Repasando una serie de fotografías antiguas, del verano de 1914, que los equipos de Albert Kahn hicieron en Córdoba, me encontré una de la Plaza del Potro que difiere muy poco de la actualidad, salvo que tiene una serie de peculiaridades llamativas. A saber: en la fotografía de Albert Kahn, no está el triunfo de Verdiguier, aunque la estructura de las casas de su lado oeste que se ve perfectamente, si la comparamos con una foto actual, ha cambiado muy poco, casi nada, quizás las rehabilitaciones de las mismas, la desaparición de una ventana de la Posada y el pavimento de canto rodado de la plaza.
Fotografía actual (de GoolZoom)
Ese Triunfo de Verdiguier, se trasladó allí unos años después, concretamente en 1924, desde la Plaza del Ángel donde estaba desde el 2 de mayo de 1768, 156 años llevaba en esa plaza de la fachada principal de San Hipólito, cuando a petición de Enrique Romero de Torres se llevó al Potro. Antes se habían propuesto varias ubicaciones; G. Capitán, Estación -no estaba aún el procedente de la cárcel del Alcázar-, jardines de la Agricultura, o incluso la del centro de los jardines de la Merced, a propuesta de Carlos Ramírez de Arellano, Alcalde de Córdoba en los años 1841 a 1858, y de 1861 a 1862, hermano del autor de los "Paseos por Córdoba".
Otra de Albert Kahn (1914) de la fuente y las vecinas cogiendo agua con las cañas
No se divisa bien el fondo de la plaza hacia la calle Lucano, y se estima que por las fechas ya estaba abierta la nueva calle, después de haber derribado las casas números, 38, 40 y 42. Calle que se dedicó años después a Enrique Romero de Torres. Las dos primeras casas configuraban, la que era la Posada de la Madera y eran propiedad de Enrique Ramírez de Saavedra, el vigente Duque de Rivas, que no hizo nada ante los requerimientos municipales. Como siempre, la nobleza que era la dueña de la mayoría de las fincas urbanas, procedentes del antiguo reparto fernandino, hacía de su capa un sayo, y seguro que no tenía esta parte de la misma los agarres necesarios. Pero algo habría, porque pesar de ello se culminó el expediente de demolición en 1891. El nuevo impulso de las acciones se publicó en el Diario Córdoba de 28 de julio de 1860:
Otra de Albert Kahn (1914), de la fuente y fachada del Hospital de la Caridad tapiada
"Llamamos la atención de la Autoridad local hacia el expediente instruido hace ocho años para el derribo de la Posada de la Madera, cuyo estado ruinoso continúa siendo una amenaza para los transeúntes y una ofensa al ornato. Creemos que debería procederse sin más dilaciones a su derribo y ampliación de la plazuela del Potro hasta la Ribera. La mejora es de tal importancia que bien merece la pena de que se haga un esfuerzo para obtenerla". Dice la denuncia que ya llevaba instruido el expediente ocho años, lo que nos lleva al 1852. Se activa el expediente 32 años después, en 1884, y siete más, el 22 de julio de 1891 se acordó su demolición. También el derribo de la ruinosa nº 42. Se alinean las calles adyacentes y el Corralón de la Ribera lugar que subsiste, que tenía un enorme pilar con fuente.
Plano de la apertura de la calle del Potro a la Ribera,
publicado en "Córdoba en el siglo XIX" de Cristina Martín
Eso sí, el consistorio actuó obligado por la Junta de Salubridad del distrito que decía en su informe que está archivado en el AMC: "... Las cuadras por su escasa ventilación y la carencia de depósitos para materiales fecales, constituyen un verdadero foco de infección que hace temer que por consecuencia de su atmósfera viciada que se aspira en el citado edificio, sea causa de que se altere la salud del vecindario. Esto unido a que la finca linda por sus espaldas con el terreno llamado corralón de la Ribera que por las inmundicias en él depositadas lo colocan en un estado peligroso para aquellos vecinos..." (de "Córdoba en el siglo XIX" de Cristina Martín). Me imagino que la la denuncia de la Junta de Salubridad, se referiría a cuando la Posada de la Madera estaba activa.
Calle Enrique Romero de Torres actual
Curiosidad de esa calle, losa con el juego de tres en raya. Seguramente
la losa procede del teatro romano, pero está cada vez más deteriorada
Treinta y nueve años para derribar la casa en ruinas a un "noble". Mientras que conozco un caso en la calle Mucho Trigo que, iniciado el procedimiento por la denuncia de un vecino que la quería comprar barata, examinando la casa los técnicos desde la azotea de una casa adyacente, con tres presupuestos trucados (simulaban ser de empresas distintas) por la misma empresa que la derribó, la declararon en ruinas, cuando lo que estaba en ruinas era el tejadillo de unas pilas al lado del pozo, estando el resto perfectamente habitable. Y más irregularidades, como la de que conociendo, sin ninguna duda, al propietario administrativamente, porque pagaba el IBI de la finca, y no era un desconocido, en menos de un año se le derribó la casa, no habiéndole comunicado nada al mismo oficialmente, siendo solamente publicado en el tablón.
Quedándose la empresa del derribo con todos los materiales aprovechables que había, como tejas, ladrillos, pilas talladas en piedra, cantos rodados de los patios y otro material, e incluso el portón de la calle que era de doble hoja de madera noble. Eso sí, a la hora de buscar quien pagaba en ejecutiva el millón seiscientas mil pesetas, por donde iba el costo del derribo, el triple de lo normal, que ya de por sí era abusivo, si apuntaron a un familiar de los ocho que eran herederos, que no eran desde luego nobles. Todo esto lo sé de buena tinta, porque el dinero del abuso administrativo, por ser benévolo en su definición, salió de nuestro peculio familiar.
Postal de Ed. AISA nº 235 de la Plaza del Potro cuando se circulaba por ella.
En esta de 1915 si se ve la calle abierta a la Ribera
En esta de 1915 si se ve la calle abierta a la Ribera
Quedándose la empresa del derribo con todos los materiales aprovechables que había, como tejas, ladrillos, pilas talladas en piedra, cantos rodados de los patios y otro material, e incluso el portón de la calle que era de doble hoja de madera noble. Eso sí, a la hora de buscar quien pagaba en ejecutiva el millón seiscientas mil pesetas, por donde iba el costo del derribo, el triple de lo normal, que ya de por sí era abusivo, si apuntaron a un familiar de los ocho que eran herederos, que no eran desde luego nobles. Todo esto lo sé de buena tinta, porque el dinero del abuso administrativo, por ser benévolo en su definición, salió de nuestro peculio familiar.
D. Teodomiro Ramírez de Arellano nos dice del Potro, que la calle Lucano, que se dedicó al poeta se llamó antes de los Cordoneros, por los fabricantes de cordones, de los Mesones, por el de la Herradura, Espada y Madera que había ne la zona. El primero ha durado a nuestros días y ahora es un parking, El de la Espada, en la casa número 28, tenía una antigua colgada. La Posada de la Herradura, casa número 14, tenía varios herrajes en una madera en la puerta, (Antes de final del siglo XVI, se llamó Mesón de la Paja. Hay datos de arrendamiento por el 1317 al Cabildo). Dice también que esta última "fue incendiada por los facciosos cuando la venida de Gómez, y quemados por sus llamas dos nacionales allí refugiados," Que al lado de la Posada de la Madera, hubo en la pared colgado un cuadro de Antonio del Castillo, que representaba una Concepción, de paradero desconocido cuando escribió sus "Paseos", y que le dijeron los Escribanos haberlo costeado ellos.
Entrada de la Posada de la Herradura por Lucano, un soldado y su novia.
La fotografía, según Antonio Moreno, es un fotograma de la película "La Carmen" de Julio Diamante de 1976.
Todo este lugar era conocido por el nombre del Potro, que se extendía a las calles de Lineros, Plazuela de San Nicolás de la Axerquía, Badanas y de la Curtiduría que era la Ribera, por la muchas empresas de curtidos que había. La venta de ganado era la principal actividad, junto con los mesones y la Mancebía. La principal arteria de la ciudad desde la meseta castellana hacía el sur, para salir de la ciudad por el único puente que tuvo en dos mil años. Era la ruta del buen yantar, con los mesones; la del gozo de otros menesteres, con la Mancebía; y luego a buscar el perdón al final, en la Santa María, a sabiendas que la Iglesia Católica perdona todo, eso sí, si se contribuía a su mantenimiento.
Restos romanos del interior de la antigua Posada de la Herradura
Cita también que, el tamaño original de la plaza, fue mermado por la construcción del Hospital de la Caridad y otras fincas para rellenar los espacios. Que ésta plaza ha sido mencionada por muchos autores, entre ellos Miguel de Cervantes. La dibuja como "...una plazuela entrelarga a la que afluyen las calles de Lineros, Lucano, Sillería y una travesía que la comunica con la de San Francisco. En uno de sus extremos tiene una fuente que hasta 1847 estuvo en el lado opuesto, construyéronla de primera vez en 1577, y la coronaron con un potro que con las manos levantadas sostiene el escudo o armas de Córdoba." . La fuente, elemento arquitectónico que le da nombre, se construye en 1577, y se coloca donde está ahora el triunfo, en 1847 se traslada al lugar actual.
Pilar del Potro, en lo que llaman el Corralón de la Ribera
Vemos también en la fotografía, que el pavimento de la plaza es de canto rodado y estaba en muy mal estado, por lo que las losas actuales no se tallaron para esta plaza, procedían la mayoría, de otras calles que habían pasado a estar adoquinadas. En otra de las fotografías vemos como la espectacular fachada del Hospital de la Caridad, está tapiada y encalada. Y lo significativo de las carencias vecinales en los comienzos del siglo XX, la falta de agua corriente en las casas que obligaba a los vecinos a utilizar las largas cañas para coger el agua de los caños superiores que aún no había pasado por las piletas. Lo que da de sí una simple fotografía.
Fotos del autor, de Albert Kahn, del libro de Cristina Martín citado, de Antonio Moreno y del AMC.
Bibliografía de "Paseos por Córdoba", de T. Ramírez, de "Córdoba en el siglo XIX" de Cristina Martín y de Cordobapedia.
4 comentarios :
Interesante artículo, como siempre. La imagen de la Posada de la Herradura es un fotograma de "La Carmen", película del director Julio Diamante estrenada en 1976.
Antonio muchas gracias, por tus palabras y tu aclaración. Yo sabía que me había llegado de ti, y no recordaba su origen primitivo. Lo rectificaré en una nota. Un fuerte abrazo
Buenas tardes, amigos. Paco, rematas con: “Lo que da de sí una simple fotografía” este y muchísimos, por no decir todo lo que nos transmites son obras de un inquieto.
Muchas gracias y un fuerte abrazo desde la diáspora.
Querido amigo Patxi, muchas gracias. Es verdad muchas veces rabo de lagartija, y voy como una moto, rectifico mucho porque le doy a publicar y luego me doy cuenta que tiene errores. Gracias y saludos.
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