Siempre hay detalles que has pasado por alto en las muchas visitas que le has hecho al “Parque” urbano de "El Patriarca", entrecomillo lo de parque porque no arranca de una vez. Porque los indeseables que lo ensucian lo siguen ensuciando, porque su uso no es adecuado y porque las autoridades no ejercen la obligación de evitar los desmanes a los que lo someten. Y la verdad es que es muy fácil, control de los visitantes, de los peroles, o de los botellones, coches incluidos y girar una visita al día siguiente o al final del día y sancionar a los responsables que no hayan dejado el lugar limpio. Lógicamente desde la profesionalidad de la Policía Local o a quienes corresponda, deberían limar los bordes ásperos de la idea, darle forma legal, y ponerla en práctica, veríamos los resultados cuando se corriese la voz.
Pero la realidad no era hablar de la porquería que dejan esos indeseables, porque entonces no hay disfrute, sino indignación. En una visita del 6 de febrero de este año escribí en este Blog: “Me acordé del Robinsón sin Viernes del Parque, el culto Victoriano, del que ningún Defoe se acordará, y su casa algarrobo, del que hace tiempo no sé nada. Rezumaba agua el terreno, lo que significa que los acuíferos se han cargado algo. Una vez subida una de la tres vertientes naturales de agua del territorio, casi hasta la carretera de las Ermitas, giré al oeste para después bajar por la otra, la central, ya que la tercera
más al oeste aún, es la que fronteriza con la urbanización Santa Ana de la Albaida. Sin darme cuenta seguía el antiguo cercado y lo bajé hasta el sur. Antiguo cortijo del Patriarca, con restos dispersos. No encontré la canalización circular que me señaló Rafa Gómez y que limpie hace un par de años. Tampoco llegué al acebuche, que José Luis Reyes me enseñó, cuyas acebuchinas se pintan de marfil con la maduración. Fue todo muy superficial.”
Utensilios
En otra entrada:
"Conocí también a Victoriano el 'robinsón' del parque. Inquieto, soñador y sobre todo insultantemente libre que, al contrario que Alexander Selkirk, el pirata escocés abandonado por sus compañeros, que creó su hogar en la Isla de Juan Fernández, y luego llevo a la literatura Daniel Defoe, este robinsón del siglo XXI, ha tomado la decisión personal de la libertad y vida formando parte de la naturaleza. La verdad es que el entorno es verdaderamente hermoso. Se me quedaron en el tintero muchas preguntas que hacerle, a pesar de que tuvimos una larga charla. Otra vez será."
"Conocí también a Victoriano el 'robinsón' del parque. Inquieto, soñador y sobre todo insultantemente libre que, al contrario que Alexander Selkirk, el pirata escocés abandonado por sus compañeros, que creó su hogar en la Isla de Juan Fernández, y luego llevo a la literatura Daniel Defoe, este robinsón del siglo XXI, ha tomado la decisión personal de la libertad y vida formando parte de la naturaleza. La verdad es que el entorno es verdaderamente hermoso. Se me quedaron en el tintero muchas preguntas que hacerle, a pesar de que tuvimos una larga charla. Otra vez será."
Comedor
Hoy casi he repetido lo escrito hace unos meses; hemos buscado una fuente, hemos visitado la casa de Victoriano, he preguntado por la ubicación del acebuche singular de acebuchinas marfil que me enseño al experto José Luis Reyes y disfrutado del paseo. He sentido preocupación por la no presencia de Victoriano, con el que hablamos un día, sus cosas están como abandonadas con prisa, hasta hay un tenedor en un plato sin recoger.
Lo poco que hablé con Victoriano me hizo pensar que era un bohemio muy singular y una persona culta. Estaba leyendo un libro y nos dijo que era lo que le entretenía, leía mucho. Entre las ramas del algarrobo estaba el dormitorio, hoy cerrado. Un “hall”, con una antorcha para la noche, fuego central protegido y muchos útiles de cocina y trabajo desparramados. Otra habitación dormitorio que no estaba en febrero, con un colchón y un botijo a los pies acabado de sudar del todo, sin agua. ¿Qué le habrá pasado al habitante del algarrobo del Patriarca? Espero y deseo que sea una ausencia temporal.
Lamenté no haberle preguntado más cosas en su momento, y saber algo más de este personaje que vivía a modo de los antiguos ermitaños de la Albaida. Creo recordar, que nos dijo que tenía familia por la barriada de la Moreras. Que de vez en cuando bajaba a ese barrio, pero no deja de ser un recuerdo difuso, no fiable. Su edad y modus vivendi pudiera haber empezado ya a darle las goteras lógicas, cualquiera las tiene con un modo de vida más habitual. Él vivía como Robinson Crusoe en su isla paraíso, sin criado Viernes. En su enorme algarrobo vivienda entre los arroyos de Santa Ana y Santa María. Tengo la sensación de haber entrado en su casa sin pedirle permiso.
Más abajo, otro algarrobo enorme, no sé si singular, se nos apareció quemado en su tronco y seca su copa esparcida a su alrededor. Daba la impresión que había sido un rayo, ya que sólo el tronco estaba quemado y partido en pedazos y las ramas se habían secado, lo que significa que habría caído verdes al suelo. Lo cierto es que no he leído la noticia de que un rayo haya destrozado un algarrobo de esa categoría en el Patriarca. O no la recuerdo, pero ahí está el daño.
Buscamos las acebuchinas marfil, llamé a José Luis para la ubicación pero cuando recibí su amable contestación -reconozco es difícil tener todo a mano-, estaba muy abajo ya. Picual, gordal, manzanilla, acebuchinas, son las distintas variedades de aceitunas del Parque que nadie recoge. Aunque más abajo vimos como unos parroquianos cogían unas cuantas. Me imagino que por el tamaño de la bolsita eran para consumo propio, que supongo no debe estar penalizado. Claro que si todos los ciudadanos cogen su parte no penalizada, la suma total es la cosecha. Bromas aparte, nunca he visto cosechar esos olivares. El hecho se puede asimilar a coger algunas naranjas de los naranjos de tu calle para hacer mermelada.
El parque es un vivero de todo, incluidos los plásticos y botes de cerveza, todas las marcas. Hace unos meses, en mayo, la Sociedad Cordobesa de Historia Natural “SOCOHINA” hizo un trabajo en el parque El Patriarca, Bioblizt se llamó y detectó 210 especies de animales y plantas. Tres decenas de participantes hicieron el trabajo. "210 especies, 60 de ellas de plantas, 78 de insectos, 33 de arañas y 32 de aves y 7 de otros grupos taxonómicos. El trabajo posterior, a realizar tras el maratón de biodiversidad "será continuar identificando especies de grupos más complicados, como los escarabajos, himenópteros y arañas, con lo que, una vez determinadas todas las especies detectadas, se hará un informe de resultados", que estará disponible en la web de la sociedad (www.socohina.org).”
El parque de "El Patriarca" es una joya de la naturaleza a dos pasos del centro de la ciudad, una joya a la que no hace falta el cambio climático que niegan algunos dirigentes, preferentemente de derechas -no he visto a ninguno de izquierdas negarlo-, para que se destruya por muchos que hoy irán seguramente a la manifestación contra el clima. Es verdad que cada individuo no puede tener un vigilante detrás pero ¿Es que no hay uno solo de esos asquerosos que lo ensucian, de su misma pandilla, que le recriminen que lo que hacen no es correcto? No lo habrá seguramente.
Algunas entradas del blog sobre el Patriarca:
NOTAS 04/10/19:
Fotografías del autor, José Luis Reyes e Internet de autor desconocido
Parece, según información de un conocido, que el inquilino serrano se ha marchado a vivir con una hermana suya a la barriada de las Moreras, lo que supone que la marcha no ha sido por razones de gravedad.
Fotografías del autor, José Luis Reyes e Internet de autor desconocido
Bibliografía del Blog Notas Cordobesas