Los juegos infantiles -tenebrosos- del entorno de la Calahorra
Ayer tarde, a las siete, paseábamos por ese marco incomparable del Puente Romano y la Calahorra -antes de hacer patria yendo a ver la película de Trueba la Reina de España, ya que el facherío la ha tomado con ella-, y a pesar de ser casi invierno, la gente también lo hacía a esas horas en manga corta y había además bastante afluencia de público, oriundo y extranjero, era desde luego festivo, el 6D. Pero vimos con una enorme decepción y pena que los juegos infantiles de la ribera del río, junto a la Calahorra, no estaban iluminados. Muchas familias y su hijos jugaban en ellos en la más absoluta oscuridad, sólo la luz que le llegaba de la iluminación de los paseos de la ribera los alumbraba algo. ¿Cómo es posible que derrochemos energía eléctrica en muchos lugares y allí ninguna? Es verdaderamente lamentable.
Otra vistas en las más absolutas tinieblas
Sólo la luz de los paseos
Pero si lo es que jueguen nuestros hijos a oscuras, a expensas de una caída accidental por falta de luz, lo es también porque el símbolo de nuestra ciudad, la rueda del molino de la Albolafia esté sumida también en las tinieblas. Así como los restantes molinos del río. ¿Tanto trabajo costaría pedirle a Endesa, esa empresa que se hace a diario de oro con las subidas abusivas a nuestra factura de la luz, que ponga unos focos que alumbren esos lugares? Si es necesario con un cartel que les haga publicidad, en el supuesto que el ayuntamiento no pueda soportar ese gasto.
En el centro está el símbolo de la ciudad, la rueda de la Albolafia
Otra vista del mismo lugar
Nos gastamos -tiran nuestros representantes-, el dinero de los contribuyentes, en megaproyectos como el Palacio del Sur -la mayor exposición de jaramagos de Córdoba y la Unión Europea-; o en otro megaproyecto, el C4; o en los fastos previos de aquello que se llamó Córdoba 2016, de los que no nos han rendido cuentas aún; o el dineral de un Palacio de Congresos, que le soluciona a una entidad bancaria, la reparación de una pésima nave fruto de la megalomanía de otra persona que ya no está por aquí, sobre todo teniendo otro, y lo que es más no nos explican el porqué de esa decisión; y en muchas cosas más que podríamos añadir a la lista. Pero no tenemos la vista necesaria con nuestro pueblo para, en primer lugar ponerle luces a un lugar de juegos infantiles, y la turística y comercial si cabe, de iluminar los monumentos del río, sobre todo uno de los más simbólicos de la ciudad, como es el molino de la Albolafia.
Otro, la pasarela de la Cruz de Rastro no se ve, las luces de un bar alumbran algo
Algo positivo, la moderna obra de Luis Celorio, por fin ha
encontrado una ubicación despues de rodar por otros lugares
Fotos del autor
¡Ay!Paco y dónde dejas la contaminación lumínica,producto de tanta luz, que al final
ResponderEliminarno nos deja ver las estrellas.Nosotros,de pequeño en pleno invierno jugábamos con la
luz de la luna,si la había,al menos en las Margaritas,una sola bombilla alumbraba las
pocas calles de María Luisa.Ese lugar y Miraflores son estupendos para ver
las estrellas,que muchos han olvidado.Aún tendrían que apagarse las luces de más monu
mentos,que parecen fallas valencianas,pero estas al menos son una vez al año.
Saludos."ben"
Buenos dias Paco-
ResponderEliminarLa moraleja a tu entrada es que los poderes públicos y el poder público mas cercano al pueblo es el ayuntamiento, deberian tener unas prioridades y una de las primeras dererian ser la infancia y todo lo que se relaciona con ella y siguiendo tu hilo, el patrimonio, que es de todos y es una manifestación cultural de nuestro pasado, pues bien parece que ninguno de ellos mima, pues un poco de mimo seria, como muy bien dices un poco de luz, que permitiera a los niños prolongar su horario de juegos, ahora que el invierno es mas pobre en horas de luz y al mismo tiempo embellecer esos simbolos culturales.
En fin, como decia el Cid, yo seria un buen vasallo si tuviere un buen señor y precisamente señorio es lo que falta.
Salud y Republica amigo.
Carlos, ni tanto ni tan calvo, en el término medio está la virtud siempre. Exponer a unos niños en unos juegos infantiles de altura (son un barco pirata en el que pasean por filos y cuerdas) a una caída por la contaminación lumínica es rizar el rizo. Se que no has querido decir eso y mucho menos desear accidentes de nadie y menos de niños. Hay fórmulas para evitar que la iluminación salga hacia arriba. Y tus tiempos y los míos eran otros, cuando ponían altares en las calles (esto es antes de nosotros, aunque hoy también en demasía) para alumbrar algunas calles que no tenían ninguna luz. Pero siempre ni tanto ni tan calvo.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Buenas noches, amigos. Paco, la virtud no existe porque no hay término medio. Yo antepongo la seguridad de los niños, perdóneme usted señor Ben, al placer de ver las estrellas. Los monumentos generalmente religiosos singuen la tónica de los antiguos dirigentes, que es el “Aquí estamos” para que vengáis y soltéis la tela. Ahora te iluminan por ejemplo la torre de una catedral y la gente va a verla de noche, y todos los alrededores están llenos de toda suerte de negocios. A ver quien tiene… de apagar los focos, te corren a hostias los comerciantes.
ResponderEliminarUna gran fuente de contaminación lumínica la produce el tráfico. Lo he podido comprobar este año en la sierra de Gata. Cámara en ristre me fui a un camino lejos de un pueblo, que tenía cuatro luces mal contadas, a fotografiar las estrellas. A cierta distancia había una carretera, algunas fotos salieron regular por las luces del tráfico.
Un abra, salud y República.
Es verdad Patxi, en algunas cuestiones no hay ese término deseado.Y en cuanto a la contaminación lumínica quedan muy pocos paraísos limpios en este país para la observación astronómica. Leí una vez que tienen en una parte de la serranía de Cuenca, creo, aficionados alemanes telescopios domésticos y no tanto, emplazados y conectados a Internet para poder observar el cielo desde Alemania u otros países. Antes el irte a un melonar de la campiña, te hacía poder ver hasta la vía Láctea sin problemas. Hoy eso es imposible.
ResponderEliminarAbrazos Salud y República
Amigo Patxi,no sólo es la contaminación,es que también está el asunto de la protección
ResponderEliminarde las aves, que anidan en la zona de los Sotos de la Albolafia,que es un espacio na
tural protegido que va desde el puente Romano,al puente de San Rafael.Las aves tam
bien tienen que dormir.
Con mis nietos he ido a jugar a esa zona de día.Si mal no recuerdo hay un cartel avisador,de que esos juegos se deben usar dentro de un horario.Toda esa zona está muy
oscura,bajar a ella de noche,no tiene mucho sentido.Muchos,la prefieren muy iluminada
y con muchos bares,al estilo de Sevilla.Pero son dos cosas diferentes,sin compara
ción posible.Saludos."ben"
En primer lugar perdón por la no publicación en su momento de los comentarios de Ben y de Juan, el sistema de aviso me juega siempre una mala pasada.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la opinión de Juan, no estaría de más un poco de luz. Simplemente con dirigir algún foco allí permitiría que cuando haga buen tiempo poder prolongar el tiempo de juegos.
Y en cuanto a la contaminación es mejor el esparcimiento de los pequeños cordobeses que molestar a algún ave que puede irse a otro lugar más tranquilo. (desde mi punto de vista)
Un abrazo a los dos y feliz año 2017