Cartel
La historia es una complicación de a diario, la mayoría de las veces está distorsionada y otras falsificada a conciencia. Circulan leyendas, ponemos en boca de alguien sentencias que no ha expresado, y lo que es más lamentable, siempre queda lo chabacano para la posteridad y nos olvidamos o no hemos apreciado lo suficiente el valor de esta o aquella persona, o de su obra. Esta mañana he visitado la exposición que levantarán el 28 de este mes, pero que lleva desde el 29 de marzo, de dibujos humorísticos sobre Francisco de Quevedo, en la Diputación y que se llama “El Humor en Quevedo".
Patio del Palacio de la Merced
Galería del Palacio de la Merced
He de reconocer que muchos de los artistas compiten de tú a tú con otros consagrados, Forges, Gallego&Rey, Peridis, Moi, etc., que la originalidad es la tónica normal, y que hay mucho arte. Una gran parte versa sobre lo que digo en el párrafo anterior, siempre queda lo chabacano, lo superfluo, el comentario sobre su enfrentamiento con Luís de Góngora (un prenda de su tiempo). Aunque no he visto aquello que se le achaca también, lo de “su Majestad escoja”. Me he permitido leer sobre el poeta, forzado a hacerlo más de lo normal, y es un verdadero personaje. En un mundo de válidos, de intrigas, de poder, de Inquisición, de poco valor del ser humano -como ahora-, como era en el siglo XVII, vivir era un problema y, sobrevivir más.
Galería del Palacio de la Merced
Quevedo, 1617 (Francisco Pacheco)
Un niño “de familia bien situada”, aunque físicamente con defectos. Nació cojo y con una severa miopía, además de deformidades en los pies. Pero la situación de su familia le permitió estudiar en los mejores colegios del momento, mientras le duró la situación a sus padres, aunque luego él se buscó el camino bastante bien. Secretario del Duque de Osuna, enchufado del Conde Duque de Olivares, y en el candelero de la literatura después, amigo de Lope de Vega, etc. Destacó por la ironía y lo mordaz de muchos de sus versos, y sobre todo por muchas de las leyendas urbanas que le atribuyeron:
Jorge Arranz
Forges
“Antonio Carreira o Amelia de Paz dudan de que dicha enemistad durase demasiado y sostienen que esas controversias eran ejercicios habituales en la poesía barroca; Góngora nunca nombra a Quevedo y las atribuciones de las sátiras de uno y otro son bastante dudosas; a la muerte de Góngora, Quevedo era un escritor casi inédito (pese a lo cual circulaban muchas copias manuscritas) y por lo tanto, según el profesor Antonio Carreira, tal enemistad nunca pudo prolongarse demasiado tiempo más allá del desacuerdo entre el estilo conceptista que asumía Quevedo y el culterano que difundía Góngora, verdadera fuente de la mayor parte de estas sátiras,8 cuya pieza más representativa, Aguja de navegar cultos. Con la receta para hacer "Soledades" en un día (1625), apenas se entretiene en ataques personales.” De Wikipedia.
Gallego y Rey
Joan Mundet
En el pelo del dibujo de Jorge Bernard, un verso, “Desengaño de las Mujeres”: /Puto es el hombre que de putas fía,/y puto el que sus gustos apetece;/ puto es el estipendio que se ofrece / en pago de su puta compañía. / / Puto es el gusto, y puta la alegría / que el rato putaril nos encarece; / y yo diré que es puto a quien parece / que no sois puta vos, señora mía. / / Mas llámenme a mí puto enamorado,/ si al cabo para puta no os dejare; / y como puto muera yo quemado / si de otras tales putas me pagare, / porque las putas graves son costosas, / y las putillas viles, afrentosas./”
José López Rivera "Farrugo"
Idígoras y Pachi
O la verdad que encierra el dibujo de Jorge Arranz, con la frase de Quevedo: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir” Aplicable a algunos de nuestros políticos. O la Epístola satírica contra las costumbres de los castellanos, escrita a D. Gaspar de Guzmán, el Conde-Duque de Olivares: “/ No he de callar por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo. / ¿No ha de haber un espíritu valiente? / ¿Siempre se ha de sentir lo que se dice? / ¿Nunca se ha de decir lo que se siente? / …/”
José María Pérez (Peridis)
Pablo Díaz con su dibujo refleja otra frase: “Donde hay poca justicia es un peligro tener razón”, es aplicable al asunto se me ocurre a voz de pronto de la granujería, por ser magnánimo, de las cloacas del Estado. Si es que no hay nada nuevo bajo el sol. O cuando José López Rivera “Farrugo”, lo sitúa en una óptica probándose armaduras, y la icónica, imposible de pensar en Quevedo y no en sus gafas, no le acaba de gustar. Uno y otro dibujante original y genial, y no se pueden reseñar todos. Ojo, y muchos son cordobeses.
Moisés Ramírez Alonso (Moi)
Pero al final cuando nos hablan de Quevedo, pensamos un unas gafas “quevedos” en la Cruz del Caballero de Santiago, y en las peleas con Góngora, y todo ello comparado con su obra es superfluo. Luego estaban los chistes de la infancia: El poeta en los toros, se puso a cagar, y una señora muy “fisna” al pasar por detrás y verle la trastienda dijo: -Oh, que vedo. A lo que el poeta replicó: -Leche que hasta por el culo me conocen”. Pero no todo fueron las “Gracias y desgracias del ojo del culo”, ni lo que dicen que Góngora le dedicó: “/Musa que sopla y no inspira / y sabe que es lo traidor / poner los dedos mejor / en mi bolsa que en su lira. / No es Apolo, que es mentira./”, hay mucho más y de mucho más valor.
Fotografías del autor, de la exposición
Bibliografía de Wikipedia
Muchisimas gracias por esta crónica tan buena y bien trabajada, si no le importa, que supongo que no, la comparto en redes.
ResponderEliminarMuchas gracias Moi, al contrario es un honor. Saludos
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