Esta exposición se inauguró el 28 de octubre de 2016, conmemorando los 1300 años desde que Córdoba fue capital del Al-Andalus. Ahora se prolonga hasta el 28 de febrero, un mes más, por lo tanto esta entrada del blog no es ninguna primicia y el objetivo es no "incidir negativamente" en el normal desarrollo expositivo sino que quede constancia de su paso, y de los interesantes textos expuestos en ella, y de paso si queda algún/a cordobés/a, que no la haya visitado -que me imagino que no- lo haga ahora. Tiene, además de las piezas, algunas muy poco expuestas, unas frases muy significativas en las paredes y sobre todo los textos. No he encontrado en los lugares de consulta, nombres de comisariado o colaboradores por lo que no puedo agradecerles su labor, por lo que me quedaré sólo en el MACo.
Textos de la exposición:
"La caída del reino visigodo tras la invasión arabo-islámica del 711 d.C. dio paso a un periodo complejo en el que el proceso de conquista fue consolidándose sujeto al rechazo de una parte de la población hispano-goda y a las propias tensiones, internas entre los conquistadores, venidos en sucesivas oleadas y obligados, cada vez más, a compartir espacios y a tributar impuestos.
En un primer momento, la capital de al-Andalus se estableció en Sevilla, en época de Abd al-Aziz ibn Musa, hijo del conquistador de Hispania, hacia el 93-94H./711-712 d.C.
Su asesinato, en el año 716 d.C. iba a tener como consecuencia la venida de un nuevo gobernador: Al-Hurr ibn Abd al-Rahman al-Tagafi en agosto de ese año. Su primer acto como gobernador fue trasladar la capitalidad de la provincia de Sevilla a Córdoba, golpe de efecto sobre el tablero de al-Andalus al que seguiría una reorganización de la fiscalidad de toda la población, conquistadores y conquistados.
Con esa decisión administrativa, Al-Hurr sentó las bases para que una de las grandes metrópolis de la Hispania romana y visigoda se convirtiera en la capital del futuro estado omeya de al-Andalus. La instauración posterior de un emirato omeya en al-Andalus, independiente del califato abbasí de Bagdad, es un hecho también de importancia capital: la casi extinguida dinastía de los omeyas prolonga su existencia política con cerca de dos siglos y medio más de gobierno, llevando al Islam español a su etapa más esplendorosa.
Durante más de tres siglos la ciudad de Córdoba se iría convirtiendo en la referencia en la historia, la cultura, el arte, la sociedad, la ciencia... De unos sencillos inicios llegaría al esplendor inimaginable del siglo X y a una paulatina decadencia, en el plano político, desde el siglo XI, pero su fama estaba alcanzada. Este año de 2016 se cumplen mil trescientos de aquel evento que marcó el devenir de esta ciudad,"
1.-MONEDA VISIGODA de oro TRIENTE- Museo PRASA Torrecampo. Recesvinto (años 653-672) Ceca Ispalis. Procedencia desconocida
2.-MONEDA VISIGODA de oro TRIENTE- Museo PRASA Torrecampo -Recesvinto (años 653-672) Ceca Corduba. Procedencia desconocida
3.-MONEDA VISIGODA de oro TRIENTE- Museo PRASA Torrecampo .Ervigio (años 680-687) Ceca Corduba. Procedencia desconocida
4.-MONEDA VISIGODA de oro TRIENTE -MACo. Triente Egica y Witiza (años 698/702) Ceca Corduba. C/ Pintor Palomino, 55
5.-PRECINTOS -Museo PRASA Torrecampo. Placas de plomo circular, con orificio central, posteriormente doblada para cerrar, con función de precinto, un saco de mercancías. Emir Al-Hurr Adb al-Rahman al Thaqafi 97-99 H/716-718 d.C.. Precintos relacionados con las sacas utilizadas para el pago de las tropas que intervienen en la conquista de Hispania. Procedencia desconocida
6.-DINAR INDICCIONAL - Museo PRASA Torrecampo . Sólido de oro hispano-andalusí, de los denominados "dinares indiccionales" por llevar la indicción como leyenda central de la segunda área. Epigrafía latina. Años "indiccionales" según los ciclos fiscales bizantinos de quince años. Leyenda central: Indicción XI (712-713). Moneda de reminiscencias norteafricanas, con estrella de influencia numismática púnica. la fecha está incompleta al salir de la orla. Fecha: 93-94H/712-713 d.C.
7.-FELÚS de época de la conquista- MACo. Primer tercio Siglo VIII, La Arruzafilla (Córdoba)
MONEDAS
"MONEDA VISIGODA
En el reino visigodo existía un sistema monetario de tradición romana basado en el tercio de sólido, el tremis o triente, como unidad principal, con pervivencia del uso de los bronces tardo-romanos para las transacciones de menor valor. Dicho sistema se encontraba en crisis, manifestada en la disminución de su producción, calidad y distribución.
La obligación de los pagos de las comunidades sometidas, expresados en parte en dinares/sólidos, sugiere una fuerte carga impositiva en metal precioso abonado mediante el oro remanente en poder de los hispano-visigodos, ya fueran monedas, objeto litúrgicos, coronas, joyas, etc...
El sistema impositivo puesto en vigor desde el 713 debió agotar las reservas de oro visigodas muy poco tiempo después de la conquista como se aprecia en la cota de Tudmir (distrito de Murcia) cuando, treinta años después, el yund (ejército) egipcio se encargará de la recaudación de tributos ante el colapso del sistema anterior.
MONEDAS VISIGODAS de oro TRIENTE
LAS MONEDAS DE LA CONQUISTA
Si algo define la conquista de Hispania por los omeyas de Damasco, es la sustitución del sistema monetario anterior por algo totalmente nuevo, con las monedas conocidas como "transicionales": las acuñaciones de monedas de oro, sólidos y sus divisores (medios y tercios) y feluses (monedas de bronce y cobre). Se caracterizan las de oro por sus leyendas en alfabeto latino pero expresando mensajes de la nueva religión islámica con las fechas de tradición bizantina.
La variedad de cuños, aleaciones y la mala calidad de factura sugiere una producción descentralizada, quizás a causa de talleres móviles que acompañaban a las sucesivas expediciones en su captura de botín. Se conocen ejemplares de los años 711, 712 (las más numerosas) y 713. En el 716 aparece el sólido bilingüe, con la mención de al-Andalus en árabe como contraposición a Hispania; es la más abundante tras la del año 712 y refuerza la validez del sistema impositivo implantado por Abd al-Aziz, segundo gobernador de al-Andalus (714-716).
En menos de diez años, aparecen las nuevas series de dinares, dirhemes y feluses, ajustados al modelo epigráfico de la reforma del califa omeya Abd al-Malik en el año 696, combinando la tradición sasánida y la bizantina, que proporcionan al estado omeya unos ingentes recursos para financiar sus campañas de expansión.
La llegada de contingentes militares omeyas al norte de África y el ejemplo del ejercito de Baly (gobernador de al-Andalus entre el 741-742), sirven para acelerar la presencia de las nuevas monedas y de gentes acostumbradas a ellas que facilitan el proceso de integración.
Dinar indiccional y Felús
LAS MONEDAS REFORMADAS
De las monedas epigráficas ajustadas a la reforma, las más abundantes son las del 720 año con dinares y sus divisores (medios y tercios), mientras que de los restantes años de los que se conocen ejemplares (721, 722, 724 y 726 d.C.) el número es mucho menor y en descenso. La mayor novedad es el dirham, moneda de plata, que será hasta mediados del siglo Xl la moneda esencial del sistema monetario islámico en al-Andalus, que muestra dos fases:
1) Acuñaciones del período de los Gobernadores.
Son dirhames que se encuentran entre las mejores acuñaciones realizadas en al-Andalus por su calidad y pureza en una única ceca, al-Andalus, en Córdoba desde que se fijara la capitalidad. Son regulares entre el 721 y el 742 d.C., y después más irregulares, con emisiones hasta el año 753 d.C., dos años antes de la llegada de Abd al-Rahman I. La moneda inferior, el felús es la que aparece en la práctica totalidad de los yacimientos del primer momento de la conquista. Es el elemento básico del sistema, indispensable para las transacciones habituales. Es variable en pesos y tipologías, con ausencia de fechas en muchas emisiones. Hay dos grupos: los que corresponden con el primer momento de la conquista y se asemejan más a modelos norteafricanos, y los claramente acuñados en al-Andalus. La secuencia de sus emisiones sugiere que, al igual que en otros territorios del imperio omeya, se estaba llevando a cabo una sistematización u reorganización de las series monetarias en bronce ajustando su aspecto a los modelos epigráficos vigentes.
2) Acuñaciones del emirato Omeya de al-Andalus bajo Abd al-Rahman I.
En términos numismáticos se produce la desaparición de las emisiones de dinares y la centralización en el dirham como la herramienta única del sistema monetario andalusí, ya que el felús se va a convertir en algo ocasional y muy aislado. Este proceso fue lento y pausado, al ritmo del reconocimiento por parte de los diferentes poderes de al-Andalus de la autoridad de Abd al-Rahman I. Así , pasarán siete años antes de que el joven emir pueda acuñar monedas en la ceca de Córdoba (763 d.C.) y dar paso a una lenta recuperación de la masa de moneda en circulación. Y esas monedas serán las que financien la construcción de la primera fase de la mezquita aljama de Córdoba."
Precintos
1.-TESORO DE LA ACORNOCOSA (Villaviciosa de Córdoba) MAECo
Época: Conquista y Emirato Omeya de Córdoba. Se conservan un total de 390 monedas correspondientes a los reinados de Abd al-Rahman I, Al-Hakam I e Hisam I; Dirhanes expuestos (de arriba abajo y de izda. a dcha.): Ceca Taymara 90H./708 d.C.;Ceca Wasir 92H./710 d.C. y 95H./713 d.C.;Ceca al-Andalus de 150H./767 d.C. a 171H./787 d.C.
2.-TESORILLO DE LA TUMBA DE CERCADILLA (Córdoba)-MACo -32 feluses de primer época de la conquista. Primer tercio del siglo VIII.
3.-TESORO DE BAENA- MACo. Época de conquista -87 monedas completas y fragmentos. Están acuñadas entre el 79H./697 d.C. y 136H./753 d.C., siendo las cecas mas representadas Wasit y Damasco, y 28 ejemplares de al-Andalus. Dirhames expuestos: (de arriba abajo): Ceca de Wasit 84H./703 d.C.; Ceca de Dimisq 95H./713 d.C. Ceca de al-Andalus 106H./724 d.C., 121H./738 d.C., y 136 H./753 d.C.
Tumba de Cercadilla (Mediados del siglo VIII)
"32 MONEDAS Y UN MISTERIO
El interior de criptopórtico del palacio tardorromano de Cercadilla se reutilizó tras el abandono de su uso primigenio de muy diversas maneras: como establo, como almacén como área doméstica... y, solo una vez, a mediados del siglo VIII, como tumba de un individuo cristiano.
Desconocemos el nombre de nuestro personaje pero sabemos que era extranjero -tal vez de los reinos del norte de Hispania o del imperio carlolingio- de poca altura y de aspecto grácil que incluso podría haber pasado por una delgada mujer. Sabemos que murió más allá de los treinta pero antes de los cuarenta y cinco años y que pasó hambre de niño y, sin embargo, ignoramos la causa de su muerte.
Para acompañarlo en su eterno descanso, se le coloco muy cerca de su hombro derecho un saquito de lino y algodón con treinta y dos feluses de cobre. Su entierro se produjo en uno de los cementerios cristianos de la ciudad, en el que rodeaba a la iglesia consagrada posiblemente a San Acisclo, instalada sobre lo que había sido el regio palacio del emperador romano Maximiano.
Pero... si nuestro personaje contaba con recursos como las treinta y dos monedas ¿Cómo es posible que su tumba fuera tan pobre? Y ¿cómo se explica que careciera del privilegio de enterrarse en un sepulcro cercano a la iglesia junto al resto de la comunidad de creyentes? ¿Por qué se le abandonó en una zona tan alejada de aquella, oculto en ese pasillo subterráneo y en absoluta soledad? Ninguna estructura de piedra o ladrillo acogió su cuerpo, ningún ataúd lo ocultó. Ninguna lápida que recordase su nombre. Una fosa abierta en un suelo de tierra sirvió para recoger sus despojos y su monedero, y varias paladas de tierra para ocultarlo. Quedó oculta bajo dos metros de la basura de las gentes que vivieron en el siglo VIII en torno a esa tumba. Y otra pregunta más: ¿Qué hacia un cristiano con treinta y dos monedas islámicas en la novísima capital del emirato omeya?
Un extranjero, posiblemente cercano al nuevo poder instalado en la capital del emirato y de ahí la presencia de ese "tesorillo" cerca de su hombro ¿Traicionó acaso este hombre a los suyos y de ahí la naturaleza de su tumba y el reguero de dudas que suscita? Con treinta y dos feluses poco podía comprarse, pero fue sólo ese escaso valor lo que acompañó a nuestro difunto durante mil trescientos años. Hasta que nosotros lo encontramos.
Una tumba proscrita ¿Una damnatio memoriae? Las preguntas se acumulan... y la arqueología no todas tiene respuestas. Por el momento."
"MHIRAB MONOLÍTICO
Nos encontrarnos ante una pieza excepcional, singular en la Península Ibérica, y con un único paralelo en la Bagdad del siglo VIII d.C. Se trata de un mihrab monolítico, símbolo de la presencia del Profeta Mahoma y señal visual pata la comunidad de creyentes musulmanes. Se colocaría pegado al muro de la qibla de la mezquita, que indica el lugar al que los fieles deben dirigir la postración en su oración. Un siglo más tarde, ya en IX d.C., el mihrab evolucionará hacia un nicho o una pequeña habitación hecha en el muro de qibla, y dejará de ser una pieza labrada sobre bloques de mármol o madera.
Aparece esta pieza en una excavación arqueológica en la C/ Manríquez, cerca de la Mezquita. Presenta una interesante mezcla de estilos artísticos que lo convierten en una pieza única de transición entre el final del mundo visigodo y el primer arte hispanomusulmán. La venera o concha frontal sobre columnitas representa una estética típicamente visigoda. Sin embargo, la decoración vegetal exterior es ajena a ese mundo: la parte superior, con un tallo central del que salen ramificaciones a ambos lados, es una composición que encontramos en decoraciones de Raqqa de los siglos VIII y IX d.C.; en los laterales, el Árbol de la Vida aparece representado con sus hojas de forma idéntica a las decoraciones de piezas egipcias del siglo VII d.C., como las de Bawit. Seguramente, tras la conquista cristiana, sería reutilizado como fuente; de ahí su deteriore, y los orificios practicados en la base de la venera y en el trasdós del arco.
Esta pieza excepcional, fruto de la mezcla de estilos orientales y visigodos en un momento de formación de una nueva estética, debió ser el primer mihrab de la Mezquita Aljama de Córdoba, la que fundara Abd al-Rahman I."
1.-JARRO. Cerámica común. Espatulado - Siglo IX; 2.-JARRO. Cerámica común - Siglo IX; 3.-LÁMPARA Tipo 0 Cercadilla o tipo "vándalo", con asa de pellizco. Cerámica común - Siglos VII-VIII; 4-5.-DOS LÁMPARAS circular de pie alto. Cerámica común -Siglos VII-VIII ; 6.-LÁMPARA circular de pie alto. Cerámica común -Siglos VII-VIII ; 7.-TAZA, Vidriada en verde al interior y al exterior. Decoración aplicada e incisa con motivos geométricos - Siglo IX; 8.-JARRITO Cerámica común pintada con motivos geométricos: ondas Siglo IX; 9.-JARRA, Vidriada en verde al interior y al exterior. Decoración incisa con motivos geométricos y vegetales -Siglo IX; 10.-CANDIL Cerámica común - Siglo IX
"CAPITEL VISIGODO MACo n° 7209 -Carretera Puesta en riego. Córdoba Segunda mitad siglo VI- siglo VII. Capitel de columna con corona de hojas de pseudoacantos con doble tallo y lóbulos alargados de ápices apuntados. El cáliz se ha reducido a dos hojas alargadas que sostienen unas volutas de cintas lisas rematadas en espiral. Las volutas angulares están sostenidas por una segunda hoja a las de la corona principal. El frente del ábaco y presenta como motivo central un semicírculo decorado con incisiones.
CAPITEL VISIGODO MACo no 770 - Córdoba Siglo VII- inicios siglo VIII.
Capitel con ábaco de forma estrellada trazado sobre un tablero cuadrado en el que se hallan excavados los huecos que dejan los florones y las volutas. Los caulículos son meros zarcillos rizados y conteniendo en su curva interior flores cuadripétalas que los capiteles árabes suelen tener en los ojos de las volutas. Hay una hoja de acanto en cada esquina y otra muy baja en los frentes, disposición muy frecuente en los capiteles románicos.
CAPITEL EMIRAL MACo No 397 - Huerto de San Andrés. Córdoba S. IX. Se trata de un capitel de orden corintio con una única hoja de acanto. En conjunto, se puede considerar que la importancia que adquiere la decoración secundaria en los capiteles emirales se manifiesta aquí claramente. De influencia oriental, pero con estética aún de lo visigodo.
CAPITEL EMIRAL MACo No 398 . Córdoba, Siglo IX -Capitel de orden corintio que pertenece al grupo de aquellos que presentan una única fila de hojas de acanto con un leve uso del trépano en los orificios del borde de la canastilla, naciendo las palmas de las propias volutas. De influencias clásicas, el trabajo del trépano pone de evidencia el período de búsqueda de un estilo propio en el que se encuentra inmerso el arte andalusí en el siglo IX."
Fotos de la muestra del autor
Bibliografía textos de la muestra.
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