Ayer, dentro del programa de paseo matinal, para compensar la menor distancia del recorrido (seis km.), añadí desnivel, altura. Subida al antiguo minarete de la Mezquita (forrado por su exterior), actual torre campanario de la Catedral. Es equivalente a subir a un edificio de doce pisos. Subí sólo, gracias a esa prebenda especial que tenemos los cordobeses de gratuidad, aunque su precio no es tanto comparado con otros. Digo solo porque no tuve que esperar a la formación de un grupo de no más de veinte personas, que se hace normalmente, sobre todo cuando la afluencia es grande. Es una forma de proteger el monumento que dicho sea de paso, tuvo hace unos años una reforma muy interesante y valiosa así como el cierre de otros lugares del mismo. Pascual Madoz, en 1850 terminó su "Diccionario-geográfico-estadístico-histórico de España y sus posiciones de ultramar", y en él señalaba algunas vicisitudes del alminar de la torre.
Curioso arreglo para imaginar como era el minarete
"Zaguán" de la Puerta del Perdón
Escalera de acceso al balconcillo y luego al Balcón
La escalera de acceso actual es de madera, hasta conseguir, llegar a las escaleras (una de las dos) del minarete primitivo. A medida que vas subiendo te encuentras en primer lugar una falsa puerta que fue lo que llamábamos el Postiguillo, acceso desde el exterior, desde la calle Cardenal Herrero, a las escaleras de la torre, que se comunicaba con otra abajo en el Patio de los Naranjos, ambas actualmente desaparecidas. La pared este que da a la puerta del Perdón no existe tampoco y visualizamos el inmenso "zaguán" desde arriba. Podemos ver el irregular pavimento del “portal”; la cruz en la pared oeste, a la que nadie llegaba a besar normalmente para cumplimentar la leyenda urbana, por lo menos los carpetovetónicos, nórdicos y otros especímenes a lo mejor.
El rincón noreste, me trae recuerdos de amores infantiles (9 años), cuando “acosé” materialmente, a otra niña de la misma edad, que me gustaba muchísimo, azuzado por los mayores, a sabiendas estos, de que existía un atracción especial entre ambos, pero pura, no como pretendían que fuese los azuzadores. No llegó la sangre al río, porque ella dijo no y el no, era no antes (además de exponerte a un guantazo), como debe serlo ahora. De todas formas puede entenderse el tipo de acoso infantil, pues lo más que podía haber llegado era a un casto beso en la mejilla. Pues ni eso.
Luego cuando subías las antiguas escaleras de la torre, de escalones de ladrillo con borde de madera (creo recordar), lo primero que te encontrabas era la vivienda de Trini y Santiago, y sus hijos, que era una buhardilla en los techos de la galería norte, que entonces estaba ocupada por dependencias del Cabildo, la Obrería del “pinta” de D. Gonzalo, el cura, y otras. Esta vivienda (si puede llamarse así) la habilitaron cuando la abuela de los campaneros no pudo ya subir los incontables escalones de la torre, y luego la ocupó su hija Trini, vecina habitual de los escalones de la puerta del Perdón en los veranos. En la buhardilla tuvo Santiago, su marido, un taller de platería.
Más arriba estaba el acceso al pequeño balcón, que a su vez permite acceder al grande encima de la Puerta del Perdón por el Patio de los Naranjos. Sigue estándolo pero no es posible asomarse a él, pues tiene un enrejado. Antes llegabas al final a otra puerta, que era la entrada de la vivienda de esa gran familia que habitaba la torre, donde te encontrabas, la mayoría de las veces, a la cariñosa Elena Muñoz, esposa de Manuel Soriano el último campanero, que no te cobraba la peseta que costaba por ser del barrio. Luego varió el precio, del acceso al minarete. Yo subía algunas veces con su hijo Manolín, que es padre de Manolo, con curiosos y prácticos trabajos en el cuero, que pueden verse y adquirirse en un comercio en la plaza de Santa Catalina. Ellos dos, junto con su tía Rosi, son los tres nexos de unión que tengo con la familia de los campaneros. Manolo que trabajaba en la Electro, falleció y Elena le siguió unos años después, pero ya no vivía en la torre.
A partir de la entrada, que era también distribución hacia otras viviendas, se seguía un intrincado recorrido, pasabas por la vivienda del citado matrimonio, si podía llamarse vivienda, hasta llegar a la escalera principal. Cuarto de campanas, recovecos, salida a la terraza, que está aún pero más funcional y no se permite su acceso. Pero me vuelvo al recorrido actual, como no están las viviendas, queda diáfana la cúpula brillante de lo que he venido en llamar "zaguán" de la Puerta del Perdón, desde el que después de bajar nueve escalones de jaspe azul, posiblemente de la cantera del Rodadero de los Lobos, accedes al Patio de los Naranjos.
El espacio de la cúpula es el lugar por excelencia de la subida a la torre. Allí se nos presenta en su máximo esplendor la fachada este del minarete con los aderezos exteriores que tenía en su momento, a estilo de la Giralda de Sevilla que, afortunadamente, respetaron a pesar de ponerle las campanas cristianas encima. Es de reconocer que la torre campanario es una hermosa obra, pero… lo de siempre, es desnudar un santo para vestir a otro. Este sitio impresiona. Los que lo hemos conocido sabemos que era el lugar de la vivienda de las personas que habitaban allí, de mala manera pero vivían, en la torre.
Del minarete teníamos conocimiento vulgar, a nivel de calle, sin conocer los trabajos de los expertos, accesibles a otras personas, pero no a los vecinos. Nosotros nos metíamos por la abertura, ahora cerrada también, en la pared sur de la torre, desde la que se podía visualizar la separación minarete y forro, e incluso llegar a las escaleras. Hay que decir que estimo que, ahora son las que se usan en algunos tramos, y de las que tenía la torre dos, por lo que se podía subir y bajar de ella, sin que se encontraran los usuarios. Sigue la estrecha escalera, donde visualizamos un trozo de viga de madera, pinturas en un arco y las separaciones señaladas antes, ahora desde arriba.
Antes por esos lugares había habitaciones, donde Manolo Soriano padre, tenía un palomar (era un experto colombófilo o palomero), y creo que Manolo Soriano hijo, tuvo su banco de platero en sus comienzos. Una ancha escalera nos llevaba al cuerpo de campanas, que ahora es un funcional acceso por donde discurren todos los servicios eléctricos. Accedemos por el lado sur al pasillo donde está situado el campanario. "Campanero dime, / dime campanero / dime por favor: / ¿Cuál de tus doce campanas, / dime, campanero, repica mejor?..." Doce campanas, cada una con su nombre y apellidos, que Ramón Medina en su villancico señalaba y que mi madre cantaba maravillosamente (a lo mejor no era tanto, pero para nosotros así nos parecía).
Edificio antiguo del Monte de inPiedad en Medina y Corella
Placa citada en el texto de los daños
Una señora caída
He de señalar que a pesar de mi bloqueo cardiaco, la frecuencia, después de la subida no superó las 90 ppm. Un frío considerable corría por esos pasillos, y se me venía a la memoria la imagen de los repiques, con toda la familia de campaneros colaborando manualmente y el esfuerzo que ello significaba. Es verdad que la inercia hacía bastante, pero no lo es menos que había que arrancar el sistema a pulmón. Fotografías desde todos los ángulos de una Córdoba cambiada, moderna, y la primera mirada para mi casa y las azoteas conocidas, con una visión de antaño. Una comparación de mi infancia con el tiempo actual, Ya quedan pocos vecinos de ese tiempo, teniendo en cuenta que que el longevo Manolo Moyano, entregó los trastos hace un par de años, con casi cien, si no los pasó. Creo que ahora el vecino más antiguo es actualmente mi primo Paco, con 85.
En ese pasillo había personal turista visitante, ninguno paisano, todos extranjeros. Las fotografías con público son complicadas, por lo que seguí subiendo hasta el pasillo de separación del cuerpo del reloj y campanillo. Por la ventana sur decidí un día bajarme al pasillo inferior, como si fuera el niño- mosca. El sacristán mayor, Juanín, marido de mi madrina me vió y las voces, que me dedicó, me hicieron correr para abajo. Las condiciones de seguridad son ahora, a mi modo de ver, óptimas; una reja impide acercarse al borde. Nuevamente desde ahí volvía a ver mi antigua casa, la que me vio nacer hace ya… algunos años y a reactivarse recuerdos. Más fotografías desde todos los ángulos. La doble escalera con arcos metálicos y baranda que nos subía al cuerpo de las campanas del reloj y de la matraca no se puede usar. Desde abajo se puede ver que ha desaparecido la escalera de caracol que nos llevaba al campanillo y ha sido sustituida por dos o tres tramos de escalera metálica.
El campanillo, donde estaba la esquila, último lugar de la subida era el sitio más tranquilo de la torre, poca gente subía hasta allí y el espacio arriba era reducido, la terminación de la escalera de caracol presentaba un espacio circular, con un poyete y los cuatro balcones. Allí no podían concentrarse muchas personas por lo estrecho del lugar. Te podías sentar en el poyete y poco más. No recuerdo si la campana pequeña, la esquila, estaba entonces, ni sé -creo que sí-, está ahora. Siempre que subía allí se iban mis recuerdos para Soriano el abuelo campanero, posiblemente el albañil de la botella, y “Zapatones” -un vecino apellidado Luque-, que dicen que le ayudó, cuando cambiaron la bombilla del halo de San Rafael. Lo del campanero es cierto, lo de “Zapatones” siempre lo he dudado, no que le ayudara, sino que saliera también al exterior.
Y esta similar a una de Albert Khan
Abajo el Arco de Bendiciones
Al fondo en el horizonte Torreárboles en el norte
Hacía aire frío y decidí bajar, había guardado el pañuelo del cuello y lo estaba echando de menos. Abandoné la zona superior y recordé que, cuando tenemos en la infancia ese periodo en el que los niños llevan a cabo actividades autoexploratorias de contenido sexual, cualquier lugar es bueno para su práctica, siempre fuera de miradas indiscretas, por lo que el campanario de la torre, lugar apartado, fue lugar en el que algunos ejercitaron alguna vez esa práctica en solitario. Aún no había empezado en estos la espermatogénesis en sus gónadas, ya que esto sucede regularmente a partir de los 11 años, porque eran más jóvenes, pero bueno hay que aprender, aunque te quedaras "ciego" como decían los curas.
Desde el pasillo debajo de la matraca al este
La misma anterior con una ligera variante
Campana actual donde estaba la matraca y una parábola cuadrada
Escaleras abajo, nuevamente cuerpo de campanas, overbooking en el mismo, placa que no puede leer, pero está más adelante en la reseña de Luis M. Ramírez de las Casas Deza y bajada sin contemplaciones. La batería de la cámara se acabó y quería cambiarla, cosa que hice ya abajo sentado en los escalones de la puerta del Perdón, en el lateral que permite echar la espalda en la pared. Vuelta a pensar en todas las personas desaparecidas, algunas en edad temprana, otras en la estadística, como es más natural. En los modos de vida de antaño y sobre todo en los niños que frecuentaban ese Patio de los Naranjos, jardín de la infancia para algunos, con guardia municipal, cenando en la Puerta de Bendiciones, en una de las pilas de agua bendita y vejete asesino regador de los naranjos. Pincho en los alcorques, bolas entre las piedras, y trompo en las galerías.
Desde aquí salté al pasillo inferior con nueve años
Otra vez la ventana del salto, campana y escalera
Campanas de los cuartos y horas - Escalera cuarto reloj
En el libro “Descripción de la Iglesia Catedral de Córdoba”, Pags. 174 a 179, notas 273 a 281, de Luis María Ramírez de las Casas Deza, el autor describe la Torre de esta manera: “273. Al lado de la puerta del Perdón estaba situado el alminar ó saumah de los árabes, como, ya dijimos, el cual debió de servir de torre del templo cristiano hasta que en su mismo lugar se trató de construir otra, por lo que sobre él es de creer estuviese colocada la imagen de San Rafael que con motivo de la peste de 1278 mandó poner allí el Obispo Don Pascual.
Dió trazas para elevar la nueva torre. el arquitecto Hernán Ruiz que murió en 1547, determinando demoler el alminar hasta no dejarle mas que 103 pies y pira y aumentando exteriormente su grueso. Llevo Hernán Ruiz muy adelante la obra, pero no pudo concluirla y se hubo de suspender cubriendo la torre con un chapitel de madera ochavado, de figura piramidal y forrado de ojalata, sobre el que había unas gruesas bolas de cobre de las que salía la veleta. Mas habiendo sido derrocado este chapitel y
la torre tan maltratada por el terrible huracan y terremoto del 21 de Setiembre de 1589 que amenazaba ruina, acordó el cabildo repararla en 4 de Marzo de 1593, conforme á la muestra y traza del maestro mayor. Hernán Ruiz, nieto según se cree del que dirigió la obra de la capilla mayor y con aprobacion de Asensio de Maeda, maestro mayor de la iglesia de Sevilla. Se comenzó á demoler la torre antigua el dia de San Andrés de 1593 desde la mitad, y Jueves 4 de Febrero de 1599 se subió la primera campana, aun sin haber hecho el cuerpo destinado para colocar el relox, y la obra se suspendió en este estado por entonces para acudir á la obra de la capilla mayor. Continuóse despues; pero creemos que no se terminó la obra hasta muy entrado el siglo XVII.
274. La fábrica de esta torre es de sillares de piedra franca á ecepcion del zócalo en que asienta que es de jaspe azul. Su planta es cuadrada y tiene de ancho por cada frente de su parte inferior 42 pies: su altura es de 332. Consta de cinco cuerpos: el primero está adornado de pilastras embebidas y los entrepaños con los escudos del Obispo Don Antonio Valdés, y de la iglesia, en la parte in¬terior ó del atrio, y en la esterior ó de la calle con este último y el del Obispo Don Francisco de Alarcon, unos y otros colocados en arcos adintelados.
275. Sobre este cuerpo corre una cornisa con modillones y una buena balaustrada de la misma piedra que la torre con suficiente anchura para que se pueda andar cómodamente al rededor, Adornan los ángulos de este cuerpo cuatro pilastras octágonas, piramidales, que terminan en una bola. Desde los pedestales de la balaustrada, que son tres por cada frente, arrancan arbotantes que terminan, en los pedestales de otra balaustrada superior embebida. Los arbotantes están adornarlos ele pequeñas pilastras semejantes á las grandes.
276. El tercer cuerpo tiene balaustrada que lo rodea por la parte esterior; pero sin vuelo alguno, y en cada frente tres arcos: el del centro de medio punto y los laterales adintelados con ojos de buey sobre ellos, en los cuales están colocadas doce campanas que son: 277. La llamada de Sta. María que nombran ordinariamente la gorda. Tiene en los hombros una letra que dice: Jesus Maria. Vox mea sonat mentem sanctam, spontaneam, honorem deo et patri liberationum. En el talle tiene en un lado una efigie de San Ildefonso, y en otro tan escudo de armas del Obispo Don Alonso Manrique. En la falda se lee lo siguiente:
“El ilustre y muy magnifico Sr. Don Alonso Manrique, Obispo de Córdoba, Capellan mayor de la Reyna Doña Juana y del Rey Don Carlos su hijo, nuestros Señores, mandó facer esta campana año de 1347, siendo Obrero Juan Lopez del Rio. “Se dice comunmente que esta campana pesa 400 arrobas. Siguense la llamada de San Rafael que fué hecha en 1807: la de San Miguel que lo fue en 1814: la del Santisimo Sacramento, que es grande y fue hecha en 1765: la de Santa Victoria en 1769, la de Ntra. Sra. de la Concepcion en 1765: la de San Zoilo que es grande en 1762; la de San Antonio en 1669:la de San Acisclo en 1802: la de Santa Barbara, que es llamada del alba y de las grandes en 1694: Santa Maria de la Paz en 1644; y finalmente la de San Pedro en 1762.
278. En este cuerpo se encuentra una lápida de jaspe encarnado en que se lee la siguiente inscripcion: ”Es la torre célebre por su preciosa arquitectura estuvo para arruinarse con los estremecimientos y vaivenes del gran terremoto padecido en esta Ciudad á alas diez del dia primero de Noviembre de 1755, y habiendo quedado toda ella muy quebrantada, abiertas sus principales claves y sin muchos de sus adornos, que se desplomaron, se emprendió y siguió su reedificacion con cuanto acierto, felicidad y firmeza cabe en el arte, y se y se acabó el dia de la Aasuncion de Maria Santisima, tilular de esta Santa Iglesia á 15 de Agosto de 1763, siendo dignisimo Obispo de ella el Ilustrisimo Sr. D. Martin de Barcia, su Dean el Sr. Dr. Don Francisco Javier Fernandez de Córdoba, su Obrero mayor el Sr. Dr. D. Pedro de Cabrera y Cárdenas, Canónigo. Empezó y concluyó esta obra el maestro primero de albañileria de la fábrica Luis de Aguilar.”
279. El cuarto cuerpo, que disminuye algun tanto de planta, tiene su correspondiente balaustrada, y en cada ángulo un arbotante adornado de pilastras. En cada uno de sus frentes se vé un arco á regla figurado y en su medio otro de medio punto con balaustrada que ocupa su ancho: sobre la cornisa tiene cada lado un fronton triangular. 280. En este cuerpo está colocado el relox y sus dos campanas. Fue éste construido por Manuel Garcia Pinto en 1747 siendo Obispo el Ilmo. Sr. Don Miguel Vicente Cebrian y Agustin y Obrero el Dr. Don Juan Goyeneche, Canónigo Penitenciario, como se lee en una inscripción que tiene su máquina; y lo compuso y limpió la última vez en 1834 Don José Diaz. La campana que dá la hora tiene esta inscripción: “Año de MCCCCXCV años se fizo esta campana siendo Obispo Don Iñigo Manrique”. La de los cuartos dice en los hombros: “Por mandato del Sr. Dean y Cabildo de la Santa Iglesia, siendo Obrero y Canónigo el Sr. Dr. Diego López de Fromesta".
Cruz fachada oestes "zaguán"
281. El quinto cuerpo es redondo con balaustrada, de cuyos pedestales salen ocho pequeños arbotantes pareados que terminan en el cornisamiento, entre los cuale hay cuatro arquitos adintelados. En uno de estos está colocada la esquila, en cuyos hombros se lee: “Ave Maria gratia plena. 1605”, y en la falda, “Soror mea, sponsa, hortus conclusus” y sobre la cúpula se eleva la imagen dorada de San Rafael que tiene en la mano un bordon del que sale una bandera pequeña que sirve de veleta, en que están estas letras “Medicina dei”, y en el pecho una lámina de bronce con esta inscripción:
“En 24 de mayo de 1664 años, reinando en España Felipe III, y siendo Obispo de Córdoba el Ilmo. Sr. Don Francisco de Marcon, y Obrero mayor D. Marcos Antonio de Amaya, Canónigo de esta Santa Iglesia, se colocó aquí San Rafael, y se reparó esta torre por Gaspar de la Peña, Arquitecto de S.M.””
NOTA: Los textos entrecomillados están transcritos con la misma ortografía del Libro.
Fotografías del autor y de Internet (autores desconocidos)
Bibliografía del Libro “Descripción de la Iglesia Catedral de Córdoba”, Pags. 174 a 179, notas 273 a 281, de Luis María Ramírez de las Casas Deza,
Aquí se ven las campanas de las horas y la escalera actual al campanillo
Al fondo San Jerónimo y Medina Azahara
Ermitas, Aduana y Los Morales al fondo
Torreárboles en el horizonte lejano
Desde el pasillo mirando al norte
Balaustrada y campana cuarto reloj
la torre tan maltratada por el terrible huracan y terremoto del 21 de Setiembre de 1589 que amenazaba ruina, acordó el cabildo repararla en 4 de Marzo de 1593, conforme á la muestra y traza del maestro mayor. Hernán Ruiz, nieto según se cree del que dirigió la obra de la capilla mayor y con aprobacion de Asensio de Maeda, maestro mayor de la iglesia de Sevilla. Se comenzó á demoler la torre antigua el dia de San Andrés de 1593 desde la mitad, y Jueves 4 de Febrero de 1599 se subió la primera campana, aun sin haber hecho el cuerpo destinado para colocar el relox, y la obra se suspendió en este estado por entonces para acudir á la obra de la capilla mayor. Continuóse despues; pero creemos que no se terminó la obra hasta muy entrado el siglo XVII.
Escaleras abajo, es como subir o bajar de un doceavo piso
Escalera y ventana sur escalera
274. La fábrica de esta torre es de sillares de piedra franca á ecepcion del zócalo en que asienta que es de jaspe azul. Su planta es cuadrada y tiene de ancho por cada frente de su parte inferior 42 pies: su altura es de 332. Consta de cinco cuerpos: el primero está adornado de pilastras embebidas y los entrepaños con los escudos del Obispo Don Antonio Valdés, y de la iglesia, en la parte in¬terior ó del atrio, y en la esterior ó de la calle con este último y el del Obispo Don Francisco de Alarcon, unos y otros colocados en arcos adintelados.
Escalera y separación minarete y torre
Mas tramos de escalera
275. Sobre este cuerpo corre una cornisa con modillones y una buena balaustrada de la misma piedra que la torre con suficiente anchura para que se pueda andar cómodamente al rededor, Adornan los ángulos de este cuerpo cuatro pilastras octágonas, piramidales, que terminan en una bola. Desde los pedestales de la balaustrada, que son tres por cada frente, arrancan arbotantes que terminan, en los pedestales de otra balaustrada superior embebida. Los arbotantes están adornarlos ele pequeñas pilastras semejantes á las grandes.
Una viga
Decoración escalera
276. El tercer cuerpo tiene balaustrada que lo rodea por la parte esterior; pero sin vuelo alguno, y en cada frente tres arcos: el del centro de medio punto y los laterales adintelados con ojos de buey sobre ellos, en los cuales están colocadas doce campanas que son: 277. La llamada de Sta. María que nombran ordinariamente la gorda. Tiene en los hombros una letra que dice: Jesus Maria. Vox mea sonat mentem sanctam, spontaneam, honorem deo et patri liberationum. En el talle tiene en un lado una efigie de San Ildefonso, y en otro tan escudo de armas del Obispo Don Alonso Manrique. En la falda se lee lo siguiente:
Muro
Azotea actual
“El ilustre y muy magnifico Sr. Don Alonso Manrique, Obispo de Córdoba, Capellan mayor de la Reyna Doña Juana y del Rey Don Carlos su hijo, nuestros Señores, mandó facer esta campana año de 1347, siendo Obrero Juan Lopez del Rio. “Se dice comunmente que esta campana pesa 400 arrobas. Siguense la llamada de San Rafael que fué hecha en 1807: la de San Miguel que lo fue en 1814: la del Santisimo Sacramento, que es grande y fue hecha en 1765: la de Santa Victoria en 1769, la de Ntra. Sra. de la Concepcion en 1765: la de San Zoilo que es grande en 1762; la de San Antonio en 1669:la de San Acisclo en 1802: la de Santa Barbara, que es llamada del alba y de las grandes en 1694: Santa Maria de la Paz en 1644; y finalmente la de San Pedro en 1762.
Pasillo cúpula y escalera abajo balconcillo
278. En este cuerpo se encuentra una lápida de jaspe encarnado en que se lee la siguiente inscripcion: ”Es la torre célebre por su preciosa arquitectura estuvo para arruinarse con los estremecimientos y vaivenes del gran terremoto padecido en esta Ciudad á alas diez del dia primero de Noviembre de 1755, y habiendo quedado toda ella muy quebrantada, abiertas sus principales claves y sin muchos de sus adornos, que se desplomaron, se emprendió y siguió su reedificacion con cuanto acierto, felicidad y firmeza cabe en el arte, y se y se acabó el dia de la Aasuncion de Maria Santisima, tilular de esta Santa Iglesia á 15 de Agosto de 1763, siendo dignisimo Obispo de ella el Ilustrisimo Sr. D. Martin de Barcia, su Dean el Sr. Dr. Don Francisco Javier Fernandez de Córdoba, su Obrero mayor el Sr. Dr. D. Pedro de Cabrera y Cárdenas, Canónigo. Empezó y concluyó esta obra el maestro primero de albañileria de la fábrica Luis de Aguilar.”
Cúpula Puerta del Perdón
279. El cuarto cuerpo, que disminuye algun tanto de planta, tiene su correspondiente balaustrada, y en cada ángulo un arbotante adornado de pilastras. En cada uno de sus frentes se vé un arco á regla figurado y en su medio otro de medio punto con balaustrada que ocupa su ancho: sobre la cornisa tiene cada lado un fronton triangular. 280. En este cuerpo está colocado el relox y sus dos campanas. Fue éste construido por Manuel Garcia Pinto en 1747 siendo Obispo el Ilmo. Sr. Don Miguel Vicente Cebrian y Agustin y Obrero el Dr. Don Juan Goyeneche, Canónigo Penitenciario, como se lee en una inscripción que tiene su máquina; y lo compuso y limpió la última vez en 1834 Don José Diaz. La campana que dá la hora tiene esta inscripción: “Año de MCCCCXCV años se fizo esta campana siendo Obispo Don Iñigo Manrique”. La de los cuartos dice en los hombros: “Por mandato del Sr. Dean y Cabildo de la Santa Iglesia, siendo Obrero y Canónigo el Sr. Dr. Diego López de Fromesta".
Puerta del Perdón
Cruz fachada oestes "zaguán"
281. El quinto cuerpo es redondo con balaustrada, de cuyos pedestales salen ocho pequeños arbotantes pareados que terminan en el cornisamiento, entre los cuale hay cuatro arquitos adintelados. En uno de estos está colocada la esquila, en cuyos hombros se lee: “Ave Maria gratia plena. 1605”, y en la falda, “Soror mea, sponsa, hortus conclusus” y sobre la cúpula se eleva la imagen dorada de San Rafael que tiene en la mano un bordon del que sale una bandera pequeña que sirve de veleta, en que están estas letras “Medicina dei”, y en el pecho una lámina de bronce con esta inscripción:
Postiguillo interior
Galería norte
“En 24 de mayo de 1664 años, reinando en España Felipe III, y siendo Obispo de Córdoba el Ilmo. Sr. Don Francisco de Marcon, y Obrero mayor D. Marcos Antonio de Amaya, Canónigo de esta Santa Iglesia, se colocó aquí San Rafael, y se reparó esta torre por Gaspar de la Peña, Arquitecto de S.M.””
NOTA: Los textos entrecomillados están transcritos con la misma ortografía del Libro.
Fotografías del autor y de Internet (autores desconocidos)
Bibliografía del Libro “Descripción de la Iglesia Catedral de Córdoba”, Pags. 174 a 179, notas 273 a 281, de Luis María Ramírez de las Casas Deza,
Hola... No se si conoce este famoso video de un integrante de los Beatles (Paul Mcartney) y su ayudante en visita a Córdoba en el año 1966... Salen algunos niños jugando en el Patio de los Naranjos. Si los conoce, seguro que le agradará ver el video....
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=7da43nT5xno&t=112s
Saludos
Se me ha olvidado señalar la casilla de seguimiento de comentarios...
ResponderEliminarMaruga muchas gracias por el vídeo, lo había visto pero no lo tenía en el archivo. Y no conozco a ninguno de esos niños, yo viví en ese barrio de la Judería desde el 47 al 68, la fecha del vídeo es el 1966. Un abrazo.
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