Plano aérea con la disposición de las edificaciones y albercas
Y para terminar el recorrido por Valdehuertas, la plataforma del cortijo y la que está algo inferior de la mina de agua y fuente. En el vuelo ministerial de 1977 ya había dependencias del cortijo de Valdehuertas en ruinas, algunos tejados de teja hundidos según podemos apreciar en la foto aérea. El camino no era el único de la Cañada de la Teja, que vimos en el catastral o topográfico de 1872. Era el que había en el 1950, estimando que sería de primeros de siglo XX, germen de la actual carretera.
Vuelo de 1977
Catastral de 1950
Vemos que la puerta y patio principal estaba orientado algo al este, delante de ésta había una alberca, seguro para uso de la casa, que aún está, así como un murete, y la alcubilla que alimentaba ésta lateralmente. Se ve un hermoso cortijo que ocupaba casi toda la explanada. En una de las fotografías se ve la planta del cortijo y las diferentes albercas que las he representado donde están. La del boceto de planta está en el dibujo más cercana al cortijo de lo que está en realidad, la realidad es que está más metida en el monte.
Lo que queda del cortijo
La superficie del cortijo es de 1255 m2 aproximadamente, y el patio tiene 273 m2. Como puede verse tenía unas grandes dependencias, lástima que no haya quedado ni rastro de él. Sólo tenemos la fotografía aérea de 1977, de hace 38 años. Y la fuente, afortunadamente tenemos la fuente. Luego está la mina de agua que está cerrada por una cancela de hierro. Alumbrando por la reja pudimos ver el largo pasillo con el canalillo lateral, que discurre hacia dentro en dirección noreste.
Explanada del cortijo
Habló Abén de que fue recorrida cuando estaba abierta por unos espeleólogos y midieron unos doscientos metros hasta la surgencia, en dirección a la cota de Castripicón. Un foco en la puerta e instalación eléctrica interior completan el conjunto. Una serie de tubos y una caja registro en el exterior. Se conoce que el arco primitivo es el que enmarca la puerta, luego vendría seguramente la reja. Del arrasamiento del cortijo no sabemos la razón, y del embellecimiento del caño de la mina tampoco, pero conociendo el paño, sabemos que poca gente da puntadas sin hilo.
Boceto de planta del Cortijo de Valdehuertas
De la mina se alimenta el caño de la fuente que vierte en la alberca más abajo y cuyo rebosamiento inferior surte la cascada del travertino (Según Manuel Trujillo, en las Ordenanzas de 1884, la llaman la Fuente del Chorrillo). Por lo tanto el caudal es el que da la fuente. Unas mesas y bancos de piedra representan un merendero. Una serie de tuberías por el suelo van de un lado para otro, y no nos paramos a averiguar sus destinos. Me imagino que en el invierno el arroyo que baje por la Cañada de la Teja realimentará todo el sistema, y vendrá si es temporada de lluvias para no toserle.
Alberca del cortijo
En este reportaje de la Plataforma A desalambrar, puede verse como cuando se cabrea el arroyo la lía. Unas bonitas fotografías demuestran el antes y el después y leyendo el texto podemos precisar que esa riada sería la causante del lo que llamamos cataclismo en el travertino. No tiene más remedio que ser así, son las señales de una gran masa de agua, que yo he tratado de comparar al aerolito de Siberia. Una de las fotografías señalan el arrasamiento total de la explanada de la fuente. Por lo tanto está demostrado que es lo que ocasionó la asolación de abajo.
Cabecera de la alberca
En uno de los paneles informativos de la carretera dice:
"En este espacio serrano habitado por familias de olivareros, pastores, cazadores y guardas, la guerrilla tuvo una prolongada presencia, aprovechando para ocultarse la densa umbría, y una cueva bastante profunda excavada en las margas de la zona. Aquí se refugiaron en 1941 tres hermanos de Villaviciosa (Domingo, Cornelio y Bernabé, el Cojo de la Porrá), grandes conocedores de la sierra, por su oficio de carboneros y cazadores. Contando con su ayuda, el jefe de la guerrilla “Mario de Rosa” (maestro nacional durante la República) estableció en La Porrá su base para organizar, en 1945, la Tercera Agrupación Guerrillera.
Alcubilla de la alberca del cortijo
Seguimos el testimonio de José María “el Perrero” hijo de un arrendatario de la zona en los años 40, que nos presenta con viveza oral, el paisaje y la fauna de la sierra hace más de sesenta años: “Cuando llegamos aquí, en el 41, había un monte que llegaba hasta la puerta del cortijo. Las cagadas y los arañazos de los lobos estaban en la misma puerta. En la mitad del día he visto yo los lobos por aquí y en la noche he corrido detrás de ellos con el garrote. Toda la parte alta del barranco, hacia el Olivarejo, no hay quien la conozca.
Fuente de valdehuertas
En la parte más llana, hacía el Candeal, sembrábamos garbanzos…!se criaba un garbanzal; ahora, en las pendientes metíamos el ganado, allí no se sembraba. Castaños había muy pocos, sólo en el puerto (Puerto Artafi). En el chorro de agua que baja de Valdelashuertas había algunos avellanos, y luego almendros salpicados. Toda la finca se llenaba de olivareros por la época de la cosecha. Más de setenta u ochenta personas se tiraban aquí varios meses. Había muchos conejos y muchas perdices. Corzos por esta parte no había. Linces vi algunos, por la parte que he dicho que sembrábamos los garbanzos"
(Fuente: Naranjo L. et al . 2006 . Claves Sociales y Naturales de la Guerrilla Antifranquista en Sierra Morena, pgs. 104,105)
Pilar de la fuente de Valdehuertas
Moderno pilar de la fuente de Valde Huertas
"Más de setenta u ochenta personas se tiraban aquí varios meses." dice el texto. Por lo dicho debería ser un importante enclave humano la zona del cortijo de Valdehuertas. Ya vemos que en el catastro llaman casa de los aceituneros, en función de las personas que venían de temporada a trabajar, y si estos venían con sus familias, más personal aún. Y ahora nada, la explanada de la fuente limpia eso sí, y el agua manando en su caudal (¿?), pero la soledad inmensa y la desolación de más abajo, dolorosa.
Descanso y lavado (Foto Abén)
Entrada a la mina de agua
Fotografías del autor y aéreas.
Bibliografía la citada en el texto.