Óleo de Romero Barros, "Orillas del Guadalquivir"
En la ficha inventario del Museo de Bellas Artes de Córdoba, figura con número CE2596P, un óleo de D. Rafael Romero Barros, de dimensiones 34,50 cm. por 60 cm. datado en 1880/1885, titulado “Orillas del Guadalquivir”, y que la señalada ficha describe: “Vista de Córdoba desde la margen izquierda del río Guadalquivir, presentando, como elemento de animación del paisaje, una manada de bueyes pastando junto al río, que es observado por un boyero con garrocha situado a la izquierda, sobre un ribazo próximo.”
Detalle del cuadro de Romero Barros "Orillas del Guadalquivir".
La bibliografía reseñada en la ficha es: “AA. Julio Romero de Torres. Símbolo, materia y obsesión. Catálogo de la exposición. 2003. p. 352; Madrid, 2003. - VV.AA.. Rafael Romero Barros, 1832-95. Catálogo de la exposición. 1995. 176. Córdoba, 1995”. Pero si son importantes los datos y mucho más la obra de este estupendo paisajista romántico, como fue Romero Barros, defensor del patrimonio cordobés, a pesar de ser onubense, de Moguer, paisano de Juan Ramón Jiménez, no lo es menos la máquina del tiempo que nos deja. “Vista de Córdoba desde la margen izquierda del río Guadalquivir,…” dice la descripción, pero nosotros nos vamos a adentrar más.
Plano de Casañal de 1884, se ve la salida del colector
Plano de los Franceses de 1811, también se ve el colector
Vemos la orilla opuesta, el margen derecho, el Molino de Martos, una espesa arboleda, posiblemente fruto de la fuente que tenía debajo de la Ermita, donde estaban los huertos. En el horizonte, en el fondo, la serranía cordobesa. A la izquierda una torre que posiblemente sea la de San Lorenzo. Luego el lateral sur, ábside y parte de la espadaña de la torre de Santiago. Más definida la Iglesia de Madre de Dios, sus contrafuertes superiores, su lateral sur con el reforzado muro que aún perdura, aunque pinta una puerta lateral junto al muro, a modo de la de la Epístola, que no la tiene ahora.
Grabado de Wyngaerde 1567, al lado de la torre está el arroyo
Grabado de Baldi, 1668, se ve el muro de Madre de Dios
No refleja el desaparecido Convento de los Mártires, ya estaría derribado en esas fechas, y tampoco la ermita que lo sustituyó, aunque esta última puede estar tapada por la arboleda. Sí señala una puerta en el talud, que parece un colector o salida de un arroyo, de los muchos que corrían en el S.XIX por medio de la ciudad, y dejaron el toponímico de muchas calles: Arroyo de San Lorenzo, de San Rafael, etc. No permite ver la desembocadura del Arroyo de Santa Matilde, nombre que recibía el de Pedroches en su desembocadura más a la derecha, que si vemos el plano de Casañal de 1884, en este figura además la salida del colector. Al arroyo de Pedroches a la altura del Puente del Camino al Arenal, se le une el arroyo de las Piedras, que luego es de San Juan de Dios, luego de la Fuensanta y después Santa Matilde.
Nicolás Chapuy 1844, esquina Convento de los Mártires
También vemos el colector en el Plano de los Franceses de 1811, aunque este no nos deja ver más al este. Otros grabados nos permiten ver la zona que pintó Romero Barros con otros detalles, como por ejemplo el de Wyngaerde de 1567, o el de Baldi, de 1668. En este último vemos el muro continuado del convento Madre de Dios, que citábamos arriba, grueso muro a modo de torre, que aún perdura. No solamente tenemos una magnífica obra de arte en el óleo de D. Rafael Romero Barros, sino también muchos trozos de nuestra historia local cercana, a modo de máquina del tiempo.
Fotografía oleo del catálogo del Museo de Bellas Artes de Córdoba, otros grabados los señalados.
Bibliografía ficha cuadro del Museo de Bellas Artes de Córdoba
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