Una panorámica del las dos cumbres mayores del Anker
El Anker, Avionetas, Gran Khan, 14%, etc. he de reconocer
que me pierdo en esta nomenclatura, ciclista, qué más quisiera yo que conocerla
bien, sobre todo porque sería motivo de estar aún practicando el ciclismo, en
este caso de montaña que tanto admiro.
Si los ciclistas de carretera son los esforzados de la ruta, los de
montaña ¿cómo habría que llamarlos? Yo sinceramente los envidio, de otros
pienso que son unos suicidas cuando se tiran por esos enormes desniveles, pero "cá uno es cá uno".
MTN50 del siglo XIX, el trazado en rojo
Vuelo de 1956
Vuelo de 1977, ya la repoblación forestal
Este camino es en parte la Vereda de Linares. Dice sobre la Vereda la Plataforma A Desalambrar que es el medio de consulta más fiable (para mí desde luego) en estos temas: "llega a Santo Domingo donde se
encuentra con la Vereda de este mismo nombre. Prosigue entre Cabriñana, puntal
arriba, a la Cañada de la Monja y Cuesta del Cambrón y, entre Los villares y la
Conejeras, cruza la carretera de Obejo y luego la Vereda del Villar, pasando
por el Abrevadero de la Fuente de la Encantada." Yo no encuentro nexo "entre Cabriñana puntal arriba a la
Cañada de la Monja", ahí me pierdo. Aunque la finca es Cabriñana,
seguro.
Camino
Primera cancela, luego hay una cadena.
Vertiente del arroyo de Santo Domingo
Sin embargo la cartografía del IGN si lanza la Vereda
de Linares por Santo Domingo, bajada pronunciada cementada, y cruce con el
camino al cortijo Jesús, José y María, para al llegar al brazo izquierdo del
arroyo de Santo Domingo, que graciosamente hoy corría más que el derecho, y la
Vereda sigue por el sendero de la izquierda hasta el siguiente cruce. Yo cogí
por la derecha para empezar a subir por lo que los ciclistas llaman Anker (me explicó Canario el significado, que venía de la unión de las palabras Antonio Luque e Iker, que me corrobora Antonio Luque, por ser aparentemente los primeros esforzados que abrieron esa ruta en bicicleta.). Desde ese punto cuando dejamos el camino
principal y bajamos al arroyo, pasando los dos brazos de la Y griega, hay
cuatrocientos metros hasta el límite del Parque de los Villares o la finca
Villares Bajos.
Desvio del camino al sendero, a partir de aquí en Anker
Ramal oeste del arroyo de Santo Domingo, con agua
Ramal este del arroyo de Santo Domingo, con algo menos de agua
El sendero se empina
A partir del límite citado, el desnivel es de un 25% medido
con altímetro, y trozos del sendero que lo superan. Cuando hallamos el nivel
medio es como las estadísticas de comer pollo, a todos nos corresponde uno por
cabeza, pero cuando algunos se come dos o tres, hay quien no se come ninguno.
La realidad es que es desnivel es en ocasiones para mi prohibitivo, piedra
suelta o arenilla hacen que a medida que subes, pienses más en la dificultad de
la bajada que es la complicada, y si a eso le sumas una lesión de talón (pero
esto es una justificación)...
Ya apreciamos el intenso desnivel, por aquí el 22% en tramos
Una mirada hacia abajo
Valle del arroyo Barrionueno y la Meseta Blanca
La realidad es que no lo subí del todo, me faltaron unos
metros, empinados eso sí, para llegar al único descanso antes de atacar el
tramo final que es del 22 % (80 mts.
desde la cota del descanso 510 m.s.n.m.), en realidad lo que me faltó hasta el
descanso, es el tramo más empinado, 30 m. de recorrido al 30 %, es
materialmente una pared, y el problema no es subir, que es más cuestión de pulmón,
corazón y... paciencia, es bajar que es caída segura al mínimo descuido, vamos
que, cuando decidí después de disfrutar de unas vistas maravillosas bajar, no
fue por gusto.
La cuesta hacia abajo
El último tramo 22%.
Roquedal de la cuenca del Barrionuevo
Las vistas son espectaculares, no se puede imaginar este
terreno a unos kilómetros de la ciudad. Se puede pensar en un paisaje alpino,
con unos pinares espectaculares, o en el roquedal hermoso del arroyo
Barrionuevo, con su definido valle abajo hacia el este, rematado por la meseta
blanca, -todos terrenos elevados del prehistórico
mar de Tetis-, con un horizonte aún nevado en las sierras penibéticas, y
los grises más cercanos de las Subbéticas con su cumbre Tiñosa como techo
provincial.
Un abrigo de las rocas
La bajada que llaman 14% desde el Anker.
Un precioso prado
Me he vuelto en la mitad y por muchas justificaciones que dé eso tiene un nombre, mieditis por la bajada.
Fotos y vídeo del autor
Bibliografía de Plataforma a Desalambrar
6 comentarios :
Buenas, el nombre se debe a juntar el nombre de Antonio e Iker.
Y fue porque fuimos los primeros en pasar en bici, que yo sepa.
Saludos
Muchas gracias Antonio por aclarar el toponímo y su origen. Eso fue lo que me contó Canario, ahora lo rectifico.
Un abrazo
Qué pasada de artículo, yo conozco a ese tal Antonio y tal Íker, aventureros donde los haya!! Ojalá sigan descubriendo juntos muchos caminos más :)
Paco, mieditis no, prudencia justificada, el último tramo en subida hasta el primer "pico" no solo es muy inclinado, además está sueltísimo y lleno de roca fragmentada, yo nunca me he atravido a bajarlo montado, e incluso bajado es muy fácil acabar en el suelo.
Eso si, la vista de ese espolón, como tu dices es una maravilla. Luego desde ahí hasta subir al segundo espolón y luego hasta la cancela de la pista de aterrizaje, ya es bastante más llevadero por el tipo de terreno, que tiene más opciones y agarra algo más. Arriba hay que tener cuidado porque muchas veces hay panales de abejas "trabajando".
Un abrazo!
PD: Esta foto que publiqué hace tiempo en Instagram la hice desde el "espolón" superior, y los compañeros están comenzando a bajar la parte más complicada, la foto, aunque sea mía es muy bonita ;-)
https://www.instagram.com/p/Wc8bSzicD3/?taken-by=fachico
(si quieres añadirla a la entrada del blog, yo encantado)
Gracias compañero, es miedo, esa subida al pico se las trae, y a sabiendas de que suaviza algo el siguiente tramo después del "descanso", no seguí, miraba para abajo y a pesar de haberme llevado dos bastones era complicado bajar para mí. Claro a unas malas glúteos a tierra y tardaré más pero no me caigo. Lo maravilloso es el paisaje a dos pasos y medio de la ciudad.
Y claro que publico la foto, es maravillosa. Muchas gracias.
Clara muchas gracias, ahora me ha dicho la máquina que había puesto un comentario, con notable retraso. Nunca es tarde si la dicha es buena. Lo siento mucho Clara. Pero ahí queda su opinión sobre los compañeros.
Un saludo
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