Vista de las caras norte y oeste y escalera
Aprovechando el estupendo día de los últimos de octubre, antes de la nueva y esperada borrasca del puente de primeros de noviembre, hemos efectuado una visita (el plural es correcto porque la hemos realizado Pepe Serrano y yo) al molino del Puente de Alcolea, sito a unos metros orilla derecha abajo del famoso puente. Días atrás lo visito Pepe con un amigo, Heliodoro Morera, oriundo de la barriada, que fue el que ejerció de guía con él. Incluso le propuso la búsqueda de una pasarela que permitiera pasar el azud que está roto.
Vista aérea de los accesos
Vuelo de 1977
Lo que pasa es que, una vez en el sitio, y las modificaciones que éste ha sufrido con las diferentes riadas, y el colmatamiento de lo que antes eran salidas naturales de agua, esos elementos modificadores han permitido cómodamente acceder ahora por su fachada sur, cosa que nos ha venido de perlas. Eso sí, esa fachada ha habido (Pepe, yo sólo me he asomado) que escalarla, porque no es posible rodear la construcción. Y naturalmente es imposible, pasar a la fachada norte por un filo o cornisa, que tiene a ras casi del agua que rodea la oeste, con el riesgo de que un traspiés nos lleve al río, que allí es una especie de embalse.
Aérea de Apple desde el noreste
El puente a la izquierda el molino y la entrada del canal
El acceso
El acceso a la construcción, cuya propiedad actualmente parece que es de la CHG, se realiza por la carretera de Villafranca CO-3103. Una vez dejemos la N-IVa, a unos 370 a la derecha hay un camino que pasa debajo del primer ojo del Puente de Alcolea, ese que fue testigo de dos importantes acontecimientos históricos de este país, guerra de la Independencia y Sexenio Revolucionario: Uno, a primeros de junio de 1808 un grupo de voluntarios que mandaba D. Pedro de Echevarri, contuvo en este lugar a las fuerzas del General Dupont, cuestión que permitió después al Gral. Castaños vencer al general francés en Bailen.
Azud destruido, posiblemente por los motivos señalados en el texto
Aunque parece similar a otra, en esta se ve la cornisa de la fachada oeste
Y el otro, Septiembre de 1868, se sucedió la famosa Batalla del Puente de Alcolea, en la que el Gral. Serrano, derrotó al Marqués de Novaliches fiel a Isabel II, que fue herido en la mandíbula, por eso aquellos de que "¿Qué es aquello que reluce en lo alto de aquél cerro? Las 'quijás' de Novaliches, se las está comiendo un perro". También en las cercanías existe un abandonado monumento que, en principio la Remonta de Córdoba, erige en honor a los muertos de la Batalla, y luego en 1935, la II República Española, mejora y repara, pero que está igual que algunos mausoleos que no tiene nadie que los cuide.
Fachada oeste y laguna creada delante por la colmatación
Pared sur
El edificio
Luego desde el cruce andamos por el camino citado unos 270 metros, y a la izquierda existe un árbol caído, por el que buscamos el acceso al Molino, a través de una espesa alameda y matorral, en un terreno semiarenoso provocado por las sucesivas avenidas del río Guadalquivir, que nos lleva a la construcción hidráulica. Está es un edificio robusto, rectangular de unos 14 metros por 7,5 aproximadamente, y de unos 2,5 de altura (medidos a ojo por ciento). En esquina noroeste de su fachada norte existe un azud que está roto, posiblemente por ser el que ha soportado la presión del río, imposible de salvar.
Vano interior con el árbol
Parte de la terraza
En esa misma esquina tiene una abertura, que presenta una escalera que permite el acceso a la inexistente planta superior. En esa fachada está el arco de entrada al canal, de ladrillo y unos 1,50 de anchura. Actualmente está debajo del nivel del agua. Arriba en la plataforma tiene una abertura para la posible compuerta, además en esa pared presenta lo que pudieran ser las guías del mecanismo de cierre y apertura. Dentro del macizo rectángulo que es el edificio, tiene un patio o abertura abierta, de 1,5 m por unos 13, donde estaría la noria, colmatado en cuesta de norte a sur, en cuyo centro ha crecido un árbol.
Pared escalada por Pepe
Terraza
Se puede suponer que todo el mecanismo de la noria y el molino estaría en la parte superior, pero no queda rastro alguno del mismo, por lo habría de estimarse que o fue desmontado cuando dejó de funcionar el molino, o el inexorable tiempo acabó con los elementos más débiles. Existen referencias históricas desde el s. XV, sobre los llamados batanes del Puente de Alcolea, señalando estos como propiedad de la Iglesia Católica -como no-, en alguna acta capitular del archivo de la Catedral. También citan otros molinos, e incluso el elevador de agua del Conde de Torres Cabrera para su plantación de la Isabela, en la orilla izquierda.
Fachada oeste y borde a ras de agua
Fotografía antigua obtenida en la red, en la que podemos ver la boca del canal
Epílogo
Como la intención de este modesto blog no es la de hacer una tesis doctoral ni mucho menos, sino reseñar nuestro patrimonio de la forma más asequible posible, dejamos al interés del lector la posibilidad de documentarse más particularmente, en los múltiples archivos de la ciudad, o consultar diferentes trabajos sobre molinos, a cual más interesante. Por lo tanto estimo que con esta reseña cumplimos sobradamente, la misión de dar a conocer este olvidado patrimonio cordobés.
Fotografías del autor, Google, Apple y una de la Red
Bibliografía de la Red.