La preciosa fuente estanque
Ayer por la mañana
visite el terreno de la antigua huerta de Segovia, antes de Valero, como
dice D. Teodomiro que, junto con Mayoral y Poderoso, configuran el plan Parcial "El Pretorio", que añadirá, si a la economía de
algunos le viene bien, ciento y pico de chalets más a la zona del Brillante.
Bien es verdad que antes ese territorio era sólo de tres o cuatro familias nada más. Si
pasamos al otro lado de la carretera, en el que hay previsto otro plan parcial,
en este caso llamado "El Carmen", que contiene las antiguas huertas del Carmen, Vilanillo y
Santa María, porque Quitapesares ya lo fue, se añadirán otro ciento y pico de
chalets más a la zona. En total más de doscientos cuarenta chalet. Es verdad que la oferta es mucha y este está más atrasado en su construcción.
En el vuelo de la USAF de 1956 ya estaba el estanque
Topográfico 1ª Edición: rojo caminos, azul arroyos, amarillo carreteras
Teniendo en
cuenta que un chalet de esta índole no lo puede tener un mileurista, si
consiguen llenar ambos planes, son doscientas y pico familias, en teoría con un poder
adquisitivo muy superior al normal. Claro comparado con las primitivas familias
propietarias, esto es un poco como la socialización de la sierra, evidentemente sin
bajar a las capas citadas en la primera línea de este párrafo. Ya ocurrió esto hace años con las fincas del Duende, Saldaña, Sansueña y otras que fueron “parcelaciones ilegales” -es paradójico-, durante
bastante tiempo.
Antigua entrada de la Huerta de Segovia
Pero no es del
urbanismo, ni de la injusticia social, de lo que pretendo hablar si no del pasado
reciente de estas propiedades y los residuos arquitectónicos que por lo menos
han mantenido algunas que, aunque sean de su propiedad y se supone que de lo no protegido pueden hacer de su capa un sayo, es de agradecer, porque en
otras fincas la máquina del progreso y la especulación ha arrasado totalmente la construcción; norias,
albercas, jardines y otros elementos significativos de ese tiempo han desaparecido, incluso un acueducto. Las huertas
eran la segunda residencia de estas familias -iba a decir burguesas, aunque creo que no ha existido la burguesía en
Córdoba, y así nos va-, donde rebajaban una serie de grados en el verano
respecto a la casa de la ciudad.
Plano de la zona
Plano catastral de 1950
Rosales, lagares,
huertas, fueron residuo de las quintas romanas, o las almunias árabes, y
desempeñaban el mismo papel de retiro veraniego, del que podía huir de los rigores de la ciudad. Algunas, como por ejemplo la
Huerta de los Arcos, contagiado el momento de su construcción por ese
regionalismo, o arabismo residual, nos han dejado una arquitectura agradable, que aún se mantiene.
Otras sin embargo, eran más cortijo que casa de retiro veraniego, y estoy pensando en la Favorita
de los Morales o incluso Quitapesares más sobria (de la que solo quedan las albercas), o Ntra. Sra. de la Fuensanta cada día
más en ruina.
Foto de Bonilla 2017
Foto de 2019 con el cañizo
D. Teodomiro
Ramírez de Arellano, cuando habla de sitios notables de la ciudad, cita a las huertas de
la sierra, conviniendo que el momento de su redacción fue a mediados del siglo
XIX, y nos dice: “En la parte de las huertas de la sierra
visitada principalmente en primavera por los cordobeses y forasteros, debemos
citar como las más notables las de Morales; Segovia, antes de Valero; Celina,
antes de Baena; Vega Armijo, antes de los Arcos; el Cerrillo, Santa María,
Quitapesares y Olías, siendo la primera y última las de mayor producto, a causa
de su extensión y arbolado.”
Dos vistas de la fuente
La antigua Huerta
de Segovia, que se llamó de Valero, según el admirado autor, es la única que queda de las citadas en el
plan parcial del Pretorio, de las otras ni un ladrillo, y ésta tiene una
hermosa casa que seguro no tiene nada que ver con la primitiva, o muy poco, en una parcela
de casi treinta mil metros cuadrados y unos mil ochocientos construidos, ficha catastral de 1955. Ni los arroyos que la rodeaban; el del Moro, va entubado, y el que llaman
en algunos planos de la Santa (que es San Cristóbal luego las Piedras), forman ya parte del paisaje.
El efebo
Sin embargo, un
bonito estanque de estilo romántico ha sido salvado de la piqueta, no tuvo la misma suerte el de la Santa María, que tuvo que ser espectacular. El poeta Sr.
Carrasco, del que siempre me quedará un mal sabor, de su persona, no así de su obra, por un mal modo suyo, aunque
estimo tendría un mal día, decía cuando hablaba en su Libro de los arroyos, del arroyo del Moro: "entrando
en la Huerta de Segovia entre naranjos que, en primavera, obsequian con el
virginal aroma del azahar. Esta es una de las huertas de más encanto de nuestra
sierra con la de la Huerta de los Arcos. Es reino de la dama de noche y el
heliotropo en las noches cálidas del verano cordobés." Bucólica descripción de la huerta.
Una escultura de un efebo, en un pedestal, acodado en un tronco con su brazo izquierdo y la otra mano en la cabeza, enmarcado en un arco amparado en una balaustrada por ambos lados, configura la parte alta de la fuente. Dos faroles en sendas columnas al final de la balaustrada, le dan luz, dos macetones en el centro y dos más en los muros laterales descendentes, la adornan. Debajo del efebo, en la pared frontal, un malencarado mascaron surte la entrada de agua que vierte en una pileta adosada a la pared, debajo, una alberca semicircular con un poyete a su alrededor sería la receptora final. El murete inferior de la alberca, que es de pared baja está forrado de azulejo ajedrezado. En el centro del semicírculo, un macetón cóncavo tipo wok, rompe el semicírculo y a su vez son los escalones de bajada al estanque.
Vista aérea de la finca (Foto de Google)
A la derecha, una escalera de ladrillo sube a las dependencias de la casa. La configuración
de las nuevas calles de la urbanización ha dejado a la fuente-estanque romántica casi pegada a la
pared de la propiedad. Pero por lo menos se ha salvado. Un cañizo
protege la intimidad de la fuente-estanque que se deja ver, antes no tenía cañizo y la tela metálica permitía fotografiarla,
yo he tenido que hacer algunos malabares por el espacio de una puerta para
obtener las fotos, pero merece la pena y reitero es de agradecer el
mantenimiento de la misma por la propiedad.
Fotografías del autor, de Google y de Bonilla.
Bibliografía de Paseos por Córdoba y Arroyos de Córdoba
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