Grabado del S. XVIII de la revista El Atlante Español
Días pasados visitamos la ciudad de Hornachuelos, a medida que ahondas en la historia de los lugares, te das cuenta de la profundidad que estos tienen en la noche de los tiempos, y a la misma vez te sientes identificado con el territorio, porque tratas de situar lo que vas descubriendo, adaptar los lugares que conoces al contexto histórico. Hermosos y olvidados rincones, toponimias, su significado, y sobre todo vas realizando un guión de todo, y se activa el deseo de conocer más del sitio para realizar el largometraje, ya que el corto no es suficiente.
Una vista del castillo desde la explanada del cine de verano
De lo que fue la fortaleza de Hornachuelos queda poco, y su ayuntamiento está realizando un esfuerzo para mantener lo que hay, protegiendo y poniendo en valor las piedras que en su momento fueron importantes para el territorio ya que posiblemente, a su amparo surgiera la villa, y con el tiempo digerirla totalmente. Buscando te encuentras, si no datos, porque hay pocos sobre la fortaleza concretamente, otras historias lo mismo de apetecible e interesantes.
Marcas en los sillares
¿Marcas de cantería?
Luego está la utilización de las marcas de cantería, cuyo uso va desde la firma del artesano -para poder cobrar el trabajo realizado-, a la adscripción a determinada logia gremial, sobre las que hay mucho escrito, o también como signo religioso de creencias o devociones. Sin que podemos precisar la antigüedad de esos símbolos tallados en algunos sillares de Castillo de Hornachuelos. También está la posibilidad de la simpatía en la trágica guerra española, del bando golpista y vencedor a posteriori, con la ideología nazi.
Una esvástica
Aunque la esvástica haya quedado como símbolo de los nazis alemanes, hay que saber que también la utilizaba antes la fuerza aérea finlandesa, y se pierde en la noche de los tiempos en muchas culturas. Significa, entre otras cosas, muy auspicioso, o simplemente un símbolo de felicitación, de bienestar, de saludo, etc. y reitero, según textos consultados, nunca símbolo de otra cosa contraria, por lo que el adueñamiento de ese símbolo por la Alemania nazi y concretamente por el partido nacional socialista, no deja de ser una anécdota que desvirtuó el histórico símbolo. Las grecas griegas, hindúes, y de otras civilizaciones, lo usaban también en la arquitectura.
Más marcas
Sobre la fortaleza de de Pascual Madoz
"Por la parte del NO, en el sitio llamado los Caños, se ven las ruinas de un antiguo castillo, del cual quedan algunos lienzos y torres desmochadas y desmoronadas, cubiertas de matorrales que produce en aquel sitio una vegetación tan montaraz como vigorosa, y próximas á él hay algunas casas de teja y varias chozas que han buscado apoyo en los muros y torres de la desmantelada fortaleza.
El agua viene á la villa encañada y descubierta por el lomo del cerro en que está asentada la población; surte la fuente que llaman de la Plaza y dos pequeñas alcubillas en la calle Mayor, consumiéndose en la casa denominada de las Cadenas."
Dos torres y un paño
De L. M. Ramírez de las Casas-Deza
"Al final de esta por la parte de N.O., en el sitio llamado de los Caños, se ven las ruinas del Castillo del que quedan algunos lienzos y torres desmochadas y desmoronadas cubiertas de matorrales que produce en aquel sitio una vegetación tan montaraz como vigorosa. Arrimadas al Castillo hay algunas casas de teja que han buscado apoyo en los muros y torreones de la desmantelada fortaleza, y algunas chozas, lo que recuerda el estado de aquellas en otra edad famosas ciudades que el tiempo ha reducido a oscuras aldeas, donde al lado de la ruinas de magníficos edificios se levantan las humildes moradas de sus modernos habitantes.
Allí cerca hay un lavadero, y se ve en una piedra viva una cavidad cómoda para sentarse que llaman la Silla del Moro.
Por el borde del cerro en que está sentada la población se descubren restos de los muros y algunos cubos a trechos en medio de las pitas e higueras silvestres y otras plantas bravías que nacen por todas partes."
Otra esvástica
Descripción de la fortaleza del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH)
"El castillo y recinto fortificado constituyen una unidad de índole estratégico-defensiva sobre el lugar idóneo que se escogió para la población. Los restos de muralla del recinto nos dan la fecha del Califato en su construcción.
El castillo no es más que el desarrollo de las torres de entrada al recinto; allí se construye un bastión que por ser el más fuerte se complica con la misión de puesto de mando en la defensa, alcázar de los jefes y último refugio en caso de peligro.
En el estado actual del amurallamiento no podemos apreciar el número de torres que salían del panel de la muralla.
Muros del castillo
Los restos que actualmente se conservan del castillo, las torres, incluida la del Homenaje y lo que se llama Patio de Armas, corresponde a la parte interior de una fortificación que estaba en el extremo norte del recinto amurallado y cuya parte exterior ha desaparecido; la causa de la desaparición la tenemos en la pérdida de su papel estratégico a partir de la conquista de Granada, su estado de ruina por una parte y la utilización de sus materiales con el crecimiento del pueblo por otra.
Queda una torre principal y el total formando un ángulo recto de muralla con salientes en las esquinas. La única torre que se conserva con estructura interna es la del Homenaje, con dos pequeñas cámaras superpuestas cubiertas por cúpulas, hoy muy dañadas.
Las dimensiones de la Plaza de Armas serían de unos 40 x 30 metros, estando formada su tapia por mampostería careada, rematándose las esquinas con sillarejos. El ancho de muro es de 2,60 metros.
Puerta de acceso al patio de armas
Datos Históricos
El castillo de Hornachuelos fue construido entre los siglos VIII y IX, y más o menos modificado o reconstruido en siglos posteriores.
Las causas principales del deterioro y casi desaparición de esta fortaleza, al igual que la del recinto murado de la localidad, son por un lado la pérdida de su papel estratégico tras la conquista de Granada, y por otro la utilización de sus materiales y sus espacios para la construcción del pueblo.
El corte que los cristianos hicieron de las cañerías de agua que corrían por la sierra, precipitó la entrega de la fortaleza al rey Fernando III el Santo en el año 1240."
Bóveda de la puerta
Y para terminar otra descripción en la red.
"Del castillo de época califal, quedan restos de lienzo de sus murallas y algunas torres, el patio de armas, corresponden a la parte, podríamos decir, interior de una fortificación que estaba en el extremo norte del recinto amurallado y cuya parte exterior ha desaparecido, es decir, los planos que tenemos hoy, a simple vista, se ve corresponde al ángulo sureste del patio de armas que en un principio, se extendería en forma cuadrada o rectangular, con sus torres y murallas al nivel de las del recinto general.
La causa de la desaparición, la tenemos en la pérdida de su papel estratégico a partir de la conquista de Granada. Su estado de ruina por una parte y la utilización de sus materiales con el crecimiento del pueblo por otra, que no sólo edificó casas con materiales de derribo, sino que realmente se apropió de los espacios vacíos alrededor de las torres y en los interiores, como la plaza de armas, con pequeñas casas, que en muchos casos taladran las murallas para aprovechamiento de habitaciones.
Casas adosadas a los muros
Queda una torre principal y el total formando un ángulo recto de muralla con salientes en las esquinas y en el lienzo Norte, en cuya esquina vemos una avanzada construcción defensiva a nivel del mismo vértice del ángulo, pero curiosamente exterior, como un primer recinto «antemuros», especie de adarve del mismo castillo.
La única torre que se conserva con estructura interna es la del Homenaje, con dos pequeñas cámaras superpuestas cubiertas por cúpulas hoy muy dañadas. Según el arquitecto Castro Escobar, las dimensiones de la Plaza de Armas serían de unos 40 x 30 m., estando formada su tapia de cerramiento por una mampostería careada, rejuntándose las llagas con mortero y rematándose todas las esquinas con sillarejos. El ancho del muro es de 2,60 m."
Otra construcción
La publicación "Los Castillos de Córdoba" de Mercedes Valverde Candil y Felipe Toledo Ortiz, también ha bebido de las fuentes de L.M. Ramírez de las Casas-Deza en su descripción del Castillo, concretamente de la Corografía Histórico estadística de la Provincia y Obispado de Córdoba, de 1840-42.
Fotografías del autor, de Toledo Ortiz, Grabado del Atlante Español
Bibliografía de la Red, Corografía Histórico estadística de la Provincia y Obispado de Córdoba, Diccionario de Pascual Madoz. Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico
2 comentarios :
Buenos días, amigos. Paco, magnífico trabajo. Es una pena el estado de conservación de estas autenticas obras de arte de la arquitectura. Aún me duelen los ojos del castañazo que he recibido al contemplar la bóveda de la puerta repellada con cemento, o Puerta de acceso al patio de armas reparada con ladrillos. ¡¡¡Tela!!!
De todas maneras, los restauradores y quienes les pagan tiene tres días con pasado mañana. No hay más que ver el hospital de los Reyes Católicos de Santiago. Hoy Parador de Turismo. Estos se entretuvieron en su día en poner en un edifico Plateresco de principios del XVI una “magnificas y relucientes ventanas de PVC blanco” o las ventanas de la fachada del Obradoiro con sus marquitos verdes. Vamos, para darles un gorrazo con una piedra dentro. Bueno, que tengáis buen día y un abrazo.
PS: Continuo con mis problemas informáticos.
Muchas gracias amigo Patxi. Espero que la nieve no os esté dando la semana. El deterioro de la mayoría del patrimonio es lamentable, pero si lo es en sí mismo, cuando actúan sobre él y posteriormente lo abandonan tienen más delito.
Estoy haciendo memoria y mirando fotografías de los edificios que señalas en Santiago, hace mucho que estuvimos por allí, más de veinte años. Si te da lo mismo podemos usar una talega en lugar de un gorro.
Lamento lo de los problemas, porque estás lejos (eso no quiere decir nada) si no íbamos a ver qué te pasa para solucionártelo.
Un abrazo
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