Aparición de San Pablo a San Fernando
Cuando disfrutas con la pintura, e indagas en el origen de algunas obras de arte, te das cuenta de que la mayoría de ellas parecen tener un significado de inversión por parte de las instituciones religiosas. Todo el arte en nuestro país está impregnado de religiosidad, catedrales, mezquitas, imaginería, talla, escultura, joyas, etc. Y eso aparenta que es poco el arte de origen civil, siempre hay un trasfondo religioso, y en la "reserva espiritual de occidente" más. Claro lo podían pagar. Igual pasaba con los retratos de la nobleza o familias pudientes.
La obra principal en la sala del Museo
Con la visita a la exposición temporal (hay que ir a verla) "Descubriendo a Antonio del Castillo", te das cuenta que hay algo más en esa Sala IV del Museo de Bellas Artes de Córdoba, la del Barroco cordobés. Detrás debajo de los frescos de las sibilas de la cúpula de la capilla de lo que fue el Hospital de la Caridad, está un enorme cuadro de 4,95 x 2,38 m. Que representa la aparición de San Pablo a Fernando III, conmemorando la puesta en marcha del convento dominico de San Pablo, o un agradecimiento del santo al rey por ello.
Fachada del Convento
No voy a entrar en la génesis de la obra porque ni creo en los santos, ni soy monárquico. Estimo que la iglesia debía tener contentos a quien a la hora de repartir el botín de guerra del expolio a los árabes, los había hecho receptores de muchas tierras y propiedades de toda índole. Hay que imaginar que sería ese convento y su importancia. El rey representado en el cuadro, les dio a los dominicos, unos terrenos en la Axerquía, que primero fueron circo romano, luego palacio almohade, y luego convento. Junto a la vía más importante que lo fue de Roma, y la Puerta de Hierro de la ciudad, a unos metros del templo romano más importante de la misma.
Y el Rey conquistador les dijo en su privilegio:
"Os doy y concedo en Córdoba aquel lugar, con sus pertenencias donde está el monasterio con todo lo que los frailes tuvieron por donación mía y con la tercera parte del agua que corre al pie del muro y cerca de la barbacana entre la cerquía y la almedina..."
Un enorme edificio religioso, un no menos enorme huerto, que se llamó Almesa, y mucha agua. Siglo XV y sucesivos fueron configurando la propiedad hasta la llegada del modernismo francés, que frenó el crecimiento clerical y lo convirtió de momento en cuartel, para posteriormente la desamortización de 1836 hacer el resto. En 1848 se derribó y solo conocemos lo que era por los cronistas del XIX.
En la escalera principal existía un ciclo pictórico en torno a su fundación y sus advocaciones.
Santa Maria Magdalena y Santa Catalina
Dice Ramírez de las Casas Deza en su indicador cordobés:
"La caja de la escalera principal era magnífica y correspondiente al mérito de todo el edificio, no solamente por los escalones y columnas de mármol que la sostenían, si no también por los escelentes cuadros que la adornaban por Antonio del Castillo."
Santo Tomás de Aquino
Y D. Teodomiro Ramírez de Arellano en sus Paseos:
"La comunidad de San Pablo protegió también a los artistas. Aparte de la decoración del patio principal y de la escalera, que llamaba la atención, se veían cuadros de nuestros más aventajados pintores. En el claustro paralelo a la iglesia había muy buenas obras de Agustín del Castillo; en algunos otros puntos, varios santos de la orden, pintados de medio cuerpo por Francisco Zurbarán, y en la escalera lucía el diestro y delicado pincel de Antonio del Castillo, de quien eran Santo Tomás y San Buenaventura, de pie y tamaño natural; Santo Domingo y San Francisco, sentados; un gran cuadro en que San Fernando dedica aquel convento a San Pablo -estos tres están en el Museo provincial-; y un San Vicente Ferrer, San Pedro Mártir, San Antonio y San Bernardino, de medio cuerpo."
San Vicente Ferrer
Y la referencia del Museo dice:
"Ciclo pictórico de la escalera del Convento de San Pablo.
Este Convento, fundado por Fernando III el Santo a raíz de la conquista de la ciudad a los árabes en 1236, fue uno de los focos más importantes de la cultura local hasta comienzos de su declive con la invasión francesa de 1808.
Santo Domingo de Guzmán
El núcleo principal del mismo, remodelado por el arquitecto Juan de Ochoa en la segunda mitad del siglo XVI, contó con una monumental escalera que, como solía ser habitual, hacia 1650-1655 fue decorada con un ciclo pictórico por Antonio del Castillo y centrado en torno a las órdenes dominica y franciscana.
San Francisco de Asís
Desmantelado a raíz de la desamortización eclesiástica de 1835, se presenta esta reconstrucción en base a las descripciones realizadas por Antonio Palomino, Antonio Pons o Teodomiro Ramírez de Arellano en los siglos XVIII y XIX."
Placa de posición de las obras en la escalera, con el motivo central
Y esta es la ficha del Museo:
"Aparición de San Pablo a San Fernando
Antonio del Castillo Saavedra (1616-1668), C.1650, óleo sobre lienzo 495 x 238 cm. PROCEDENCIA: Convento de San Pablo FORMA Y FECHA DE INGRESO: Desamortización. 1835
Uno de los trabajos de mayor envergadura llevados a cabo por Castillo en la ciudad, quizá en la década de 1650 fue la decoración de la escalera principal del Convento dominico de San Pablo. para era la que se ideó un programa iconográfico centrado en torno a su fundación y a sus principales santos y advocaciones entre ellos San Francisco, San Buenaventura, San Vicente Ferrer, Santo Tomás de Aquino, San Francisco de Asís y Santa María Magdalena y Santa Catalina.
Placa con Santa María Magdalena y Santa Catalina
Todos ellos fueron resueltos por el maestro con figuras de tamaño colosal conforme a la magnificencia del espacio al que iban destinados, realizando un conjunto que estaba presidido por esta obra que conmemora la fundación de la casa por Fernando III el Santo el 29 de junio de 1236, festividad de San Pedro y San Pablo. Como antecedente del mismo se ha propuesto La rendición de Sevilla pintada por Francisco Pacheco para la Catedral hispalense, destacando en él la representación originaria de la fachada de un Convento que estaba situado fuera de la muralla romana, entre la Medina o ciudad alta y la Axerquía o ciudad baja."
Placa con San Pedro Mártir (inexistente), Santo Tomás de Aquino y San Vicente Ferrer
Las obras que estaban en la escalera y que existen son:
Aparición de San Pablo a Fernando III el Santo
Santa María Magdalena y Sta. Catalina
Sto. Domingo de Guzmán
San Francisco de Asís
Sto. Tomás de Aquino
San Vicente Ferrer
Placa con San Antonio de Padua, San Buenaventura y San Bernardino de Siena
Las que están en paradero desconocido, no sabemos si existen:
San Pedro Mártir
San Antonio de Padua
San Bernardino de Siena
Ficha de la obra
Unas curiosidades, respecto a las medidas del cuadro (yo no lo he medido), en la ficha figura un ancho de 238 cm. y sin embargo en la reseña de pared 311,5 cm, diferencia notable, y en cuanto a la fecha de su pintura, en la ficha figura aprox. el año 1650, y en la reseña el 1655. Posiblemente las diferencias son cuestiones administrativas o de transcripción de datos.
Reseña de pared de la obra
Fotos del autor de las del Museo de Bellas Artes
Bibliografía Indicador cordobés, Paseos por Córdoba y textos del Museo de Bellas Artes de Córdoba
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