Ruta por la zona minera del cerro de la Ermita
Esta mañana se ha dado bastante bien, por decir algo, un día espléndido, seis pocitos mineros y un "matón de taberna" encima de un quad amarillo, otros dos en motocicletas y otro en un quad azulillo, estos tres últimos colegas del primero. Yo bajaba por el sendero minero del cerro de la Ermita, en Cerro Muriano, para visitar unos pozos mineros que tenía localizados y cuando el sendero detrás de la Ermita se inclina hacia bajo, con el consiguiente peligro, por su gran desnivel y piedra suelta, un ruido de motocicletas me hace que, con notable dificultad por lo estrecho y empinado, me salga del sendero a un pedregal a esperar que pasaran los motorizados.
Esta fotografía es de Internet y no tiene nada que ver el
piloto que figura en ella con el indeseable individuo que cito.
Al pasar el primero de ellos en un quad amarillo, y como tenía el teléfono en la mano (estaba consultando el GPS para saber a qué altura debía salirme del sendero para encontrar los pozos), el individuo citado me increpó diciéndome a voces: -¡¡Fotos al quad, nada de nada!! Le contesté -Yo a usted no le he hecho ninguna foto, si quiere puede ver lo que estoy mirando en el teléfono. Intenté demostrar que no había atentado a su derecho a la intimidad. Paró el vehículo, que se deslizaba parado en la pendiente, lo frenó, se bajó, y se dirigió a mí en tono amenazante y muy violento, gesticulando con los brazos, sin quitarse el casco siquiera, diciendo a voces: -¡¡Usted no sabe quién soy yo, además seguro que no tiene permiso de senderista!!
Inicio de la bajada cuando el sendero gira a la derecha.
Ante semejantes tonterías, que no lo son tanto, pues la frase me recordaba los abusos de personajillos de la dictadura fascista que vivimos en este país, le faltó decir aquello: -¡¡Usted no sabe quién soy yo y le puedo quitar la ropa en veinticuatro horas!! Claro en aquellos casos era el fascistoide de turno cuando se dirigía a un guardia o vigilante, por lo de la ropa. Había otra frase adicional: -¡Me lo llevo para arriba! Horroroso, y la verdad es que temí por mi integridad física, no sólo porque la violencia del matón le llevara a agredirme, si no porque me cayera al suelo en un lugar muy complicado por lo pendiente.
Acusado desnivel en la zona de escombrera, similar a la del lugar de los hechos
Yo no le contesté, ni siquiera me reí por lo "del permiso de senderista", ni le dije la ilegalidad de su circulación según la Ley. No era apropiado provocar o discutir más con un animal. Es absurdo. Les dije: -Sigan su camino. El matón siguió vociferando y me dijo: -¡¡Pasa tú, que ahora hablaremos!! Como diciendo aquello de, te espero fuera. Luego dirigiéndose a otro de su grupo le dijo a voces: -¡¡Dame el teléfono que voy a llamar a no sé quién (no lo entendí, bastante tenía yo con tener que guardar el equilibrio). Le dije: -Yo no puedo bajar ligero por aquí sin riesgo de caerme, por lo tanto bajen ustedes.
Primer pocillo
Uno del grupo le recomendó: -Párate que baje este hombre a su ritmo no vaya a ser que caiga. Un momento de indecisión y decidí bajar hasta llegar a la escombrera de la mina en trinchera, en una zona más amplia. Me aparté a la izquierda y me puse en el filo de la mina. Bajaron los cuatro sin pararse ninguno, luego los sentí durante largo rato por la zona de la explanada del charcón muy abajo. Yo rodee la mina y seguí para fotografiar el resto de los pocillos que buscaba. Hice las fotos y ya arriba, me encontré a un matrimonio el cuál venía indignado por el uso de los caminos por estos individuos. Hablamos de lo que me había pasado y lo lamentaron.
El segundo
Lo gracioso es que, según la Ley de Montes no pueden circular estos artefactos por el campo, que todo lo que dijo el "rambo" motorizado y loco, era para reírse pero que no estaba el barrio para pitos. Llegué al coche, y me dirigí al cuartel de la Guardia Civil de Cerro Muriano. Me atendió un Sargento al que le comenté lo ocurrido, me pidió la matrícula del quad, pero yo no la había tomado. Me dijo que si yo había pasado miedo él estimaba que más tenía el provocador, porque seguro pensó que le estaba tomando la matrícula para denunciarle, ya que no podían circular por el monte, y de ahí su agresividad.
Dos pozos juntos, tercero y cuarto
Me dijo que pasaría datos de lo ocurrido a la patrulla por si los veían, que estimaba que ese quad no era de la barriada. No digo que la patrulla citada por el sargento, los vieran, pero oírse se oían a muchos cientos de metros. Luego entré en el Grupo de WhatsApp de A Desalambrar, y comenté el hecho con dos compañeros, Rafa y Joaquín. Después comentaron el hecho otros compañeros. Después más tranquilo, di una vuelta por lugares habituales donde sé que esta gente paran, pero no vi a nadie.
El que hace cinco
Para terminar la mañana del domingo, un indeseable con un artilugio mecánico que destroza los caminos, que no puede circular por el monte, según la Ley, y que defendiendo su derecho a la intimidad, aunque equivocado, intenta y lo consiguió en parte, intimidar a un jubilado que seguro le dobla la edad, en un lugar peligroso ya de por sí para ir andando, contra más para un altercado, y además emplea modismos de los tiempos fascistoides de este país. Teniendo en cuenta como premisa muy importante que, el citado anciano, es decir yo, no es un ningún héroe, pero que mi cara la vieron los indeseables, y yo no vi las suyas.
Y el sexto
Normativa
Una aclaración: este tipo de desalmados violentos no es la generalidad, estimo es una excepción, porque entonces caeríamos en el error de meter a todos en el mismo saco
Normativa
Estatal:
Constitución Española de 27 de diciembre de 1978.
Ley 43/2003, de 21 de Noviembre, de Montes.
Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Ley 3/1995, de 23 de marzo, de Vías Pecuarias
Andaluza:
Decreto 155/1998, de 21 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de Vías Pecuarias de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Decreto 208/1997, de 9 de septiembre, por el que se aprueba el Reglamento Forestal de Andalucía.
"Se prohíbe la circulación de vehículos a motor campo a través, por cortafuegos, vías forestales de extracción de madera, vías pecuarias y cauces secos o inundados y, en general fuera de las vías previstas para dichos vehículos. Velocidad máxima de 40 km/h."
Por supuesto hiciste lo que correspondía ante un energúmeno como ese, darle paso y olvidarlo, aunque memorizar la matrícula hubiera sido un buen punto.
ResponderEliminarAparte de eso, perfecta ocasión para una frase de un amigo: "Que siempre tenga que aparecer un gilipollas!"
y otra: "Ni el malo es tan malo, ni el bueno es tan bueno, eso si, el gilipollas es gilipollas"
Pues eso, que de "usted no sabe quien soy yo" nada todos sabemos que es gilipollas (había que decirlo)
Un abrazo!
Gracias Paco, y es muy adecuada la frase de tu amigo. La realidad es que pase un mal rato, un barranco abajo que si te caes o ruedas por el te apañas, y no es lo mismo que se caiga un chaval que un jubilado. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno yo creo que todos nos hemos topado con algún gilipollas, pero lo que si llama a atención es la falta de empatia y de civismo. Está claro que parece que falta educación ciudadana. Ahora que los políticos se afanan en inventarse materias para justificar el sueldo, a nadie le dá por implantar una materia escolar sobre la relación social y actitud cívica para con el prójimo.
ResponderEliminarMuchas gracias Manuela por tus palabras, e interesante reflexión, que parte de la educación. Yo me acuerdo cuando pequeño que había una materia que se llamaba urbanidad, es verdad que estaba dirigida a una clase media, cuando la mayor parte lo pasaba mal, pero había unas premisas mínimas de educación y respeto, sobre todo a los mayores, que a mi me han servido.
ResponderEliminarUn saludo
Recibo muchos anónimos en los comentarios del Blog, algunos, los más de un tinte muy sombrío de épocas que no se deben de olvidar pero de triste memoria, los menos, correctos, porque desconocen que hay que acompañar un correo cuando menos para la identificación. Normalmente no los contesto. He recibido uno que no es insultante desde luego, pero habla de que en los sesenta se vivía muy bien, no había tanta droga y no se mataban mujeres, además de hacer comparaciones con Venezuela (ya hay que ver por donde vamos). Bueno pues en los años sesenta vivían los mismos de siempre, la droga en las clases pudientes corría sin problema, como siempre, y no asesinaban mujeres, que también, esos eran crímenes de honor, con atenuantes para el macho ofendido, y las que no corrían esa suerte, eran muertas en vida supeditadas siempre al agresor y sin protección, porque las leyes las consideraban como ciudadanas de tercera categoría. No hay nada más que mirar el Código Penal y sus obligaciones. Así que no era un paraíso ese tiempo, como nunca ha habido un paraíso para las mujeres.
ResponderEliminarLlevas razón Paco y aunque pueda parecer lo contrario "Ningún tiempo pasado fue mejor" y es que no son épocas ni remotamente comparables. Eso equivaldría a una sociedad que no avanza.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo Manuela. Saludos
ResponderEliminar