Cartel 1953/2013
Cinco exposiciones de arte contemporáneo pueden visitarse en Córdoba estos días. Vaya por delante que, la mejor página de arte que puede verse en nuestra ciudad, es con diferencia, Ars operandi, por lo menos para mí, a la que invito a consultar para comprobarlo y ampliar información sobre esta macro exposición. Por lo tanto dicho esto, además de añadir que las pretensiones de este modesto blog son las de dejar constancia de todas las obras expuestas, en un formato que por lo menos se puedan consultar, no son ni mucho menos ser, ni siquiera un remedo de la página citada.
Es más, trataré de aderezar, si es posible, con anécdotas las distintas salas de exposición, para no tener que opinar de algo que, como en casi todo "aprendiz de todo y maestro de nada", entiendo lo justo, y que los expertos o aficionados saquen sus conclusiones. Aunque he pintado algo, desde que me casé pinto muy poco. Decir que, en los vídeos están todas las obras expuestas en cada una de las salas. No las he contado pero si se que entre unas cosas y otras, las fotografías han pasado de cuatrocientas.
Los recuerdos de esta casa son muchos y agradables. Era nuestro acceso al centro de la ciudad y sobre todo a mi colegio de la calle Alta de Santa Ana, D. Enrique Rodríguez Castro, inolvidable personaje. La Cuesta de Peramato otra ruta para bajar a casa. Fidela y su carrillo rodante (que sacaba del callejón de la pierna), donde mi padre me compraba el TBO y el Cachorro (El pirata Morgan y la Isla Tortuga).
Adoremos (Goval)
Luego yo me pasé a Diego Valor el Piloto del Espacio, Supermán, pero el editado por Editorial Novaro de México, Rip Kirby y otros, que fueron mis primeras lecturas, antes de los clásicos rusos, y sobre todo Julio Verne. La familia tenía una estrecha relación con la casa de Carbonell, Mi tío político Manolo Rojas, era el sobrino de un apoderado de la casa, y la mirábamos con una cierta cercanía y distancia a la vez. Si mirabas por las ventanas veías unas oficinas repletas de personal, y en la puerta de la cochera, esquina Rey Heredia, ponía Paquito de la China, su quiosco que subía desde la Judería todos los días.
Intrusiones (Daniel Palacios)
Santa Ana misteriosa, Muela el encuadernador, y la droguería donde comprábamos la tinta para el colegio, al lado del relojero, al que me gustaba ver trabajar con esa lupa que parecía formar parte de su cara, siempre me lo recuerdan los sofisticados soldados modernos con los aparatos de visión nocturna, para poder matar también en la oscuridad de la noche.
Sin olvidar la tienda que frecuentaba mi madre, Pío Gómez, en la esquina de Barroso, donde obligatoriamente teníamos que ver -como casi todo en ese tiempo, obligatorio-, la lápida de un Sr. golpista, o desgraciado golpista -aún no eran franquistas-, que se encontró en el lugar equivocado, en el momento equivocado, en la incivil guerra, pero que sólo por eso era un "héroe". O la casa de paso de la calle Ricardo de Montis.
Sobre esta hermosa casa tengo una anécdota que ya he publicado en alguna ocasión. La anécdota, está referida a la urdimbre en la que todos estamos entrelazados.
"Estuve un tiempo haciendo una comisión de servicios en el Ayuntamiento de Córdoba, concretamente en Turismo y Patrimonio de la Humanidad. Cierto día de diciembre de hace unos años -bastantes, creo que catorce-, concretamente el 28 de diciembre, día en el que la iglesia católica festeja la festividad de los inocentes -por los niños que Herodes se quitó de enmedio como nos contaban-. Me llamaron de Alcaldía, me dieron dos paquetes de documentos en una bolsa de plástico, un billete de ida y vuelta a Madrid en Ave, y las instrucciones de que a primera hora de la tarde se debía de quedar en el envío entregado personalmente en los Ministerios de Fomento y de Cultura.
Vista de una de las salas
Siempre con la mosca detrás de la oreja, por lo del día de marras y las bromas, me dispuse a cumplir lo establecido. A mediodía estación Ave y camino a Madrid, parecía con la bolsa un legionario inglés que en una de plástico, llevaba custodiándolo el collar, símbolo de la Alcaldía de Manchester –aquí es el bastón-, del que no se apartaba nunca, cuando el orondo y colorado titular de turno de esa ciudad británica nos visitó hace años.
Fuente del patio
Deseaba no tener ningún problema con la voluminosa bolsa, y que ningún amigo de lo ajeno, se interesara por ella.
Estación de Atocha, taxi, y al primer Ministerio, el de Cultura:
–Espere en la puerta. –dije al taxista.
Entrega en el registro un primer paquete, recogida de la copia, sin problemas, subida nuevamente al taxi y al Paseo de la Castellana al segundo Ministerio, al de Fomento. Nuevamente al taxista:
–Espere en la puerta. -Aparcó y se vino detrás de mí.
Y otra nueva entrega similar a la anterior. Ya iban incluso a cerrar el registro en el segundo y último de los ministerios, pero el chiste de turno y la charla hicieron que la persona encargada de la recepción se pasara unos minutos sin problema.
La anécdota es que los papeles que llevé a Madrid eran ni más ni menos que el proyecto de la rehabilitación de la Casa de Góngora, en el último día del plazo y en el último minuto, para que los citados ministerios colaboraran con un porcentaje nada despreciable, en la rehabilitación de ese inmueble para el patrimonio cultural municipal. La rehabilitación estimo que es muy buena, aunque también costó lo suyo a pesar de las subvenciones." El dinero salió de un fondo alimentado con el 1% de las inversiones públicas del estado, y del 1% del presupuesto cultural. Setecientos cincuenta mil euros fue el presupuesto de la rehabilitación.
IC (Hashin Cabrera)
La verdad es que no sé qué hubiera pasado si me roban los proyectos, si no los hubiera podido entregar en su fecha, último día y última hora, y enviando un "transporter" como se dice ahora. Por eso de ir como vamos –yo nunca– siempre a última hora a todo, como con el pago de los recibos, que generan grandes colas el último día, es muy de aquí. Creo que en el fondo no hubiera pasado nada, pero si no lo pienso no siento la importancia de haber sido un pequeño grano, el modesto y último eslabón en la cadena de despropósitos, para llegar al último día del plazo y a la última hora.
Ahora, cuando piensas en Góngora, a pesar de tener su imagen muy clara siempre piensas en nuestro comediante Carlos Villanueva, y en los rincones de Córdoba del corto que se proyectó sobre su vida en el Teatro Góngora.
Siempre que entro en el antiguo convento del Corpus Cristi, me acuerdo del asesinato de la monjera, y lamento no haber podido entrar aún al claustro superior. Las habitaciones de la portería me traen al recuerdo la historia de D. Teodomiro. O el del Marques del Villar que por cuestiones de toros juego y faldas, seguramente, lo acuchillaron en los callejones que hoy llevan su nombre, pero que eran los del Corpus Cristi. Luego la capilla, donde disfrutamos de un concierto de guitarra clásica, con el que nos deleito mi amigo, el maestro Javier Riba, con su balconado coro de clausura. o la sala de exposiciones sujetas las tres naves por ocho columnas. Un hermoso edificio para una bonita muestra.
En esta sociedad, que siempre me ha parecido el casino de los pueblos, donde los terratenientes leían el periódico y fumaban, gordos, con la cadenita del reloj de bolsillo sobre la barriga saliendo del bolsillo del chaleco, y volviendo después de la curva, al botón del mismo Tuve ocasión de entrar diariamente a esa sala, durante quince días, que fueron del de la celebración del triunfo del fascismo en España, 1º de abril, hasta el de la proclamación de la II República, 14 de abril, del año 2000, en una exposición de pintura que hizo Conchi.
Hombre pájaro III (Juan Manuel Belmonte)
Fue de las primeras veces que veía a diario los cuadros de Julio y Enrique Romero de Torres, al final y durante la hermosa escalinata de subida. Que ahora durante la visita volví a deleitarme con ellos y a fotografiarlos. Allí está el Hombre volador de ese formidable artista que es Belmonte. Una iluminada sala, cuya luz le entra de la calle del Liceo (Alfonso XIII), recoge los artistas del realismo. Allí estaba el Mazinger Z, (de José Luis Muñoz ) del que era un forofo mi hijo Paco, y al que le alquilé todas las películas de súper 8 que había del personaje. No había vídeo aún.
Mazinger Z (José Luis Muñoz)
Coqueta sala de exposiciones, moderna, cuyo encanto natural está en que está protegida por la muralla edilicia romana, que protegía el norte de la ciudad, lugar más débil, por eso de su anchura y fortaleza. Esa mole que se fue rompiendo poco a poco a lo largo de la Avenida de los Tejares, para que la modernidad se abriera paso. Se puede ver este trozo, continuar hacia el Paseo de la Victoria.
Testimonio de Carmona (Pepe Morales)
Volaba un trabajador, reclamaba agua y la guardia Civil disparó al aire...
Esta casa fue el símbolo de la megalomanía de la Iglesia cordobesa, o del cura de Fuenteovejuna, el "Joss de Bonanza". Lo último el reloj, que afortunadamente se le hizo quitar, aunque aquí todo el mundo hacía de su capa un sayo, y si eran los dueños de los dineros más. Yo siempre he dicho que alguno de los orondos profesionales de salvar las almas, incumplían todo los pecados capitales del catecismo de Fray Albino.
"60 años de arte contemporáneo en Córdoba
Comisario: Ángel Luis Pérez Villén
Abstracciones. Sala Galatea (Casa Góngora)
Realismos. Sala Julio Romero de Torres (Círculo de la Amistad)
Retratos del gesto. Sala CajaSur Gran Capitán
Cartografías de la figura. Fundación Antonio Gala
Cambio de paradigma. Sala Vimcorsa
Lunes a sábado, 10:30 a 13:30 y 17:30 a 20:30. Domingos y festivos, de 10:00 a 14:00"
Fotografías y vídeos del autor
Bibliografía la expuesta.
Buenos días, amigos. ¡¡¡Está viva!!! Y tú Paco, te estar encargando mostrárnosla. Bonito relato el de tu Odisea. Esta historia es el fiel retrato de la improvisación y de la capuza, que además de los mangantes es la enseña nacional. Cuando describes tus vivencias donde citas los lugares donde has vivido y en que tu corazón sigue viviendo, entro en Google para vivirlas contigo. Hoy he entrado y me he perdido. En esta pérdida he aterrizado en la plaza del Cardenal Toledo. En esta plaza estaba Radio Popular, ahora COPE, lugar que yo frecuentaba porque mi amigo Pablo trabaja allí de chico de los recados. Esta pérdida me ha hecho reírme de muy buena gana, porque en rente de la Emisora y sobre la acera hay una Vespa que tiene pintada la bandera de Cuba. ¡Qué bueeeno! Gracias y un abrazo.
ResponderEliminar¡Menuda forma de contarnos una historia dentro de otra historia! Ya sabes que cuando escribes sobre tus recuerdos es cuando más me gustan tus escritos, así que no tengo que decirte nada más que gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Patxi, yo hago lo mismo cuando me envías alguna foto del norte. Soy el tonto de Google, hace un tiempo hice el viaje de Miguel Strogoff. Y el recorrido del Transiberiano de Moscu a Vladivostok. Hay páginas de curiosidades, en este caso de Earth, que son una maravilla. Un día estuve mirando un río canadiense el Fraser que desemboca en Vancouver (Pitt Meadows, Columbia Británica, Canadá, 49.235032, -122.756808) y que quedé fuera de juego con el comercio de madera por el río.
ResponderEliminarBueno lo que pasa es que yo no puedo opinar sobre arte, esta cuestión es muy personal y de entendidos, pero entendidos menos, porque a alguno lo han enredado alguna vez con cuadros pintados por monos. Han filosofado y han sido pasto de su propio rollo. En arte y en todo, a unos expertos en vino le metieron tetra brik de Don Simón y hablaban de los sabores afrutados y barrica de roble. Uno, que además de experto es vivo, dijo no está mal, pero no puedo precisar más cosas. Y ahí voy yo, o te gusta o no te gusta. El arte de la pintura y la escultura lo mismo, y la música igual, o te es agradable a la vista o al oído, o te repele porque es ruido o feo (a tu gusto).
En suma que no voy a poner solo los cinco videos, que me han supuesto más de cuatrocientas fotos, para dejar las justas, y después de arreglarlas. Qué ocurre, que en todos los sitios hay vivencias y por eso la reflejo. Muchas gracias y un abrazo.
Amigo José Manuel, muchas gracias.
ResponderEliminarYa le he explicado a Patxi los motivos. A propósito de que el Guadalquivir pasa por Córdoba... Pero es verdad, los expedientes de la rehabilitación de la casa Góngora, un 28 de diciembre, y pensaba que era una inocentada, los llevé yo en mano. Y otra curiosidad, bueno un par de ellas: el parque de Bomberos del este de la ciudad, nos lo inventamos mi equipo y yo, incluso la forma de financiación, casi salía gratis a la ciudad. Luego fue por otros derroteros, ni me invitaron a la inauguración. En el documento de petición de dinero al ICO (muchos millones de pesetas), para la construcción de las nuevas cocheras de la empresa de trasportes urbanos está mi firma (no quiere decir que si no firmo no hubiera habido cocheras, ni mucho menos no puedo ser tan estúpido, es el hecho concreto). Y como es lógico cuando se inauguraron las mismas, tampoco fui ni siquiera invitado.
Y así te podría enumerar muchas anécdotas. La más cercana, en nuestra ciudad, la primera denuncia del año, si no es grave, y a juicio del agente, se le perdona al ciudadano, se queda en un aviso, porque se estima que un error es normal que se cometa. El otro día salía para el campo con un amigo, a esté le retiró la grúa el coche, por estar mal aparcado y además la multa. Cuando lo recogió dijo, -que suerte por ser la primera la multa no me la han cobrado (ya iba bien servido, le cobraron 117 euros, me parece, por el servicio de grúa, una barbaridad). Le comenté: ¿Sabes quién se invento eso? se lo dije y no se lo creía. Las casualidades.
La peatonalización de calles de la ciudad. Me pusieron como un verdadero trapo, todo el mundo por el ensayo de peatonalización de la calle Cruz Conde. Los primeros los cortos de vista de los comerciantes, algunos tenderos. Y todo conductor "insonrrible". Hoy la piden los comerciantes en todos sitios. Luego llegó la derecha, peatonalizó el centro de la ciudad y le aplaudieron. Bueno, así es la vida. Claro algunas de estas cosas las tendría que decir mi abuela (la modelo de Julio Romero de Torres), pero como tengo. Todo es una pura anécdota.
Un abrazo.