Precioso paisaje serrano
Coincido con amigo Joaquín Reina un veterano ecologista, en la hermosura de ese camino circular dentro de los límites del parque forestal o periurbano de Los Villares. Son muchas veces en distintas épocas las que lo he hecho. El tiene la teoría que en esa zona está el verdadero nacimiento del Arroyo de Pedroches, porque sí los cauces estacionales son más altos, es el único sitio en el que siempre existe un venero inagotable que surte el cauce principal. Son teorías que están ahí.
El recorrido de Wikiloc
El perfil
Comienzo del recorrido
Cuando bajas al aparcamiento inferior, te das cuenta de lo inmenso que es el parque, y su gran capacidad. Considero esa zona del paseo de hoy quizás la más salvaje y tranquila. El color del silvestre cereal seco, tapizan el camino de un pan de oro, acentuado donde está pisado y hermoso de ver, pero peligroso para los incendios, es materialmente yesca.
Tramo semillano de la bajada
Por la derecha
Ya todo es bajada pronunciada y hermosa
Nada más llegar, el majestuoso vuelo de una rapaz, pero no pude precisar de qué familia era, de pequeños las llamábamos aguilillas a todas. Pensé, no le he visto la cola por lo que no puedo precisar si es un milano, y luego está que no sé si los milanos son más de campiña. La realidad es que no sé qué rapaz era. Se perdió y no me dio tiempo a fotografiarla. Ese arroyo en y griega que viene de la finca de Valdegrillos, normalmente suena, hoy estaba mudo.
El camino serpentea
Otros tramos son rectos
Al fondo abajo, el arroyo que viene de Valdegrillos
De vez en cuando, el siniestro y metálico sonido de los tiros de los aficionados a las armas, rompía lamentablemente el del silencio. La comparación es odiosa pero en este caso es el silencio o sonido de la vida y el de la muerte, que es el que se asocia a los disparos, por mucho que lo quieran vestir, o disfrazar de deporte olímpico. Entre unas y otras disquisiciones incluyendo la del día de San Fermín, bulla, borracheras y carreras, por el noreste, esperemos que no abusos a mujeres, llegué a la parte más baja.
Ahora llevo el arroyo paralelo, pero no suena
Estará seco, como el camino
Casi en el fondo, al otro lado una colonia de pinos
Me asomé al cauce del arroyo y es imposible verlo por la gran masa vegetal que lo arropa. Adelfas floridas gigantescas, no menos enormes parras silvestres con, infantiles por ahora, racimos de uvas, y zarzas que asustan pensar caerte en ellas. Miré, iluso, en un paso de animales que baja al arroyo, pensando el poder ver nuevamente a un zorro que por allí tiene sus lares. Se confirmó lo de iluso. Por otro lado sí creo que han aumentado las colonias de plumeros, una especie invasora que se abre camino con facilidad entre las autóctonas.
La plazoleta de abajo
En el centro el arroyo de Pedroches, peo no se ve.
Los plumeros invasores
A pesar de estar en la parte más baja el altímetro me marca 492 m.s.n.m. y tengo por delante kilómetro y medio para subir 132 metros, casi un 9% de desnivel, de media, que quiere decir que tendrá más porcentaje en algunos lugares, pero es el mismo que he bajado más cómodamente. Siempre que subo por ese sitio me acuerdo que en la caja del camino vi por primera vez “Umbelicus rupetris” u Ombligo de Venus, una planta cuyas hojas tiene en el centro lo que parece verdaderamente un ombligo. Es una planta comestible pero de escasos recursos medicinales.
Más plumeros
Ahora la subida
Pinar de la ladera oeste de Torreárboles
No había, o no vi ninguna. Sí muchas zarzas como queriendo ocupar el camino con sus ramas de puntiagudas púas, de todas formas con la cuesta por delante tenía poco tiempo para cuestiones botánicas, que además y lamentablemente no entiendo. En esa zona siempre se escuchaba el sonido del pequeño y fuerte picapinos, que rivaliza con el de los tiros citados anteriormente, este parece una ametralladora. Aquí ya se sienten los motores subiendo la N-432, rodeando a Torreárboles por el oeste.
Ya va quedando menos
Después de la curva se allana el camino
No hay cobertura telefónica en ese lugar, por lo que estoy en una zona materialmente de sombra, de la que hay que salir rápidamente. Entre una y otra cuestión llego a la bifurcación. Ya no tiene el camino que queda tanto desnivel y es más soportable. No he visto, salvo la rapaz, ningún animal, pero es que congéneres míos tampoco. Llueve un poco, pero será una nube díscola exclusiva para mí, que ya es casualidad. Se va notando el calor a pesar de que no podemos quejarnos. Unos cuantos de pasos más y ya está la cadena que cierra el camino y el aparcamiento. Fin del recorrido.
Fotografías del autor y Wikiloc.
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