Hoy que, por un accidente en un pie y otras cuestiones médicas no he podido salir al campo, he visto la fotografía que me ha mandado mi amigo Pepe Ramírez de otro amigo Ángel Corcuera en la Fuente del Elefante, ello me ha hecho esta mañana buscar otras fotografías y trabajos sobre el lugar que merece la pena recordar. He releído el extraordinario trabajo de los profesores José Manuel Recio y Aniceto López, titulado “Caño de Escarabita y Fuente del Elefante (Santa María de Trassierra, Córdoba, España): Reconstrucción Paleoecológica y Cronología” que dicen que: “la mayor parte del drenaje subterráneo de la zona se dirija en dirección norte hacia el cauce y cuenca del río Guadiato, siendo muy escasas y poco caudalosas las surgencias que drenan en dirección meridional hacia la ciudad de Córdoba.”
Por ello desde tiempo inmemorial todo el esfuerzo ha sido en dirigir esta riqueza hídrica a la ciudad de Córdoba, con las megaobras que hicieran falta. Luego están las teorías de que los romanos construyeron un acueducto hasta Córdoba desde el venero del Bejarano, u otra como que los romanos eran muy listos y teniendo tan cerca la fuente de la Teja y su considerable caudal no la iban a traer del Bejarano, toda vez que también no se ha encontrado aún el eslabón perdido para unir ambos acueductos que están perfectamente definidos, desde el Bejarano a la Fuente del Elefante, y desde la fuente de la Teja a Córdoba, aunque el nexo Fuente del Elefante a la Fuente de la Teja no está comprobado.
Una visita de intelectuales de antaño a la fuente
Grupo de profesores de la ETSIAM en la fuente de El Elefante, en Junio de 1981 (Foto García Ferrer)
Pues bien, viendo las distintas fotografías, del vuelo de 1956 a la actualidad, que no van nada más que 63 años, vemos que si desde la época romana se están usando los Veneros del Bejarano y Fuente de la Teja, son más de dos mil años de uso que, comparados con los 63 últimos justifican la acción esquilmadora hidráulicamente hablando, de está mota de tiempo citada. La destrucción del entorno natural y la contaminación han hecho una mella posiblemente no superable, salvo que se apliquen medidas duras contra los infractores, y se proteja aún más drásticamente el entorno. No puede supeditarse la comodidad temporal de unos pocos a los derechos de todo un pueblo.
Preciosa fotografía, verano 1963 (Autor Pedro Pascual)
Dos esfuerzos en la misma dirección, que deberían significar dos remos (o los que hicieran falta) de la misma barca, están denunciando los daños. Por un lado una incansable Cristina Román y el grupo de la Plataforma A Desalambrar, y por otro Bartolomé Olivares en el área del Bejarano, han denunciado la utilización a mansalva de pozos ilegales que han llevado a un venero milenario a estar sin caudal apenas, y la contaminación de todo el cauce del Arroyo del Molino por vertidos incontrolados de la presión humana del lugar. Y eso que gracias a los mismos de siempre se consiguió parar lo que se pretendió con la urbanización del Arroyo del Molino. También podríamos hablar de la Fuente de la Palomera y Luis Moreno, pero hoy va de la zona superior de la sierra.
El agua rebosaba
Cuando de las explicaciones del profesor Recio, conoces la formación de los travertinos del Guadiato en el Fato o en Valdehuertas, enormes alturas solidificadas por una caída de aguas que tuvo que ser espectacular, a lo largo de cientos de miles de años, o simplemente imaginar las zonas fabriles del Arroyo del Molino, o del Martinete en el Arroyo Bejarano, te das cuenta del cambio considerable de la zona, y sobre todo que la capacidad destructora y esquilmadora del hombre actual que, ni por un asomo se podía comparar al de antaño es brutal. La destrucción de todo es exponencial.
Hace un mes seca
Pero por otro lado ves que los poderes públicos, esos que nos gobiernan, que hemos puesto en los lugares de decisión, tienen un nivel tan mediocre y tan pocas luces que no ven desde sus atalayas de poder temporal, más allá de dos dedos de su frente, y en el orden de sus prioridades no está la defensa de la naturaleza que nos rodea. Somos un país de muchas leyes y normativas, pero de un escaso cumplimiento de estas. Y tienen que ser ciudadanos y organizaciones ciudadanas, eso sí sin ánimo de lucro, los que les recuerden la lección diaria que no se aprenden. Los Bolsonaro, Trump -afortunadamente al Salvini le ha salido mal la jugada-, y otros muchos que no quiero publicitar, niegan la evidencia de un cambio climático claro y nítido que nos afecta ya, y lo que es más, afectará a sus hijos y nietos si los tienen y quieren.
Ángel Corcuera en la fuente hoy(Foto J. Ramírez)
Luego están aquellos que utilizan esos lugares de gozo de los sentidos, para dejarlos como no serían capaces de dejar el salón de su casa. Llenos de mierda y residuos indestructibles, lo mismo que las cunetas de las carreteras. Alegría para ellos por el derroche de energía que ahora tienen, en función del número de preservativos (menos mal) y toallitas, pero no pasaría nada si se las llevaran y depositaran en un contenedor en lugar de en el campo. Y que tengan en cuenta que esa energía actual se les acabará, que no es eterna, pero los plásticos sí lo son. Conciencia de todos por el problema.
Enlace al trabajo citado
Fotos del autor, autores citados e Internet
Bibliografia la citada de los profesores Recio y López
Desconocía la ubicación de la fuente hasta unos años que la "encontré" en el Palacio Episcopal. ¿Es cierto que durante unos años estuvo en la plaza de San Lorenzo?
ResponderEliminarBubo muchas gracias, no creo en San Lorenzo lo que estuvo fue una copia del cervatillo de Medina Azahara, que además hurtaron. Un abrazo.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte Paco. Ayer mismo junto a J. Galan volvimos al Molino para leer en sedimentos y rocas. Gracias por tus comentarios.
EliminarMuchas gracias siempre a ti. A dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Un fuerte abrazo
EliminarPaco, la foto de la fuente con una señora y unos niños la hizo mi padre, Pedro Pascual. Vivíamos al lado, en el Cortijo de la Torre del Viejo, que siempre ha estado muy apegado a la fuente. La foto está hecha en el verano del 63. Un saludo
ResponderEliminarPedro he estado por llamarte para preguntarte a raíz de un comentario de Pilar López. Inmediatamente añado ese dato además de agradecerte la informacion. Un fuerte abrazo compañero.
EliminarPaco, desgraciadamente está muy extendido ese argumento de "yo no lo voy a ver" pareciendo que no importa que lo padezcan sus hijos y nietos.
ResponderEliminarHace poco leí un libro, no me acuerdo el nombre del autor, que decía que todo lo que nos está haciendo la vida más cómoda nos está destruyendo al mismo tiempo. Sapiens es el título de la obra y no puedo estar más de acuerdo. También decía que lo que nos hace la vida más fácil en una parte del mundo, en otra la hace más desgraciada. Puede que no sean las palabras exactas pero si la idea. Un abrazo y no te estropees el pie porque me parece que una de las cosas con la que más disfrutas es con tus paseos.
Julio siempre ha sido así, la pobreza de unos lo es a costa de la riqueza de otros, que son los expoliadores. Todas las muertes de personas buscando una vida mejor es como consecuencia del terror y la muerte por las guerras que han llevado a esos paises para robarles. Y lo de Sapiens será por lo de Homo, que más que sapiens es listo y criminal. He perdido una uña ahora está la otra al caer. Un abrazo Julio y muchas gracias.
ResponderEliminarPaco, y ¿porqué el elefante original está en el Palacio Episcopal?
ResponderEliminarPorque la finca, como casi todo, era del Cabildo, Julio.
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