a la superficie pasa a ser una misión imposible, salir del pozo se convierte en una quimera. Ya estás ahí, en lo más hondo y nadie se asoma al brocal de tu miseria. Te conviertes en invisible. Cuando miras hacia arriba la sociedad ha cegado tu pozo y allí intentas respirar, sobrevivir bajo unos cartones y así poco a poco te sumes en tu propio autocastigo y no ves escapatoria. El único fin es conseguir un lugar seguro donde dormir y te vas encerrando en alguna adicción que te sumerge cada vez más en el lodo de la inmundicia. Tal vez hoy, con un poco de suerte, a alguien se le ocurra darte una limosna que aplaque tu hambre, tu sed y tu rebelión.

Goval, Willy Toledo y Braulio Valderas, tres imprescindibles

Un buen grupo de imprescindibles cordobeses

Y así te vas dando cuenta de que eres completamente prescindible para tus congéneres. Cuando mueres eres sólo una reseña en un periódico o englosas una triste estadística. Tú, que lees esto, puedes ser la próxima historia: mira hacia abajo y sé consciente de que puedes caer. Aunque ahora lo veas desde tu acomodada posición, arropado con una manta en tu sofá. La única verdad es que todos podemos caer. Y la sociedad no debería abandonar ni prescindir de ningún ser humano. Todos deberíamos ser IMPRESCINDIBLES. Braulio Valderas.”


Fotos pésimas y vídeo del autor, una de A.J. González y otra de Alex Gallegos.
Notas de la entrevista de Pilar Montero en Cordópolis y texto de Braulio Valderas.

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