ENARA, POR FIN.

Enara extrañada ante tanta gente

Este primer fin de semana de abril, de este desesperanzador o esperanzador, no sabemos, 2015, hemos tenido ampliación en la familia. Enara, nuestra tercera nieta, ha venido al mundo en Montilla, una ciudad de nuestra provincia que no es la capital de España, pero tiene méritos suficientes para serlo, y que está más lejos que la Luna, como en los chistes. A la vez, también, afortunadamente, acabaron los conciertos de tambores y trompetas. Uff. Enara es hija de Virginia (la madre en primer lugar) y nuestro hijo segundo Gabriel.

Amanecer del sábado por los montes de Montilla y la Subbética

Como Enara se resistía y, en evitación de mayores complicaciones, hubo de emplearse por recomendación de la ciencia, la molécula del amor, o la oxitocina del griego oxys "rápido", y tokos "nacimiento", o lo que es lo mismo nacimiento rápido. Y para evitar posibles riesgos para la madre aplicar la epidural. Está pequeña complicación tiró por tierra el deseo materno que recoge el Génesis (versículo 3:16), de "parirás los hijos con dolor",  o parto natural, pero lo seguro es lo seguro.  

Enara en proyecto

Fin de semana de emociones contenidas, de tensiones, que al final se liberaron de la forma más agradable, de llantos de abuelas, viéndole la carita de susto a Enara, después de haberse hecho rogar tanto. La carita extrañada de un personajillo recién salido a un ambiente hostil, comparado con el tranquilo y cálido ambiente en el que estaba. Lo denota la expresión de cabreo que tenía, recién salida al mundo de la luz (y que luz, con los flashes fotográficos), de su mundo de penumbra controlada. Ahora vendrán los: se parece a su abuela; o a su tío tal; tiene los ojos (que no se los hemos visto bien) de su padre; etc. de ritual, cuando lo niños o niñas recién nacidos se parecen sólo a eso, a niños recién nacidos, pero esos son los tópicos

Sus abuelas, Conchi y Adela y su tía Encarni

Enara, es una niña deseada, el nombre parece que significa golondrina, y es una variante del nombre en euskera Ainara, a la que hemos visto en fotografías desde su concepción. Materialmente, ya es una nueva ciudadana, esperemos que libre. Es verdad que el futuro que se le presenta no es muy halagüeño y es incierto, pero no lo es menos que lo será mejor, si sus padres luchan por él. Los abuelos, creo hemos cumplido, aunque algunos seguimos en la brecha, tratando de aportar algo a esa consecución. La denuncia social de la injusticia y la implicación, forman parte de nuestro quehacer diario. 

Virginia y su hija Enara recien nacida

Virginia y su hija Enara al día siguiente

Claudia, la nieta primogénita, Alejandro el segundo, y Enara la tercera, completan de momento, en nuestra familia este trío generacional. Por ley natural no los veremos algunos mayores de edad, pero eso sí que inexorable. Lo importante es que vengan a un seno familiar equilibrado, y que se desarrollen lo mejor posible, sin dejar de mirar al lado y no olvidar que muchos miles de niños y niñas, no tienen ni siquiera eso, de antemano forman parte de la malditas estadísticas.

Virginia, Gabriel y Enara

Con su abuela Conchi el domingo 5.

Bienvenida a Enara y felicidades a sus padres Virginia y Gabriel, 

Fotografías de familiares