Y esta es la tercera entrega del paseo que dimos Emilio, Jóse y yo el lunes 26 de junio. Aún hacía calor de primavera de records y todavía no había llegado el respiro que tenemos hoy martes. Esta mañana de 21 grados y ligera brisa es un verdadero respiro. Estos meteorólogos no se tienen que afeitar el bigote como el protestón de Mariano, porque si dicen agua, es agua, si dicen calor es calor, etc. vamos que no se equivocan nunca, son mucho mejor que el Almanaque Zaragozano de D. Mariano también, pero Castillo, que tanta fe le tenía mi madre.
Hace algún tiempo Emilio me había remitido unas fotografías, que guardaba en la carpeta de pendiente, para visitar el lugar un día. Hay que bajar al precioso lecho del Arroyo Pedroches, en un lugar que tiene por la parte más corta un par de metros o más de profundidad y uno no está para fracturas a estas alturas. Después de haber visitado la alcubilla de la Palomera, haber glosado la labor de Luis Moreno y compañía, haber visto la fuente del Arroyo de la Palomera, que citaba Serafín Parra, procedía ver la cimentación del Aqua Nova Domitiana Augusta. Bueno luego nos quedaba el Molino medieval de D. Marcos.
El arroyo Pedroches en ese lugar lleva algo de agua
Los primeros restos de hormigón romano (Antes desde la Palomera hay más) se presentan nada más enfilas la margen izquierda del Pedroches una vez pasada la incorporación del Santo Domingo, el borde rectilíneo del trazado hace orilla en altura y su colmatación sendero. No hay que andar muchos metros, unos camuflados restos de hormigón nos señalaban el lugar de la bajada al lecho del arroyo. Abajo impresionante la masa de cimentación del Aqua Nova, dos mil años, sin aluminosis ni coñas. No sé si tendría arena del Vesubio, estimo que no pero ahí está.
La lástima de todo es el abandono sistemático del patrimonio, apuntaron los amigos. La oportunidad que sería establecer estas rutas, señalizando esos lugares que nos hablan de un pasado esplendoroso de esta ciudad, hace la friolera de dos mil años. Todo el conjunto de unión de los diversos ramales de aportación hidráulica, sumándoles presa y canal fosilizado del molino, que seguro frecuentó Góngora en su convalecencia, están allí, pero abandonados, cerca más restos del Aqua Nova Domitiana.
Cualquier tontería en otro lugar, la forran de metacrilato le ponen unos carteles y anda, a presumir de historia, como comentó Jóse. Nosotros tenemos de muestra un trozo de acueducto en el suelo debajo del sifón del Canal del Guadalmellato en el arroyo Pedroche, a la salida del puente, que no se puede quitar de allí porque Cultura no tiene la posibilidad económica de coger una grúa y llevárselo al contenedor del Antiguo Silo, del antiguo Servicio Nacional del Trigo del régimen del General bajito.
Pero allí en el cauce del Pedroches, está un mazacote de hormigón romano, no sé por cuanto tiempo, porque parece estar en equilibrio inestable, por que las crecidas del arroyo han minado su parte inferior. La suerte es que gracias al cambio climático, no hay crecidas y podrá aguantar otros pocos de cientos de años. Entre unas cosas y otras, tenemos un lugar cerca de la ciudad -amenazado por arriba por el atentado del Sr. Gómez, y la N-432 nueva, y por el oeste por el litigio de caminos del Maimón, y el avance de Mirabueno-, que es una joya indudable, tanto de patrimonio histórico como vegetal o incluso animal, y eso el Sr. Tamajón lo conoce de maravilla.
Bajamos al cauce que, al igual que el reloj del albañil, unas veces lleva agua y otras no, nos imaginamos que por los aportes de veneros o fuentes, o las llamadas subálveas, que afloran cuando les parece. Fotografiamos los restos de la cimentación del Aqua Nova Augusta, rama de la Fuente de los Mártires, según el Sr. Ventura, fuente perdida para el restos de los mortales. Nos maravillamos de que estén todavía allí. Hablamos de la fuente medieval de la ladera que nos sube a la Mesa de la Marquesa, otro aporte hídrico según el Sr. Ventura también, pero que no hemos podido precisar desde dónde. Y corriendo fuimos a ver el canal fosilizado y el molino cauce abajo.
Fotos y Vídeo del autor y Emilio Fernández
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