La casa y cortijo del Lagar de la Cruz
Cuando hice la entrada referida al pozo que nos servía a los ciclistas, allá por los años cincuenta, casi sesenta, para saciar la sed, decía que "para señalar este lugar, no hacía falta nombrar el patronímico entero, solo con decir voy a subir al Lagar, se sabía donde se iba, no era necesario especificar que era el Lagar de la Cruz.". Mencionaba también que Antonio Moreno, insigne historiador de la cinematografía cordobesa, al publicar fotogramas de una película rodada en 1947, nos demostró con ellos que ha cambiado poco cortijo y casa en más de setenta años.
El libro de Cortijos Haciendas y Lagares de la Provincia de Córdoba, en su número 373, dice muy poco del Lagar de la Cruz:"Punto de referencia en la sierra cordobesa, puerto y encrucijada de caminos, hacia el paraje de las Ermitas. El caserío responde a la fisonomía de una villa de recreo, con un bloque a dos alturas bajo cubierta a cuatro aguas, dependencias de los servicios adosadas y un jardín ante la fachada, con líneas de arquitectura ecléctica de finales del siglo XIX o principios del XX. El conjunto denota algunos añadidos y reformas recientes. Ningún elemento atestigua su relación con un antiguo lagar, al que, posiblemente, se remontaría el origen de este asentamiento."
Terraza bar la de las molestias en pedir agua
Azulejo de San Rafael
Del libro de Cortijos Haciendas y Lagares de la Provincia de Córdoba
Encrucijada de caminos, sí ahora mucho más, cuando subíamos al lagar con las orbeas y behaches, sólo estaba el cruce a las Ermitas, como dice el texto, y este como decía en la entrada del Monumento de las Ermitas, está construida desde el 1926, luego antes serían senderos y caminos. Creo recordar que el de la Conejera, también. Luego todo lo demás en el libro, determina las líneas arquitectónicas de la villa adosada al cortijo, estimando que el cortijo fue primero. Antonio Pineda de las Infantas y Castillejo, Alcalde de esta ciudad tres veces, 1903,1907 y 1923, la mando construir allá por la fecha su tercer periodo de Alcalde.
Luego evidentemente ha sido reparada, como dice el escueto escrito: "El conjunto denota algunos añadidos y reformas recientes", sin ir más lejos el año pasado o anterior recibió una buena mano de pintura, pero la realidad es que el conjunto ha variado muy poco. Hoy en la planta baja tiene un pequeño bar, frecuentado por ciclistas senderistas y parroquianos, con una terracita agradable. El cortijo contiene un supermercado del que se han surtido los parcelistas de los alrededores. Y los asientos, los poyetes tapizados de azulejos sevillanos, han servido de recuperación a muchos usuarios descansando en ellos sus posaderas.
El patio del cortijo tiene una estructura que parece no haber sufrido muchos cambios, con su pozo central. En un rincón que apunta al sur, existe una bomba muy curiosa, que hace suponer que, en su momento de esplendor, dotaba a la casa de agua desde otro pozo que de seguro la alimentaría. El terreno es rico en agua. Lo justifican la serie de pozos a un lado y a otro de la carretera, e incluso otras fincas de los alrededores que nunca se han quejado de carencias en ese elemento. Claro en un principio, como me comentó el hijo del propietario del supermercado y bar, no había más pozo que el del Lagar, y D. Antonio Pineda, al que pedían agua los caminantes decidió construir uno fuera para evitarse las molestias. En una palabra, en lugar de: "Dar de beber al sediento", prefirió "Enseñar al que no sabe" dirigiéndolo al nuevo pozo.
Nuestra ciudad en tiempos de los árabes, era prolífica en lagares y rosales, de vides y olivos "donde generosas doncellas -las nubes- visitan queridas -las huertas- llevando a ellas las perlas para donde el vino fresco -el viento del Norte- circula sobre copudos árboles, al amanecer y al atardecer; y así, tú ves las ramas ebrias "sin estarlo"; donde la mano de la apertura desflora, en las rojas anémonas de los valles, vírgenes; donde el viejo oratorio, espacioso y de alto alminar, relega la nave (balat) de al-Walid, con desprecio." como la cantó: "Ibn al-Jatib, de su obra Kitab A'mal al-A'lam."
En el Lagar de la Cruz, cristianizado como todo con la Conquista, se le añadió el símbolo del cristianismo al lagar antiguo. Para nosotros siempre era el Lagar a secas, y ahora no se mienta así, un nombre egipcio lo ha suplantado. Pero bueno así funciona todo, no podemos aspirar a ser progresistas y en el fondo quedarnos en conservadores. "Hoy los tiempos adelantan que es una barbaridad" (no tiempos Ciencias), decía D. Hilarión en la Verbena de la Paloma, y en otro momento añadía: "Y el calor que hace esta noche sí que es una atrocidad" Para demostrar que siempre ha hecho calor en verano y tenemos memoria de pez. Y en el disco duro de algunos, próximo eso sí, a que lo borren los martillos del tiempo, siempre será El Lagar.
Fotos autor y Goolzoom
Bibliografía citada y de la memoria.
Paco buen articulo. Me trae buenos recuerdos. Yo viví allí durante los años 1962 y 1963, porque mi padre era pastor y de la Campiña nos subíamos a la sierra en invierno. Vivíamos en la casa pegada a lo que ahora es la tienda. Efectivamente era una encrucijada de caminos, entre muchos de ellos salida una vereda de carne y un camino que pasaba por el cortijo del Bejarano y el camino de la Conejera que iba a los Villares. Como anécdotas te cuento que la ventana de la fachada de la foto, antiguamente era la puerta de un cocherón y el Cordobés (antiguo torero) hacia llamar al caballo con la pezuña. Otra realidad de la época era la gente necesitada que se paraba y preguntaba por la finca de este torero para pedirle ayuda. Otra cosa curiosa es que bajamos a comprar con una mula y una yegua por la cuesta de la Traición hasta el barrio del Naranjo, que por aquellos años todavía era transitable.
ResponderEliminarEn ello estamos Paco, tu blog me sirve de gran ayuda para localizar escenas. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias amigo Luis. Que buen anecdotario y más de primera mano no puede ser. Ya has vivido Luis. Luego has vivido en ese patio, bebido de ese agua y conocido el lugar sin la piscina (me imagino). Yo lo que recuerdo más es el pozo del llano, que parece no es el que la gente usaba en el descansadero de ganado. De todas formas todo muy interesante. Un abrazo
ResponderEliminarAmigo Antonio, lástima que tu excelente trabajo no encuentre un mecenas que nos permita a los demás disfrutar de él. Un saludo
ResponderEliminarAyer mismo pasé por allí. Agua desde luego no he pedido nunca pero cervezas... (Previo pago, claro.)
ResponderEliminarDeseo y espero Bubo que te sentarán bien. Saludos
ResponderEliminarPaco, hace mucho tiempo leí, este artículo que me encantó, hoy lo he vuelto a leer y he recordado que allí hubo vivencias en la guerra civil entre ambos bandos, si tienes ocasión de hablar con José Luis, el dueño, que te lo cuente, y que te cuente también lo que descubrimos limpiando el cuarto de al lado de donde tiene las bombonas (yo fui trabajador de allí). Una inscripción grabada a cuchillo en una balda de madera que decía: viva España, y es que aquello fue refugio durante varios días de un contingente.
ResponderEliminarMuchas gracias (Debías poner cuando me nos tu nombre, para no ser anónimo, luego está que no recibes mi respuesta, salvo que entres de nuevo al blog para leer lo escrito). Lo pongo en cartera para cuando suba y le pregunte a José Luis. Te reitero las gracias por la información. Un saludo
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