Perfil en Wikiloc
A pesar de que hoy el recorrido ha empezado más temprano, se ha notado con la ausencia de viento, unos grados de subida de las temperaturas. El calor, “la caló”, todos los años lo mismo, lo que pasa es que este año, seguro que por los cambios estructurales de la climatología –que muchos listillos niegan-, se ha adelantado y los vientos cálidos del Sahara han subido para Centroeuropa, para apretar allí donde le ponen más dificultades a los seres humanos que huyen de las guerras y la pobreza. Al hilo, los medios de comunicación exagerando como siempre, como cuando nos íbamos a morir todos por la gripe A, de la que unos pocos hicieron su agosto, con vacunas luego para los jubilados, nos auguran lo peor coloreando las alertas.
Perfil del Paseo en Wikiloc
Estos medios a sueldo, se están encargado de inyectar en vena el asunto a la ciudadanía, como cuando cuentan los males del “socio gratuito preferente” del gobierno y ninguneado perpetuo, Unidas Podemos, y el culpable de todos ellos, Pablo Iglesias, para que sea tema de comentario de cuñaos listos y vecinos pesados. Leí un comentario del erudito poeta andaluz o andalusí -que puede resultar mejor-, Antonio Manuel, que decía que esperaba que, cuando nos llegue lo gordo, como todos los años, a Andalucía y al valle del Guadalquivir especialmente, hablen de la calor o el “caló”, con la misma vehemencia que lo hablan del que están sufriendo los españoles de la meseta, de Despeñaperros para arriba, para que sepan lo que cuesta un peine.
Olmo en el lagar de Valderrama
Saliendo del tópico eventual de los medios a sueldo de los poderosos, de la calor o “el caló”, reseñar que hoy, a pesar de todo lo expuesto, hemos realizado un recorrido circular que empezó en el Km. 7 de la carretera CO-3314. Antes de la torre de Radio Nacional de España, giramos al noroeste, por terrenos del Jardinito, aun no, o poco parcelados. Dejamos a la derecha la antigua Casa del Jardinito, cercana a la Torre del Viejo, pasamos por una solana, con puesto camuflado para el paso de tórtolas, y llegamos a las ruinas de lo que fue el Lagar de Valderrama que abraza un espeso zarzal y vigila un hermoso manzano. Más abajo, recién cruzado el Arroyo del Molino que antes acarició el Cortijo del Caño, un majestuoso olmo, aparentemente sano nos llamó la atención.
Pozo en Torrehoria
Ahora el giro es brusco hacia el sur, para encontrarnos con una de las entradas de la urbanización el Pinar de Torrehoria -que en el plano raster, no sé por qué, le llaman de la Virgen de la Cabeza- cuando se aproxima a la CO-3402. Caminamos rodeando la urbanización. Por fuera del cercado paralela discurre la Vereda de Trassierra, y tenemos a la derecha esos enormes llanos del Rosal de las Escuelas con estructura geológica de nava. Pica la pista arriba, pues andamos por la cota de los 400 m.s.n.m. y tenemos que subir cuando lleguemos a la CO-3314, 85 m. Hemos tomado dirección este y ahora el sol nos da de cara.
Aérea Era del Lagar de las Niñas
Torre Siete Esquinas
En la mitad del camino hasta la salida a la carretera, un pozo con abrevadero hace acto de presencia. Se ve que hace tiempo no funciona. Giro al sur y cruce de la carretera CO-3314 para utilizar la CO-3401 que finaliza en la rotonda del Mirador de las Niñas. A nuestra derecha el abandonado Lagar de las Niñas Educandas, con una caballeriza de postín. A la izquierda la entrada a la era, perfectamente definida en la cota 524 m. que, en lamentables momentos de un incendio pasado sirvió de improvisado helipuerto, según me comentó mi amigo Ramirez. Seguimos la ruta hacia el este para, casi al llegar a la rotonda cambiar al norte dejándonos caer por un escalonado sendero de poderosas raíces.
Placa a Juan Manuel Ortíz Muñoz
Todo seco, cuando ese sendero es una maravilla en el tiempo invernal. Hace tiempo en uno de sus laterales, me contó mi amigo, que descubrieron una perfilada excavación rectangular de unos dos metros por cincuenta centímetros, y otros tantos de profundidad, que la libre imaginación les permitió aventurar que podía ser una tumba, eso sí, nunca ocupada. Nunca conocieron los motivos ni el destino real de esa excavación que sucumbió al abandono después. Un escaso uso del sendero permite a la vegetación ocuparlo en muchos lugares, hasta llegar a la explanada de la Torre de las Siete Esquinas, que resiste. No pude sustraerme a visitar la placa que le puso la Plataforma A Desalambrar a un malogrado miembro de la misma, Juan Manuel Díaz Muñoz en cuya colocación colaboré, junto con Antonio Blanco, Pablo Bretón y Abén Aljama, y lo peor es que viéndola comprobé cuán rápido pasa el tiempo, cuatros años han pasado ya pues fue en 2015
Panorámica desde la Torre de las Siete Esquinas
La panorámica desde la torre es espectacular, como lo es la terraza que forma el camino que va a la Huerta de las Ventanas, ahora cerrado con una cancela. Una frondosa higuera se abraza a las paredes de los antiguos barracones mineros. Zona de pesares, de duro trabajo de los mineros y seguro míseros sueldos. La mina, una de ellas, hoy, como muchos lugares de la sierra es improvisado almacén necrófilo. Es una moda pero contaminante pues entierran las cenizas con urna plástica y rematan con flores plásticas también. Abajo la fuente seca y el arroyo. Enfrente la mina cuyo cierre estimamos lo causó el agua. Y debajo Valle Hermoso con su riqueza hídrica.
La Soledad desde el noroeste
Volvemos sobre nuestros pasos y nos encaminamos al norte buscando el Lagar de D. Iñigo o La Soledad, por un sendero y paralelo a él discurre el verdadero o primitivo camino con su entalle en el terreno, que busca la porqueriza de D. Iñigo para salir a la carretera por los alrededores de la Fuente del Arco. Decir que, afortunadamente el sendero que discurre por los terrenos de La Soledad, está expedito en su totalidad y no está tapado como estaba hace un tiempo con ramajes y arado, fruto del exceso de celo del guardés de turno, que no de la propiedad. Y nuevamente el Km. 7 de la CO-3314 y fin del paseo.
Fotografías del autor y Google
Bibliografía de mi amigo J. Ramírez