Vista desde el norte
A la entrada de la localidad granadina de Lanjarón, desde el oeste, frente al Balneario del mismo nombre, existe un Parque que ocupa lo que fueron los diques y muros de contención, para la construcción del bancal que soporta el edificio del Balneario, el manantial de Capuchina y la antigua embotelladora.
Raster del castillo
Vuelo 1977
Aérea de Google Zoom
Aérea del Castillo (Google Zoom)
Este Parque está regado por el arroyo del Salado, que baja desde las alturas, alimentado por los arroyos Aguilar, Albercón y Peralta, desde los Pechos de Beznár, allá por la cota de los 1800 mts, en la vertiente oeste del Parque de Sierra Nevada.
Señal del sendero
Presa del Río Salado
Escaleras
Todo el conjunto configura el Barranco del Salado, que junto con el del río Lanjarón al este, son las dos cuencas que abrazan la ciudad de Lanjarón. Más abajo del barranco del río Salado, casi cuando es fiel a su cauce desembocando en su hermano mayor el río Lanjarón, existe un peñasco de cota de 616 m.s.n.m. en cuya cima rocosa, se ubica el Castillo de Lanjarón o de Los Moros.
Escarpados del barranco al oeste
Detalle de los escarpados
Otras escaleras
Decir Castillo a lo peor es exagerar, porque es algo más que una torre vigía, sin llegar a adquirir la categoría de Castillo propiamente dicha. Si está en un lugar inexpugnable, difícil de acceder por tres de sus lados salvo por el acceso natural de una rampa escalera, que después obliga a entrar por un pasillo y puerta de recodo.
Sendero
Un desagüe al Salado
Sendero
En el Parque se inicia el sendero circular PR-A345 que nos lleva después de coronar el Mirador del Visillo, la Ermita del Tajo de la Cruz, al puente del sector este de la ciudad, después de rodear el cortado de 800 mts. que coronan las antenas de comunicaciones, o bajar por el sendero empedrado de la Ermita, cruzar el cordel de la Haza de la Mujer para llegar a la A-348, carretera de Las Alpujarras desde el oeste.
Más escaleras
Sendero más cómodo
Ahora subir escaleras
Al castillo se puede acceder, incluso en coche también, por la variante, a unos cuatrocientos cincuenta metros de la primera glorieta, baja una calle hasta la explanada de abajo del castillo, donde recala el sendero del mismo, una vez abandonado el PR-A345 citado que continua su periplo circular.
Muros de contención Salado abajo
A la derecha para la Ermita del Tajo de la Cruz
a la izquierda para el Castillo
Señaléctica del sendero
Toda la zona del Parque hasta llegar al castillo se sembró de eucaliptus en su momento. Estimo que seguramente por su apetencia al agua y grandes raíces que sirvieran para entrelazar el terreno y evitar el riesgo de deslizamiento. Es un barranco frondoso, siempre marcado por el río Salado -que he subido de categoría hidráulica-, de altas paredes, que sufren un deterioro constante por la erosión. Un bonito sendero escalonado en ocasiones, apto para todas las capacidades físicas, que nos lleva a la citada plazoleta, para después atacar la subida a la roca que si requiere un esfuerzo superior.
Subida a la plazoleta
El castillo desde la plaza
Vista desde el norte
Parece que la datación es del principios del siglo XIII, aproximadamente por 1231. Esta fecha fueron los primeros años del mandato de la dinastía nazarí en el reino de Granada. Sus dirigentes Yusuf I y Mohamed V (no el de Marruecos amigo del general bajito), decidieron ante los múltiples ataques de la huestes cristianas algo crecidas ya, más que por su nivel militar, por el declive del Califato de Córdoba, fortalecer sus dominios.
Esta vista es desde el noreste
Inaccesibilidad
Lanjarón al fondo y la plazoleta
Luego trescientos años después con la toma de Granada, fue la zona refugio de árabes que no aceptaban acabar con los ocho siglos de presencia así como así. La zona era bastante complicada y permitía los movimientos rebeldes así como sus ataques. El 8 de marzo de 1500 hubo una rebelión y los árabes se atrincheraron en este pequeño pero difícil bastión.
Acceso abandonado
Vista general desde el este
A la derecha abajo cancel de entrada
Ante lo duro del asedio dicen que Fernando el Católico tuvo que tomar partido, y dando un rodeo por una sierra cercana para evitar el estratégico puente de Tablate, que aún existe y ha estado dando servicio hasta la construcción del moderno. Voló la mezquita de Lanjarón que estaba llena de personas y, después de muchas barbaridades con la población, sometieron a los trescientos hombres que estaban en el castillo (no veo yo mucho espacio para trescientos pero en fin). Su jefe, llamado Capitán Negro, se arrojó desde una torre antes de entregar se al rey católico, incumplidor de pactos junto con su esposa.
Placa conmemorativa
Fuente en el camino
Muro oeste
Después casi medio siglo, 28 de diciembre de 1558, fue el levantamiento morisco de al-Busarrat o Alpujarras. Fue quemada la iglesia de Lanjarón construida sobre la mezquita que también pasó por el fuego Fernando el Católico, matando a los cristianos que había en ella, por aquello del ojo por ojo seguramente.
Río Lanjarón desde el mirador, sierra de Lujar al fondo
Escaleras de acceso
Acceso por el muro oeste
Pero esto son cuestiones de la historia casi siempre escrita por los vencedores de las batallas que, como es lógico, la escriben a su favor siempre. Hace casi cincuenta años, que fue la primera vez que visité la zona, a lomos de un ochocientos cincuenta, leí que la taha de Poqueira, mejor dicho su río, bajaba rojo de la sangre de los moriscos que se resistieron.
Escaleras al pasillo
Pasillo, al fondo a la derecha entrada acodada
Pasillo vista atrás al sur
Como he apuntado anteriormente, el acceso al castillo, con las reservas citadas en cuanto a lo de castillo, se hace a través de una entrada acodada, como era costumbre en ese tipo de fortificaciones árabes. Los muros de mortero de arena y cal, arco de ladrillo con acanaladuras verticales a ambos lados de la puerta, para dejar caer la poterna. Dos grandes torres de mampostería la norte y la del Homenaje en el sur, como puede verse en el plano de planta. De planta irregular por tener que adaptarse a la loma rocosa que sustenta el interior, inclinado, de lo que ni siquiera puede llamarse patio de armas.
Acanaladura de la poterna
Pasillo de entrada
Puerta al "patio de armas"
Hay estudios de los restos muy detallados, que se refieran normalmente a las tropas castellanas que lo ocuparon y reformaron a voluntad, en años posteriores adaptándolo a las nuevas estrategias militares, hasta que parece que en 1592, cien años después de la conquista castellana dejó de utilizarse. Luego una escuela taller lo sacó hace unos años de la ruina total, y es lo que tenemos hoy en día, aunque hay que decir que el abandono es manifiesto actualmente, no hay mantenimiento y parece que en todos sitios lo que procede es la foto de ritual y si te he visto no me acuerdo. Sumado eso sí, al destrozo de muchos elementos ciudadanos indeseables.
"Patio de armas"
Otra vista del rocoso patio
Boceto a mano alzada de la planta
La base de datos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), que es la que normalmente consulto para saber del patrimonio de nuestra tierra. con código: 01181160001 y denominación Castillo de los Moros o Castillo de Lanjarón, datándolo cronológicamente en los años 1100/1150, en estilo de Arte Emiral, y lo describe de la siguiente manera:
Aspillera sobre la entrada acodada
Muro interior este
Torre del Homenaje
"Pequeño castillo que se compone de tres recintos, estando situados los dos primeros al Norte del principal o alcazaba, a ambos lados de la puerta y camino de acceso al conjunto. Ambos tienen una reducida superficie, conservando parte de sus murallas y torres de mampostería.
Aljibe
Entrada al patio y torre Homenaje
Muro interior oeste
El primer recinto se sitúa en la roca más elevada, adaptando sus muros a la topografía del terreno, conservándose prácticamente completo. Se llega a él a través de un camino modernamente urbanizado, desde el que se pasa directamente a otro, intramuros, defendido al Oeste por una barbacana, ya que se ha perdido la puerta de ingreso a él.
Torre Homenaje desde la torre norte
Muro oeste exterior y barranco Salado
Vista del conjunto desde el oeste
Al final, girando al Este, encontramos un hueco de puerta, formado por un arco apuntado de ladrillo, tras el que se ven las ranuras para el rastrillo, la buhedera para su defensa, un pasillo abovedado y otro arco apuntado, éste de mampostería. Al final, la salida da paso al patio de armas con terreno natural en pendiente.
Patio y torre del Homenaje
Hacia la torre norte y Lanjarón
Interior de la torre norte
En el ángulo Noreste, hay una torre cuya sala interior se cubre con una bóveda semiesférica de ladrillo, que conserva tres troneras con arcos abocinados para defensa de las murallas. Este tipo de saeteras pueden también verse, semienterradas en el rellano, en las fachadas Norte y Oeste. Al Este, quedan importantes restos del adarve y un gran merlón del almenado del muro.
Bóveda de cañón de la torre norte
Lanjarón desde la torre norte
"Tajo colorado" y sierra de Lújar al fondo
Al Sur, a la derecha del pasillo de entrada, estaba la torre del homenaje, con planta de "L" abierta y, bajo la cual, se encontraba el aljibe del castillo, de dimensiones interiores 5,25 x 2,60 metros, construido con muros de mampostería, enfoscada y enlucida con mortero de cal, sobre el que quedan restos de pintura de almagra. La bóveda de cañón que lo cubre es del mismo material y tiene restos del conducto para la entrada del agua.
Bajada al "patio de armas"
Ondulinas en los escalones de bajada
Más fósiles en los escalones de bajada... o subida
Todas las construcciones están realizadas con fábrica de mampostería, con muros de 1,20 metros de espesor, estando las esquinas reforzadas con sillarejos. Sólo en la torre del homenaje, sobre la base de mampuestos, se han levantado los muros de tapial de cal y canto. Tanto en las paredes del interior de esta torre como en las del ángulo Noroeste del patio, se observan las huellas dejadas por las vigas escuadradas que apoyaban sobre los muros que constituían los forjados de piso."
Carretera de la plazoleta a la variante
Una vista desde el este con la luz del amanecer
Y esta visita ha satisfecho aquella que no pudimos hacer a este recinto en diciembre pasado, cuando estuvimos en la ciudad.
Fotos del autor y de GoogleZoom
Bibliografía del IAPH
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