Puerta principal
Los días intermedios del Puente de la Constitución decidimos visitar Sevilla. Teníamos previsto ver primero la Casa de Pilatos, el Museo Bellver, de reciente puesta en valor, el Palacio de Lebrija y finalizar visitando la Exposición de Murillo en el Bellas Artes. Sevilla es una gran ciudad. Bien es verdad que su magnificencia siempre ha sobrevenido a causa de añadidos estatales, llámense: comercio con América; Exposición Iberoamericana del 29; o Expo Universal de 1992, sumado a la colaboración inestimable de gobernantes de la democracia oriundos, que arrimaron el ascua a la sardina. Eso no desmerece desde luego su categoría, que a nosotros en ocasiones embelesa.
Puerta y Zaguán
Placa puerta
Plano de planta baja (plano de la Web del Palacio rotulado)
En el entronque de la calle Acetres con la de Cuna, en el meollo céntrico de la ciudad, al incorporarnos a la segunda, buscando el Palacio de Lebrija, nos dimos de cara con unos queridos amigos cordobeses, Pedro y Manoli, que estaban allí de visita, pero que curiosamente no vemos desde hace tiempo en Córdoba y la casualidad hace que coincidamos en Sevilla. Es una inmensa alegría encontrar paisanos queridos fuera de tu ámbito. Los abrazos de rigor y los convencimos, ya que tenían que estar en la ciudad hasta las seis que era la salida de su tren, que se vinieran con nosotros, a la visita al palacio, después almorzáramos juntos, y luego del café fuésemos juntos, callejeando, ellos camino de Santa Justa y nosotros de nuestro hotel que estaba, con nombre de canes cazadores de liebres, por Nervión, esquina Luis Montoto.
Doña Regla Manjón, Condesa de Lebrija (foto de Internet)
Patio Central
Mosaico del Patio Central
Así lo hicimos, decidimos ir al Palacio de Lebrija ya que, sólo con subir unos metros de la calle Cuna, nos llevaba a él. He de decir que me carga bastante pagar a entidades privadas, para ver joyas o colecciones de la “nobleza”, a saber cómo conseguidas, posiblemente pagadas algunas, aunque hay que situarse en el momento de su adquisición, además reconociendo que en otros tiempos no había leyes de protección del patrimonio, pero considerando que debían estar en los museos y custodiadas por el Estado.
Estatua y brocal de pozo
Más brocales de pozo
Bajorelieve del león cazando, encargo de Almanzor en el s.X
Me imagino presuntamente a un labriego que se había encontrado un objeto arando sus tierras, y lo llevase a la casa “noble”, y ésta o el administrador le dijera, esto no vale nada, o muy poco, pero te voy a dar un regalo para los niños. Y algunas veces ni eso. Bien es verdad que, de esta manera, por lo menos se quedaban las obras de arte en España, ya que podían los descubridores haberlas vendido a otros negociantes de arte, y estas viajado al extranjero (me estoy acordando de unas vigas de la Mezquita) perdiéndose para siempre. Vagas disquisiciones en un mundo capitalista, sobre lo que debe formar parte del patrimonio público y el interés general.
Galería Patio Central y estatua
Mosaico Sala de Columnas
Sala de Columnas
Otra vista de la Sala de Columnas
No tiene consigna, y nos dan la de que la mochila no puede entrar al palacio. La consigna es el vigilante de la puerta y la mochila colgada de la cancela, con un número amarrado a ella. Nos dijo el vigilante, ante la pregunta de qué quién garantizaba la integridad de la mochila o bolso, que la garantizaba él, eso sí -aquí nos tachó de presuntos estafadores-, garantizaba el contenido no lo que le dijéramos nosotros que faltaba. Pero pelillos a la mar, porque si no sería difícil vivir en este mundo. En los museos normalmente la consigna es una caja con llave, que si no fuerte es individual.
Sala ochavada
Fragmento de mosaicos en la pared
Pago del importe de la visita que, salvo la gratuidad por ley de un día a la semana, o unas horas, no tiene tratamiento especial para los jubilados, por poner un colectivo del que nos sentimos parte, u otros. Y ahora la visita. Decidimos la planta baja y dejar la alta, que es la vivienda de los propietarios, o era, porque las dos plantas era un precio más alto, y ya era bastante masoquismo pagar por ver cómo vivían las clases dominantes, cuestión bien sabida. Lo que nos había llevado concretamente a su visita, era ver de primera mano la inmensa colección de mosaicos romanos que pavimentaban su suelo en muchas partes, además del opus sectile que pcon mármoles polícromos tapizaban otras. Razón por la que está considerada “la casa-palacio mejor pavimentada de Europa”, eso parece dijo Amador de los Ríos de ella.
Cenador de Cristal
Cenador de cristal
Fachada de estilo sevillano, del siglo XVI, aunque empezó en el XV su construcción, y continuada en el XVIII y XX cuando se remodela y amplia. Perteneció a una familia llamada Paiba, y posteriormente a los condes de Corbos y de Miraflores. A principio del siglo XX, (1901) fue adquirido por la señora Regla Manjón Mergelina, viuda de Sánchez Bedoya, y después Condesa de Lebrija, título que reclamó para sí y sus descendientes. Esta señora aficionada a la arqueología e ilustrada, fue “nombrada académica de número de la Real Academia de Isabel de Hungría de Bellas artes de Sevilla (1918). Era la primera mujer académica, era la primera academia que proponía y resolvía a favor de las mujeres.
Pared cenador de cristal
Cenador de cristal
Las Actas de la Junta extraordinaria de la Academia en las que se propuso y se acordó el nombramiento no dejan lugar a duda: en la Junta General Ordinaria celebrada el día 6 de octubre de 1918, se acuerda por unanimidad, “teniendo en cuenta las circunstancias especialísimas que concurren en la Excelentísima Señora Doña Regla Manjón, Condesa de Lebrija y a las grandes pruebas que tiene dadas de su amor a Sevilla, a sus Artes y Monumentos, elegir a dicha Señora para ocupar la vacante de Académico ocurrida por fallecimiento del Señor Don José Muñoz Estévez, y que al terminar la sesión fue de la Academia al domicilio de dicha señora a notificarle su nombramiento”.
Acceso patio
Patio Palmeras
“Su labor de rescate era una manera de conservar y cuidar el patrimonio artístico; para otras voces, se trataba de un latrocinio. Polémicas aparte, su inclinación por los objetos de arte, su apoyo a excavaciones, y su colaboración con las distintas exposiciones de la ciudad se tradujeron una vez más en la materialización de esta inclinación. Su palacio de la calle Cuna devenía un museo de mármol rosa y mosaicos eternos, glosados y estudiados por los grandes de la época; ello le valió ser nombrada miembro de la Comisión de Monumentos de Sevilla”. Dice sobre “Compras, Legados, donaciones…:Regla Manjón, Condesa de Lebrija”, Carmen Ramírez Gómez.
Magnolio y escalera
Patio maceton
De la Web de la casa:
“PATIO CENTRAL
Está franqueado por cuatro galerías de desigual anchura, separadas del centro cada una por unos arcos y columnas de mármol. Estos arcos contienen elegantes capiteles que están decorados profusamente de yeserías mudéjares, decoración moderna no exenta de Belleza. El pavimento de las galerías que circundan el patio está formado de preciosos y raros mármoles, serpentinas y pórticos. Ocupa el centro del patio un magnífico y excepcional mosaico. El tamaño del pavimento es de 6,85 metros x 6,82 metros. Presenta escaso deterioro. Doce de los medallones tienen en sus centros una flor o estrella de variada y original estilización. Alternan estos doce con los trece de mayor extensión, que encierran lo más interesante del bello mosaico. Los unos de hermosas cabezas de gran tamaño, los otros encantadores grupos alegóricos.
Pilistras en el patio
Mosaico
Mosaico
Ocupa el medallón del centro el busto de un joven cíclope, representado por un gracioso muchacho, cuyo expresivo rostro revela una simpática alegría. Forman un lúcido cortejo las cuatro estaciones que ocupan los ángulos del mosaico, representan bustos de mujer del mismo grandioso tamaño que el central coronadas con flores de primavera, de espigas el verano, el otoño de racimos y de troncos secos el invierno.Los otros medallones intermedios representan escenas mitológicas de gran interés Leda con el cisne, Europa con el toro, Ganímedes dando de beber al águila, Danae y la lluvia de oro. Existen además en el patio una colección de tinajas de diferentes épocas, también se encuentran brocales de pozo, alguno de ellos de gran interés. Existen también dos bellos bancos de estilo español antiguo.
Fragmentos de cerámica y torso
Más fragmentos
SALA DE LAS COLUMNAS
El hermoso salón, intermedio entre el patio y el jardín, está pavimentado por un mosaico en cuyo centro se ve un cuadro formado por corazones y puntas labradas en piedras rojas y verdes, rodeado por una franja blanca y roja. Otra franja de mayor tamaño, formada por piezas geométricas, lo rodea todo originando un perfecto cuadro. Este queda por todas partes encuadrados por otra franja formada por una combinación de grecas. Dos magníficas y gruesas columnas encontradas en Santiponce (Sevilla), una de curiosísimo mármol verde y la otra de un conglomerado de varios colores, están franqueando la entrada del saloncito de la fuente. Sobre una de ellas está un hermoso capitel blanco de la misma procedencia. Adosados a las paredes de este salón se han colocado varios fragmentos de mosaicos procedentes todos del mismo lugar. Se encuentra en esta estancia hermosas pinturas, de caprichoso estilo que recuerda algunas pinturas modernas, siendo ella totalmente romana, demostrando de cuanto se repiten y subsisten las manifestaciones del arte.
Acceso sala
Puerta alacena
Sala estar
SALA OCHAVADA
El pavimento fue el primero adquirido en Itálica. El elegante y artístico dibujo, verdaderamente griego, de este pavimento, se repite en cada ochavada. Se compone de una airosa jarra, de la cual arranca una palma o flor que se asemeja a la del terebinto, y dos vástagos que desarrollan elegantes volutas que terminan en flores. Una guardilla de dibujos geométricos de tonos oscuros, completan y circulan el mosaico. Para que luciera su belleza como en su primitiva colocación, se adaptó la sala en forma ochavada al tamaño que el pavimento exigía y decorándola luego con yesos calcados de los modelos encontrados. Muy interesante es el fragmento de relieve en el mármol, con la cabeza de un joven tocado con pétalos: es de influencia ática.
Sala acceso Cenador Cristal
Azulejo en la pared
SALA MEDUSA
En esta sala podemos admirar un mosaico de fina factura, está formado por primorosas grecas, que dejan lugar en los ángulos y centros de los lados a cuadra y romboides que forman dibujos de flores, ostentando en el centro del mosaico un pequeño cuadro con la cabeza de medusa. En el salón de Medusa se ven restos de estatuaria. Sobresale entre ellos, un lindo torso, muy fino, de mujer joven. Le faltan cabeza, pies y la parte inferior. Penden de los muros, a modo de cuadros, variados mosaicos. Acaso el más bello de todos estos fragmentos es el que presenta una pareja de milenarios bailarines, hombre y mujer. Bailan algo que recuerda a seguidillas o sevillanas.
Mosaico
Útiles de hueso
SALA HERMES
En esta sala podemos disfrutar de un suelo pavimentado por mosaicos, procedentes de un patio de corral de la calle Trajano (Sevilla). Encontramos también en esta sala tres estrellas de complicados dibujos geométricos, una de las cuales contiene una bella máscara con extraños adornos de cabeza, mientras las otras sólo tienen flores en sus centros. A la entrada de este salón se encuentra un hermoso torso, colocado sobre un antiguo brocal de pozo que le sirve de pedestal. Carece de cabeza y de piernas, pero resulta sumamente grandioso, demostrando, sin duda, que fue magnifica la escultura a que pertenecía. Unas amplias vitrinas que decoran las paredes contienen hermosos restos recogidos en Itálica. Barros saguntinos, algunos con preciosas figuras. Llevan en su fondo los nombres de los antiguos alfareros que lo fabricaron. Instrumentos de música, dados de marfil y multitud de objetos de la misma materia
Retrato y vasija
Óleo
SALA GANIMEDES
Campea en el centro una ancha circunferencia, dentro de la cual, arrebatado por el águila de Júpiter, sube al cielo alzando un brazo en demanda de auxilio el joven Ganímedes, mientras un elegante perrillo, en graciosa actitud de carrera, huye sobrecogido de espanto, mirando la insólita aparición. Sirve de marco a este bello cuadro una orla de la misma trenza o cordón que figura en el gran mosaico del Patio Principal. El mosaico contiene tres semicírculos a cada costado del centro, los componen las figuras en colores de un tigre, un león y una pantera, en naturales y variadas actitudes. La cuarta figura, arrancada al ser descubierto el mosaico, fue sustituida por la palabra SALVE, imitada de un mosaico de Pompeya, completando el pavimento puede observarse una sencilla cenefa de cuadros, que pertenecía al mosaico de Medusa. También se conservan restos epígrafos.
Frisos
Monedas y fragmento tablilla de cobre
CENADOR DE CRISTAL
Con el jardín de fondo donde antiguamente el Cenador de Cristal servía como salón de verano a modo del siglo XIX con tresillos y plantas. La pared de este cenador es la más importante de la casa pues está cubierta con un paño de azulejos maravillosos del siglo XVI que provienen del convento de San Agustín. El Comedor Azul que separa el Patio de las Palmeras del Cenador de Cristal alberga los mejores azulejos de la casa, que son unos pequeños tramos azules; estos azulejos son del siglo XVII mientras que el zócalo es del siglo XVIII; como decoración destaca una colección de platos antiguos. Es de destacar el techo, que en la época lo pintaron entre las vigas con los motivos de los azulejos del zócalo.
Cuadro egipcio
PATIO DE LAS PALMERAS
Patio de claro carácter sevillano donde la luz toma un importante protagonismo, esta es reflejada por las paredes y los arcos de color ocre amarillo. Decorado con azulejos de escena de caza y animales de campo. Junto a las arcadas podemos ver grandes tinajas y un farol. Este patio desprende el color y el aroma de Sevilla. El suelo está decorado con una fina y elegante terracota. Sobre las paredes cuelgan fragmentos de mosaicos romanos finamente compuestos. El patio de la rosaleda era el antiguo nombre con el que se le conocía. Helechos, palmeras y flores colgantes dan vida y colorido a dicho patio.
Mosaico hueco escalera
Hueco escalera
SALÓN BAJO
Entrando por el patio principal justo a la derecha, nos encontramos con el Salón de la planta baja. En él encontramos además de unas vitrinas con monedas romanas de elegante factura un hermoso torso de figura femenina falta de cabeza, brazos y parte inferior, viste una túnica ajustada por debajo del pecho por un ancho cinturón atado delante. Por encima de la túnica, un gran manto colocado sobre el hombro izquierdo. Conserva el arranque del brazo derecho y la manga de la túnica sujeta con botones. Esta estatua acusa un fino y esmerado trabajo. La superficie, muy bien bruñida. Altura: 0,57 mts. Es copia romana de un original del siglo IV. El profesor dinamarqués Poulseri, que vio esta figura hace unos años, se ocupa de ello en su libro "Escultura Antiques des Musées des provincies espagnoles".
Escalera tres cuerpos
Decoración escalera principal y artesonado techo
ESCALERA PRINCIPAL
El magnífico artesonado, el rico y elegante friso, los graciosos y fantásticos azulejos hacen de esta escalera un paseo por la tradición decorativa andaluza de los siglos XVI y XVII. Los azulejos de la escalera proceden del antiguo convento de San Agustín, mientras que el artesonado y el friso, provienen de distintos palacios andaluces. La magnífica, la espléndida, la sevillana escalera de esta casa es exclusivamente obra de Dª Regla Manjón Mergelina Condesa de Lebrija. Al pie de la escalera, ancha faja en la cual campean, alternados, peces y anclas, separa el pavimento opus sectile del vermiculatum. Esta escalera presenta un tapiz de complicado dibujo con colores fuertes y brillantes; en su centro, deja un cuadrilátero blanco, donde campea una elegante jarra. Tiene este tapiz una cenefa de trenzas de curioso dibujo y otra de cuadros amarillos pardos, con una crucecita en el centro.”
Nuestros amigos Pedro y Manoli
Pedro, Manoli y Conchi
Dejamos para otra ocasión con más tiempo subir a la planta alta del Palacio, aunque nos moleste pagar por ver como vivía la nobleza antaño. En Andalucía no ha habido burguesía que colaborara en el despegue de la región, un vivir de las rentas hasta que estas no podían sostener el patrimonio. Es verdad que no podemos generalizar, porque se cae en la injusticia, pero la realidad de que es el territorio con mayor número de latifundios del país, no es una broma, y muchos de ellos improductivos, que no crean plusvalía alguna. Eso de que la tierra para el que la trabaja... Palacios que, si bien son obras de arte, la mayoría no son de dominio público, y si bien las figuras de protección corrigen ciertos usos, nunca los suplen del todo. En la página web citada con enlace del Palacio, se pueden consultar, horarios, posibilidad de eventos y otros datos útiles. Y la realidad es que el Palacio de la Condesa de Lebrija es todo una obra de arte.
Fotos del autor y algunas de dominio público en Internet, plano de la web rotulado por el autor
El prólogo del artículo denota mucha envidia. Me he reído mucho con él.Me ha alegrado el día
ResponderEliminarEstimado anónimo:
ResponderEliminarParto de la cuestión que normalmente no mantengo ningún diálogo con desconocidos, es decir con anónimos comentarios, que ni siquiera tienen la deferencia de firmar su comentario, primero para saber si son un Sr. o una Sra. y existir un nombre con el que encabezar la contestación que, además por ser anónimo es predicar en el desierto porque es muy raro que chequee el anónimo nuevamente el blog para ver si le han contestado y porque es sistema no le manda aviso como en el caso de poner un correo que lo identifique. Pero como el comentario no es ofensivo lo que haría que no se publicara y pasara a la bolsa del spam, por lo menos me permite que la respuesta la lean otros que entren en el blog.
Si decir esto: “Bien es verdad que su magnificencia siempre ha sobrevenido a causa de añadidos estatales, llámense: comercio con América; Exposición Iberoamericana del 29; o Expo Universal de 1992, sumado a la colaboración inestimable de gobernantes de la democracia oriundos, que arrimaron el ascua a la sardina. Eso no desmerece desde luego su categoría, que a nosotros en ocasiones embelesa.” Si decir que nos gusta mucho Sevilla y que es una ciudad que embelesa es sentir envidia por la ciudad hermana, es no entender o caer en chauvinismos mediocres. Si no reconocer que determinados eventos impulsados por a saber qué intereses han embellecido a Sevilla por parte de determinados gobernantes, Iberoamericana del 1929, Expo de 1992, Ave etc. y algunos eventos más, por ejemplo con la construcción del trampantojo hermoso del barrio de Santa Cruz para el 29, Plaza de España y Parque de Maria Luisa, o los fastos de 1992, que además no se han sabidos aprovechar como los catalanes hicieron con las Olimpiadas es desmerecer. Si impulsar modernidades en detrimento de otras ciudades andaluza es equilibrio pues apague y vámonos. Ahora si me puede acusar de criticar ciertos aspectos pero no de envidia, que si bien es el mal nacional en este caso se deja caer el desequilibrio regional de los gobernantes. Pero mire decir que un cordobés cuya ciudad Córdoba fue la más importante del mundo durante el califato tiene envidia de otra es desconocer la idiosincrasia de los cordobeses, más senequistas, por tirar de tópicos falsos que de otra cosa. Yo si denoto superioridad y chauvinismo en su corto comentario anónimo, que adereza con una risa fruto de sus problemas.
Pero mire para que se ría; la Torre de Oro, hermosa construcción, no es de oro. El Rocío jolgorio y religiosidad “sue generis”, está en Huelva, y la manzanilla exquisito caldo pero me gusta más el de Montilla, es de Sanlúcar. Y decía Antonio Gala que cuando moría en Córdoba un músico se quedaban aquí las partituras y subastaban los instrumentos en Sevilla.
Reciba “anónimo” un saludo y siga riendo sin entender.