domingo, 7 de agosto de 2016

EL CAMPO DE SAN ANTÓN

Jardines del Campo de San Antón o Puerta Nueva desde el Sanatorio

Nos seguimos moviendo por el Campo de San Antón y alrededores. Este lugar en el siglo XIX decía D. Teodomiro que: "...es el trayecto desde la puerta de Alcolea a la esquina de San Juan de Dios y sigue hasta la que forma el edificio de Madre de Dios, hoy Asilo de Mendicidad. Toma el nombre de un hospital convento de San Antonio Abad, que estaba contiguo al de San Juan de Dios, en lo que hoy se llama también huerta de San Antón. Su fundación, que no hemos podido aclarar, es casi a seguida de la conquista. Tenía una comunidad o especie de monjes al cuidado de los enfermos, y poco a poco fue extinguiéndose, tanto, que en el censo de población de 1718 ya sólo habitaba en él un anciano llamado don Francisco Julián de San Martín, presbítero, a quien decían el Comendador, título que debía ser el de presidente o jefe de aquella congregación, y un sacristán encargado de la iglesia."


Plano de 1811, citado en el texto

Plano de 1851

En el plano de 1811 podemos delimitar los edificios a que se refiere el autor de Los Paseos, tenemos la Puerta Nueva o de Alcolea, el convento del Carmen, que al ser después de la dominación francesa ponen exconvento, por el cierre de los muchos que sucedieron, también  fue después de la guerra incivil, Sanatorio antituberculoso de Puerta Nueva; Maternidad cuando esta desapareció del Hospital de San Jacinto del barrio de la Mezquita, recuerdo que significó también el traslado de los porteros del mismo, Juan Prieto y Paquita Hernández, esposa del primero, y sus hijos Matías y Paco. Juan Prieto fue también portero del cine Benavente de verano. Luego finalmente se trasformó la maternidad en la Facultad de Derecho que es lo que es ahora.

 Plano de 1884

Convento fuente y triunfo del Campo de San Antón

Seguimos con el plano de los franceses 1811, a la derecha del convento del Carmen el barrio de San Antón, cuyo "monumento esencial" fue Casa Chaleco. "el que va a un entierro y no bebe vino el suyo viene de camino", parada obligatoria después de asistir a los entierros en el Cementerio de San Rafael (Otra cuestión que le debemos a la administración francesa, el sacra a los cementerios de dentro de la ciudad, que lo diga quien lo diga, era la modernidad). Aunque no pertenece al barrio, a la altura casi del camino que venía del Alpargate, había una Ermita que en el plano la señalan como de San Sebastián. Yo recuerdo en esa acera más o menos a esa altura, una especie de altar embutido en una cancela. Seguro no tendría nada que ver con la ermita pero bien pudiera ser un recordatorio de aquella.

Instalación de triunfo en el centro del jardín
 Jardín terminado

Hay un episodio familiar que ocurrió en ese cruce de la carretera con el puente del arroyo de las Piedras, que fue bastante impactante para un niño como yo. A finales de los cincuenta falleció mi abuela Antonia Jurado. Los traslados al cementerio se hacían en coche de caballos con urna de cristal. Aproximadamente en ese lugar era donde se despedía la comitiva religiosa, las famosas capas, que en este caso era solo una. Los caballos se espantaron por alguna razón y dos de la ruedas del coche se metieron en la reguera de la carretera, quedando por tanto casi volcado, y el féretro que afortunadamente no rompió el cristal se deslizó al lateral. Los acompañantes todos a una, subieron el coche nuevamente a la carretera mientras el cochero manejaba a los caballos desde el bocado. Aquello quedó en una anécdota macabra.

 Vista del jardín desde el matadero

Sanatorio

En esa esquina comenzaban los caminos, al Granadal, huertas y otro a la barca de Lope García. Allí estaba el puente del arroyo de las Piedras, que venía buscando la Fuensanta para llamarse así, pues en ese lugar se llamaba de San Juan de Dios. Esté fue el exconvento de San Juan de Dios, antes de San Antonio Abad, luego matadero ya actualmente almacén de alimentos, para la empobrecida sociedad cordobesa, esquilmada por los muchos mangantes que hay ahora. Sigue diciendo D. Teodomiro sobre aquel antiguo y ahora exconvento:  "Mucho después, el virtuoso obispo don Agustín Ayestarán quiso crear un hospicio o casa de misericordia, e hizo la fundación, destinado este lugar para ello. Intentaba sacar de cimientos un edificio conforme a sus deseos, y a este fin hizo derribar el antiguo de San Antón, cuyo titular y el Cristo de las Tribulaciones ya hemos dicho que están en la Magdalena. Iban a principiar la obra cuando la muerte privó de la vida a tan piadoso prelado, y todo quedó en proyecto, hasta que después lo llevó a cabo el no menos digno señor don Pedro Alcántara Trevilla."


Triunfo y transformador
Culto obispo, el Sr. Trevilla, el del sillón de las Ermitas, el que prohibió la Semana Santa con muy buen criterio. A los progresistas y cultos les llamaban afrancesados, pero eran actuales y cultos, fruto de la revolución francesa, de la Enciclopedia, de la Ilustración, de las Luces. Comparados con los de "vivan la caenas" iba un abismo. Sigue diciendo: "En aquella iglesia se hacían tres fiestas todos  los años, por varios gremios y principalmente por los casilleros o trabajadores de cáñamo, de que hemos ya hablado, y sostenían en Córdoba una industria de muchísima importancia, pues ascendía a trece el número de fábricas de cordelería que hubo en este sitio, ocupando a más de quinientos operarios. Ha decaído de una manera lastimosa. " Y se lamenta del decaimiento de la industria de la cordelería.


Triunfo

Luego cita al Campo de San Antón como el  único paseo con que se contaba en Córdoba: "El Campo de San Antón es una de las salidas más amenas de Córdoba, y a fines del siglo XVIII quizá el único paseo con que se contaba. Aquellos álamos fueron plantados por primera vez en enero de 1772, después de haber allanado el terreno, que estaba lleno de grandes montones de granzas y tierra, y en el siguiente año, o sea, en 1773, se construyeron la mayor parte de los asientos, pues había algunos hechos en 1749 con los sillares de una torre que derribaron."



Fuente de la Puerta de Baeza

Y se detiene en la fuente y el triunfo que ahora está en el centro del jardín: "La fuente que hay enmedio está dotada con seis pajas del agua llamada de la Palma. La hicieron en 1746 y tuvo otros cuatro caños en el pilar del centro; el que está al lado de la ciudad tiene la parte alta ladeada, o sean, las piezas torcidas, ocasionadas de un golpe que le dio un álamo que fue arrancado por un huracán, sin que sepamos el año fijo, aunque sí haber ocurrido en el presente siglo. Entre ésta y la puerta de Alcolea hay un modesto monumento o triunfo, como llaman los cordobeses, dedicado a San Rafael por aquellos vecinos en el año 1747. Dícese que la escultura que lo corona es debida a un modesto escultor o cantero llamado Estrella. En 1870 la han dado de colores, haciéndole perder el poco mérito que tenía."


Otra vista de la fuente desde la calle de Santiago, antigua Puerta de Baeza

Parece que la fuente se financió con el beneficio de un par de corridas de toros. Significativa la procedencia de sus aguas. Importante la curiosidad de las piezas torcidas, que no se si se respetaron, cuando piedra a piedra se trasladó por necesidades la carretera de la entrada a Córdoba, al lugar donde estaba el abrevadero en la Plaza del Alpargate o de los Padres de Gracia. Para unos años después, por necesidades de una nueva vía, la prolongación de la Avenida de Barcelona y la Ronda del Marrubial, trasladar la fuente unos metros más adentro de la plaza. y dejar casi al borde el triunfo de San Rafael procedente de la Plaza del Salvador, y antes de la Albaida, que se le llamó "Los ojos del Conde". Volviendo al Campo de San Antón, cita D. Teodomiro el triunfo que ahora está en el jardín de la Niña del Milagro o de Puerta Nueva.

Iglesia Madre de Dios

Acabando el paseo en la Puerta de Baeza y Asilo de Madre de Dios e iglesia del mismo nombre, en la esquina de la Carrera de la Fuensanta. El asilo fue cuartel de la Policía Local, luego Delegación de la Juventud, nuevamente Asilo de transeúntes, y después de muchos años de abandono por el obispado, ahora parece que afortunadamente se va a rehabilitar la antigua iglesia por lo menos se han dado los primeros pasos. Este Paseo se prolongó en el siglo XIX finales con el que citamos de Ronda de los Mártires. Otra hermosa fuente cerraba el paseo en la Puerta de Baeza ya en Campo Madre de Dios

Fotos del autor, AMC, GoolZoom
Bibliografía Paseos Por Córdoba

4 comentarios :

Juan Miranda dijo...

Buenos dias Paco. Recuerdos, cuantos recuerdos, cuantas veces andado ese itinerario, Casa Chaleco, la mítica taberna, paso obligado para ir al colegio en Puerta Nueva, aquella Cordoba, ya desaparecida que me hace cuando vuelvo no reconocerla, se ha echo demasiado grande para mis recuerdos infantiles.

Otra vez gracias.

Salud y Republica

Paco Muñoz dijo...

Juan muchas gracias. Son cosas que sólo quedan en nuestra memoria y en la de otros pocos. Lo interesante es poder recordar. Para mi cuando mi padre me llevaba en la bicicleta a la Choza del Cojo, era como si hubiera ido a otra población significaba salir varios kilómetros de Córdoba, lo mismo que ir a Lopez García, eran otros mundos, las huertas el frescor del agua, la sombra de los árboles, los recuerdos son algo que no nos pueden quitar estos mangantes. En todo caso la enfermedad, pero tampoco se van del todo, y los infantiles están bien grabados.
Salud compañero

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Alguien dijo: “La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados” otro menos sabio, el gilipollas de Einstein dijo: “La memoria es la inteligencia de los tontos” Menudo tonto del culo. El recordar es saber, esto le dijo Doña Teresa al giluipollas de “Don” Rafael, que contantemente me acosaba con la dichosa frase. Así que, gracias por hacernos destapar el tarro de nuestra memoria adormecida por el tiempo, y la distancia.
Un abrazo, salud y República.
P/S: Einstein, hubiese seguido en su oficina de patentes, si no hubiese encontrado a la matemática Mileva Maric, que cometió el error de casase con él.

Paco Muñoz dijo...

Gracias Paco. Yo estoy de acuerdo que la memoria es de lo poco que no nos pueden quitar. Lo que no entiendo es que quiso decir Einstein o a quien se refería. Tengo entendido que no era una lumbrera de estudiante. La capacidad de vivencias almacenadas por cada uno, que se perderán definitivamente si no se las contamos a alguien o lo dejamos escrito en algún lugar, que están ahí en un rincón de las neuronas, compuesta por una formula química y eléctrica determinada y codificadas de alguna manera.
Salud y República