sábado, 27 de abril de 2019

FUENTE ESTANQUE ROMÁNTICO DE LA ANTIGUA HUERTA DE SEGOVIA


La preciosa fuente estanque

Ayer por la mañana visite el terreno de la antigua huerta de Segovia, antes de Valero, como dice D. Teodomiro que, junto con Mayoral y Poderoso, configuran el plan Parcial "El Pretorio", que añadirá, si a la economía de algunos le viene  bien, ciento y pico de chalets más a la zona del Brillante. Bien es verdad que antes ese territorio era sólo de tres o cuatro familias nada más. Si pasamos al otro lado de la carretera, en el que hay previsto otro plan parcial, en este caso llamado "El Carmen", que contiene las antiguas huertas del Carmen, Vilanillo y Santa María, porque Quitapesares ya lo fue, se añadirán otro ciento y pico de chalets más a la zona. En total más de doscientos cuarenta chalet. Es verdad que la oferta es mucha y este está más atrasado en su construcción.

En el vuelo de la USAF de 1956 ya estaba el estanque

Topográfico 1ª Edición: rojo caminos, azul arroyos, amarillo carreteras

Teniendo en cuenta que un chalet de esta índole no lo puede tener un mileurista, si consiguen llenar ambos planes, son doscientas y pico familias, en teoría con un poder adquisitivo muy superior al normal. Claro comparado con las primitivas familias propietarias, esto es un poco como la socialización de la sierra, evidentemente sin bajar a las capas citadas en la primera línea de este párrafo. Ya ocurrió esto hace años con las fincas del Duende, Saldaña, Sansueña y otras que fueron “parcelaciones ilegales” -es paradójico-, durante bastante tiempo.


 Antigua entrada de la Huerta de Segovia

Pero no es del urbanismo, ni de la injusticia social, de lo que pretendo hablar si no del pasado reciente de estas propiedades y los residuos arquitectónicos que por lo menos han mantenido algunas que, aunque sean de su propiedad y se supone que de lo no protegido pueden hacer de su capa un sayo, es de agradecer, porque en otras fincas la máquina del progreso y la especulación ha arrasado totalmente la construcción; norias, albercas, jardines y otros elementos significativos de ese tiempo han desaparecido, incluso un acueducto. Las huertas eran la segunda residencia de estas familias -iba a decir burguesas, aunque creo que no ha existido la burguesía en Córdoba, y así nos va-, donde rebajaban una serie de grados en el verano respecto a la casa de la ciudad.

Plano de la zona

Plano catastral de 1950

Rosales, lagares, huertas, fueron residuo de las quintas romanas, o las almunias árabes, y desempeñaban el mismo papel de retiro veraniego, del que podía huir de los rigores de la ciudad. Algunas, como por ejemplo la Huerta de los Arcos, contagiado el momento de su construcción por ese regionalismo, o arabismo residual, nos han dejado una arquitectura agradable, que aún se mantiene. Otras sin embargo, eran más cortijo que casa de retiro veraniego, y estoy pensando en la Favorita de los Morales o incluso Quitapesares más sobria (de la que solo quedan las albercas), o Ntra. Sra. de la Fuensanta cada día más en ruina.

Foto de Bonilla 2017

 Foto de 2019 con el cañizo

D. Teodomiro Ramírez de Arellano, cuando habla de sitios notables de la ciudad, cita a las huertas de la sierra, conviniendo que el momento de su redacción fue a mediados del siglo XIX, y nos dice: “En la parte de las huertas de la sierra visitada principalmente en primavera por los cordobeses y forasteros, debemos citar como las más notables las de Morales; Segovia, antes de Valero; Celina, antes de Baena; Vega Armijo, antes de los Arcos; el Cerrillo, Santa María, Quitapesares y Olías, siendo la primera y última las de mayor producto, a causa de su extensión y arbolado.


Dos vistas de la fuente

La antigua Huerta de Segovia, que se llamó de Valero, según el admirado autor, es la única que queda de las citadas en el plan parcial del Pretorio, de las otras ni un ladrillo, y ésta tiene una hermosa casa que seguro no tiene nada que ver con la primitiva, o muy poco, en una parcela de casi treinta mil metros cuadrados y unos mil ochocientos construidos, ficha catastral de 1955. Ni los arroyos que la rodeaban; el del Moro, va entubado, y el que llaman en algunos planos de la Santa (que es San Cristóbal luego las Piedras), forman ya parte del paisaje.

El efebo
  
Sin embargo, un bonito estanque de estilo romántico ha sido salvado de la piqueta, no tuvo la misma suerte el de la Santa María, que tuvo que ser espectacular. El poeta Sr. Carrasco, del que siempre me quedará un mal sabor, de su persona, no así de su obra, por un mal modo suyo, aunque estimo tendría un mal día, decía cuando hablaba en su Libro de los arroyos, del arroyo del Moro: "entrando en la Huerta de Segovia entre naranjos que, en primavera, obsequian con el virginal aroma del azahar. Esta es una de las huertas de más encanto de nuestra sierra con la de la Huerta de los Arcos. Es reino de la dama de noche y el heliotropo en las noches cálidas del verano cordobés." Bucólica descripción de la huerta.

 La fuente y el mascarón

Una escultura de un efebo, en un pedestal, acodado en un tronco con su brazo izquierdo y la otra mano en la cabeza, enmarcado en un arco amparado en una balaustrada por ambos lados, configura la parte alta de la fuente. Dos faroles en sendas columnas al final de la balaustrada, le dan luz, dos macetones en el centro y dos más en los muros laterales descendentes, la adornan. Debajo del efebo, en la pared frontal, un malencarado mascaron surte la entrada de agua que vierte en una pileta adosada a la pared, debajo, una alberca semicircular con un poyete a su alrededor sería la receptora final. El murete inferior de la alberca, que es de pared baja está forrado de azulejo ajedrezado. En el centro del semicírculo, un macetón cóncavo tipo wok, rompe el semicírculo y a su vez son los escalones de bajada al estanque. 

Vista aérea de la finca (Foto de Google)

A la derecha, una escalera de ladrillo sube a las dependencias de la casa. La configuración de las nuevas calles de la urbanización ha dejado a la fuente-estanque romántica casi pegada a la pared de la propiedad. Pero por lo menos se ha salvado. Un cañizo protege la intimidad de la fuente-estanque que se deja ver, antes no tenía cañizo y la tela metálica permitía fotografiarla, yo he tenido que hacer algunos malabares por el espacio de una puerta para obtener las fotos, pero merece la pena y reitero es de agradecer el mantenimiento de la misma por la propiedad.

Fotografías del autor, de Google y de Bonilla.
Bibliografía de Paseos por Córdoba y Arroyos de Córdoba

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