jueves, 30 de noviembre de 2017

CUESTEZUELA DE BAENA-MARQUÉS DEL VILLAR

Cuestezuela de Baena

Desde Ambrosio de Morales, después de pasar la actual fundación Gala, que fue convento del Corpus Christi, (antes de San Benito) en dirección a la plaza de Séneca, a la derecha nos encontramos la Calle Marqués del Villar. En el primer ángulo recto que hace esta calle, de los dos que tiene, con la puerta barroca, que procede del convento de las dominicas –antes franciscanas- de Santa Ana, de la calle Eulate, de Lucena. Dos columnas salomónicas con capitel corintio, alzadas sobre elevados plintos flanqueando el vano de medio punto con una hornacina en la que figura Santa Ana, que lo preside. 

Portada barroca

En algunos documentos referidos a la autoría de la mencionada gestación, ésta se le atribuye a Leonardo Antonio de Castro Hurtado, con una gran influencia de Francisco Hurtado Izquierdo, otros la atribuyen totalmente al segundo. D. Teodomiro Ramírez de Arellano en sus Paseos por Córdoba cita, una calleja sin salida, pues topa en un muro interior de Santa Victoria arriba, y hoy en día está protegida u ocupada por una cancela, que se llamó Cuestezuela de Baena, por llamarse así un vecino que allí vivía, pero que después se la llamó igual que la principal, Marqués del Villar.

Cancela de la calle cerrada

Si vemos el plano del Catastro, observamos que todos los números pares de la calle están contenidos en esa calleja, o barrera como la llamaría D. Teodomiro, aunque las barreras tenían una función de protección entre casas. Esta calleja escalonada, tiene que salvar un notable desnivel, el mismo que tenía la escalinata del interior de la casa de los Páez, y que era la de subida al templo de Diana en la terraza de la actual Santa Victoria. Los números que contiene son los 2, 4, 6, y 8, cuatro parcelas distintas, según el Catastro.

La "cuidada" Cuestezuela de Baena

En casi todos los planos consultados: el de 1811, de los franceses; en el de 1851, en el de Casañal de 1884, en el de 1900 y posteriores, figura como una calleja sin salida, como puede verse. Hace muchos años un responsable de la Gerencia de Urbanismo me comentó que uno de los propietarios había cerrado la calleja a su antojo y que incluso el ayuntamiento había pleiteado con el hecho, sin embargo no sé qué pasa en la actualidad con esa supuesta usurpación, que no es sólo de los caminos rurales sino también de calles de la ciudad, y que parece quedan en la impunidad.

Plano de 1811 de los franceses

En Paseos por Córdoba dice D. Teodomiro:
"Desde la ya referida plazuela hasta la calle de Ambrosio de Morales, hay otra toda embaldosada formando dos ángulos y teniendo otra sin salida, que a excepción de un poco de tiempo que se llamó Cuestezuela de Baena, apellido de uno de sus vecinos, ha llevado el mismo nombre que la principal, conocida hoy por callejas del Marqués del Villar; cuando se fundó el convento del Corpus, dio la gente en decirlas callejas de Corpus Christe [sic], perdiendo el título de San Benito, por una ermita que hubo en el mismo lugar, y de la que a su tiempo hablaremos:" 

Plano de 1851

Ya vemos como en el interesante libro de Ramírez de Arellano, Paseos por Córdoba, escrito a finales del siglo XIX, cita la calle que nos ocupa y que ahora está cerrada a cal y canto con una cancela y es un verdadero muladar de suciedad y maleza. Me imagino que si la casa de los Páez, actual sede del Museo Arqueológico, tuviera necesidad de abrir una puerta al final de la calleja, por un solar que es suyo, o incluso Santa Victoria, no tendrían más remedio que abrir la cancela para la servidumbre de paso.

Plano de Casañal de 1884

Plano de 1900

El nombre de la calle del Marqués del Villar:

Estamos en el 13 de abril de 1717. En la plazuela de Séneca, dónde vivieron los Marqueses de las Escalonias, vivió D. Juan Pérez de Saavedra, bastante rico, que era como la mayoría de los poderosos de ese tiempo, muy aficionado a los toros. Esa afición hacía que hubiera entre amigos y parientes bastantes trifulcas y discusiones, que parece que nunca llegaban al río. Sus amigos eran Gonzalo Manuel de León, Lope de Hoces y Córdoba, Fernando de Orive y otros.

Plano Catastral de la zona

En la fecha citada de 13 de abril, hubo toros en el Campo de la Merced. Allí surgió una fuerte discusión entre algunos toreros y unos esclavos negros, entre los que se encontraba uno de D. Juan Pérez, Marqués del Villar, que salió escaldado de la pelea. El Marqués salió en defensa de su criado negro y eso hizo que los otros señores intervinieran y la cosa aumentara de nivel, pues ya no fue una discusión de esclavos. No obstante parece ser que al final la cosa no pasó de ahí y se dieron la mano incluso al despedirse.

Vista aérea desde el sur de GoolZoom

Aquello parecía que estaba calmado. El Marqués se fue a la tertulia de un familiar que vivía en la casa de los Trevilla, hoy de los Páez. Parece que lo llamaron durante la tertulia, o que él se marchó. El caso es que se dirigió para ir a su casa de la Plaza de Séneca por las callejas del Corpus, y en una de sus revueltas, posiblemente en la de la Cuestezuela de Baena, lo estaban esperando tres individuos, que lo cosieron a estocadas. El Marqués quedo maltrecho y posiblemente herido de muerte. No obstante se volvió hacía el Horno del Cristo pidiendo socorro. lo escuchó una señora y pudo decir para donde huían los agresores.

Vista aérea desde el este de GoolZoom

D. Juan Pérez de Saavedra, intentó llegar a su casa como pudo y en la misma puerta cayó. Antes de morir dio los nombres de quienes le habían asaltado. La justicia detuvo a los agresores con notable diligencia. El Marqués del Villar fue enterrado con arreglo a su poder económico en la Iglesia de Santo Domingo de Silos dónde la familia tenía panteón. Cristóbal López Hidalgo letrado, defendió a los detenidos y los salvó. Como no hay nada nuevo bajo el sol, el poder y la nobleza tenía recursos suficientes para escapar de la acción de la justicia. En suma que nunca la justicia ha sido igual para todos y eso podemos verlo en la actualidad, se cambian magistrados, otros se ascienden, otros se trasladan. En suma, muchos presuntamente, están vinculados a los partidos que tienen que juzgar, que a su vez son los que los han elegido.

Calle Marqués del Villar

El consistorio, en memoria de este trágico acontecimiento, decidió poner a las callejas del Corpus Christi, callejas del Marqués del Villar. También colocaron un altar con un lienzo de un Nazareno con faroles, que desapareció en 1841, fecha por las que se quitaron la mayoría de altares que había por las calles cordobesas. Ya que su principal misión, además del tema devocional, que era secundario, era alumbrar calles que no tenían ninguna luz.

Calle Marqués del Villar

Y este es el relato de una calle con varios solares en su interior que, quién sea, presuntamente la ha anexionado a su peculio particular. También lo han hecho con el dominio hidráulico del arroyo de las Piedras desde el Molinillo Sansueña hasta el Cortijo del Naranjo, o ese mismo cauce al pasar la antigua Fábrica del Plomo, de Duncan Shaw. O la calle de servicios del polígono industrial de Pedroches, o los muchos caminos usurpados por los propietarios de las fincas, y me estoy acordando del Camino de los Lagares, uusurpado por el propietario de la finca de Piquín, que es flagrante, al unir su linde con la de Ntra. Sra. del Rosario (finca que tiene la casilla y bandera de Falange), y son muchos más.

Fotografías del autor y del Goolzoom
Bibliografía de Paseos Por Córdoba de T.Ramírez de Arellano

miércoles, 29 de noviembre de 2017

MOSAICO DE LAS CUATRO ESTACIONES, EXPOSICIÓN EN EL ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL, 150 ANIVERSARIO DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO



El lunes fue inaugurada, en el hermoso marco de la Capilla de los Escribanos, una exposición que estará hasta el 15 de marzo, dos días antes de mi setenta y un cumpleaños, espero llegar, pues por los disgustos, recortes en sanidad, precio de la energía, devaluación de las pensiones, y expolio del estado por políticos corruptos, lo tenemos dificil los mayores. Esta muestra está  inscrita dentro de la conmemoración del 150 Aniversario de la creación del Museo Arqueológico. Nunca me hartaré de decir que la visita al original, es siempre mucho mejor que ver las malas fotografías que acompañan estos modestos textos.

Patio de entrada al Archivo

Una vista de la Capilla delos Escribanos

Otra vista de la Capilla delos Escribanos

Quienes hemos conocido el entorno de la plaza de la Compañía, por haber nacido en la primera mitad del siglo XX, y por haber trabajado en ella en el último tercio del citado siglo, sabemos de los cambios acaecidos en dicha plaza. La Iglesia de Santo Domingo de Silos, que luego se fusionó con la de enfrente del Salvador, tiene adosada la Capilla de Nuestra Señora de la Concepción, bellísima sin duda, y muy bien remozada, fundada en 1397 por Juan Pérez escribano mayor. 

El mosaico

Verano

Otoño

Sobre este templo tenemos que retrotraernos a la fundación de la ciudad por Roma, y que seguramente estuviese en uso, en el mismo lugar otro de esa época, estimo que nunca ha dejado de ser un lugar sagrado, primero por lo supuesto, después posiblemente continuase siéndolo en periodo musulmán, luego con Fernando III seguro, y después como bodega templo del vino, para años después volver a ser el templo de la historia local. Desde la mitad del siglo XX, hasta nuestros días, corto periodo vital de quien suscribe, lo conozco como templo del vino y de la Historia. 

Invierno

Primavera

La referencia a la presencia romana deviene  del descubrimiento, no se sabe la fecha exacta, pero sí que D. Teodomiro Ramírez de Arellano, nuestro más importante cronista local, la cita en sus Paseos por Córdoba, en la fecha que los estaba escribiendo, 1870. Dice nuestro escritor, que en la casa número 5 de la Plaza de la Compañía, que era entonces propiedad de D. Antonio Luque y Lubián, existía un hermoso mosaico romano, que el propietario lo cubrió con una bóveda al descubrirlo para protegerlo.

Proyección en la pared

Expositores

Texto de Paseos por Córdoba:
"Las noticias que de este Santo tenía Fernando III, coincidían con las de los cristianos cordobeses, y todos decidieron dedicarle una de las catorce parroquias, fundación de aquel monarca al conquistar á Córdoba, tocándole esta suerte á la erigida en la hoy casa número 5, plazuela de la Compañía, con el gusto arquitectónico de aquella época, que después fué perdiendo en las diversas reedificaciones llevadas á cabo hasta su traslación á la actual iglesia. Este edificio debió construirse sobre los restos de otro romano; y decimos esto, 

Paseos por Córdoba

Páginas donde se cita el mosaico

en vista de dos descubrimientos hechos últimamente al convertirlo en casa: el primero es un pozo encontrado dentro de uno de los enterramientos familiares que tenía la parroquia; el otro, un precioso mosaico de menudas piezas de diversos colores, pavimento de alguna lujosa estancia, dividido en cuatro cuadros, que representan las cuatro estaciones del año, con una ancha y bonita cenefa que los rodea; mosaico que aun puede examinarse, gracias al celo del actual dueño de aquel edificio, D. Antonio de Luque y Lubián, que cuidadosamente lo conserva bajo una bóveda que con este objeto le ha volteado."

Informe de Samuel de los Santos Gener

Documentos administrativos del proceso del mosaico

Es de agradecer que el Sr. Luque Lubián tuviese esa sensibilidad por el arte, porque sin ella el mosaico se hubiera perdido irremediablemente. Luego un farragoso proceso administrativo y desidioso, hace que trascurrieran 93 años hasta que el Museo Arqueológico el 1963 custodiara el "mosaico de la Compañía", estimando como 1870 la fecha de su descubrimiento. Nos trasladamos a 1925, el propietario de la casa, D. Joaquín Boza Torregrosa, hace una oferta al estado para venderle el mosaico.

Más documentos

Escrito 1943 autorizando la compra

Inmediatamente D. Samuel de los Santos Gener, hace un informe de valoración artística y lo comunica a la Dirección General de Bellas Artes. 17 años después, en 1942, con una monarquía, una dictadura, una República, un golpe de estado fascista, una criminal guerra y la dictadura posterior del mismo corte, por medio, se reanuda o reactiva el proceso de compra. Hay un intercambio de escritos con la Dirección General de Bellas Artes. El 22 de marzo de 1943, el Ministerio de Educación Nacional, ordena su compra en 5.000 pesetas.

Aclaración de un problema administrativo

Certificado de 1963 de Ana María Vicent

Cuatro años después, en 1947, cesa toda documentación al respecto, se para el procedimiento administrativo, no sé sabe el porqué. Ahora nos vamos a 1963, nueva dirección del Museo Arqueológico, Samuel de los Santos cesa en 1958, y ahora es la directora Ana María Vicent, y dieciséis años después certifica la compra del mosaico a la viuda del D. Joaquín Boza. Ojo, las mismas 5.000 pesetas de 1943, veinte años después. En esa misma fecha de 1963, después de su levantamiento y traslado ocupa un lugar en el Museo. 48 años ha durado el proceso administrativo. Y eso que no revalorizó el precio la propietaria, porque si no seguro estaríamos todavía con los escritos y tratando con los nietos de D. Joaquín. 

Escrito sobre no haber podido cumplimentar el procedimiento

Aclaraciones de Samuel de los Santos a la compra del mosaico

Esto demuestra que la maquinaria administrativa del Estado no funciona y que el capítulo destinado a la Cultura, es miserable, así como sus gestores. Lo pronto que le regalaron a los bancos 40.000 millones de euros nuestros. El dineral que nos habrá costado a los españoles el desplazamiento policial extra, a los cruceros Piolín y Compañía, o lo que nos cuesta cualquier veleidad de Defensa, comparado con 5.000 pesetas para la protección de la historia. Sin contar los dineros en paraísos fiscales o Suiza, de cientos de patriotas, enrrollados en su bandera. 

Más documentos

Un mosaico llamado de "la Compañía", posterior "de las Cuatro Estaciones", por lo que representa, datado por los expertos en el siglo IV d.C., que está a disposición de los cordobeses en el marco de la "Capilla de los Escribanos" del Archivo Histórico Provincial hasta el 15 de marzo de 2019, para disfrutar de su visión "in situ", en el lugar en el que se creó y estuvo del orden de 1.600 años como pavimento de aquellos cordobeses. Finaliza con una relación de mosaicos hispanos sobre el mismo tema de las cuatro estaciones, cuando había cuatro.

Otros Mosaicos hispanos



Fotografías del autor
Bibliografía de los textos de la muestra y Paseos por Córdoba

martes, 28 de noviembre de 2017

VISITA DE LOS NABIS A CÓRDOBA, 1901

Los Nabis en Córdoba, 1901

Esta mañana después de hacer una gestión en el Archivo Histórico Provincial, y haber estado ayer visualizando unas fotografías de principios del siglo XX, correspondientes a la visita de "Los Nabis", o los Profetas, a Córdoba y releer un extraordinario artículo de un apreciado compañero de la Red, Alfonso Sáez -que se hacía llamar con el seudónimo, Dr. Mabuse- que tengo guardado, que se publicó en la malograda Calleja de las Flores, página crítica cordobesa en la que nos conocimos mucha gente, pretendí hacer alguna fotografía en el mismo encuadre que ellos usaron.

 Los tejados de la iglesia de la Compañía desde el Hotel Suizo, 1901(Foto E. Bibesco)
El Hotel Suizo

Este grupo de "Los Nabis" formado por varios artístas, los hermanos Antoine y Emmanuel Bibesco (príncipe rumano), Edouard Vuillard, Pierre Bonnard y Ker-Xavier Rousell, viajaron por España, fotografiaron lo que quisieron o les pareció, y luego sus obras están expuestas en el Museo d'Orsay de París. En Córdoba parece ser se alojaron en el Hotel Suizo, ese hotel que ocupaba la mitad este de la plaza de las Tendillas, antes Cánovas, como la mayoría de los cordobeses saben. La deducción es que una de las fotografías está hecha desde la parte trasera del desaparecido hotel, que daba a la actual calle Nueva, y permite ver los tejados de la Iglesia de la Compañía y su cúpula.

Vuillard con la Kodak bajo el brazo y los hermanos Bibesco detrás, 
en la calle Pompeyos,  1901(Foto Bonnard)

La actual calle Pompeyos

En 1860 los hermanos Puzzini edificaron el hotel Suizo, la calle este o de atrás del Hotel Suizo se llamaba de la Asunción por el Colegio. A primeros del siglo XX, concretamente en 1908, con la remodelación de la Plaza de Cánovas (Tendillas), el citado hotel Suizo formaba una isla, con la citada plaza por el oeste, la calle Sánchez Guerra por el norte, Diego León por el este y Duque de Hornachuelos, antes Paraíso, por el Sur. Los puntos cardinales son aproximados. Pues bien, la primera fotografía está tomada desde las ventanas que daban a Diego León. 

Fotografía de la calle Marqués del Villar, enlosada, 1901(Foto E. Bibesco)

Actual calle Marqués del Villar

Luego y siguiendo la ruta que el mencionado amigo Alfonso Sáez (a) Dr. Mabuse diseñó, bajaron por la plaza de la Compañía y calle Pompeyos, para allí uno de ellos realizar otra toma, desde Ambrosio de Morales. Después se adentraron por las callejas del Marqués del Villar, antes del Corpus Christi, y antes de salir a la plaza de Jerónimo Páez hicieron la tercera. Otra más de la portada de la Casa de los Páez. De ahí a la Mezquita por Encarnación. 

Fachada de la casa de los Páez, 1901 (Foto E. Bibesco)

En el Patio de los Naranjos otra, luego dentro del recinto sagrado de los musulmanes cordobeses, delante del Mihrab, en los pies de fotos en el Museo d'Orsay dice Casa de Pilatos de Sevilla Después en el puente, la bajada este al río. Luego desde el puente, y después de la ribera por la Calahorra, cuando aún llegaban las casa al río y no era Ronda de Isasa. Para finalizar, con dos fotografías en el tren camino de Sevilla y posterior Málaga o Granada, ya que ignoro la ruta completa que siguieron. El píe de foto oficial dice "en el tren Córdoba-Bobadilla", luego puede ser que para Málaga o Granada.

Rousell, Vuillard y Bonnard con un niño, Patio de los Naranjos, 1901(Foto E. Bibesco)

Dentro de la Mezquita (Foto E. Bibesco)

Mi amigo Alfonso Sáez (a) Dr. Mabuse, escribió un supuesto diario Emmanuel Bibesco.

"La mañana se levantó fría aquel día del mes de febrero de 1901. Nublada y fría. Las habitaciones del Hotel Suizo eran confortables aunque no muy amplias. No en vano era probablemente el mejor hotel al que podíamos aspirar en toda la ciudad. Tras el petit-déjeuner regresé a la chambre para recoger la cámara y otras pertenencias. Mi hermano Antoine, asomado a la ventana, me hizo un gesto, invitándome a que me acercara.  Contemplamos el trásiego de la calle, los tipos peculiares que por ella deambulaban. Fue en ese momento cuando preparé mi Kodak y realicé la primera fotografía del día. Al fondo, la iglesia de la Compañía y algo más lejos, el remate de la iglesia de Santa Victoria.


Vuillard con dos niños en la bajada al río (Foto E. Bibesco)

Édouard, Pierre y Ker-Xavier deberían estar ya impacientes en el hall del hotel, así que bajamos apresuradamente y salimos a la plaza que llaman de Cánovas. La plaza no era muy grande. En realidad en nuestro breve recorrido desde la estación hasta el hotel no vimos grandes plazas ni apenas calles amplias. La ciudad aún guardaba su trama medieval de calles quebradas y de aparente desorden.


Puerta del Puente y bajada al río (Foto E. Bibesco)

Así fue la ruta que seguimos hasta llegar a la Mezquita, propicia para perderse en más de una ocasión, tortuosa y laberíntica. Tras atravesar la calle del Paraíso llegamos a la plaza de Sagasta, y desde ésta y a través de la de los Pompeyos a Ambrosio de Morales, después las callejas del Marqués del Villar hasta la plaza de Jerónimo Páez, donde se encuentra un palacio antiguo que actualmente sirve de sede a la Académie Polytechnique. Y de ahí, y tras un breve receso que aproveché para tomar algunas fotos, continuamos la expedición a través de otras callejuelas de sabor antiguo, encaladas. 


Vista de la ribera desde la Calahorra (Foto E. Bibesco)

Por fin, bajando por la calle que llaman de Encarnación divisamos el maravilloso rectángulo de la Mezquita. Los grabados y fotografías que conocíamos de este gran monumento no hacen justicia a su realidad maravillosa. El Patio de los Naranjos me pareció el jardín del Edén. Al fin comprendí por qué no había otra plaza de mayor tamaño en la ciudad. Córdoba se concentraba en torno a su símbolo. Entramos en el interior del templo y fuimos contemplando arco a arco, columna a columna la inmensidad de su interior… y los destrozos provocados por la fe católica durante siglos. Lástima que mi cámara no tuviera sensibilidad suficiente para estos espacios de interior, de luz tenue e íntima.

Ruta del paseo (Dr. Mabuse)

La visita de la Mezquita fue algo que no dejó indiferente a ninguno de nosotros. Édouard tardó no menos de cinco minutos en articular palabra desde que salió del recinto. Se le veía cabizbajo, pensativo. Pierre no paraba de exclamar calificativos: ¡Magnifique! ¡Magnifique! Decidimos salir al río, cruzar el puente y ver la ciudad desde la única panorámica que permitía ver su conjunto. La imagen que ofrecía la ciudad antigua parecía haberse detenido en el tiempo."


Vuillard con Antoine Bibesco, tren Córdoba Bobadilla (Foto E. Bibesco)

Vuillard en el tren Córdoba- Bobadilla (Foto E. Bibesco)

Y está fue, en líneas generales, la visita a Córdoba de ese grupo de artistas de primeros del siglo XX, que utilizaron un medio novísimo, como era la fotografía, y nos dejaron estampas de nuestra ciudad, que pueden verse en el Museo d'Orsay de París. También está el trabajo de mi amigo Alfonso Sáez (a) Dr. Mabuse que marchó a Extremadura, despues de disgregarse la citada Calleja de las Flores, en la que muchos con nuestras filias y nuestras fobias colaboramos. Fue un ejemplo de colaboración colectiva, dónde se pudo ver los que significan un montón de cerebros críticos trabajando en red.

Fotografías de los Nabis y del autor
Bibliografía de la Calleja de las Flores y Alfonso Sáez (a) Dr. Mabuse