sábado, 31 de enero de 2015

Y PARA TERMINAR, GETSEMANÍ Y EL GÓLGOTA, O LO QUE ES LO MISMO EL CALVARIO Y ERMITA DE SAN ÁLVARO

La Ermita de Santa María Magdalena desde la de San Álvaro

Para terminar con el aspecto divino del entorno del santuario de Santo Domingo, nos queda hacer la referencia a los dos lugares exteriores que restan. El calvario, o Gólgota que, en su origen deriva del arameo Golgotha. del griego Kranio Topos, o Calvario Locus en latín. Parece que el nombre es derivado de la forma de una calavera que parecen unas rocas, en el lugar de Jerusalén donde se estima se realizaban las crucifixiones. También la tradición judía cree que allí se enterró el cráneo de Adán.

El calvario

Y la cueva de Getsemaní, o jardín de oración, Ermita de San Álvaro, lugar al que Fray Álvaro de Córdoba acostumbraba a retirarse a orar. Se cuenta que, en ocasiones subía a la cueva de rodillas, la empinada y pedregosa pendiente que existe para acceder desde el arroyo a la ermita, todo ello para mortificarse. Yo nunca entenderé esa crueldad de hacerse daño físico para evitar las tentaciones, cuando lo fácil es ser normal como los demás. Todas estas cuestiones forman parte de las leyendas que rodean la vida del fraile cordobés.

Mirando al sur, al valle del Guadalquivir

Como sabemos, sus viajes y experiencia, le hicieron acreedor a la confianza del monarca Juan II y su madre, además de ser su confesor. Por otro lado, estimo que eran tiempos de grandes necesidades celestiales, todo ello desde mi agnóstico punto de vista. No dudo de la honestidad de Álvaro, como tampoco del Padre Roelas, en base a sus visiones. el primero Jesucristo crucificado. cuando llegó al convento con el mendigo a hombros, después de que se lo encontrara en el camino, y se convirtió en el crucificado y el segundo al Arcángel Rafael.

La Ermita de Santa María Magdalena y nubes amenazantes

Una de las leyendas

"Venía Álvaro de su labor evangelizadora en la ciudad, cuando encontró en el suelo a un mendigo moribundo y hambriento al que invitó que le acompañara al convento. Éste al no poder ni levantarse, hizo que el fraile lo tapase con su capa y se lo echase a los hombros. Llegando a la portería del santuario descubre que lo que llevaba a sus hombros es el mismo Cristo Crucificado, el mismo que según la tradición se venera aún hoy, en la iglesia del convento."

El Gólgota de Jerusalén

La teoría que circula es la de la alimentación con pan de centeno, y la posibilidad de que estuviera contaminado de cornezuelo, potente hongo alucinógeno, del que, en los sesenta del siglo XX, se sintetizó el LSD. Por lo tanto a la mentada honestidad yo le otorgo el beneficio de la duda. Desde luego no era lo mismo la monja del convento de Santa Inés y sus visiones, ya que ésta se descubrió que era una farsante. Su silicio sexual (el de la monja) le contaba, con pelos y señales, durante el nocturno periodo de mortificación lo que ocurría tapias afuera. De todas formas, los divinos sucesos inexplicables, permitían aumentar presupuestariamente los ingresos de la orden, que en el fondo era lo que se necesitaba.

Fray Álvaro de Córdoba

El Gólgota o Calvario

Pues bien, el llamado Calvario está como hemos dicho al sur del Santuario, en una pequeña altura que domina bastante bien el lugar, ahora es un lugar urbanizado, circundado por unas calles, de la parcelación. Es un otero que nos permite de una tacada visual divisar todo el conjunto, sin olvidar la ciudad que está extendida abajo por el valle del Guadalquivir, en el sur del monte. Y con buena voluntad y en dirección oeste a la torre de Telefónica, suponemos el arroyo de Fray Luis (de la Palomera abajo) y su monumento.

El cerro de Getsemaní 

En el día de hoy es un lugar agradable el Gólgota. Eso sí en las calurosas noches del estío, y en función de los materiales que por el suelo se encuentran esparcidos, se ve que es un lugar de encuentro de amores eventuales, "aquí te pillo aquí te mato", o menos eventuales y más periódicos, evidentemente motorizados.

Las nubes se cortan presagio de irse la borrasca del viernes noche

Tres cruces orientadas norte sur, mirando hacia el Santuario configuran la meta del Vía Crucis es, al parecer la obra más importante de Álvaro. Este lugar como indica su nombre, se asemejaba al monte donde en Jerusalén se efectuó la crucifixión de Jesucristo. Este recorrido desde el Santuario hasta allí, lo catalogaron como el primer Vía Crucis de Occidente.

La Ermita de San Álvaro

Ermita de Fray Álvaro de Córdoba o cueva de Getsemaní

El otro lugar es la cueva de Getsemaní, en un monte al este del Santuario, con el camino de acceso que menciona la leyenda de la subida de Fray Álvaro, que se ha convertido en un sendero para los vehículos a motor, que lo han destrozado como los mucho que circundan el lugar. Está mañana, cuando lo único que se escuchaba era el rumor del aire en los árboles, esta melodía se rompía por las explosiones de un motor, que de seguro no tenía ni silenciador. Claro ese ruido molesto, seguro era sinfonía celestial para el motorista.

Puerta principal

Hoy se sube con notable facilidad a la cueva, por un cómodo camino que parte del arroyo de Santo Domingo, antes de los Cedros, hay que imaginarse que, como su nombre indica, sería por la presencia de este tipo de árbol, también originario de oriente medio. El camino bordea el valle del arroyo de Barrionuevo, para cuando llega a la explanada de donde parte el camino de bajada al ruinoso cortijo, volver ciento ochenta grados hacia el noroeste y terminar en una especie de morabito, con una canela y dos ventanas enrejadas, que en su fondo contiene la cueva.

La cueva

Epílogo

Es de señalar que la pequeña charca del arroyo, que ha permanecido seca durante bastante tiempo, ahora tiene su nivel habitual de siempre. Desde la ermita de San Álvaro se divisa toda la serranía y ambos arroyos el de Santo Domingo, y el de Barrionuevo, el lado norte del Santuario y arriba al oeste la ermita de Santa María Magdalena.

Panorámica del valle del arroyo Barrionuevo

Con la referencia a estos dos lugares, después de haber mencionado en una anterior entrada las Ermitas de la Santa Cruz y de Santa María Magdalena, y dejando aparte el Santuario, que requeriría una entrada más amplia, por las notables obras de arte que contiene, termino el periplo divino entre la realidad y la leyenda milagrera, de un hermoso lugar de nuestra serranía que, a escasos siete kilómetros de nuestra ciudad, nos espera desde la eternidad, por si queremos visitarlos.

Laguna del arroyo de Santo Domingo

Nota: No es mi intención molestar a ningún creyente con la exposición de mis criterios personales. En el siglo XXI aceptar porque sí leyendas del siglo XV inexplicables, y sobre todo aderezarlas de algo divino, no entra en mi modo de ver las cosas. Eso sí, el personaje es histórico, es un paisano, y seguro que en el fondo fue una buena persona, y su obra potenciada en estos últimos siglos es patrimonio de Córdoba (ojo, no he consultado el registro de la propiedad).



El aire entre pinares




Fotografías del autor y red
Bibliografía de Wikipedia

viernes, 30 de enero de 2015

ERMITAS DE LA SANTA CRUZ Y SANTA MARÍA MAGDALENA

Aérea de los lugares

Yo no había visitado nunca las ermitas que rodean al Santuario de Santo Domingo. Días pasados tuve la oportunidad de visitar dos de ellas, la de la Cruz y la de la Magdalena, la tercera la de San Álvaro, requería un desplazamiento mayor y ya la conocía, así como el Calvario. Desde este último se divisa una panorámica muy hermosa del contorno.

Aérea de la Ermita de San Álvaro

Contrasta la hermosura del lugar con los motivos extraños de abandono del convento en su momento, "por insalubridad del lugar", ese fue el achaque de los frailes, porque no deja de ser un achaque, para bajarse a Córdoba, al Convento de los Mártires, al lado del Molino de Martos. Vamos que el cambio fue como una uña.

Aérea de la Ermita de la Santa Cruz

Después varias exclaustraciones, e incluso derribo del convento, del que parece se salvó, la iglesia y poco más. Y el siglo XIX y XX se reconstruyó tal y como está hoy en día. Hay que reconocer que la tradición del pueblo de Córdoba y la Romería, cantada por el compositor cordobés por excelencia: 

Fachada de la Ermita de la Santa Cruz

"Caminito de Santo Domingo/ te vi una mañana florida de abril,/ con pañuelo de talle precioso/ que lucía airoso tu cuerpo gentil./"

dotaron al lugar de una aureola de esparcimiento. 

La puerta

De los recuerdos más antiguos que tengo es cuando con cuatro años me llevo mi tío Fernando a dormir a su casa, para por la mañana ir de perol a  Santo Domingo, a la Romería. Luego el perol se quedó en el Molinillo Sansueña, eso era ya el campo para los peroles. En casa de mi tío Fernando, que estaba en la calle Judíos -curiosamente luego la utilizó mi tía Rafaela y tío Pepe, que allí murió, en esa misma habitación-, no se me olvida que rezaban el rosario por la tarde, en mí casa eso no se hacía.

Un rincón

Un poco de historia

Cuando regresa a España Fray Álvaro de Córdoba, regresa rodeado de una importante aureola de sabiduría, esto le hace entrar de confesor de Catalina de Lancaster, viuda de Enrique III y de Juan II. Consigue limosnas suficientes para comprar en 1423 la llamada Torre de Berlanga, una atalaya árabe de la sierra de Córdoba. Allí se construye el convento de Santo Domingo de Escala Coeli. Siete frailes y él componen la plantilla. 

Aérea de la Ermita de Santa María Magdalena

Con los naturales problemas económicos, pues las limosnas no lo fueron tanto. Parece que sin embargo que por una petición "divina" se solucionó el problema de la construcción. En estos tiempos los divino se denominaría Gómez, Ruiz, o Pérez, mecenas de nuestro tiempo del ladrillo. Al lugar por esa razón lo denominó Santos Lugares por ser su orografía muy similar a la de Jerusalén. 

Fachada de la Ermita Santa María Magdalena

Por esa razón se construyen tres ermitas en los alrededores a semejanza de las existentes en la ciudad de la tres religiones monoteístas. La de la cueva de Getsemaní, que se denomina Ermita de San Álvaro, al este del Santuario, cruzando el arroyo de Santo Domingo actual, que entonces se llamó de los Cedros. La de la Santa Cruz al norte del convento, y la de Santa María Magdalena al oeste. También al sur del Santuario construyó un Monte Calvario.

Espadaña

Dice Teodomiro Ramírez de Arellano a finales del XIX:

"De las Ermitas que se edificaron en las inmediaciones de esta iglesia se conservan tres, o sean las de San Álvaro, la Santa Cruz y Santa María Magdalena, de las que cuidan los devotos. Asimismo se conserva el Calvario, o sea el número de cruces preciso para la vía sacra celebrada en los viernes de Cuaresma."

Una perspectiva de Santa María Magdalena

En los vuelos de 1977, figuran la ermita de la Magdalena en ruinas, solo los muros, y la de la Cruz no se divisa bien, por lo que seguramente estaría lo mismo. En el día de las fotografías aéreas parece que se han puesto de acuerdo, es en día de romería, por lo que está todo lleno de vehículos y personas. No deja de ser una curiosidad, vuelo de 1977 y de Bing.

El calvario aérea

La subida a la Ermita de la Magdalena es de aquí te espero, así que hay que tomársela con tranquilidad, las vistas desde allí preciosas. La de la Santa Cruz es terreno llano y puedes llegar con el coche hasta la puerta. El calvario está rodeado por calles y también el vehículo te lleva hasta él. Otro lugar de la ciudad que merece la pena visitar, obviando las connotaciones religiosas, para aquel que no sea creyente.

Panorámica desde el calvario






Fotografías del autor, Bing y Goolzoom
Bibliografía Paseos por Córdoba de T. Ramírez de Arellano

jueves, 29 de enero de 2015

Y PARA COMPLETAR, LOS CAMINOS DE UNA PRECIOSA URBANIZACIÓN DE SANTO DOMINGO.

A la izquierda a casa de Manuel, a la derecha a la explanada

Ayer completé uno caminos de la zona de Santo Domingo, los de la parcelación (entre arroyos Sto. Domingo y Barrionuevo), y los que llevan al cruce del Arroyo Barrionuevo, por el cortijo Jesús María y José (el putativo el último, en orden a su importancia). En lugar de seguir por el camino de ayer, que nos lleva a Cabriñana el Cambrón y Los Villares, lo hice por el de la derecha, en principio traté de subir hasta el último chalet, buscando el paso hacia el sendero de los Villares. 

Señaléctica del punto de partida, cien metros de empinada cuesta

Una zona maravillosa, privilegiada, un pinar de muchos años y un camino privado de los propietarios de las casas, para su uso, por eso es ancho y permite incluso el vehículo. Una vez subes una primera rampa dejas el de bajada (que es público) al citado cortijo que sería el matriz, con un prado en el que predominan los acantos, verde y umbrío por cuestión de orientación, y que se alarga hasta la ribera del arroyo Barrionuevo. 

A la izquierda a Cabriñana y Villares a la derecha a la parcelación

Pero subí hasta el final, me dejé entradas de excelentes casas, sobre todo si valoras el interior por la calidad de la entrada. Nombres como "El Bosque", o tan sugerentes como "El rincón de pensar" lo dicen todo. Al pasar por una de las parcelas vi un mastín dormido tranquilamente posiblemente por el poco trabajo que tiene. Pase la parcelación, que tenía la puerta abierta, y cuando había pasado unos metros la puerta, se despertó el mastín que lo creía de contrato fijo y se vino para mi valiente y agresivo. 

El camino

Al llegar a mi altura le enseñe el palo y lo pensó mejor como siempre todos, hasta que me encuentre a uno que le sude aquello del palo, entonces habrá un cuerpo a cuerpo. Los ladridos de este despertaron a los demás y se generó la orquesta. Esa es su misión desde luego señalar a los extraños.Llegue hasta la última finca del camino por lo menos la más elevada, hasta su nombre lo indica, "Casas Altas"

Una entrada 

Estaba cerrada la cancela pero a la izquierda, en el interior de la cerca, estaba el senderillo que enlaza según el plano aéreo con el otro que buscaba. No me pareció correcto entrar por él pero era ese. Bajé nuevamente y al pasar por la casa del mastín, que a su vez es un establo, los ladridos del mastín. hicieron salir a otro compañero que fotografíe, y al propietario. Paco López, abulense, en principio reticente como es natural con un extraño, pero luego amable a más no poder. Nos saludamos. Me habló de muchas cosas del sector y que la casa de arriba era la de su vecino Manuel. 

Más subida

Me ofreció hospitalidad y que si necesitaba agua o cualquier cosa, le explique los motivos de mi paseo y le hablé del Blog del que tomó nota. Le mencioné de las maravillas de su tierra, que había casi acertado su origen por el acento, y que había estado en ella hace unos meses. De la nieve, del frío que allí hace, que me comentaba un amigo del pueblo de Solosancho que hacían  -20º. 

Casas Altas, la de Manuel y familia

Me comentó que él se había casado en junio, en Gredos y estaba nevando, más o menos como la obra de Alfonso Paso del mismo nombre, que nada extraño tiene que fuese de los manuscritos de su suegro, Jardiel, al que copió lo que pudo el dramaturgo del franquismo y tío del puro. Que su profesión era la abogacía, y que criaba caballos de resistencia y de otros. 

A la izquierda el sendero buscado

Se nos acercó el mastín al que echó. En todo momento decía que no era peligroso, pero le manifesté que nunca me fiaba del que me rodeaba por detrás sin ladrar. Luego una vieja labradora, que no podía andar se acercó también a olerme. Yo le dije que me quedé en la diplomatura de la carrera por la edad y la maldita economía, que se me travesó y que además la impartía un profe, que iba vestido a la universidad como de primera comunión, según decían las nenas de la clase, y que era inaguantable. 

Un curioso de casa de Paco

Me habló de que él sufría también con sus paseos a caballo la pena de los cierres de los caminos. Me pareció un castellano buena persona. Volvió a ofrecerme su hospitalidad y a decirme que allí estaba, que cuando pasara le visitara. Nos despedimos y volvía a bajar al cruce, me metí por un callejón que al final no tenía salida y me encontré con una caterva de pequeñajos que ladraban sin acercarse, es decir guardaban la distancia de seguridad seguro que por el palo. Rectifiqué y cogí el camino principal de bajada al arroyo de Barrionuevo donde hay un puentecillo que lo salva. 

La puerta de bajada al cortijo Jesús María y José, y al arroyo

Pasé primero por el cortijo de la santa familia celestial, Jesús María y José (como el amuleto de los estornudos entre católicos) salvo el carpintero que pintaba poco. Un eucaliptal y el prado citado antes. Hace treinta años bajé por ahí con Conchi y del cortijo nos salió al camino el perro de Baskerville, por lo menos lo parecía. Conchi dijo por ahí no paso, y tuvimos que cruzar el prado para bajar al arroyo y bajar después por el sendero que tiene en su margen, en dirección al cortijo de Barrionuevo, para luego subir por una sendero de las motocicletas que fue uno de mis grandes errores, una pendiente enorme y piedra suelta, cuando estaba arriba del todo vi que Conchi no podía subir y yo desde luego no podía bajar sin riesgo de caerme y arrastrarla a ella. Pero afortunadamente al final subió. Nunca más esas aventuras.

La cadena de bajada al arroyo

Pasado el cortijo celestial, me encontré a dos señores vestidos de camuflaje, la primera impresión era que eran cazadores, pero estaban recolectando algo. Uno era casi de mi edad, quizás algo más joven, y el otro de bastante menos años. Como había una cadena en el camino le pregunté si se podía pasar y me dijo que sí. Saque conversación y me dijo que su casa era la más alta de la zona, le pregunté entonces si era Manolo, -Manuel, me rectificó. Ya le expliqué lo del sendero y me dijo que lo usara sin problemas pero que es que los ciclistas pasaban como balas por su huerto y por eso lo había obstaculizado, y que el cordel público iba por la loma. 

El cortijo Jesús María y José

Luego al final descubrimos que conocíamos a amigos comunes de mi época de cobrador de Aucorsa. Incluso me dio recuerdos para un amigo común, pero no se los puedo dar porque este amigo está muy mal y conoce a muy poca gente. Me ofreció su casa y dijo que preguntara por él, y si no estaba le dijera a su esposa que me había dicho el "Gordi" (era el apodo cariñoso con el que lo conoce la gente, pero no está gordo) que me dejara pasar por el sendero. Hablamos de las cuevas de las zona y me señaló una en la visible peña del Águila que manifestó era un nido de búhos reales. Pero no era la que yo señalaba. 

La peña del Águila (patronímico de Manuel)

Le dimos un repaso a las cortijadas de la zona, Salmerón, Huertas de Cabra, Los Porras, Balanzona, Las Albarizas, Jesús María y José y hablamos también de Cabriñana, de que un tío abuelo suyo había trabajado allí para D. Agustín Pareja (le aclaré que en principios del siglo XX era el propietario pero que seguro por cuestiones de la edad a mediados ya no estaba, como tampoco su amigo Julio Romero), que fue el que compró la heredad al Marqués de Cabriñana. Elucubramos de que podía haber coincidido con mi bisabuelo pero por la edad seguro que no. Hablamos de la miseria que nos ha quedado de pensión de retiro, él, Manuel por enfermedad. 

Arriba los Villares

Y de las dificultades que le pone la administración para llevar a efecto un proyecto de albergue rural en la zona que es sin dudarlo maravillosa. Nos despedimos y me ofreció también su hospitalidad. Bajé hasta el arroyo, y no quise subir la pista por su elevado desnivel, y poca vegetación. Antes la había pasado un colega corriendo, que fotografié en la subida, me dio envidia pero critiqué que no me contestara a los buenos días. La pista sube a todo un terreno de repoblación, que va desde los Villares, Los Porras, hasta Salmerón y Huertas de Cabra, como habíamos comentado.

Mas roquedales

La moraleja de este día es que, la hospitalidad de la gente sigue vigente, la necesidad de un rato de charla también (yo me hubiera quedado con ellos charlando porque no se aprende nada más que bebiendo de las fuentes)  y sobre todo que disponemos a un tiro de piedra de unos paisajes maravillosos que no tienen nada que envidiarle a otros que tienen tanta fama, y si además supiéramos protegerlos adecuadamente mucho mejor. Y con esta entrada el sector se completa.


 

Fotografías y vídeo del autor
Bibliografía de la conversación con los vecinos

miércoles, 28 de enero de 2015

TRES CAMINOS DEL ENTORNO DE SANTO DOMINGO Y CORTIJO DE CABRIÑANA

Vista aérea de los recorridos

Y esta mañana de martes 27 de enero de 2015, he recorrido los senderos que tenía pendientes de Sto. Domingo a Cabriñana, al Cambrón y al GR48 por el aeródromo de los Villares. Del género animal, dos perdices de categoría que me aguantaron hasta casi pisarlas, por lo que el susto fue gordo, y algún que otro pájaro pequeño, nada más. 

Nacimiento del arroyo de Sto. Domingo ramal norte

Del género humano un señor cogiendo espárragos, y tres valientes senderistas que subían, cuando yo bajaba, al aeródromo de los Villares por el sendero dorsal entre la cabecera del Arroyo de Santo Domingo norte y la de el arroyo Barrionuevo. Luego desde cotas más bajas los fotografié coronando.

Punto kilométrico cero

La temperatura algo más alta que ayer, 1º, pero fresca. El punto de partida ha sido el poste señaléctico que te dirige al Barrio Naranjo, a la orilla del arroyo de Santo Domingo, abajo de la pronunciada cuesta de cemento, de bajada, o subida según, desde, o, al Santuario. Ese ha sido el kilómetro cero de todos los recorridos y la cota de 310 msm. 

Primera cancela del camino y paso lateral

El camino toma dirección norte, a unos treinta o cuarenta metros de la salida se bifurca, uno toma a la derecha para la parcelación, llano, y el otro el que voy a coger, el de la izquierda sube. Este camino va paralelo al arroyo de Santo Domingo, encajonado en dos empinadas laderas de cerros, poblados de vegetación y pinares.

Cadena en el camino

Unas decenas de metros camino arriba, ancho y cómodo, por el que pueden circular automóviles, hay una cancela, que se rodea bien bajando unos pasos hacia el arroyo. Continuamos con la misma tónica de vegetación  y encajonamiento. Ahora lo cruza una cadena, cuya parte central está cogida a una placa de hormigón en el suelo. 

Segunda canela y dificultoso paso lateral

Recorridos unos 700 mts., cota 370 msm, a la derecha se abre la ladera y un senderillo baja para cruzar el ramal oeste del Santo Domingo que lleva agua. Gira el camino principal a la izquierda, siempre subiendo, e inmediatamente a la izquierda parte el que nos llevará a Cabriñana. Este si es de una subida considerable. 

Sendero

Continúo camino arriba, y otra cancela, otro exponente de la propiedad privada (que no protege nada) y otro obstáculo para la libertad, 770 mts. recorridos, aproximadamente, cota 390 msm, en este caso es más complicado salvar la cancela porque hay que bajar al arroyón de la cuneta izquierda, y éste está algo profundo. 

Cruce. A la izquierda al GR48, a la derecha Cabriñana y seguir el camino al Cambrón

Salvado este nuevo obstáculo a unos 1300, mts. gira el camino 180º, a la derecha existe un sendero que es el que sube al cruce de la CO-3408 con la CO-3404, para encontrarse también con el GR48. A la izquierda continúa subiendo hasta la Peña del Cambrón, y tiene un acceso al cortijo de Cabriñana por arriba. Pero me voy a quedar en el cruce citado y vuelvo sobre mis pasos. 

A Cabriñana

De nuevo estoy en el cruce hacia Cabriñana, a la derecha hacia arriba y hacia los Villares (aeródromo), por el sendero que separa las cuencas del arroyo de Santo Domingo y de Barrionuevo, por la izquierda. Bajo al arroyo de Santo Domingo, con agua en el ramal oeste, lo cruzo y a los pocos  metros el cauce del ramal norte que hay que vadearlo también, pero está seco. Jara blanca y pringosa, madroños, y todo tipo de matorral además de pinos. Ahora camino en dirección norte, hacia arriba. Este recorrido ya es sendero estrecho, con las malditas marcas de las motocicletas, pedregoso, y terroso a la vez. 

Cancela en el valle de San Benito, 120 mts. a trtaves de esa propiedad se llega a la Ermita de la Cruz

Recorridos 282 metros, hay un tímido sendero a la derecha que nos lleva a la parcelación, estamos en la cota 400 msm. Ésta está compuesta de unas diez casas, que miran la mayoría al arroyo Barrionuevo. El señalado camino a la derecha al comienzo, es el principal que lleva a la parcelación y baja después al vado del arroyo, para después perderse por pistas de repoblación de toda la zona de los arroyos de los Villares, y de la Ventilla. 

Cancela del Cortijo de Cabriñana

En los 1290 mts. del recorrido está el punto más alto de la subida, la cota 590 msm, el camino para subir aquí es materialmente una pared, un cortafuegos. A partir de ahí, gira hacia el noroeste hasta encontrarte la pista de aviación, que te obliga a tomar dirección suroeste. En los 1540 mts. está el antiguo repetidor pasivo cota similar a la anterior, 590 msm, sigues paralelo a la pista para cuando esta se acabe, girar a la derecha y te encuentras el GR48, y la CO-3408, cuando has recorrido 1830 mts..

Espadaña del Cortijo de Cabriñana

Vuelta peligrosa por el considerable desnivel y la piedra suelta. El palo es una notable ayuda porque sirve de sostén a la bajada. Una vez pasado el sendero de piedra suelta, volvemos a la vegetación normal, y al sendero de tierra. Nuevamente el cruce de los dos ramales del arroyo de Santo Domingo y ahora nuevamente estoy en el camino principal, titulación eventual, porque la principalidad es en función de lo que se pretenda. Ahora una curva y una pronunciada subida.

El Cambrón arriba a la derecha y Cabriñana

Aquí a ambos lados la vegetación es muy frondosa y prima el madroño y pinar, además de zarzas y otros arbustos, como coscoja y jaral, me llama la atención la carencia de lentisco y mirto por estos lares. El sendero, ancho, sigue  empinado. A los 1.156 mts. desde el Km 0. llego al valle de San Benito, ahora el olivo se incorpora. Algunos eucaliptus también. El terreno es llano, la cota 400 msm aprox.. 

A la derecha hacia el GR48 por los Villares y aeródromo

Al frente una cancela, a la izquierda un empinado cortafuegos separa el pinar, y a la derecha cambia el sentido de la marcha que era sur, a oeste en dirección a la cancela del Cortijo de Cabriñana 1370 mts. Un motor extrae agua de un pozo y la traslada a donde sea por medio de una manguera. Borregos y cabras me reciben curiosos con sus balidos, un perrillo, los controla pero no le llamo la atención. 

Arroyo de Sto. Domingo ramal oeste

El olivar de la Granja Escuela me impide ver completa la fachada del cortijo. No puedo dejar de  pensar en el principio del XX, Julio Romero tomando notas para sus Aceituneras, y mis bisabuelos en su hábitat. Era la casa donde vivían. Por la estructura habitacional, debía ser febril el movimiento de personas en el cortijo. También tenía molino. Puede ser excitante utilizar el alojamiento rural, y amanecer en el valle.

Hacia arriba, en busca del GR48

Decir que cuando estaba llegando al valle me sonó el teléfono, era mi hijo Gabriel que había visto mi coche aparcado en el Km. 0. Estaba haciendo una ruta en bicicleta de montaña. Le dije que estaba cerca, mientras hablaba con él decidí subir por el cortafuegos citado anteriormente, pensando que habría una bajada al otro lado que me llevaría al punto de partida. Cuando llegué arriba me encontré una pendiente imposible de salvar, lo que me hizo desistir, y tomar todas las precauciones posibles para descender de nuevo al valle por el cortafuegos. 

El sendero se aproxima a la "pared"

Después comprobé que  si hubiera saltado la cancela que hay nada más llagar al Valle de San Benito y recorrido unos ciento veinte metros por la finca, hubiera salido detrás de la Ermita de la Cruz, en la explanada del Santuario de Santo Domingo. Le podría haber dicho a mi hijo vete para el Santuario en diez minutos escasos allí. Para otra vez. 

La subida máxima. 

Vuelta por el mismo sitio y salvo el primer tramo todo cuesta abajo. llegada al punto cero, saludo nuevamente deseándole suerte al recolector, dije que eran espárragos pero pienso que era de todo, porque en los olivos arriba no nacen los espárragos. Desde allí vi coronar en la pista de aviación a los tres compañeros que me había cruzado, tiré de zoom y los fotografié arriba. No se quienes son, pero si se ven se conocerán.

Los tres senderistas hacen cima, con zoom desde abajo

Misión cumplida. Lo próximo es visitar el cortijo de Cabriñana, el año pasado me lo ofreció la dueña, y tengo que llevar a mi primo Paco al que se lo prometí, y si viene mi hermana Loli mejor, así recordamos a nuestra abuela y bisabuelos, en la que fue su casa durante gran parte de su vida. 

La ermita de la Cruz

Luego estuve en la ermita de la Cruz, y lamenté que los grafiteros vulgares porque son ensuciadores de paredes, no artistas, tiene manchada todas las paredes de la ermita. Hay en la pared una declaración de amor "Rafa y Ani, Que nunca acabe nuestro amor, 20/11/2011" y un gracioso les ha puesto un enorme pene con glande aflechado al lado de la declaración.  En fin.

Una declaración de amor eterno y un burdo y grosero dibujo acompañante






Fotografías y vídeo del autor
Bibliografía del camino