La Cuesta de la Traición es un trozo de lo que fue y que se arruina cada día más, el Camino del Pretorio, camino minero por excelencia en la época romana, luego la gran vía que se utilizó como camino de la Mesta. Ahora es un espacio muy hermoso, muy cercano, una cañada que de seguro esculpió el Arroyo de Moro, ese que le ha sido siempre tan molesto a la ciudad.
Topográfico de primera edición
El Almez y desagüe fuente de La Raja
Fuente de La Raja
Cuando miramos con ojos del siglo XXI a ese camino, no podemos imaginarnos que fuese antes eso, un camino, una vía de notable tráfico. Las zonas pedregosas de plegamientos, los mismos que tenemos por la Loma de los Escalones, con la misma inclinación, lo que denota de donde vino la fuerza que elevó el lecho marino del mar de Tetis. Las ondulitas o Ripple Marks que atestiguan su origen, y tanta roca escalonada. Ahora sería impensable, no podemos imaginarlo, pero antes fue camino y los carros podían circular por él. El tiempo y la erosión lo han dejado como está, descarnado.
Cartel de la fuente de La Raja
El sendero
Detalle de la vegetación
No es muy grande su desnivel, en el fondo anda por el diez por ciento, lo que lo hace menor que otras subidas a la sierra. Eso sí, el paseo es delicioso, aún la fauna alada colabora con el marco sonoro y la terrestre se siente y huele aunque no se vea. Lástima que la Fuente de la Raja lleve años sin correr. Sin embargo instalaciones hidráulicas cercanas denotan la riqueza en agua de la zona.
Derrumbes en el camino
Lugar del derrumbe
Más derrumbes antiguos
Durante mucho tiempo estuvo en el lecho del Arroyo del Moro, una tubería de PVC que yo pensaba bajaba el agua desde el Lagar de la Cruz, pero era al contrario, la subían a las instalaciones de la piscina desde estos lares más bajos. Albercas de más de tres metros de profundidad lo atestiguan, y alguna que otra mina considerable. Los potentes muros de contención de las aguas del Arroyo del Moro, justifican su caudal cuando decía en el invierno aquí estoy yo. Claro entonces su fuerza profundizaba cada vez más su cauce. Ahora no llueve.
Paso estrecho
Plegamientos
Ondulitas
Durante el camino, los cuatro puentes atestiguan el zig zag del arroyo, ahora baja por el lado izquierdo, ahora por el derecho y viceversa. Actualmente parece que se ha salido, en algún momento, de su cauce y está dañando lo que queda de camino aceptable. Empezamos en el Cerrillo, la calle Cuesta de la Traición, no puede tener otro nombre. A la derecha la incomparable Huerta Cielina. Más arriba la calle que nos lleva a Antas, esa finca, ahora reformada, que fue en su momento el exponente del orientalismo dominante. En algún mapa la llaman Santas, por aquello de los topónimos, distinto delineante que el hace el trabajo de campo. A la Izda. Los Alixares, bonita finca.
Otra vista del fondo de playa prehistórico
Importante cauce del arroyo
Cartel didáctico
En el cruce se está acabando un precioso chalet, que ayer era un terreno marcado con cal. Le están dando los últimos toques. Después, a la izquierda, el hermoso caserío del Carmen de la Aduana. La finca de la Aduana fue la matriz de todos esos territorios, por el oeste, al este era los Morales la preponderante. Comienzo del Sendero con texto del panel explicativo:
Muro de contención del arroyo
Restos de la calzada
Árboles cortados
"Longitud del Trazado: 2,1 Km. Duración (ida): 1 hora y 45 minutos. Grado de dificultad: Media. Tipo de Trazado: Lineal.- Este sendero discurre paralelo al cauce del arroyo del Moro, por un antiguo camino minero que los romanos utilizaban para transportar y comercializar los minerales de la Sierra. Estamos en un tramo de la denominada calzada romana del Pretorio, que habría de ser conocida en tiempos más recientes como el Camino de las Diligencias. El nombre de "Cuesta de la Traición" hace referencia al hecho de que este camino era utilizado por los bandoleros para asaltar a los caminantes que lo usaban.
Puente destrozado
Más roquedal
Una buena mesa en el camino
Siguiendo este sendero nos encontraremos con restos de la antigua calzada romana, una fuente pública, de La Raja, usada como abrevadero para el ganado, auténticos fondos marinos fosilizados (Ripple Mark), etc.En cuanto a la vegetación, podemos deleitarnos con la mayoría de las especies más representativas del bosque mediterráneo como el pino piñonero, alcornoque, encina, acebuche. lentisco, cornicabra y jara blanca. la fauna asociada a este ecosistema es la propia del monte mediterráneo como la perdiz roja, jilguero o curruca entre las aves y el tejón. erizo y zorro entre los mamíferos."
Más piedras caídas
Oquedades
Paso del camino
El sendero ahora es estrecho, pedregoso, de altas paredes, con tintes de cauce de arroyo sin serlo. A la derecha un abancalado y abandonado naranjal, en el que se pueden ver los estragos del picudo rojo en algunas palmeras. Calle Almunia a la derecha, que nos lleva a Antas. En la esquina un bien cuidado depósito de agua de Emacsa (como todo lo de esa empresa). A la izda la finca La Jara. Más arriba a la izquierda el cancel de la finca El Almez. A la derecha un empinado y terroso camino, si se puede llamar camino, que sube a la pista que nos lleva al depósito de aguas, abandonado, superior. Desde el depósito podemos llegar a la casilla de Buenavista, si no buena que sí, privilegiada lo era.
Espesura
Profundidad del cauce
Más plegamientos
A la izquierda el albercón y su mina de agua. El desagüe roto y seco de la fuente de La Raja. Da una enorme pena haberla visto correr y ahora verla así. Después la cantera a la derecha, la explanada con el banco, y el inicio de los derrumbes. Aunque estos son de tiempo, siempre hay alguno reciente pues puede verse el lugar donde estaba la piedra caída en el camino, y observas que aún no ha pasado tanto tiempo como para que cambie su color. He de decir que paso con prudencia por la zona de derrumbes. Ahora empiezan los plegamientos, impresionantes.
Destrozo en el camino
Un puente
Otro puente
Y las ripple marks, u ondulitas. Siempre maravillosas, están ahí desde muchos millones de años, esperando al senderista que las quiera mirar. Es el mismo paisaje que cuando eran arena de playa. Subes escalonadamente, siempre con el miedo de la torsión de un tobillo. Te llama la atención el potente muro del arroyo, muchos miles de años protegiendo que no se saliera de madre el Arroyo del Moro. Los puentes de madera cuando pasa el arroyo de un lado a otro del camino. El derrame hace muchos años de la hormigonera en el sendero, no tuvo lugar mejor para vaciar la hormigonera. Un puente está podrido y hay que tener cuidado con él.
La lengua de hormigón (no romano) de Asland
Otra vista de la lengua
A la derecha baja una pista (no llega hasta el camino) que parte del camino del Lagar de la Cruz al pilar de San Cristóbal, antes, de ella, sale un sendero que por la cresta va a la casilla de Buenavista. Ya se oye el tráfico de la carretera de Villaviciosa, por la cercanía. El trozo de pista empedrada, cada vez más destruida. Nadie hace nada por proteger ese bien. El camino ha sufrido un envite, posiblemente del agua y está bastante dañado en una parte.
Más sendero
Otro puente
Los árboles caídos sobre el camino los han hecho trozos (muy bien), y gran parte de los trozos los han dejado en el cauce del arroyo, seguro para que cuando llueva se embalse ahí el agua y se desborde. Parece que siempre desnudamos un santo para vestir otro. Es lo normal. En otro lugar hay un exceso de tierra movida, que no sé de dónde ha salido y dificulta el paso. Casi tapa el camino.
Árbol sobre el sendero
Explanada final
A pesar de las "minucias", de lo criticable, sigue siendo ese trozo de la Vereda del Pretorio uno de los más hermosos de nuestra serranía cercana. La vegetación y su orientación permite que el sol no pegue muy fuerte, aunque es preferible la mañana. Con un pasado histórico muy notable. Dos mil cien metros deliciosos. No he observado mucha suciedad de los indeseables, de esos que no se comportan como animales en el campo. Parece estar bien tratado por los usuarios. Menos mal. Para daño patrimonial el del Camino del Pretorio
Fotos del autor y de GoolZoom.
Bibliografía de los paneles.
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