Altar de San Gregorio
Hay que reconocer que cuando visitamos la Mezquita, y yo lo hago mucho, no se puede soslayar de ninguna manera la Catedral, sería absurdo no ver la historia, otra cosa son los hechos criticables, algunos sin remedio, como su construcción, o las inmatriculaciones al amparo de ilegalidades y favores de la derecha de este país, y el mirar para otro lado por la pseudo izquierda, esos que pudieron evitarlo y no lo hicieron y que a su jefe parece ser le llamaban “cariñosamente”, en Venezuela, “El hombre del maletín”, cuando visitaba la casa del potentado Cisneros. Pero de esto no va el asunto, aunque lamentablemente siempre deriva por estos derroteros, porque quien pudo ser justo fue injusto y la ambición personal o partidaria impidió hacer la justicia adecuada. Con su pan se lo coma y la historia dará buena cuenta de él y sus colegas. Al tiempo.
Muro norte de la Catedral Gótica primitiva
Pero a pesar de los hechos criticables, yo particularmente pienso que, la Catedral es una obra inconmensurable, magnifica, hermosa sin lugar a dudas, y lo de las inmatriculaciones son accidentes de ese egoísmo personal de quienes pregonan otra cosa, a la hora de darse golpes de pecho. Por otro lado, pienso también o dudo, de ¿qué hubiera pasado si este monumento único, la Mezquita, no lo hubiera gestionado la Iglesia? Eso está desde luego por ver. A pesar de los pesares y de considerar el tema de la propiedad, conseguida torticeramente, con leyes anticonstitucionales y favores de amiguetes, estimar que el uso está meridianamente claro, y no se tiene que flagelar nadie por eso, lo que no dudo en absoluto, es el carácter público que tiene que tener el monumento.
Muro sur de la Catedral gótica primitiva
Al grano. La construcción de la primera catedral gótica dentro de la Mezquita, se proyectó en el momento que el conquistador se adueñó de la ciudad y repartió entre su gente. En ese momento no hizo falta inmatriculación ni falsos notarios, en ese momento se expoliaron todas las propiedades de los vencidos conquistados. Igual que hacen todos y lo hicieron antes unos cuantos siglos los árabes. La vida es así. Pues bien, alrededor de la nueva Catedral de Santa María, se construyeron capillas y altares, para enterrar, en la mayoría de los casos, a los conquistadores en un lugar que a ellos les parecía estar más cerca de su cielo, o que los dirigentes eclesiales les recomendaban. Como tenían poder y dinero creían que así podían seguir llevando una vida igual en el cielo prometido, que en la tierra.
Plano de situación del altar de San Gregorio (Lourdes Morales Farfán)
Hay unos excelentes trabajos sobre la Mezquita y la Catedral, que normalmente consulto cuando lo necesito: El libro “Mezquita Catedral de Córdoba”, de Miguel Salcedo; “La Catedral de Córdoba”, de Nieto Cumplido; artículos publicados en la web de la Diócesis y firmados por Jesús Daniel Alonso; la “Coriografía” de Luis María Ramírez de las Casas Deza; “Paseos por Córdoba” de Ramírez de Arellano y una página que se llama “Una Ventana desde Madrid”, de la periodista Lourdes Morales Farfán o las páginas Arteencordoba.com, o Atauriquevisitasguiadas.es y muchas otras que harían larga la lista. Como puede verse hay para todos los gustos y estilos, donde buscar y mirar.
Bajo relieve de San Gregorio
Ahora cargados de chauvinismo localista, ese sentimiento que provoca el acrecentar de un falso orgullo local, acrítico con la linde muy próxima a la mitomanía y la paranoia. Que pregona que todo lo nuestro es mejor, y que denota en el fondo una inferioridad o el sentir que somos inferiores, por lo que es un mecanismo de autodefensa. Vamos, sirve para alimentar el absurdo de los records Ginness. Tenemos la calle más estrecha del mundo (la de Los Rincones de Oro o el Pañuelo, el flamenquín más largo, el pastel cordobés más grande, o la portada de feria más descomunal…y más cara), buscando la equivalencia o comparación con otras ciudades. Cuestión que no es verdad, pues calles estrechas las hay en todos sitios, en Toledo, en Sevilla las vi el pasado fin de semana, o incluso en la barriada antigua del Zumbacón aquí.
Altar de San Gregorio en su emplazamiento muro Qibla
En este caso es la capilla o altar, más pequeño de la Mezquita. He visto varios, pero concretamente atendiendo a la demanda de tamaño, son dos los que me parecen se llevan la palma. El primero es uno desaparecido del que sólo queda una lápida de enterramiento, en el lugar que estaba, y que es en un contrafuerte del coro, en el lado norte, que se llamó De Todos los Santos, y el de San Gregorio, en un entredós de los muros de la primitiva catedral, concretamente en el lateral norte, segunda columna desde el muro oeste, nave 18. Allí está el altar de San Gregorio en lo que fue el muro de Qibla, de la 1ª ampliación de Abderramán II. El otro, el de Todos los Santos, en el contrafuerte más al este, de los tres que sostienen el crucero norte, en su cara oeste.
Restos Altar de Todos los Santos, contrafuerte del crucero
ALTAR DE SAN GREGORIO
La lápida vertical, en el ancho que permiten las dos columnas, dice:
“Sepultura de / Alvar Alfonso / de Astorga ca / nonigo en las e / glesyas de Cor / dova e Astorg / a indigno sace / rdote criado / e fechura de do / n Sancho de / Roias de buen / a memoria / obispo de Co / rdova que Di / os por su mi / sericordia pe / rdone xtian / nos rogad / por mi a Dios en / quien sienpre / yo creo e crei”.
Como podemos comprobar su promotor fue el mencionado canónigo D. Alvar Alfonso de Astorga. Arriba un bajo relieve con San Gregorio diciendo su misa, en un cuadrado que tuvo una inscripción pero que está borrada y los escudos familiares al pie.
Plano de situación Altar de Todos los Santos (Lourdes Morales Farfán)
Luego, allá por 1508, en un 12 de septiembre, se cita, en el testamento de otro canónigo, sobrino del primero D. Juan Alfonso Segura de Astorga (apellido de nobles y sustanciosas mantecadas), que pidió ser enterrado junto a su tío “debaxo del arco donde agora está la imagen de la Piedad y figura el bienaventurado sant Gregorio e los tres Reyes Magos”, no estoy muy seguro yo de que se refiera al lugar actual del altar desde luego. El cuadro superior de la lápida citada, representa una tradición que se refiere a que cuando San Gregorio I el Magno (590-604), oficiaba una misa en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén, en la ciudad de Roma, uno de los asistentes manifestó la duda de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Como consecuencia de eso Cristo se apareció al papa rodeado de los elementos de la Pasión y mostrando los estigmas sangrantes.
Vista de la lápida que queda del altar de Todos los Santos
Fue este un asunto en aquellos siglos XV y XVI, muy viral, como se dice ahora, tiempos de dudas y herejías contra la fe, respondiendo así la oficialidad a los católicos que discutían las palabras de Jesús, y las normas instituidas en los Evangelios Sinópticos. El cuadro superior representa la figura desnuda de Jesucristo, tocando con su mano derecha su propio costado. San Gregorio celebra la misa y tiene en su mano la forma. Encima del ara están el cáliz y un libro. Al fondo los símbolos; escalera, azotes, clavos y martillo. En el lado izquierdo según el espectador un barbado santo, con una cruz aspada en la mano, por lo que pudiera representar a San Andrés. Delante de éste una pequeña figura que, representa o parece representar al titular, Don Alvar Alfonso de Astorga. Tiene el número 74 de la relación.
Detalle de la lápida azulejo del altar de Todos los Santos
ALTAR DE TODOS LOS SANTOS
De este altar sólo quedan los azulejos en la pared del contrafuerte del crucero, que dice:
“Sepoltura de don Anton San / ches arcediano de Cordoba b / achiller en Decretos que Dyos / aya ano de CCCCLV anos post salutem.”
Antón Sánchez Serrano es el titular de la tumba que nos ocupa. En la relación de capillas y altares de 1454 es citado y se comenta que se celebraba en él una capellanía por Don Marcos, otro canónigo. La capellanía según la Wikipedia es “institución hecha con autoridad de Juez Ordinario y fundación de rentas competente con obligación de Misas y algunas con asistencia a la Horas Canónicas. Las hay colativas, perpetuas y otras ad nutum amovibles". En función de este dato se puede precisar aproximadamente la fecha de la fundación de este altar, pues Don Marcos falleció en 1275, y su creación no estaría lejos en el tiempo. El altar desapareció de este lugar con la construcción en el siglo XVI del nuevo crucero. Este puede ser el más pequeño para chovinizar sobre el asunto. Tiene el número 86 de la relación.
Fotografías del autor
Bibliografía de “La Catedral de Córdoba” de Nieto Cumplido, artículo de la web de la Diócesis, firmado por Jesús Daniel Alonso; Plano y datos de Una Ventana desde Madrid, de Lourdes Morales Farfán y Wikipedia.
No hay comentarios :
Publicar un comentario